• Refine Query
  • Source
  • Publication year
  • to
  • Language
  • 227
  • 164
  • 37
  • 16
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • 1
  • Tagged with
  • 446
  • 250
  • 217
  • 217
  • 178
  • 173
  • 68
  • 64
  • 62
  • 46
  • 37
  • 33
  • 33
  • 31
  • 28
  • About
  • The Global ETD Search service is a free service for researchers to find electronic theses and dissertations. This service is provided by the Networked Digital Library of Theses and Dissertations.
    Our metadata is collected from universities around the world. If you manage a university/consortium/country archive and want to be added, details can be found on the NDLTD website.
41

Utilización de fenilefrina intracameral en la prevención del Síndrome del Iris Fláccido Intraoperatorio (IFIS) en cirugía de catarata

March de Ribot, Francesc 19 January 2016 (has links)
Propósito: Determinar en intervenciones de facoemulsificación de pacientes que toman tamsulosina el efecto de la profilaxis de la fenilefrina intracameral sobre la incidencia y el grado de síndrome del iris fláccido intraoperatorio comparado con no recibir la fenilefrina intracameral. Métodos: Se revisaron todas las historias clínicas de los pacientes que se operaron de cataratas por facoemulsificación entre enero de 2009 y julio de 2010. Se detectaron previamente los pacientes que tomaban tamsulosina y se decidió establecer un grupo con fenilefrina intracameral (casos) y otro grupo sin fenilefrina (controles). El IFIS se definió y clasificó por la presencia de cualquiera de los tres fenómenos que constituyen el síndrome (ondulación del iris, prolapso del iris y la constricción pupilar). Se registraron los tiempos quirúrgicos, incidencias y complicaciones. Resultados: Se identificaron con una revisión de 3156 intervenciones de catarata, 100 intervenciones de 64 pacientes que tomaban tamsulosina en el momento de la cirugía. Se determinó una incidencia de toma de tamsulosina de 3,1% en el total de las intervenciones. 70 ojos recibieron profilaxis con fenilefrina intracameral y la incidencia de IFIS fue del 12%, presentándose el 9% en grado 1 y el 3% en grado 2. 28 ojos no recibieron fenilefrina intracameral y la incidencia de IFIS fue del 68%, presentándose el 11% en grado 1, el 39% en grado 2 y el 18% en grado 3. Por otro lado, 2 ojos se excluyeron del análisis final por la utilización de ganchos retractores del iris al inicio de la intervención, imposibilitando valorar la presencia de IFIS. Se reportaron como complicaciones en 2 ojos la rotura de la cápsula posterior con pérdida del vítreo (2%), estos casos correspondían a ojos que no recibieron fenilefrina intracameral y que presentaron grado 3. Se observaron tiempos quirúrgicos más prolongados en los ojos sin fenilefrina intracameral, que necesitaron 3 minutos más de media. Por otro lado a mayor grado de IFIS fue necesario mayor tiempo quirúrgico para finalizar la intervención. Conclusiones: La incidencia de IFIS en el grupo sin fenilefrina fue similar a otras publicaciones. Los ojos sin fenilefrina intracameral presentaron 5,77 veces más riesgo de desarrollar IFIS. El uso profiláctico de fenilefrina intracameral redujo la incidencia y el grado de IFIS. En este grupo el tiempo quirúrgico fue menor y no se produjeron complicaciones. Se compararon los datos obtenidos con publicaciones con resultados comparables. Divulgación financiera: No hay ningún interés financiero en cualquier material o método mencionado. / Purpose: To determine the grade and incidence of intraoperative floppy iris syndrome (IFIS) in patients who are under treatment with tamsulosine and are performed cataract extraction surgery through phacoemulsification, compared to patients with the same characteristics but who are not applied intracameral phenylephrine during phacoemulsification. Methods: The files of all the patients who were done cataract surgery extraction through phacoemulsification from January 2009 to July 2010 were checked. Previously, the patients who were under treatment with tamsulosine were identified and to these latter two groups were established under the basis of a case-control study: the cases were the patients that were treated transurgically with intracameral phenylephrine and the controls were the patients with the same conditions but that were not treated with transurgical intracameral phenylephrine. IFIS was defined and classified by the presence of any phenomena that constitute this syndrome (iris ondulation, iris prolapse through the wounds and pupillary constriction). The surgical time, surgical incidents and complications were registered. Results: With a total of 3156 cataract surgeries, 100 eye surgical interventions were identified of 64 patients who were taking tamsulosine at the moment of the surgery. In the total of the surgical interventions, the incidence of tamsulosine intake was 3.1%. 70 eyes received prophylaxis with intracameral phenylephrine and the IFIS incidence was of 12%. Out of this 12%, 9% was grade 1, and 3% grade 2. 28 eyes that did not receive intracameral pheyleprhine presented and IFIS incidence of 68%, with 11% being grade 1, 29% grade 2 and 18% grade 3. On the other hand, 2 eyes were excluded from the final analysis because of iris hooks use at the beginning of the surgery. As part of the complications reported, posterior capsular rupture with vitreous loss was present in 2 eyes that presented grade 3 IFIS, and none of these were treated with prophylactic intracameral phenylephrine. The patients that were not treated with prophylactic intracameral phenylephrine presented longer time in the surgical intervention, with an average of an excess of 3 minutes. On the other hand, the higher the grade of the IFIS, the longer was the surgical time. Conclusions: The incidence of IFIS in the group without phenylephrine was similar to the one reported in other publications. The latter presented 5.77 times more risk of presenting IFIS. The use of prophylactic intracameral phenylephrine significantly reduced the grade and incidence of IFIS. In this group the surgical time was less and no complications were presented. The data obtained was compared with other publications with similar results. Financial disclosure: The authors of this study do not have financial interests.
42

Resección multivisceral en el cáncer de colon y recto: factores pronósticos

Mañas Gómez, Mª José 21 January 2016 (has links)
El cáncer de colon y recto (CCR) se presenta con afectación de los órganos adyacentes (T4b), en un 5-20% de los casos. Hasta el día de hoy el tratamiento central del CCR continúa siendo la cirugía. Según la revisión realizada, la resección multivisceral, a pesar de ser un tratamiento agresivo con un aumento de la morbilidad, está justificada en el tratamiento del CCR localmente avanzado. Dicha cirugía no implica un incremento significativo de la mortalidad a corto plazo, alcanzando cifras de supervivencia comparables a los pacientes con CCR no adherido a órganos vecinos. Dada la controversia que ha existido en torno al tratamiento del CCR localmente avanzado, nos planteamos la evaluación del resultado del tratamiento quirúrgico en una serie de pacientes con cáncer de colon y recto localmente avanzado intervenidos y tratados con resección multivisceral en la Unidad de Cirugía Colo-rectal del Hospital Valle de Hebrón, identificar los factores pronósticos asociados con la supervivencia en el cáncer de colon y recto, y con la recurrencia en el cáncer de recto. Se realiza estudio restrospectivo desde 1998 hasta 2007 en el cáncer de colon y hasta 2010 en el cáncer de recto, con recogida de datos demográficos, clínicos, diagnósticos, quirúrgicos, postoperatorios, histopatológicos, supervivencia, recidiva y mortalidad. La supervivencia global y periodo libre de enfermedad se analizó con el método Kaplan - Meier, las diferencias fueron estudiadas con log-rank test. Los factores relacionados con la supervivencia fueron analizados mediante el test multivariante de Cox. Se consideró el resultado estadísticamente significativo con una p < 0.05. Se analizaron 113 pacientes con cáncer de colon y 30 paciente con cáncer de recto. La mortalidad asociada con la resección multivisceral fue del 7.1% y del 10% respectivamente, la morbilidad asociada fue del 48% y del 76.7%. La mediana de seguimiento fueron de 74.9 meses en el cáncer de colon y de 28.8 meses en el cáncer de recto. Al final del seguimiento 46 pacientes estaban vivos en el grupo con cáncer de colon (38 libres de enfermedad) y 11 pacientes (7 libres de enfermedad) en el de cáncer de recto. La hematoquecia y la quimioterapia adyuvante fueron factores pronósticos independientes para una mejor supervivencia en el cáncer de colon, mientras que el grado G3 y el estadio III y IV se asociaron con una peor supervivencia. En el cáncer de recto la afectación ganglionar linfática se asoció con una peor supervivencia, mientras que el estadio II y la ausencia de afectación vascular linfática se asociaron con una peor supervivencia. La invasión vascular linfática se asoció con una mayor recurrencia a distancia. / The incidence of locally advanced colon and rectal cancer (CRC) ranges between 5 and 20%. Surgery remains the primary modality of colon CRC treatment. Multivisceral resection, despite being an agressive treatment with increased morbidity, seems to be justified in the treatment of locally advanced CRC based on the published results. This surgery does not involve a significant increase in short-term mortality, with a survival comparable to the patients with CRC not adhered to neighboring organs. Given the controversy that has existed around the treatment of locally advanced CRC, we considered to analyze the outcome of multivisceral resection in patients affected by primary colon and rectal carcinoma infiltrating adjacent structures in Colorectal Unit of Hospital Vall d’Hebrón, and to identify predictors of survival in CRC and predictors of recurrence in rectal cancer. We conducted a retrospective review between 1998 and 2007 in colon cancer and 2010 in rectal cancer. The following data were recorded: demographics, clinical and diagnostic features, surgical procedure and perioperative and postoperative data, histopathologic data, survival, recurrence and mortality. Overall survival and disease-free survival were analyzed with the Kaplan - Meier method. Differences were assessed with the log-rank test. Variables related to survival were analyzed using Cox multivariate model in which only statistically significant variables in the log-rank test were considered. Statistical significance was set at p < 0.05. A total of 113 patients with colon cancer and 30 patients with rectal cancer undergoing multivisceral resection were analyzed. The operative mortality was 7.1 % and 10% respectively, postoperative complications occurred in 48% and 76.7%. The median follow-up was 74.9 months in colon cancer and 28.8 months in rectal cancer. At the end of follow-up 46 patients were alive in the group of colon cancer (38 free of disease) and 11 patients (7 free of disease) in the group of rectal cancer. Factors associated with a better survival in colon cancer were hematochezia and postoperative chemotherapy, whereas poorly differentiated tumors and stage III and IV disease were associated with a poor survival. Lymph node involvement was associated with worse survival in rectal cancer, whereas stage II and absence of lymph vascular invasion were associated with a better survival. Lymph vascular invasion was associated with a higher distant recurrence.
43

Las ondas de choque acústicas en la prevención y tratamiento de las cicatrices hipertróficas y queloideas en el paciente quemado

Saez Galdeano, Onofre 22 January 2016 (has links)
Actualmente la cicatrización hipertrófica y queloidea afecta a un número considerable de pacientes post-quemados. Representa la primera causa de morbilidad y complicaciones en el paciente quemado superviviente, sin que se disponga de ningún tratamiento único definitivo ni suficientemente eficaz, generando un gran gasto sanitario. La presoterapia y la silicona tópica son los métodos clásicos y los más empleados hoy en día para la prevención y tratamiento de las cicatrices patológicas en quemados. Sin embargo, sólo tienen resultados aceptables y con evidencia científica escasa, ya que en muchos casos no evitan la aparición de secuelas cicatriciales. Por estos limitados resultados, nuevas terapias en el tratamiento de las cicatrices post quemaduras actualmente están bajo investigación. La terapia mediante ondas de choque apareció en la práctica clínica para fragmentar cálculos renales y, recientemente, ha encontrado nuevos campos de aplicación tales como enfermedades musculo-esqueléticas y úlceras. Estudios experimentales sugieren que promueve la angiogénesis y reduce la isquemia tisular. Disminuye la infiltración leucocitaria y por tanto la inflamación. Inflamación y fibrosis están íntimamente relacionadas. La terapia de ondas de choque parece que aumenta la eNOS, inhibiendo así la transición epitelial-mesenquimal, responsable de la invasión tumoral y la fibrosis. La cicatriz es fibrosis, por lo tanto, la aplicación de dicha terapia en cicatrices postquemadura, podría disminuir su progresión y por lo tanto reducir la morbilidad, y, mejorar la calidad de vida del paciente. Entre los meses de julio de 2013 y agosto de 2015, cuarenta pacientes que presentaron una quemadura intermedia profunda, y que no precisó de cirugía para su curación fueron sometidos a una terapia con ondas de choque para prevenir y mejorar las cicatrices en el servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitari de la Vall d’Hebron. Se empleó el propio paciente como control. Se aplicó el tratamiento solo en la zona inferior de la cicatriz. Además, en toda la cicatriz (incluida el área tratada con dermaPACE®) se aplicó el tratamiento clínico estándar habitual, presoterapia y tratamiento tópico con silicona. La cicatriz se valoró mediante la escala de Vancouver, registros fotográficos y antropométricos, el tewameter, que realiza la medición de la hidratación de la piel. Se realizó una biopsia post-tratamiento a los seis meses para evaluar el efecto de la terapia mediante ondas de choque sobre la cicatrización en comparación con la otra mitad. Los resultados obtenidos mediante el análisis estadístico derivado de la Escala de Vancouver y el dispositivo no invasivo para la medición de la hidratación de la cicatriz, el tewameter dan una significación p<0,05. Objetivan unos resultados estadísticamente favorables en cuanto a términos de humedad relativa en la cicatriz. Corroboran las mejoras en la disminución del eritema, del grosor y de un aumento en la elasticidad de la cicatriz, que ya parecían observarse a lo largo del estudio y en las fotografías realizadas y que la mayoría de los pacientes confirmaron dicha mejoría con su opinión subjetiva. En cuanto a los resultados de la biopsia, no muestran diferencias significativas, aunque muestra que en ninguna biopsia se objetiva inflamación crónica y que el nivel de fibrosis es leve, incluso a veces muy leve, que ayudarían a reforzar la teoría inicial de que las ondas de choque podrían disminuir la síntesis exagerada de colágeno. El estudio sugiere que este tratamiento no invasivo, realizado ambulatoriamente, con reincorporación inmediata a las actividades de la vida diaria, que se puede aplicar conjuntamente con otros tratamientos, ofrece una mejoría estadísticamente significativa de los resultados, con mínima morbilidad, que de confirmarse los resultados con un estudio de mayor potencia, sería otro recurso a incluir en la práctica clínica diaria de las unidades de quemados. / Nowadays hypertrophic scarring and keloid affects a significant number of post-burned patients. It represents the main cause of morbidity and complications in surviving post-burned patients, without an effective treatment, generating large health cost. Pressure therapy and topical silicon sheets are the traditional methods and still the most used for the prevention and treatment of pathological scarring in burned patients today. However, they only have acceptable scientific evidence and poor results, because in many cases they do not prevent the appearance of scarring sequelae. According to these limited results, new therapies in the treatment of post burned scars are currently under investigation. The shockwave therapy appeared in clinical practice to break up kidney stones and has recently found new applications such as musculoskeletal diseases and ulcers. Experimental studies suggest that it promotes angiogenesis and reduces tissue ischemia. It decreases leukocyte infiltration and hence inflammation. Inflammation and fibrosis are closely related. The shock wave therapy appears to increase eNOS (, thereby inhibiting epithelial-mesenchymal transition which is responsible for tumor invasion and fibrosis. The scar is fibrosis, therefore, the application of this therapy in post-burn scars could limit their progression and thereby reduce their morbidity and improve patients’ quality of life. Between July 2013 and August 2015, forty patients who had a deep intermediate burn, and that did not require surgery to heal, underwent a therapy with shock waves to prevent and improve scarring in the service of Plastic Surgery and Burn Unit of the University Hospital of Vall Hebron. The patient was used as control himself. Treatment was applied only in the lower area of the scar. In addition, standard treatment, which includes pressotherapy and topical silicone sheets was applied in the whole scar (that included the area treated with dermaPACE®). The scar was assessed by the Vancouver scale, photographic and anthropometric records were taken with a Tewameter, that measures the skin hydration. a biopsy was performed six months after the treatment to evaluate the effect of shockwave therapy on wound healing compared to the other half that did not receive the treatment. The results obtained by statistical analysis derived from the Vancouver scale and non-invasive device for measuring hydration of the scar, the Tewameter, both gave a significance evidence of p <0.05. It objectifies a statistically favorable result in terms of relative humidity in the scar. It corroborates the improvement in reducing erythema, thickness and an increase in the elasticity of the scar, which seemed throughout the study and the photographs taken and that most patients confirmed this improvement with its subjective opinion. As for the biopsy, results show no significant difference, although any biopsy reflected signs of chronic inflammation and the level of fibrosis was mild, even very slight, these facts would help strengthen the initial theory that the shock waves therapy may decrease exaggerated collagen synthesis. The study suggests that this non-invasive treatment, performed on an outpatient basis, with immediate return to daily live activities, which can be applied simultaneously with other treatments, provides a statistically significant improvement of the results, with minimal morbidity. If these results were confirmed in wider study with more statistical power, shock wave therapy would be another treatment to be included in clinical practice in burn units.
44

Estudio de los grosores retinianos maculares con OCT tras cirugía refractiva con lente fáquica tipo ICL™

Maseras Bruguera, Xavier 25 January 2016 (has links)
Estudio de los grosores retinianos maculares con tomografía de coherencia óptica tras cirugía refractiva con lente fáquica tipo ICL™ INTRODUCCIÓN Las lentes intraoculares fáquicas (PIOL’s) han mostrado ser una efectiva opción quirúrgica para el tratamiento de la ametropía de distintos rangos refractivos. Algunos estudios publicados han confirmado la implantación de la Visian® Implantable Collamer Lens (ICL™; STAAR Surgical AG, Nidau, Suiza) como un tratamiento eficaz para la corrección de la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo OBJETIVO Determinar los cambios de grosor macular después del implante de la lente intraocular fáquica de cámara posterior para la corrección de la ametropía utilizando la tomografía de coherencia óptica (OCT) MATERIAL Y MÉTODOS Estudio prospectivo realizado en 111 ojos de 58 pacientes que se sometieron a cirugía con implante de ICL. Los pacientes eran evaluados antes de la cirugía y después de la cirugía a la semana 4 y a la semana 12. La agudeza visual, la presión intraocular, la profundidad de la cámara anterior, el diámetro pupilar y el grosor macular evaluado con tomografía de coherencia óptica eran evaluados RESULTADOS Se han estudiado 111 ojos de 58 pacientes. La edad media era de 33,8 ± 6.3 years (26-50). El equivalente esférico medio preoperatorio era -7,793 ± 5,268. El equivalente medio postoperatorio a los 3 meses de la cirugía era -0.094 ± 0,788 D. El grosor foveal antes de la ciugía era de 287± 24 µm y de 290 y 293 µm respectivamente al mes y a los 3 meses de la cirugía sin encontrarse diferencias significativas en ninguno de los sectores. La agudeza visual no corregida mejoró en todos los casos y no se detectaron cambios ni en el grosor macular ni en el volumen macular tras la cirugía. No se han encontrado casos de edema macular. CONCLUSIONES El implante de la lente tipo ICL se ha mostrado como una opción quirúrgica efectiva para el tratamiento de los errores refractivos. No se han desarrollado casos de edema macular tras la cirugía en nuestros pacientes. La tomografía de coherencia óptica de dominio espectral nos ha permitido detectar cualquier incremento significativo de grosor en este periodo de estudio / Study of the macular retinal thickness measured by Optical Coherence Tomography after refractive surgery with ICL phakic lens INTRODUCTION Phakic intraocular lenses (PIOLs) have been shown to be an effective surgical option for the treatment of ametropia of various refractive ranges. Several published studies have confirmed the Visian Implantable Collamer Lens (ICL; STAAR Surgical AG, Nidau, Switzerland) ICL implantation as an effective treatment to correct myopia, hyperopia or astigmatism. PURPOSE: To determine macular thickness changes after posterior chamber phakic intraocular lens implantation for the correction of ametropia using spectral domain optical coherence tomography (OCT). MATERIAL AND METHODS: Prospective study was conducted in 111 eyes of 58 patients underwent implantation of the implantable Collamer lens (ICL). Patients were evaluated before surgery and after surgery at week 4 and week 12. Visual acuity (VA), intraocular pressure, anterior chamber depth, pupil diameter and macular thickness with Spectralis coherence tomography were measured. RESULTS: 111 eyes from 58 patients have been studied. The mean age is 33,8 ± 6.3 years (26-50) . Mean preoperative spherical equivalent refraction was -7,793 ± 5,268. Mean postoperative spherical equivalent refraction 3 months after the surgery was -0.094 ± 0,788 D. The foveal macular thickness was de 287± 24 µm before de surgery and 290 y 293 µm at 1 and 3 months after the surgery without any significant difference in any of the areas. Uncorrected visual acuity improved in all cases and no changes in macular thickness and macular volume were found after the surgery. There were no cases of cystoid macular edema. CONCLUSIONS: The implantation of ICL has been shown to be an effective surgical option for the treatment of refractive errors. No cases of macular edema develops after surgery in our patients. The spectral domain optical coherence tomography was notable to detect any increase in macular thickness in this study period.
45

Concordança de notificació d’esdeveniments adversos entre pacients i professionals: Fiabilitat dels pacients en la identificació d’esdeveniments adversos

Montaña Peironcely, Montserrat 27 November 2015 (has links)
La participació del pacient en els sistemes de notificació d’esdeveniments adversos (EAs) s’ha proposat com estratègia per implicar al pacient en la seva seguretat i fer-lo coresponsable de l’ assistència sanitària. Sense qüestionar la bondat del canvi de paradigma (del pacient objecte al pacient subjecte) i la utilitat a l’entorn del pacient crònic de les estratègies d’apoderament, el treball vol donar resposta a la pregunta de si els pacients estan capacitats per a actuar com a identificadors d’esdeveniments adversos, plantejant seriosos dubtes al respecte. Volen els pacients assumir aquest rol o potser hem tornat a decidir el millor per al pacient, sense el pacient.? Amb aquesta estratègia d’implicació dels pacients en la prevenció d'errors, estem simplement desplaçant la responsabilitat de la seguretat dels proveïdors i institucions als propis pacients? L’objectiu principal d’aquest treball és identificar la concordança entre els EAs identificats pels pacients a través d’un qüestionari dissenyat a l’efecte i els EAs identificats pels professionals a través d’un sistema de notificació d’EAs. Objectius secundaris al mateix són determinar la incidència d’EAs segons els pacients, determinar si la declaració d’EAs te relació amb la percepció de seguretat dels pacients, determinar si les notícies d’errors mèdics aparegudes en mitjans de comunicació tenen relació amb la percepció de seguretat dels pacients, i determinar si els pacients informats, que han participat en el procés de decisió i de cures, tenen millor percepció de seguretat. Es tracta d’un estudi observacional longitudinal, la recollida de dades es realitza entre el 14 de març de 2011 i el 29 de maig de 2012. S’han inclòs tots els pacients majors de 18 anys (en el cas de pacients amb la cognició alterada respon el cuidador principal) donats d’alta de la Unitat de Cirurgia de l’Hospital de Sabadell en el període definit per a l’estudi, independentment de la seva procedència fins a aconseguir una mostra de 335 episodis (si un pacient ingressa dues vegades en el període d’estudi s’avalua de forma independent). Els episodis en els quals els pacients han identificat algun EA ha estat del 21,1% (IC95%= [16,8 a 26]). El total d’EAs identificats pels pacients són 99, el que suposa 1,39 EA/ per pacient. La sensació de seguretat declarada pels pacients presenta una relació inversa amb significació estadística amb la declaració d’incidents (p=0,001) i EAs (p=0,02). S’observa una tendència a l’augment de declaració d’EAs (p=0,91) entre els que consideren més freqüents els incidents. No sembla haver relació (p=0,08) entre la declaració d’EAs i la probabilitat declarada de patir un error. La declaració d’EAs, sembla no tenir relació (p=0,76) amb el fet d’haver vist o escoltat fa poc alguna noticia en relació amb un incident en l’atenció sanitària (a la premsa, la televisió, la ràdio o Internet). Els pacients que es senten molt segurs expressen un nivell d’informació/satisfacció superior a la resta de pacients (amb una mitjana de 95,23 (±7,89) respecte a 86,8 (±12,15) els bastant segurs i 80,6 (±15,7) els ni segurs ni insegurs). Només en el 36% dels casos en els que els professionals han detectat un EA també en declaren els pacients, la proporció de concordança d’identificació positiva per part de pacients i professionals és del 12%. Analitzada la concordança de forma detallada, entre la declaració d’EAs concrets per part dels pacients i la declaració dels mateixos pels professionals, trobem que en tots els casos el grau d’acord és discret i inclús sense acord (k≤0,4). Concloem doncs, que es confirma la nostra hipòtesi de baixa concordança i aporta dades en contra del suggeriment present a la comunitat científica en quant a la fiabilitat dels pacients com a identificadors d’EAs, en la seva concepció clínica. / The participation of the patient in the reporting systems for adverse events (AEs) has been proposed as a strategy to imply the patient in his safety and to make him co-responsible of the healthcare. Without questioning the goodness of the paradigm shift (from patient object to patient subject) and the usefulness around the chronic patient empowerment strategies, the work wants to answer the question about the ability of the patients to act as identifiers of adverse events, raising serious doubts towards it. Do the patients want to assume this role or have we maybe decided again what’s best for the patient without him? With this strategy of involving patients in preventing errors, are we simply shifting the responsibility for safety of providers and institutions to the actual patients? The main objective of this work is to identify the agreement between the AEs identified by the patients, through a questionary designed for this purpose, and the AEs identified by professionals, through an AEs notification system. Some secondary objectives are to determine the incidence of AEs according to the patients, to define if the statement of AEs is related to the safety perception of the patients, to decide if the news of medical errors appeared in the media are related to the safety perception of the patients, and to determine if the informed patients, who have participated in the decision and care process, have a better safety perception. This is an observational and longitudinal study. The data collection is done between the 14th of March of 2011 and the 29th of May of 2012. We have included all patients over 18 (in the case of altered cognition patients the main carer responds) registered at the Surgery Unit of the “Hospital de Sabadell” within the defined period for the study, regardless of their origin, until achieving a sample of 355 episodes (if a patient is admitted twice during the study period it is evaluated independently). The episodes in which the patients have identified any AEs have been of 21,1% (IC 95%=[16,8 a 26]). The total AEs identified by the patients are 99, which means 1,39 EA/per patient. The safety feeling declared by the patients presents a statistically significant inverse relation with the declaration of incidents (p=0,001) and AEs (p=0,02). There is a tendency to increase the statement of AEs (p=0,91) amongst those who consider incidents to be most frequent. There doesn’t seem to be a relation (p=0,08) between the declaration of AEs and the declared probability of suffering an error. The declaration of AEs doesn’t seem to relate (p=0,76) with the fact of seeing or listening recently to any news about an incident in healthcare (in the press, television, radio or internet). The patients that feel very safe show a higher level of information/satisfaction than the rest of patients (with an average of 95,23 (±7,89) compared to a 86,6 (±12,15) for the quite safe and 80,6 (±15,7) for the neither safe or unsafe). Only in the 36% of the cases have professionals detected an AE also declared by the patients, the proportion of concordance of positive identification by patients and professionals is of 12%. Having analyzed the agreement in detail, between the specific declaration of AEs by the patients and the declaration of the same by professionals, we find that in all the cases the degree of agreement is discreet and even without accordance (k≤0,4). We conclude that our low agreement hypothesis is confirmed and that it provides data against the suggestion to the scientific community regarding the reliability of the patients as identifiers of AEs, in its clinic conception.
46

Análisis de la lipocalina asociada a la gelatinasa de neutrófilos como biomarcador de disfunción renal aguda en el paciente crítico

Martí Macià, Clara 03 December 2015 (has links)
Se ha postulado que el NGAL es un excelente biomarcador renal, precoz y fiable en la detección de la DRA. Pero, apenas existen estudios realizados en unidades de medicina intensiva en los que la DRA ocurre en un 50% durante un proceso séptico. Dado que los estudios bioquímicos del NGAL revelan que su naturaleza no es únicamente renal, sino que puede tener un papel en la inflamación e incluso en respuesta a infecciones bacterianas nos ha parecido oportuno intentar aclarar el rol del NGAL como biomarcador renal en el paciente crítico. OBJETIVOS: Determinar si un valor de NGAL > 150 ng/mL es una buena prueba diagnóstica para detectar DRA y si es un buen marcador pronóstico de la evolución de la DRA en el paciente crítico. Analizar la utilidad de NGAL en el diagnóstico diferencial entre DRA de origen séptico y DRA de otros orígenes, y en aquellos pacientes con cifras de creatinina plasmática inferiores a 0,5 mg/dL. MATERIAL Y MÉTODOS: Se realizaron dos cortes de prevalencia y, posteriormente, se les seguía mientras durara su ingreso en UCI hasta un máximo de 30 días. Para la realización del estudio se determinaron diariamente la cifras de creatinina sérica y se recogieron muestras de orina dos veces por semana congelando la muestra a - 80ºC para determinar posteriormente el valor de NGAL, creatinina y urea. La determinación de NGAL se realizó mediante el analizador ARCHITECT (Abbott Diagnostics). Los pacientes fueron clasificados según la escala de disfunción renal aguda del grupo de trabajo “Acute Kidney Injury Network” (AKIN). RESULTADOS: Se incluyeron 46 pacientes, y el 28% presentaron DRA. Al clasificarlos según la escala AKIN, el 72% presentaron un AKIN de 0, el 11% un AKIN de 1, el 11% un AKIN de 2 y el 6% un AKIN de 3. Se obtuvieron 529 muestras de orina para realizar la determinación de NGAL y se agruparon los pacientes según hubieran tenido un NGAL superior o inferior a 150 ng/mL: En el grupo de NGAL>150 ng/mL se registraron 17 pacientes (37%). De estos, ocho pacientes (47%) no tenían DRA; tres pacientes presentaron AKIN 1; tres pacientes presentaron AKIN 2, y tres pacientes presentaron AKIN 3. En el grupo de NGAL<150 ng/mL se registraron 29 pacientes. De estos, cuatro pacientes presentaron DRA: 25 pacientes (86%) se mantuvieron en AKIN 0; dos pacientes en AKIN 1; dos pacientes en AKIN 2 y ninguno de ellos alcanzó un estadio AKIN 3. Un NGAL>150 mg/dL se asocia con una estancia más larga en UCI (p=0,004), y con el género (las mujeres tenían NGAL más bajo (p=0,021)). Con el objetivo de dilucidar si NGAL era una buena prueba diagnóstica de DRA, realizamos una tabla 2x2, y calculamos la Sensibilidad (S) que fue del 69%, la Especificidad (E) que fue del 75,7%, el Valor Predictivo Positivo (VPP) que fue del 53% y el Valor Predictivo Negativo (VPN) que fue del 86,2%. Un valor de NGAL > 1.000 ng/mL se relaciona de manera estadísticamente significativa con la presencia de sepsis/SIRS (p= 0,001). CONCLUSIONES: Aunque un valor elevado de NGAL se asocia a un aumento en el valor de la creatinina sérica y a un grado AKIN más alto, un NGAL>150 ng/mL no parece ser una prueba incontrovertible para detectar DRA en el paciente crítico al registrarse un 47% de falsos positivos. Sin embargo, un NGAL>150 ng/mL se asocia con un peor pronóstico y un valor de NGAL> 1.000 ng/mL se relaciona con la presencia de sepsis/SIRS. / Introduction: It has been postulated that NGAL is a trustworthy and early biomarker of Acute Renal Dysfunction (ARD). However, few studies have been carried out in the Intensive Care Units which characterized by 50% of ARD showing up during septicemia. As biochemical studies of NGAL reveal that its origin might not be just renal, but that is also related to inflammation or sepsis, the purpose of this study is to clarify the role of NGAL as renal biomarker in the critical patient. OBJECTIVES: 1) To determine whether NGAL level over 150 ng/mL is an early biomarker of ARD and a prognostic factor for the evolution of ARD in critical patients. 2) To determine whether NGAL can detect ARD in patients with creatinine below 0.5 ng/mL. 3) To determine whether NGAL can distinguish between ARD due to sepsis from other etiologies. METHODS AND MATERIALS: A transversal study in 2 different days was assessed, and then patients were followed during their stay in the Intensive Care Unit up to a maximum of 30 days. We monitored daily the blood levels of serum creatinine. Urine samples were collected twice a week keeping them at -80ºC to measure the levels of NGAL (ARCHITECT, Abbott Diaagnosis), creatinine and urea later. Patients were classified according the Acute Kidney Injury Network (AKIN). RESULTS: Forty-six patients were included, 28% of them with ARD. The 72% of patients were classified AKIN-0, 11% AKIN-1, 11% AKIN-2 and 6% AKIN-3. We tested 529 urine samples. Patients were grouped according to a NGAL cut-off level of 150 ng/mL: - Seventeen patients (37%) had NGAL > 150 ng/mL: 8 patients without ARD, 3 with AKIN-1, 3 with AKIN-2 and 3 with AKIN-3. - Twenty-nine patients (63%) had NGAL < 150 ng/mL: 25 patients without ARD, 2 with AKIN-1, 2 AKIN-2 and any case of AKIN-3. NGAL over 150 ng/mL was correlated to longer stay in the Intensive Care Unit (p=0.004) and gender, having females lower levels (p=0.021). The sensitivity, specifity, positive predictive value and negative predictive value of NGAL as an early biomarker for ARD were found to be 69%, 75.7%, 53% and 86.2%, respectively. NGAL > 1000 ng/mL is associated to sepsis (p=0,001) CONCLUSIONS: High NGAL levels are associated to a rise in creatinine and to higher AKIN scores. However, since 47% of cases were false positives in our series, NGAL over 150 ng/mL does not seem a trustworthy test to diagnose ARD. Nevertheless, NGAL > 150 ng/mL is related to poor prognosis, and > 1000 ng/mL is associated to sepsis.
47

Model animal en laminectomia lumbar: factors quirúrgics i variabilitat individual

Albertí i Fitó, Glòria 27 January 2016 (has links)
La cirurgia del raquis lumbar ha augmentat substancialment amb el pas dels anys i això ha condicionat la pràctica de força estudis, tant clínics com experimentals, per millorar les tècniques, fer-les més eficients i segures pel pacient. Malgrat tot, aquestes intervencions presenten un índex de fracassos que es situen entre el 5 i el 50%, segons la literatura. Una de les possibles causes de fracàs és la fibrosi postquirúrgica. Sobre la fibrosi s’han fet nombrosos estudis, tant per acceptar que pot ser causa de dolor postoperatori com per rebutjar aquesta teoria. A més a més ha motivat un plegat de treballs que avaluen l’efectivitat i la necessitat de diferents mètodes que pretenen evitar la formació d’adherències entre aquesta formació fibrosa i les estructures neurals. Alhora, força estudis conclouen que el fracàs de la cirurgia lumbar és un problema multifactorial. Característiques individuals o factors operatoris tan mesurables com l’edat, el pes, el sexe, la duració de la cirurgia, el sagnat o la infecció poden interrelacionar-se i empobrir el resultat histològic i/o clínic de la cirurgia. Inspirats en aquesta bibliografia, dissenyàrem un estudi experimental on intervinguérem a 13 ovelles adultes per practicar laminectomies en els espais L3 i L5. Es recolliren els paràmetres quirúrgics, les troballes histològiques i les característiques individuals de cada animal. En primer lloc, compararen entre sí dos dels mètodes barrera més emprats i validats per les publicacions científiques, l’empelt de greix lliure i el gel antiadherent ADCON® - L. En segon lloc, observàrem el procés cicatricial d’una laminectomia lumbar sense implant i, a partir d’aquí, valorarem el possible impacte dels dos implants sobre la histologia del grup control. Tercer, ens plantejàrem si les dades histològiques, individuals i operatòries del nostre estudi es correlacionaven entre elles i, en quart lloc, avaluàrem el maneig dels animals i tot el conjunt del procediment experimental a fi d’explorar la validesa de l’ovella com model experimental en la cirurgia lumbar. Els nostres resultats conclouen que no hi ha diferències significatives en l’ús del greix o del gel antiadherent. La fibrosi postlaminectomia, tot i presentar-se sempre, no ocasiona cap compromís a les estructures neurals. El pes de l’animal pot influir en el resultat de la cirurgia, no en una variable concreta sinó en una conjunt d’elles. Finalment, podem dir que l’ovella pot ser un bon animal d’experimentació en la cirurgia lumbar. / Lumbar spine surgery has increased over the past few years. This has resulted in many experimental and clinical studies aimed to improve the surgical techniques, to make them more efficient and safe. Nevertheless, the index of failure of these procedures ranges from 5 to 50%, being postlaminectomy fibrosis one of the main potential complications. Different studies either support or refuse the idea that postsurgical pain is mainly due to fibrosis. Moreover, many studies have been conducted to explore the need and effectiveness of interventions that could prevent fibrosis and its penetration into the neural canal showing inconclusive results. Some authors believe that lumbar surgery failure has a multifactorial origin. Several studies conclude that individual differences as well as surgical factors like age, weight, gender, duration of surgery, bleeding or infection might be interrelated and could be responsible for negative clinical and histologic results. We designed an experimental animal study where a lumbar laminectomy at L3 and L5 was practiced to 13 sheep. Surgical parameters, histological findings and individual physical data were collected for each animal. First, we wanted to know if two of the most common materials used as barrier methods for fibrosis, a free fat graft and the antiadhesion gel ADCON® - L, would result in different outcomes. Second, we wanted to explore differences in the healing process and the histology between the aforementioned methods and controls where no barrier methods were applied. Third, we wanted to know if histological, individual and surgical variables in our study correlated to each other. Fourth, we explored the scientific validity and the practicality of the sheep as an experimental model in lumbar laminectomy. Our results concluded that there are no significant differences between the free fat graft and the antiadhesion barrier gel. Postlaminectomy fibrosis was present in all cases and did not cause any significant adherence in the neural canal. The multivariate statistical analysis suggests that body weight might influence different parameters related to surgical outcome. From a practical point of view, our study indicates that the domestic sheep could be a good animal model for lumbar laminectomy in human beings.
48

Evolución a medio plazo de los pacientes con enfermedad del tronco común intervenidos de revascularización coronaria con y sin circulación extracorpórea

Rios Barrera, Remedios 29 January 2016 (has links)
La cardiopatía isquémica es la principal causa de mortalidad en el primer mundo. Existen varios abordajes terapéuticos pero la cirugía de revascularización coronaria con circulación extracorpórea es la terapéutica más extendida en el tratamiento de esta enfermedad dado sus buenos resultados tanto a corto, medio o largo plazo. No obstante, también es conocido que el empleo de la circulación extracorpórea puede conllevar una serie de efectos nocivos sobre el organismo. En un intento de evitar o disminuir estos efectos ha surgido la revascularización coronaria sin el soporte de la circulación extracorpórea. Desde el inicio, esta técnica ha tenido detractores que cuestionaban su seguridad y eficacia sobretodo en el subgrupo de pacientes con enfermedad del tronco común. Existen múltiples estudios que demuestran que la cirugía sin circulación extracorpórea es una técnica segura y con buenos resultados operatorios. Sin embargo, no disponemos de suficientes estudios que nos muestren los resultados a medio plazo y sobretodo en el subgrupo de pacientes con enfermedad del tronco común. Hemos diseñado este estudio para conocer dichos resultados. Se seleccionaron todos los pacientes con enfermedad del tronco común que fueron intervenidos y dados de alta en el Hospital Vall d’Hebron en el período de tiempo comprendido entre Enero de 2001 y Junio de 2005. Todos los pacientes han seguido controles y se han recogido los datos de seguimiento durante el segundo trimestre de 2015. Nuestro objetivo principal ha sido el control de la mortalidad. Los objetivos secundarios han sido la reaparición de angina, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular en el seguimiento, la necesidad de nueva revascularización y la variable compuesta MACCE (muerte, infarto, accidente cerebrovascular y nueva revascularización). Se han seguido 308 pacientes (128 con circulación extracorpórea y 180 sin). La mortalidad a diez años ha sido similar. También han mostrado tasas similares la reaparición de angina, el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y el MACCE. Sin embargo, la necesidad de un nuevo proceso de revascularización, percutáneo o quirúrgico, ha sido superior en el grupo de pacientes intervenidos con circulación extracorpórea en contraposición con lo publicado en la bibliografía. En resumen, según nuestro estudio, la cirugía de revascularización coronaria sin circulación extracorpórea presenta unos resultados al menos similares a la cirugía convencional con circulación extracorpórea a medio plazo en el subgrupo de pacientes con enfermedad del tronco común. / Ischemic heart disease is the first cause of mortality in developed world. Coronary artery bypass grafting (CABG) with extracorporeal circulation is the gold standard for its treatment due to its excellent short, mid and long term results, but extracorporeal circulation has deleterious effects for the organism. Off-pump coronary artery bypass (OPCAB) tries to minimize or avoid these effects. Since the beginning, there has been concern about de feasibility, security and results of OPCAB, especially in the subgroup of patients with left main disease. Many studies have demonstrated good operative results but there are few studies about the midterm results in this subset of patients. We have designed this study to know the midterm results in patients with left main disease. We have followed all the patients, with left main disease, that were operated and discharged in the Vall d’Hebron Hospital between January 2001 and June 2005. Our principal goal was mortality, secondary end-points were new angina, myocardial infarction, cerebrovascular attack, new revascularization and MACCE (death, myocardial infarction, cerebrovascular attack or new revascularization). The results were compiled in the second quarter of 2015. Three hundred and eight patients (128 CABG and 180 OPCAB) have been followed up. Mortality has been similar at 10 years. Also, new angina, myocardial infarction, cerebrovascular attack and MACCE have shown similar rates at 10 years. However, the rate of new revascularization has been superior in the patients intervened with extracorporeal circulation. In resume, off-pump coronary artery bypass have shown as good results as coronary artery bypass grafting with extracorporeal circulation at ten years in the subgroup of patients with left main disease.
49

Obstrucción congénita del conducto lacrimonasal: comparativa de la eficacia de los distintos tratamientos entre obstrucción parcial y completa

Souki, Kyriaki 29 January 2016 (has links)
Objetivos: Averiguar las diferencias entre la obstrucción lagrimal parcial (OLP) y obstrucción lagrimal completa (OLC) en términos de manifestaciones clínicas y respuesta a tratamientos en el caso de OCCLN (Obstrucción Congénita del Conducto Lácrimo-Nasal). Determinar la eficacia de los tres tipos de tratamiento quirúrgico (sondaje, intubación y dilatación con catéter-balón) en los casos de OLP frente a OLC y compararlos entre sí. Métodos: Estudio de cohorte, prospectivo sobre niños mayores que padecen de OCCLN. Se realiza el sondaje en niños, de entre 1 y 3 años de edad, no tratados anteriormente. Practicamos la intubación monocanalicular con tubo de silicona en niños, de entre 1 y 5 años de edad, no tratados anteriormente o tras sondaje fallido. Efectuamos la dilatación con catéter-balón en niños, de entre 2 y 10 años de edad, como primer procedimiento o secundario tras sondaje fallido o intubación fallida. Resultados: Estudiamos 1207 vías lagrimales de 733 pacientes de entre 1 y 10 años de edad, entre Abril de 2003 y Julio de 2012. Hemos observado lagrimeo en un 93,8% de las OLP Y 97,1% de las OLC. El 41,3% de los pacientes con OLP, así como el 30,7% con OLC, se quejan de epífora aislada y el 6,2% de los niños con OLP, tal como el 2,9% con OLC, sufren de legañas. Las medidas terapéuticas resultan dar una eficacia similar en ambos tipos de obstrucciones parcial/completa: sondaje 82%/82%, intubación 86%/83% y dilatación 91%/88%. La dilatación con catéter-balón goza de una tasa de éxito del 90,4%, la intubación del 85% y el sondaje del 82,6% a los 2 meses del postoperatorio. La intubación alcanza una tasa de éxito del 83% tras un sondaje fallido en niños de entre 1 y 2 años de edad y del 88,5% en niños de entre 2 y 5 años de edad. La dilatación con catéter-balón goza de 82,2% de tasa de éxito en niños de entre 2 y 5 años de edad y del 82,4% en niños de entre 5 y 8 años de edad. En el grupo OLP el sondaje (82,1%) goza una tasa similar frente a la intubación (82,3%) en niños de entre 1 y 2 años de edad, y en niños de entre 2 y 3 años de edad (sondaje 82,4%/intubación 86,2%). El sondaje (82,9%) alcanza una tasa similar frente a la intubación (82,4%) en niños de 1 a 2 años de edad en el grupo OLC, y en niños de 2 a 3 años de edad (sondaje 9. Conclusiones: La epífora es un síntoma dominante en los pacientes con OCCLN. Los pacientes que sufren de epífora aislada o legañas tienen con mayor frecuencia una OLP. Casi todos los niños con dacriocistitis aguda o mucocele presentan una OLC. Los procedimientos terapéuticos son igual de eficaces en ambos tipos de obstrucciones. La dilatación con catéter-balón y la intubación presentan mayor eficacia que el sondaje simple, manteniendo altas tasas de éxito como segundo procedimiento. El sondaje y la intubación en niños de 1 a 3 años de edad muestran eficacia parecida. La intubación es igual de eficaz que la dilatación con catéter-balón en niños de 2 a 5 años de edad. / Objetivos: Averiguar las diferencias entre la obstrucción lagrimal parcial (OLP) y obstrucción lagrimal completa (OLC) en términos de manifestaciones clínicas y respuesta a tratamientos en el caso de OCCLN (Obstrucción Congénita del Conducto Lácrimo-Nasal). Determinar la eficacia de los tres tipos de tratamiento quirúrgico (sondaje, intubación y dilatación con catéter-balón) en los casos de OLP frente a OLC y compararlos entre sí. Métodos: Estudio de cohorte, prospectivo sobre niños mayores que padecen de OCCLN. Se realiza el sondaje en niños, de entre 1 y 3 años de edad, no tratados anteriormente. Practicamos la intubación monocanalicular con tubo de silicona en niños, de entre 1 y 5 años de edad, no tratados anteriormente o tras sondaje fallido. Efectuamos la dilatación con catéter-balón en niños, de entre 2 y 10 años de edad, como primer procedimiento o secundario tras sondaje fallido o intubación fallida. Resultados: Estudiamos 1207 vías lagrimales de 733 pacientes de entre 1 y 10 años de edad, entre Abril de 2003 y Julio de 2012. Hemos observado lagrimeo en un 93,8% de las OLP Y 97,1% de las OLC. El 41,3% de los pacientes con OLP, así como el 30,7% con OLC, se quejan de epífora aislada y el 6,2% de los niños con OLP, tal como el 2,9% con OLC, sufren de legañas. Las medidas terapéuticas resultan dar una eficacia similar en ambos tipos de obstrucciones parcial/completa: sondaje 82%/82%, intubación 86%/83% y dilatación 91%/88%. La dilatación con catéter-balón goza de una tasa de éxito del 90,4%, la intubación del 85% y el sondaje del 82,6% a los 2 meses del postoperatorio. La intubación alcanza una tasa de éxito del 83% tras un sondaje fallido en niños de entre 1 y 2 años de edad y del 88,5% en niños de entre 2 y 5 años de edad. La dilatación con catéter-balón goza de 82,2% de tasa de éxito en niños de entre 2 y 5 años de edad y del 82,4% en niños de entre 5 y 8 años de edad. En el grupo OLP el sondaje (82,1%) goza una tasa similar frente a la intubación (82,3%) en niños de entre 1 y 2 años de edad, y en niños de entre 2 y 3 años de edad (sondaje 82,4%/intubación 86,2%). El sondaje (82,9%) alcanza una tasa similar frente a la intubación (82,4%) en niños de 1 a 2 años de edad en el grupo OLC, y en niños de 2 a 3 años de edad (sondaje 9. Conclusiones: La epífora es un síntoma dominante en los pacientes con OCCLN. Los pacientes que sufren de epífora aislada o legañas tienen con mayor frecuencia una OLP. Casi todos los niños con dacriocistitis aguda o mucocele presentan una OLC. Los procedimientos terapéuticos son igual de eficaces en ambos tipos de obstrucciones. La dilatación con catéter-balón y la intubación presentan mayor eficacia que el sondaje simple, manteniendo altas tasas de éxito como segundo procedimiento. El sondaje y la intubación en niños de 1 a 3 años de edad muestran eficacia parecida. La intubación es igual de eficaz que la dilatación con catéter-balón en niños de 2 a 5 años de edad.
50

Descompresión orbitaria grasa para la enfermedad orbitaria tiroidea: estudio retrospectivo de casos para la selección del óptimo paciente

Calsina Prat, Marta 29 January 2016 (has links)
La enfermedad orbitaria tiroidea (EOT) produce una inflamación, expansión y cicatrización del tejido blando. Durante la fase aguda de la enfermedad, la grasa orbitaria, los músculos extraoculares y la glándula lagrimal pueden ser infiltrados por linfocitos y glicosaminoglicanos. Tanto los músculos extraoculares y la grasa orbitaria se expanden en niveles variables. La fase aguda de EOT se resuelve después de un período de 6 meses a 2 años, seguido de una fase estable de la EOT. Los signos clínicos de la infiltración del tejido blando, fibrosis y la proliferación grasa incluyen diplopía, retracción palpebral, exoftalmía, dolor orbitario, y neuropatía óptica. La exoftalmía puede conllevar déficits funcionales por exposición corneal, desfiguración significativa, y más raramente por neuropatía óptica. La descompresión orbitaria grasa y de hueso tiene como objetivo aliviar estos signos y síntomas. La descompresión quirúrgica produce su efecto normalizando el ratio entre el volumen de hueso y el volumen de tejido blando orbitario. Esto tradicionalmente se ha conseguido removiendo una o varias de las paredes orbitarias para aumentar el volumen de la cavidad. La descompresión orbitaria ósea fue descrita inicialmente en 1911; el procedimiento fue secundariamente modificado pero continúa siendo asociado a estrabismo postoperatorio, sinusitis, anestesia infraorbitaria, ptosis del globo ocular, pérdida de visión, y fuga de líquido cefalorraquídeo. Para reducir la incidencia de complicaciones postoperatorias, la descompresión orbitaria grasa fue introducida en 1984. Su concepción fue gracias a las nuevas técnicas de imagen orbitarias. El TAC y la RMN ha aportado información del aumento del compartimiento graso en la EOT. El análisis de las imágenes, la selección de los pacientes y la técnica de exéresis quirúrgica de grasa orbitaria ha promovido un método adicional seguro y efectivo para la descompresión orbitaria. Mientras que reciente literatura ha correlacionado de manera linear el cambio de volumen retrobulbar en el TAC con la reducción de exoftalmía y la cantidad de grasa orbitaria resecada en la descompresión quirúrgica, literatura limitada existe en cuanto a los mejores candidatos para la descompresión orbitaria grasa. El objetivo de este estudio es identificar el subgrupo de pacientes con EOT que más se beneficiará de la descompresión orbitaria grasa. Este estudio retrospectivo revisa 217 orbitas de 109 pacientes que recibieron descompresión orbitaria grasa por exoftalmía secundaria a EOT. La información recopilada de las historias clínicas fue demográfica, radiográfica, clínica y quirúrgica. El principal resultado analizado fue el cambio en las medidas de Hertel después de la descompresión orbitaria grasa. Este resultado fue secundariamente analizado respecto a la historia de consumo de tabaco, historia de radiación, exéresis de grasa intraoperatoria, y complicaciones postoperatorias. Tres grupos de pacientes se definieron persiguiendo el análisis estadístico: aquellos con exoftalmía secundaria a expansión del compartimiento graso (grupo I), aquellos con exoftalmía secundaria a aumento de los músculos extraoculares (grupo II), y aquellos con exoftalmía secundaria a aumento tanto de grasa cómo músculo (grupo III). Grupo I y II, y aquellos pacientes con más exoftalmía preoperatoria fueron los pacientes que más se beneficiaron de la descompresión orbitaria grasa. Sin embargo, incluso en aquellos pacientes del grupo III o con menor exoftalmía se apreció beneficio significativo. Aunque la descompresión orbitaria grasa puede y a veces debe ser combinada con la descompresión orbitaria ósea para tratar la exoftalmía secundaria a la EOT, la descompresión orbitaria grasa a solas está asociada a una menor morbilidad quirúrgica, y es especialmente efectiva para los grupos I y II de pacientes, y aquellos con mayor exoftalmía preoperatoria. / Thyroid eye disease (TED) produces soft-tissue inflammation, expansion, and scarring. During the acute phase of the disease, orbital fat, extraocular muscles, and the lacrimal gland may become infiltrated with lymphocytes and glycosaminoglycans. Both the extraocular muscle and orbital fat compartment expand to variable degrees. The acute phase of TED typically resolves after a period of 6 months to 2 years, followed by the stable phase of TED. Clinical signs of soft-tissue infiltration, fibrosis, and fat proliferation include diplopia, eyelid retraction, proptosis, orbital pain, and optic neuropathy. Axial proptosis may result in functional deficit due to corneal exposure, significant disfigurement, and more rarely stretch optic neuropathy. The goal of fat and bone decompressive surgery is to alleviate these signs and symptoms. Decompression surgery produces its effects by normalizing the ratio of orbital bony volume to orbital soft-tissue volume. This has traditionally been achieved by removing one or more of the orbital walls to enlarge the socket volume. Orbital bone decompression was first reported in 1911; the procedure has subsequently been modified but continues to be associated with postoperative strabismus, sinusitis, infraorbital anesthesia, globe ptosis, loss of vision, and cerebrospinal fluid leakage. To decrease the incidence of postoperative complications, orbital fat decompression was introduced in 1984. Its conception was aided by the advent of modern orbital imaging techniques. CT and MRI have elucidated the contribution of the enlarged orbital fat compartment in TED. Image analysis and patient selection coupled with a technique for surgically debulking the orbital fat compartments have provided a safe and effective additional method of orbital decompression. While recent literature linearly correlates retrobulbar volume change on CT with reduction in proptosis and the amount of fat removed in decompression surgery,limited literature exists regarding the best candidates for orbital fat decompression. The purpose of this study is to identify the subgroups of TED patients most likely to benefit from orbital fat decompression. This retrospective study reviews 217 orbits of 109 patients who underwent orbital fat decompression for proptosis secondary to thyroid eye disease. Charts were reviewed for demographic, radiographic, clinical, and surgical data. The primary outcome was change in Hertel measurement after fat decompression. This outcome was secondarily analyzed with respect to smoking history, radiation history, fat removed intraoperatively, and postoperative complications. Three groups of patients were defined for the purposes of statistical analysis: those with proptosis secondary to expansion of the fat compartment (group I), those with proptosis secondary to enlargement of the extraocular muscles (group II), and those with proptosis secondary to enlargement of both fat and muscle (group III). Groups I and II, and those patients with greater preoperative proptosis were most likely to benefit from orbital fat decompression. However, even those in group III or with lesser proptosis appreciated significant benefit. While orbital fat decompression can and, at times, should be combined with bone decompression to treat proptosis resulting from TED, orbital fat decompression alone is associated with lower rates of surgical morbidity, and is especially effective for group I and II patients, those with greater preoperative proptosis.

Page generated in 0.4195 seconds