Esta disertación conecta la teoría de la transculturación narrativa de Ángel Rama con la tradición intelectual latinoamericana que aportó sus características más distintivas. Las teorías de Rama fueron influidas por dos tradiciones latinoamericanas. Una es de carácter político y tiene su origen en la Reforma de Córdoba de 1918. La otra, de carácter epistemológico y se remonta a la década de 1930, cuando comienza el culturalismo en Latinoamérica. Mi investigación se ocupa de un grupo de intelectuales uruguayos que trabajaron en torno al semanario Marcha [1939-1974]: Carlos Quijano [1900-1984], Julio Castro [1908 -desaparecido en 1977] y Arturo Ardao [1912-2003]. También me ocupo de dos intelectuales brasileños, Antonio Cândido [1918] y Darcy Ribeiro [1922-1997], quienes continuaron con la tradición culturalista que inauguraron en Latinoamérica autores como Gilberto Freyre [1900-1987] y Fernando Ortiz [1881-1969]. Recuperar las redes intelectuales que acompañaron el proceso de articulación de la transculturación narrativa nos permite comprender mejor las tesis de Rama por dos razones. Primero, porque enmarca esta teoría dentro de algunos de los debates políticos y culturales más importantes de la Guerra Fría. Y segundo, porque se aproxima a la manera como Rama comprendió la historia latinoamericana y su coyuntura política y socio-cultural durante las décadas de 1960 y 1970. El objetivo de la teoría de la transculturación narrativa es describir el proceso por el cual las manifestaciones literarias latinoamericanas pasan de la dependencia a la autonomía cultural. Como el proceso descrito se despliega dentro de la estructura social, para comprenderlo es necesario analizar la interacción entre las obras literarias y la sociedad que las rodea, de esta forma las ciencias sociales --antropología, sociología, economía-- son instrumentos de análisis indispensables para comprender una obra o tradición literaria. Este marco general de análisis es descrito por Rama como el culturalismo. En el caso de Rama, una lectura desde los estudios literarios puede dar por sentado que el culturalismo fue tan sólo un método de análisis alternativo al estructuralismo francés. Aunque esta perspectiva sea en parte correcta, no es del todo precisa. El culturalismo al que se refiere Rama es el mismo que practicaron los cientistas sociales en Latinoamérica desde la década de 1930. Recuperar la historicidad de la transculturación narrativa no solo nos permite comprender la genealogía de esta teoría sino recuperar y hacer visibles algunas tradiciones intelectuales contra-hegemónicas que desarticuló la Guerra Fría en Latinoamérica.