La erosión costera es un fenómeno que se está convirtiendo en un problema creciente a lo largo de las costas de todo el mundo. Una gran parte del retroceso de la línea de costa está causada por las actividades antropogénicas que se desarrollan en el litoral y en sus inmediaciones (construcción de presas en los ríos, desarrollo urbanístico masivo o diseño de obras marítimas), pero también por la aparición de eventos climáticos extremos. Todo ello conlleva a la degradación sistemática del ecosistema costero, con la consecuente pérdida de biodiversidad y de defensa costera. Por ello, son muchos los países en el mundo que mediante diferentes leyes o estrategias han impulsado medidas con el objetivo de proteger el litoral. Los sistemas dunares se han convertido a lo largo de la historia en paisajes naturales fundamentales para la defensa de la costa y para el mantenimiento de los servicios ecosistémicos. En este sentido, su morfología y su vegetación son elementos que juegan un papel de gran relevancia en la protección costera. Es fundamental medir sus cambios con alta precisión y su evolución a lo largo del tiempo. Sin embargo, la falta general de datos empíricos y experimentales ha limitado el uso de estos elementos como función protectora. Por ello, es necesario contar con una metodología y con unos medios adecuados que nos permitan entender los impactos naturales y antrópicos que propician estos cambios. Las ciudades costeras son espacios altamente expuestos a los efectos del cambio climático, debido a su elevada vulnerabilidad (social y económica) y su alta peligrosidad ante eventos atmosféricos extremos de alto impacto (inundaciones, temporales marítimos). Las inundaciones de origen costero (fuertes oleajes) y fluvial ponen en riesgo el adecuado funcionamiento de las ciudades costeras, generando elevadas pérdidas económicas en actividades económicas de alto valor (turismo). Las previsiones de cambio climático señalan, además, el incremento de eventos atmosféricos extremos para las próximas décadas en la zona mediterránea. Por todo ello, se ha analizado la evolución temporal de 2 entornos costeros con características totalmente diferentes de la Provincia de Alicante. Por un lado, las playas urbanas de Poniente y Levante en la ciudad de Benidorm y, por otro lado, el sistema playa-duna ubicado entre la desembocadura del río Segura y la población de Guardamar del Segura. Tras realizar una revisión de las estrategias impulsadas por diferentes gobiernos encaminadas a la protección costera, y en especial en España, la metodología seguida ha consistido en lo siguiente: evolución histórica de todo el ecosistema costero (línea de costa, cordón dunar y vegetación), estudio de factores climáticos y sedimentología, análisis estadísticos y, por último, soluciones a adoptar. Los resultados muestran que las playas de Benidorm, pese a tener características similares, presentan un comportamiento morfológico diferente. La Playa de Poniente presenta unas mayores tasas de erosión que la Playa de Levante, especialmente en su sector este. Esta tendencia de erosión desapareció en el último período analizado (2007-2021) debido a un cambio en el régimen de oleaje entrante, que hasta entonces favorecía la erosión y el basculamiento en esta zona de la playa. Además, la falta de homogeneidad de los sedimentos y un peor comportamiento al desgaste hacen que la Playa de Poniente se comporte peor que la de Levante frente a la erosión. Por otro lado, el incremento de las precipitaciones máximas y de la intensidad de los temporales marítimos hace necesario implementar soluciones que incrementen la resiliencia de la ciudad costera. Por ello, se propone la construcción de una duna urbana vegetada paralela al paseo marítimo para protegerlo del nivel de inundación (3 m) y el diseño de diques de arena perpendiculares a la línea de costa con el objetivo de encauzar las aguas pluviales vertidas por los barrancos y evitar daños en la infraestructura litoral. En cuanto al área de Guardamar del Segura, el estudio de perfiles mediante imágenes aéreas y Modelos Digitales del Terreno (MDT) determinó que la morfología de la duna (pendiente y altura) presenta una fuerte correlación con la pérdida de volumen y de vegetación. Una mayor cota y pendiente de la duna es beneficioso para mantener la vegetación en buenas condiciones, especialmente cuando estas superan los 6 m y los 18°, respectivamente. Sin embargo, es negativo para su estabilidad. También es fundamental considerar la influencia de las Casas de Babilonia, ya que su presencia impide la erosión de las plantas ubicadas a su trasdós. El estudio del clima marítimo mostró una mayor erosión en la duna durante los periodos con mayor oleaje. Además, la superficie vegetal en buen estado reveló una fuerte correlación lineal positiva con la precipitación anual, el número de horas con altura de ola significante Hs>2 m y la velocidad media del viento. Por otro lado, la no imposición de un límite al retroceso de la costa en la ribera del mar por parte de la legislación española, como si se hace en Reino Unido o Países Bajos, provocará en el futuro continuas demoliciones en las viviendas ubicadas en primera línea de costa, daño ecológico irreparable al ecosistema dunar y cambios en el deslinde del dominio público marítimo terrestre (DPMT), con el perjuicio que supone a sus propietarios. La solución aquí propuesta para contener la erosión del sistema consistiría en el diseño de una restauración dunar con una pantalla de pilotes de madera en los tramos donde haya continuos desprendimientos del frente dunar causados por los temporales. El estudio completo de los factores morfológicos y de la vegetación que definen el sistema dunar de Guardamar del Segura nos dará información clave para el futuro diseño de Soluciones basadas en la Naturaleza, proporcionando herramientas adecuadas para la gestión y el mantenimiento, tanto de las playas de arena, como de las áreas dunares (nuevas y existentes). En este sentido, la solución adoptada en Benidorm, y que será implementada por su Ayuntamiento con un presupuesto de 481,102.89€ en un periodo de ejecución de 3 años, puede ser exportada a otras muchas áreas del mundo que poseen un litoral fuertemente urbanizado, antropizado y con graves problemas de erosión. En este caso, las Soluciones basadas en la Naturaleza, como las que se han propuesto a lo largo de este trabajo, juegan un papel relevante en la conservación a largo plazo de nuestros ecosistemas costeros, desarrollando áreas más habitables y más resilientes contra el cambio climático.
Identifer | oai:union.ndltd.org:ua.es/oai:rua.ua.es:10045/147360 |
Date | 29 February 2024 |
Creators | Toledo, Ignacio |
Contributors | Aragonés, Luis, Pagán, José Ignacio, Universidad de Alicante. Departamento de Ingeniería Civil |
Publisher | Universidad de Alicante |
Source Sets | Universidad de Alicante |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | info:eu-repo/semantics/doctoralThesis |
Rights | Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, info:eu-repo/semantics/openAccess |
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