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Géneros violentos: lo masculino, la desigualdad y la lucha del Otro

El presente trabajo forma parte de una serie que desde el año 2006, tuve la oportunidad de comenzar a construir con relación al fútbol femenino y a la cuestión de género y desigualdad. Como alumna, y posteriormente como profesora, he notado cómo se marginaba explícitamente a la mujer del ámbito deportivo, y en el caso de no ser marginada, por lo menos, es “alienada”. Es por esto que en la presente tesina, lo que demostraremos es cómo la mujer es aún resistida y estigmatizada socialmente por jugar un deporte que como tal, solo admite la virilidad y masculinidad, para ser “legitimadamente aceptada”. Lo que deriva en una violencia social explícita, que desde las edades más tempranas separa a las actividades propias de las niñas y los niños. El fútbol es un ejemplo de esta división de roles. Una forma de estancar y reproducir diferencias de manera tan sutil, que hasta las mismas protagonistas llegan a construir dos cuestiones: Por un lado creerse anormales por ser mujeres-“machonas”, que no se “corresponden” con la mujer débil de suaves movimientos y acción social tendiente a su función protectora y materna. Y, el otro extremo: creer que no son margidas, cuestión que no es así, ya que si no el fútbol femenino sería, en términos de redistribución (económica) y reconocimiento (social), como el de los varones. Por otro lado, cuando hablamos de la “alienación”, es que reconocemos que tal “marginación”, oscila en un ida y vuelta “desde” y “hacia” éstas mujeres. Desde ellas, porque llegan a auto cuestionar si son normales o no, y se jactan de transgresoras. Y desde los Otros, porque son evidentemente tratadas en desigualdad, basta con escuchar los comentarios de las personas que se enteran que una mujer juega al fútbol, y la famosa frase “jugás al fútbol, ¡¿en serio?! Como si lo serio y la verdad solo pueda pasar por los varones. “Alienada”, porque en muchas ocasiones, las mujeres que practican éste deporte transforman su forme de ser y hacer, en una conducta viril y agresiva. Esto se puede observar tanto en cómo se mueven (su cuerpo y motricidad, dentro y fuera del ámbito deportivo, “hexeis corporal” como en sus dichos, en su utilización de términos como “meter”, “poner”, y otros tantos, propios del fútbol masculino. Así vemos que la práctica de un deporte encierra tanto un cambio subjetivo como objetivo en la personalidad de estas mujeres. Las modifica y las determina como “merecedoras” de pertenecer o no objetivamente ubicada en un Rol, una función: masculino positivo, femenino: negativo. Así, quiera o no el sujeto es socialmente estanco, pero con posibilidad de resistencia y acción como es el caso de las muejeres que a diario practican éste deporte en el contexto mencionado y pese a todas los impedimentos. Así, todo parece depender de una historia y unos significados compartidos por sus protagonistas (las jugadoras), que sólo ellas comparten. Un análisis de éste tipo de campos, para la Educación Física puede llegar a constituirse en un pequeño granito de arena que demuestre que a partir de una práctica deportiva, los sujetos cambian su vida, reproducen pero también resisten las estructuras de dominación. Por eso, analizaremos el tema como campo de luchas: porque a su vez es resistido y hasta reconfigurado por las mujeres, una resistencia característica de las luchas de género como es la acción en conjunto, la organización sistemática y el pedido de leyes, contratos u otro “soporte-papel” al que no se lo lleve el viento como pretendemos en esta sencilla tesina.

Identiferoai:union.ndltd.org:SEDICI/oai:sedici.unlp.edu.ar:10915/2902
Date January 2009
CreatorsSánchez, María Ángeles Magalí
ContributorsZambaglione, Daniel
Source SetsUniversidad Nacional de La Plata, Sedici
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis, Tesis de grado
Rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/, Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Argentina (CC BY-NC-ND 2.5)

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