Return to search

El día que Chile le dijo "No" a Estados Unidos: el camino para la firma del TLC y la Guerra de Irak

Memoria para optar al título de periodista / Varias son las teorías que intentan explicar la relación de Estados Unidos con los países de América Latina. Una dice que es la de un hermano mayor, otra que nosotros somos su patio trasero o que el norte y el sur construimos juntos un vecindario. Pero quizás la más apropiada es la metáfora de la escuela. La Casa Blanca intenta ejercer el rol de un profesor que, a lo largo de la historia, ha pretendido enseñar, ordenar y reconvenir a sus alumnos -los latinoamericanos–cómo deberían vivir la vida.
Al fondo del salón están los desordenados, los que se salen de la fila: Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua. En el medio, los estudiantes destacados o con mayor trayectoria: Brasil, Argentina y México. Y en primera fila, aquellos que sin ser tan exitosos, se esmeran por obtener buenas calificaciones y seguir al pie de la letra las instrucciones del profesor. Entre ellos, Colombia, Perú y Chile .
Históricamente, nuestro país ha tratado de ser el estudiante favorito de Estados Unidos, siguiendo principalmente el lineamiento económico que el profesor se empeña en instruir. Por ejemplo, casi todos los presidentes chilenos de los últimos 50 años adoptaron las pautas del modelo económico neoliberal estadounidense, base de nuestro actual sistema. Lo hizo Eduardo Frei Montalva cuando patrocinó la Alianza para el Progreso de John F. Kennedy. También Patricio Aylwin, cuando estuvo de acuerdo en formar la Iniciativa para las Américas que prometía George W. Bush. O Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien aceptó poner su rúbrica en la llamada Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que impulsaba Bill Clinton.

Sólo hubo un momento en el último siglo en que Chile ofreció mayor resistencia al dominio estadounidense en sus dictámenes económicos. Fue durante los tres años que duró la presidencia de Salvador Allende, quien se propuso evitar la expansión imperialista y realizó, por ejemplo, una de las acciones más anheladas por una amplia fracción del pueblo chileno: la nacionalización del cobre. Allende – con anterior ayuda y decisión del presidente Eduardo Frei Montalva - traspasó a manos del Estado el control total de la producción del metal rojo, despojando a las tres empresas norteamericanas que manejaban la mayor parte del gigantesco negocio minero en el territorio chileno. Una decisión que además fue unánime en el Congreso y que provocó una notoria afrenta para Estados Unidos. Un supuesto agravio que finalmente derivó en la ayuda norteamericana para la consumación del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, que puso fin al gobierno del presidente socialista . Fue una demostración de que cualquier cambio en la política externa chilena hacia Estados Unidos se castigaría, sobre todo si un país de la propia escuela “americana” se alineaba con una más “soviética”. Eran tiempos de Guerra Fría.

Identiferoai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/132703
Date January 2013
CreatorsCuéllar Becerra, Pablo
ContributorsLagos Lira, Claudia Paola, Instituto de Comunicación e Imagen
PublisherUniversidad de Chile
Source SetsUniversidad de Chile
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis
RightsAtribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/

Page generated in 0.002 seconds