Seminario de Investigación para optar al Grado de Licenciado en Comunicación Social. / El autor no autoriza el acceso a texto completo de su documento / Con la llegada de la democracia, Chile ha experimentado una bipolarización en temas relacionados con la libertad de expresión. Por un lado los herederos del régimen anterior, apoyados en el conservadurismo, manifestaron cierta distancia ante el posible advenimiento de un destape total. Temor ante la deseada plena libertad para exhibir, informar, opinar que solicitaba un país en transición. Por otro lado, los más liberales se erguían como los defensores de los derechos humanos, quienes en la nueva sociedad democratizada, erradicarían cualquier prohibición o acusación que limitaran la capacidad de expresión de un individuo.
Las innovaciones que se harían luego del radical cambio de pensamiento tardaron en llegar, y los ultraconservadores, amparados bajo el brazo de la Iglesia Católica, se agruparon y estas nuevas formas de pensamiento y de acción, siguieron siendo limitadas, incluso castigadas, por los grupos con valores y tendencias matizadas bajo la moral integrista. Valores que son la base del ejercicio de organizaciones como el Porvenir de Chile.
La instauración de una democracia plena hacía presagiar que la década del noventa estaría marcada por la expansión de las libertades.
La experiencia extranjera, como la española y la argentina, así lo sugerían, pues tras el advenimiento democrático, debiera surgir un destape cultural, en donde el desnudo o el erotismo se levantan irónicamente contra el conservadurismo que suele acompañar a los regímenes autoritarios.
Sería injusto vincular este tipo de fenómeno - liberalizador - con el plano meramente sexual, el proceso de democratización va más allá involucrando todo tipo de libertades, coartadas o reprimidas. Entre ellas, la libertad de expresión, que incluye la posibilidad de criticar y cuestionar a las autoridades y figuras históricas, la valentía de buscar y encontrar explicaciones o responsabilidades, la necesidad de abordar materias de índole valórico y atenuar la influencia de algunos poderes, como el de la Iglesia católica.
Sin embargo, y al contrario de lo que se pensaba, cada vez que estas libertades han querido manifestarse se han visto truncadas por más de algún detractor, y es que en nuestro país existen fuerzas conservadoras muy poderosas que de alguna manera atraviesan todo el espectro político.
Las limitaciones entre lo que involucra el término libertad de expresión, con todo su peso, y el ejercicio de grupos ultraconservadores, cuyos valores morales generan manifestaciones que atentan contra este derecho, nos hacen pensar en la importancia del tema para una profesión como la del periodista, quien es continuamente afectado por los distintos modos de regulación y de censura.
Entonces establecer hasta qué punto una corporación o grupo organizado –como lo es el Porvenir de Chile- pueda restringir facultades inherentes a los ciudadanos, en una nación que se jacta de ser democrática es, además, digno de interés para cualquiera.
El tema de la libertad de expresión adquiere trascendencia en nuestro país en circunstancias de que a más de diez años de gobierno democrático, muchos intelectuales, artistas, periodistas y políticos, han desarrollado la percepción de que a pesar de los avances significativos en la materia –en contraposición con la dictadura- persisten una serie de factores que inciden negativamente en el ejercicio de la libertad de expresión en Chile.
La percepción generalizada es que la democracia chilena no ha garantizado esta libertad, sueño anhelado en las noches de dictadura, y que, contrariamente a lo apostado, no ha encontrado asidero en la realidad, a más de un decenio del advenimiento democrático.
Aún así, este ideal de libertad tiene opositores. Aquellos grupos que para algunos son, algo así como “pacatos fanáticos”, luchan avalados por sus convicciones para transformar este mundo de creciente inmoralidad.
¿Quiénes tienen la razón? ¿Se deben regir los valores con la modalidad “al estilo producto de libre mercado” que impera en el sistema? Autorregulación, autocensura, permisividad y tolerancia son algunos de los conceptos que no tienen un límite claro, por lo que cada bando define y defiende lo que cree conveniente según sus conceptos.
Es sobre estos términos, aun tan cuestionados y debatidos, sobre los que hemos querido basar nuestra investigación. Es sabido que es relevante su incidencia en cualquier sociedad y especialmente en Chile donde se observa una realidad condicionada al máximo por el predominio de posturas altamente conservadoras y tradicionalistas.
Tocar el tema del ejercicio de la libertad de expresión y como este se desarrolla adecuadamente en una sociedad, es un tanto complejo por la eteriedad de los conceptos que la envuelven, aun así, hemos tratado de visualizar, sobre la base de la historia político y religiosa contemporánea del país, como se han generado los lazos de convivencia y confrontación entre dos ideales de conducta: la tradición histórica moral chilena v/s las emergentes posturas liberales modernas.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/138040 |
Date | 12 1900 |
Creators | Herrera Troncoso, Carolina, Muñoz Lama, Sebastian, Ravenna Ruiza, Fabiola Samhan |
Contributors | Otano Garde, Rafael, Instituto de Comunicación e Imagen |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
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