Memoria para optar al título de Periodista / 16 de agosto de 2009. El lugar es el Teatro Caupolicán, donde una ambiciosa iniciativa ha pretendido reunir en un solo escenario a las diversas exponentes de la música femenina chilena desde sus comienzos. Están todas: desde las más "antiguas" como Denise con Aguaturbia, hasta las más nuevas, como Javiera Mena.
Aunque el entusiasmo y la calidad musical desbordaban sobre el escenario, bajo él, la audiencia no era la que se esperaba, y fue disminuyendo a medida que avanzaba la noche, a pesar que faltaban todavía los números más destacados de la parrilla, como Javiera Parra y Nicole. De hecho, nunca estuvo completamente lleno, y según reseñó la prensa al día siguiente, las primeras artistas que tocaron ese día, prácticamente desconocidas, debieron iniciar su show con pocas personas.
Recordando experiencias masivas de la música chilena como lo han sido las dos exitosas Cumbres del Rock Chileno, con miles de asistentes, o el festival Vive Latino el año 2007, que también contó con un importante contingente de artistas nacionales en el escenario con un gran marco de público, fue sorprendente ver a jóvenes artistas, populares para esta década que vivimos, cantar sus canciones ante un teatro medio vacío.
Se podrá echar la culpa a la falta de difusión, un hecho concreto y real, al precio de las entradas (bastante bajo para lo que suelen ser los conciertos en Chile), al clima de aquel día o a lo tarde que terminó el espectáculo –que incluso obligó a eliminar el último tema donde todas las mujeres presentes en el escenario salían a cantar-, pero lo
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cierto es que como espectadora, esta imagen de un festival femenino con tan baja audiencia me trajo la pregunta del por qué esto ocurría.
Es evidente que la música que hacen las mujeres no es tan masiva como la de los hombres en Chile: basta darse una vuelta por las radios nacionales para darse cuenta que hay una importante predominancia de voces masculinas, extranjeras y nacionales, incluso en una época como la actual, donde las mujeres han ido ganando terreno en las diferentes áreas del quehacer social. Esta situación no es exclusiva de radios que difunden música nacional como Radio Uno, que ha sido un gran aporte en este sentido, sino en emisoras dedicadas al rock como Futuro y Sonar, donde muy rara vez, se escucha una voz femenina y tampoco en la conducción de programas.
Y aunque pudiera pensarse que el mundo de la cultura tiene las puertas más abiertas a nivel de integración y de desarrollo de género, lo cierto es que el rock, como muchas áreas, todavía es un territorio a conquistar. Lo paradójico de la situación es que la presencia y por qué no decirlo, predominancia femenina en la música proviene desde los más antiguos vestigios de nuestra historia, hasta el más reciente siglo XIX, donde las chicas eran las que animaban las veladas en casa con sus voces y talento para el piano o el arpa, siendo considerado un valor agregado en sus posibilidades para casarse.
Ahora, más de un siglo después, con todos los avances en derechos femeninos, en presencia de mujeres que ocupan prácticamente todo el espectro de las profesiones a nivel mundial llegando incluso a la Presidencia como ocurrió en Chile, es paradójicamente en el espacio del rock and roll, que desde sus comienzos marcó el
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deseo de ser una tendencia que rompiese con los marcos establecidos para dar más libertades a sectores reprimidos, donde aún existe una intensa lucha de sus exponentes femeninas por ser escuchadas y no solamente miradas.
Junto a esto, poco se ha escrito en Chile sobre las mujeres que se han dedicado a la música, y mucho menos al rock; pero incluso, más allá del hecho que se dediquen a este trabajo en particular, no se ha puesto suficiente énfasis en qué significa para ellas mismas dedicarse a este arte, con todos los costos que esto implica a nivel personal y profesional.
Frente a esa indiferencia sobre el rock hecho por mujeres en Chile, que incluso se traslada al área de la investigación, ya que hay pocos autores que efectivamente relevan alguna figura femenina como fundamental o al menos destacable en el desarrollo del rock en este lado del planeta, cabe preguntarse el porqué de esta mirada; si las mujeres tienen tanto valor como los hombres en la cultura occidental para hacerse escuchar, espacio que se han ganado con un admirable esfuerzo y sacrificio, ¿por qué esto no sucede?
Yendo aún más allá, también otra pregunta surge: si fuesen capaces de hacerse escuchar aún más fuerte, ¿qué es lo que estas rockeras quieren hacer escuchar? ¿Qué ideas, planes, sentimientos, reacciones quieren plantear a la sociedad a través de su música? ¿Qué significa para ellas haber seguido este camino de vida, y qué tan diferente es de las luchas que todas las mujeres tenemos al incorporarnos al mundo del trabajo? ¿Cómo viven este proceso de ser rockeras en Chile?
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Por ello, este trabajo intenta traer luces no sólo sobre quiénes han sido los nombres fundamentales en la historia de la construcción de un rock hecho por mujeres en Chile, sino también conocer sus propios testimonios y experiencias en este trabajo, para así observar y evidenciar cuáles han sido las dificultades que han vivido y cómo han enfrentado su condición de mujeres en un mundo predominantemente dominado por hombres, quienes han sido tanto rivales como aliados en su lucha por hacerse un espacio en el mundo de la música rock.
Así, el presente texto se centrará en tres partes: la primera, en dar cuenta del desarrollo del fenómeno del rock femenino a nivel internacional, para después apuntar a cómo han ido apareciendo nombres fundamentales en la creación de un aún incipiente rock local hecho por mujeres y los problemas que han debido afrontar en el camino. La segunda, expondrá las principales batallas y dificultades que estas mujeres dedicadas al rock deben sobrellevar o enfrentar al elegir esa forma de vida, y la tercera parte buscará, a través del testimonio de algunas de sus principales exponentes, traer luz a lo que significa, con costos y ganancias, ser rockera en Chile.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/135452 |
Date | January 2010 |
Creators | Carreño Valencia, María José |
Contributors | Estévez Baeza, Gloria Antonella, Instituto de Comunicación e Imagen |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
Rights | Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/ |
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