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Capacidades y leyes ceteris paribus: una aproximación experimentalista

Informe de Seminario para optar al grado de Licenciado en Filosofía / La presente tesis tiene como objetivo primario la defensa de dos hipótesis centrales: (a) se tienen buenas razones para aceptar la realidad de las capacidades y (b) estas entidades permiten una fundamentación de la imprescindibilidad del ceteris paribus en las leyes científicas. Para lograr este objetivo se proponen tres tesis secundarias, una por capítulo. El primer capítulo se propone introducir las capacidades mediante la propuesta de una teoría causal que se corresponda con los hechos. Para ello se realiza un análisis de dos teorías causales que demuestran no dar cuenta de manera apropiada de los fenómenos. En efecto, ni la teoría humeana, mediante la concepción regularista, ni la teoría de Chakravartty (2007), mediante la concepción necesaria, permiten explicar fenómenos legítimamente causales, pero que son irregulares, i.e., no gozan de plena invariancia. Para que una causa produzca su efecto se precisan una serie de condiciones necesarias y suficientes: (i) una entidad, (ii) un poder causal y (iii) un ambiente propicio para que el poder causal se manifieste. Esto revela que los poderes causales son disposicionales, o sea, capacidades. Una capacidad es una propiedad que le confiere al objeto que la posee poderes y tendencias a manifestarse de determinado modo. Ahora bien, la capacidad (y con ello el objeto que la posee) solo se manifiesta en circunstancias de estímulo y cuando lo hace el grado de la manifestación se corresponderá con el grado de idealidad de la condición de estímulo. Como resultado no se tiene una causalidad invariante y necesaria, sino que probabilística y, en ambientes no controlados, irregular. Una causa aumenta la probabilidad de que ocurra su efecto en virtud de sus capacidades. La probabilidad especifica con la cual esto ocurrirá depende de los factores causales (i)-(iii) mencionados. De este modo, se logra el objetivo específico del capítulo, a saber, dar cuenta de la ontología de las capacidades y defender una teoría causal que se ajuste a los hechos. A su vez, la conclusión también entrega evidencia a favor de la tesis central ‘(a)’, dado que las capacidades permiten comprender los fenómenos causales, se tiene una primera buena razón para aceptar su realidad.
Si bien dentro de una concepción empirista y experimentalista de la ciencia no es posible postular ontología mediante puras inferencias a las mejores explicaciones, este no es el caso con las capacidades. En el segundo capítulo se argumenta que las capacidades pueden ser detectadas, medidas y adscritas mediante el uso de probabilidades y la manipulación.
Toda causa aumenta las probabilidades de que ocurra su efecto en virtud de las capacidades que esta tiene. Consecuentemente, si por medio de las probabilidades se pueden detectar procesos causales, entonces se están detectando capacidades. La probabilidad específica con la cual una causa produce el efecto en un determinado ambiente es un indicio de la modalidad que tiene la causa. Así, es posible detectar la capacidad, medirla y adscribirla a una entidad. Sin embargo, esta aproximación tiene ciertas complicaciones. Para que las mediciones, detecciones y adscripciones sean correctas se ha de poder homogeneizar el ambiente causal, lo que no siempre es posible. Otra alternativa es la manipulación mediante experimentos controlados. Estos experimentos permiten conocer en mayor profundidad y con altos niveles de certeza la naturaleza de cada capacidad que se manipula. Como resultado se adquiere información para poder definir una capacidad (i.e., ambiente de estímulo ideal y manifestación asociada a este). Ahora bien, estas dos aproximaciones solo permiten adscribir capacidades a entidades observables. En efecto, si la entidad es inobservable no es posible realizar la adscripción de modo experimental y se ha de apelar a la teoría. Como resultado en estos casos se tiene una adscripción más débil.
En el tercer capítulo se analiza la relación entre las capacidades y las leyes científicas, argumentándose que, si estas pretenden referir a comportamientos ocurrentes regulares, entonces precisan de un proviso. Dada la naturaleza de las capacidades (en especial, la sensibilidad ambiental), sin dicho proviso las leyes se vuelven falsas. El ceteris paribus constata que la ley tan solo se cumple cuando se mantienen fijas las condiciones iniciales y nada interfiere en la regularidad. Precisamente esas son las condiciones que una capacidad necesita para manifestarse con regularidad. Pero no todas las leyes son acerca de comportamientos ocurrentes. Existen tres niveles distintos de leyes, a saber, leyes de asociación regular, de particulares o causales y de capacidades. Estas últimas tan solo tienen contenido modal. Esto significa que dan cuenta de los poderes que tienen las entidades y, así, del rango de posibles comportamientos. Ya que estos comportamientos son tan solo posibles y no actuales, estas leyes no necesitan proviso (son válidas en todo momento y lugar).
En conclusión, se tienen -al menos- tres razones para aceptar la realidad de las capacidades, junto con un fundamento para comprender la imprescindibilidad de los provisos en las leyes científicas.

Identiferoai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/148423
Date January 2017
CreatorsRodríguez Warnier, Pascal
ContributorsSoto H., Cristián
PublisherUniversidad de Chile
Source SetsUniversidad de Chile
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis
RightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/

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