El pensar filosófico de nuestros días tiene por el mayor y más decisivo de sus logros la ganancia de una comprensión dinámica del ser humano. Ello significa no solamente que se haya desarrollado un modo dinámico de comprender filosóficamente, sino también, y por sobre todo, que lo comprendido mismo, el ser del hombre, se le descubre al pensamiento como realidad dinámica. ¿Pero qué significa “dinámico”? El adjetivo viene del vocablo griego [], que suele ser traducido por “fuerza”, “capacidad”, “aptitud”, “potencia”, “posibilidad”… traducciones todas que se reducen finalmente a dos sentidos: “lo que puede algo” (potente) y “lo que algo puede” (posible). [], tiene la misma ambivalencia de sentidos que tiene nuestra palabra castellana “poder”. Lo potente, o sea lo poderoso, le debe su eficacia de poder al hecho de que siempre “puede todavía más”, es decir, de que alberga dentro de sí posibilidades imprevistas e imprevisibles; que no está definitivamente consumado, agotado, acabado en su ser actual de ahora; que bajo lo presencial se mantiene amenazante una perfección avasalladora que, no obstante su inminencia, no se realiza jamás totalmente, sino que permanece cumpliéndose de continuo.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/110348 |
Date | January 2006 |
Creators | Parra Camilla, Gonzalo Pablo |
Contributors | Holzapfel Ossa, Cristóbal, Facultad de Filosofía y Humanidades, Departamento de Filosofía |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
Rights | Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/ |
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