Los museos han experimentado un renacimiento durante los últimos 25 años,
constituyéndose en elementos arquitectónicos de gran valor simbólicos para las
instituciones que los patrocinan y en grandes atractivos y generadores de identidad cultural
para las ciudadesen las que se construyen. Los más renombrados arquitectos de todo el
mundo cuentan con al menos un museo en sus currículos y los países se esfuerzan por
tener un museo en cada ciudad importante de su territorio, aún incluso si todavía no se
tiene claro qué se expondrá en ellos, como sucedió en el Museo de Arte Contemporáneo
de Barcelona, del arquitecto Richard Meier.
En Chile al parecer recién en los últimos años, comienzan a surgir exponentes de esta
nueva forma de concebir a los museos y las salas de exposiciones. Algunos con éxito y otros
aún con cuentas pendientes en su aceptación por parte de la gente. Ejemplos de esto son
la restauración del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago, el nuevo Centro Cultural
de la Moneda, el Museo Interactivo Mirador y el Concurso para el Museo de la Memoria.
La situación actual de la mayoría de los museos en chile es que funcionan en edificios
que no fueron proyectados con el fin de albergarlos. Son más bien edificios reciclados, en
su mayoría edificios patrimoniales que en vez de pasar al desuso, se les rehabilitó como
sede de algún museo.
Si bien el rehabilitar edificios patrimoniales permite que los edificios no sean afectados
por el desuso y el deterioro, por otra parte, resulta una especie de piedra de tope, que no
permite a los Museos exponer, de buena forma, los objetos de la muestra. A esto se puede
agregar que, por lo general, el espacio de exposición no es suficiente para la cantidad de
objetos que se tienen almacenados en los museos, por lo cual ni siquiera se puede exponer
todo lo que los museos quisieran.
El museo debe ampliarse como forma de robustecer esta institución. El desarrollo futuro
depende de este primer paso, que significa vencer la inercia del estancamiento producido
por las principales limitaciones del lugar, de la historia, de la tradición. No se puede dejar
decaer una institución por restricciones a que esta crezca.
El valor del patrimonio no puede estar por encima de las instituciones que le dan
vida. Es por eso que se deben vencer los obstáculos teóricos en pos de favorecer al
museo a través de la ampliación. Si se busca establecer una institucionalidad fuerte en el
ámbito cultural, todas las instancias deben comprometerse con el desarrollo de nuestras
instituciones y poner de su parte el apoyo necesario para favorecer cualquier iniciativa que
busque aportar a la cultura del país.
Toda vez que un país sepa aprovechar las oportunidades que tiene de crecer y así
formar una sociedad más culta e identificada con su historia, invertirá en bienes culturales
para la sociedad, que al momento de arraigarse en la gente, serán más valiosos que las
mismas instituciones que los transmiten.
El Museo Histórico Nacional requiere generar los cambios que le permitan
transformarse en un foco cultural en el Centro de Santiago. Un lugar de convivencia social
en torno al conocimiento de la historia del país y la reflexión de los temas que de ella pueden
surgir.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/100077 |
Date | January 2009 |
Creators | Fajardo Uarac, Juan Pablo |
Contributors | Sartori, Alberto, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Escuela de Arquitectura |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
Rights | Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/ |
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