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Huellas y fortalezas de las mujeres desterradas por el conflicto armado interno del período 1980-2000 en el Perú, residentes en el distrito de Ate-Lima

Cuando escuché por primera vez la historia de una mujer que experimentó el conflicto armado interno (1980-2000) y se vio forzada a salir abruptamente de su tierra natal para sobrevivir al horror de la violencia desatada en aquel período, quedé impresionada en percibir cómo, a pesar de las circunstancias adversas, desplegó capacidades para volver a empezar una nueva vida. Esta situación generó cambios en relación a los roles y su identidad de género. Por este motivo, era necesario tener un sustento teórico que me proporcionara elementos para comprender dichas experiencias de vida.

El período de conflicto armado interno, que se desarrolló durante el período 1980- 2000, ha sido considerado por diversos estudios –incluyendo la labor realizada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)– como uno de los momentos más violentos en nuestro país por la magnitud e intensidad que ello implicó. Además, porque evidenció las expresiones de desigualdad y exclusión que históricamente han sido parte de nuestra convivencia colectiva, y de cómo el poder puede ser ejercido cruelmente a límites difíciles de comprender.

Las desigualdades no solo fueron económicas, políticas, sociales y culturales, también, las de género estuvieron presentes. El género se expresa en cómo históricamente las sociedades han establecido, reproducido, y legitimado socioculturalmente diferencias y relaciones de poder entre hombres y mujeres a partir de lo sexual. Esta práctica se introduce y naturaliza a través de las normas, símbolos, instituciones, espacios de socialización e identidades.
Por la condición de género, se han formado y asumido regularmente con normalidad las diferencias antagónicas de ser y actuar entre mujeres y hombres. Asimismo, ha establecido vínculos de dominación-subordinación sustentados en la exclusión, la violencia y la subalternidad de las mujeres, lo cual ha impedido construir relaciones democráticas e inclusivas entre ambos sexos.

En tal sentido, antes, durante y después del proceso de conflicto armado interno, estas desigualdades de género no solo se han visibilizado sino que se han agudizado, debido a la exacerbación de la violencia. Por lo tanto, produjo un entorno altamente hostil entrecruzado con diversas formas de opresión como de discriminación, lo cual ocasionó un impacto más intenso y diferenciado en hombres y mujeres.

Una evidencia de ello es que en el período de violencia se reportó un mayor número de muertes en hombres –que estaría asociado a la reducción de figuras masculinas (representantes del poder y vistos como “enemigos”) en contextos de violencia–. En el caso de las mujeres, fueron afectadas por su condición de género mediante prácticas de violencia sexual, uniones y enrolamiento forzado a las filas de los grupos subversivos.

El destierro producido como efecto del conflicto armado, también, afectó de manera diferenciada. Durante el período de violencia, una de las pocas posibilidades para vivir se constituyó en huir del lugar de origen, por tanto, se deja atrás no solo bienes materiales sino un espacio territorial así como una comunidad. Este es parte importante en la definición de la identidad individual y colectiva, de la construcción de tejidos y vínculos sociales, de prácticas culturales, y la elaboración de un proyecto de vida específico.

Además, el experimentar una situación de violencia intensa, como la suscitada, genera excesivo miedo. A esta sensación se le suma la incertidumbre, inseguridad e inestabilidad al iniciar una residencia en un espacio con marcadas diferencias al lugar de procedencia –donde incluso también se vivenció por segunda vez una situación de violencia, aunque con otras características–. En consecuencia, se produce un tránsito complejo pero diferente para hombres y mujeres.
A pesar de que el espacio urbano les brindó posibilidades de desarrollo y experiencias diferentes al espacio andino, las mujeres desterradas narran historias en las que la discriminación étnica y el estigma estuvieron presentes. En este encuentro de culturas y grupos, no estuvieron ausentes las expresiones y relaciones de dominación y subordinación –o como diría Mary Douglas, de contaminación y pureza–. Al ser percibidas como diferentes y riesgosas de alterar el orden establecido, están sujetas a diversas expresiones de opresión, exclusión y menosprecio. Esto se produce por su pertenencia étnica y ser relacionadas a grupos subversivos, debido a que vivenciaron el conflicto armado interno en sus lugares de origen.

Paradójicamente las adversidades que tuvieron que atravesar las mujeres desterradas por el conflicto armado interno, también, generaron capacidades de respuesta y cambios en sus identidades y roles de género; aunque no necesariamente esto significó eliminar las huellas de la violencia ni cuestionar o transgredir las desigualdades de género.

En este proceso, aunque se puede identificar que las mujeres ejercieron nuevos roles e incursionaron en el espacio público, sea en el ámbito laboral o en organizaciones sociales –lo que también tiene un impacto sobre la percepción de su identidad de género–; asimismo, se detecta la permanencia de aspectos tradicionales asociados a lo femenino, lo que mostraría la complejidad de que se susciten cambios en ese sentido.

De esta manera, desde un enfoque de género, la presente investigación pretende dar aproximaciones en el conocimiento de los significados, afectaciones, identidades y roles de género desplegados por las mujeres desterradas por el conflicto armado interno, residentes en el distrito de Ate-Lima. El presente estudio es de carácter cualitativo, ya que el objetivo es describir y comprender el contexto y las vivencias de las mujeres desterradas, aplicando como técnica los relatos de vida. Este supone una situación de encuentro que implica la presencia interactiva de dos sujetos: aquel que narra episodios de su vida, y el que escucha y estimula dicha narración. Es importante señalar el carácter dialógico de esa relación social de sujeto a sujeto.

El contenido del presente trabajo ha sido ordenado bajo la estructura que se muestra a continuación. En el Capítulo I, se efectúa una introducción a la problemática de la materia de estudio, así como la precisión de los objetivos y la justificación del mismo. En el Capítulo II, se presenta el marco teórico utilizado que compila las principales definiciones y conceptos que han guiado la investigación. Estos están relacionados con el enfoque de género, el conflicto armado interno, el destierro, inserción en la zona urbana, afectaciones, capacidades, identidad y roles de género, discriminación étnica y estigma. En el Capítulo III, se relata la metodología utilizada y, en el Capítulo IV, los principales hallazgos y resultados. Finalmente, se plantean conclusiones y recomendaciones que motiven a una reflexión y profundización sobre el tema.

A través de este estudio, se pretende contribuir en ampliar el horizonte sobre la problemática de las mujeres desterradas por el conflicto armado interno. Esta demanda ser enriquecida y profundizada como parte de una reflexión sobre un capítulo de la historia peruana que no debe repetirse –más aún en un país marcado por profundas brechas y desigualdades–. Este problema debe repararse como una muestra del respeto a los derechos humanos, de la promoción de la justicia social y la igualdad de género. / Tesis

Identiferoai:union.ndltd.org:Cybertesis/oai:cybertesis.unmsm.edu.pe:cybertesis/3742
Date January 2014
CreatorsDe La Cruz Huamán, Rosario Betzabeth
ContributorsSalazar Lostaunau, Ximena
PublisherUniversidad Nacional Mayor de San Marcos
Source SetsUniversidad Nacional Mayor de San Marcos - SISBIB PERU
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
Typeinfo:eu-repo/semantics/masterThesis
Formatapplication/pdf
SourceUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, Repositorio de Tesis - UNMSM
Rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess

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