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Reconocimiento geológico de la alta cordillera de los Andes entre los paralelos 35° y 38° latitud surGonzález Ferrán, Oscar, Vergara Martínez, Mario January 1961 (has links)
Tesis (geólogo)--Universidad de Chile,1961
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Evolución tectónica meso-cenozoica de la cordillera principal de Los Andes de Chile Central, 33°30'S-34°SMardones Leyton, Verónica Andrea January 2019 (has links)
Tesis para optar al grado de Magíster en Ciencias, Mención Geología / La influencia de estructuras heredadas de la cuenca Neuquina en la evolución neógena de los Andes de Chile central justo al sur del segmento de subducción plana, ha sido propuesta anteriormente, pero sin evidencias concretas de cómo afectan en el estilo estructural, cantidad de acortamiento, variaciones latitudinales y edad de deformación de la Faja Plegada y Corrida de Aconcagua. Mediante análisis cronoestratigráficos y estructurales, el presente estudio busca caracterizar la evolución tectónica y arquitectura de los Andes desde el Mesozoico hasta el presente, a la latitud de Santiago, con el fin de establecer la influencia de estructuras extensionales preexistentes en la configuración morfológica actual de la cordillera a esta latitud.
La integración de los resultados geológicos del mapeo en detalle, las secciones geológicas E-W y su restauración palinspástica, a la latitud de los valles de los ríos Yeso y Volcán, avalan la existencia de los depocentros de Yeguas Muertas y Nieves Negras, constituidos por las formaciones mesozoicas Río Colina, Río Damas y Lo Valdés.
Además, se definió la Unidad Las Coloradas, de edad Cretácico Superior, sección estratigráfica más joven que la Fm. Colimapu, asociada un pulso de deformación extensional previo al desarrollo de la cuenca de Abanico que se identificó al norte, en el sector de la Ramada y sur (36°S) del área de estudio. Sin embargo, no se encontraron evidencias directas de extensión, pero sí cambios de espesor en la Unidad Las Coloradas.
Los resultados muestran que la deformación contraccional durante el Neógeno se caracterizó por la inversión de fallas normales jurásicas, out-of-the-graben thrusts, retrocabalgamientos, footwall short-cut thrusts, y pliegues y corrimientos de piel fina y gruesa, con un modelo de basamento-cobertura desacoplado.
La deformación cenozoica (15-0 Ma), de la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes de Chile central acomodó 27 a 28 km de acortamiento mínimo en la corteza superior entre los valles de los ríos Yeso y Volcán. Estas cantidades de acortamiento son mayores a las obtenidas en la Cordillera Principal al norte y sur del área de estudio, lo que se asocia a la presencia de la flexura orogénica del Maipo, y la ausencia de la Cordillera Frontal hacia el sur de los 34°40 S.
Datos geocronológicos previos, junto con nuevas edades U-Pb en circones detríticos permiten extender la base de la Fm. Abanico al Eoceno Superior, ya no sólo a la latitud del valle del río Volcán, sino también al valle del río Yeso. Adicionalmente, considerando las evidencias de fallamiento fuera de secuencia de la falla El Diablo a la latitud del valle del río Volcán, se invalida el sistema de falla El Diablo-El Fierro como borde oriental de la cuenca de Abanico, en este sector.
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Análisis Estructural del Sector Occidental de la Faja Plegada y Corrida de Malargüe en el Curso Superior del Río Colorado de Lontué (35°18’ y 35º23’s), Región del Maule, ChileTapia Silva, Felipe Fernando January 2010 (has links)
El objetivo general del presente trabajo es establecer un modelo y evolución estructural del sector occidental de la faja plegada corrida de Malargüe (FPCM) entre los 35°18’ y 35°25’S con el objeto de entender la arquitectura del orógeno andino en esta zona y compararlo con la reportado en otras latitudes.
Actualmente existen dos modelos extremos que proponen distintas geometrías para la configuración y construcción de los Andes. Mientras uno plantea que la estructura que controla la evolución morfotectónica corresponde a un despegue a escala cortical de vergencia este, el otro plantea una estructura de vergencia oeste responsable de la deformación y alzamiento del orógeno.
El área de estudio puede ser dividida en 2 dominios estructurales: el Dominio Cuenca de Abanico, donde las estructuras presentan un rumbo NNE-SSW; y el Dominio Faja Plegada y Corrida de Malargüe, donde presentan rumbos NNW-SSE y N-S. Lo anterior indica la distinta orientación que tuvieron los depocentros extensionales mesozoicos, asociados a la Cuenca de Neuquén, respecto a los depocentros cenozoicos, y en consecuencia la distinta orientación que habrían tenido los principales esfuerzos de la extensión mesozoica respecto de la extensión cenozoica.
Sobre la base de las características de la Falla El Novillo, relación de corte de la misma y la ausencia de rocas pertenecientes a la Formación Abanico al este de la falla, se establece que el borde oriental de la Cuenca de Abanico para el área comprendida en este estudio corresponde a la Falla El Novillo, la cual corresponde a una falla normal que controlo el depósito de la Formación Abanico y que posteriormente fue invertida, durante un episodio de deformación compresivo.
A partir del análisis estructural realizado se puede establecer al menos 3 eventos de deformación para el ámbito de la Cordillera Principal en la región considerada en este trabajo:
Evento de deformación D1 (Mioceno Temprano-Mioceno Medio): inversión de la Cuenca de Abanico y se deposita en el antepaís la Unidad Estratos del Colorado; Evento de deformación D2 (Mioceno Medio-Mioceno Tardío): comienzo de la faja plegada y corrida de Malargüe en el área de estudio y acumulación de la Unidad Estratos del Colorado en una cuenca de piggy-back.
Evento de deformación D3 (Mioceno Tardío-presente): deformación fuera de secuencia.
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Tectónica y erosión en la evolución del relieve de los Andes de Chile Central durante el NeogenoFarías Thiers, Marcelo January 2007 (has links)
Doctor en Ciencias, Mención Geología / La evolución estructural relacionada con el alzamiento de los Andes entre 33 y 35ºS se reconoce bien
en la vertiente argentina de la cadena, donde se ha desarrollado un sistema de cabalgamientos de
vergencia principalmente al este. Por el contrario, en la vertiente occidental de la cadena, ella no ha
sido tan bien reconocida, no existiendo un consenso para explicar ni el alzamiento de la Cordillera
Principal ni la formación de la Depresión Central. Este estudio muestra que en los Andes de Chile
Central, la deformación compresiva se manifestó por una inversión tectónica que acomodó ~ 16 km de
acortamiento entre 22 y 16 Ma. Este acortamiento es bastante menor a aquel acomodado al este (1/5 del
total), donde se han acumulado más de 70 km de acortamiento entre 16 y 4 Ma.
La tectónica compresiva y el alzamiento de los Andes de Chile Central fueron diacrónicos. El
alzamiento tuvo lugar principalmente entre 8 y 4 Ma, es decir, varios millones de años después del
episodio compresivo mayor en la vertiente chilena. De hecho, este alzamiento fue esencialmente el
resultado de la acción de un despegue de vergencia al este ubicado a ~10 km de profundidad bajo la
Cordillera Principal que emerge en el lado argentino de la cadena, y que se conecta con la zona de
Benioff a ~60 km de profundidad. Esta estructura de “rampa-despegue” y su geometría están
controladas por la estratificación reológica de la litosfera continental. Además, esta estructura cumple
un rol fundamental en el desarrollo andino ya que controla la transferencia de deformación y de stress
desde la zona de subducción hacia el continente. Más aún, el nivel de despegue facilita el traspaso de
acortamiento en profundidad desde las zonas que presentan un gran acortamiento en superficie hacia
las zonas que no presentan mayor deformación en superficie. Este modo de deformación en “cizalle
simple” sería, por lo tanto, el responsable del alzamiento del antearco, no sólo en el centro de Chile,
sino que también a lo largo de gran parte del margen andino.
La respuesta erosiva al alzamiento de la cadena ha sido muy lenta. Mediante dataciones en trazas de
fisión y en niveles volcánicos que registraron la evolución del relieve, se muestra que la incisión en la
alta Cordillera Principal ocurrió varios millones de años después del alzamiento de superficie (2 a 6
m.a.). Los contrastes litológicos, que controlan la velocidad de la erosión, favorecieron el desarrollo de
un valle paralelo a la costa debido a la captura de los cursos de agua que descienden desde la alta
cordillera por los ríos de mayor jerarquía. Este fenómeno ha sido estudiando mediante algoritmos
numéricos y soluciones analíticas de procesos superficiales, mostrando la factibilidad física de este
modelo. Por lo tanto, se propone que la Depresión Central no es de origen tectónico sensu stricto, sino
más bien el resultado del desarrollo de una red de drenaje controlada fuertemente por la configuración
litológica. Este desarrollo proviene de la respuesta erosiva al gran alzamiento de superficie del
Mioceno Superior.
El episodio mayor de alzamiento, que tuvo lugar post-10 Ma, no fue un fenómeno aislado en Chile
Central, , sino que también en que gran parte de la cadena andina, observándosele, a lo largo y ancho
de los Andes altiplánicos. Se propone que el motor de este alzamiento habría sido el continuo
incremento de la velocidad absoluta del continente Sudamericano, así como el aumento en el
acoplamiento interplacas debido a la disminución en las tasas de convergencia.
Finalmente, los Andes de Chile Central constituyen una región de transición entre dos zonas climáticas
y morfológicas: la región norte, más seca, es dominada por los procesos constructivos (alzamiento),
mientras que los procesos erosivos son más preponderantes en la región sur. Este contraste contribuye a
la desaparición de la Depresión Central al norte de 33ºS, aunque la influencia de la geometría de la
subducción, que pasa a una geometría horizontal al norte, también contribuiría en esta evolución. / Les structures tectoniques responsables du soulèvement de la Cordillère des Andes à la
latitude de Santiago du Chili sont bien connues sur le versant argentin de la chaîne, où s’est
développé au cours du Néogène un système chevauchant à vergence Est. Sur le flanc Pacifique de
la Cordillère, par contre, les structures tectoniques sont mal connues, et il n’y a pas de consensus
pour expliquer le soulèvement de la Cordillère Principale et la formation de la Dépression
Centrale dans laquelle s’est installée la ville de Santiago et la majeure partie de la population du
Chili. Nous montrons que le raccourcissement dans les Andes du Chili Central a débuté par une
inversion tectonique à l’ouest de la chaîne qui a accommodé 16 km de raccourcissement entre 22
et 16 Ma. Ce raccourcissement fait suite à l’extension oligocène, responsable de la formation du
bassin extensif de Abanico, lequel a été comblé par de plus de 6 km de roches volcanosédimentaires. Cette quantité de raccourcissement reste modeste par rapport à celle accommodée
sur le flanc oriental de la chaîne, principalement coté argentin, où la tectonique compressive est
responsable de ~70 km de raccourcissement survenus entre 16 et 4 Ma.
Tectonique compressive et soulèvement des Andes chiliennes n’ont pas été synchrones. Le
soulèvement a eu lieu principalement entre 8 et 4 Ma, c'est-à-dire plusieurs millions d’années
après l’épisode compressif majeur survenu sur le versant chilien des Andes centrales. En effet, le
soulèvement des Andes du Chili central résulte essentiellement du fonctionnement d’un
chevauchement majeur à vergence Est, qui émerge en surface en Argentine, et qui est issu du
plan de Bénioff à 60 km de profondeur. Cette structure est articulée en plats et rampes, et sa
géométrie est contrôlée par la stratification rhéologique de la lithosphère continentale. Cette
structure joue un rôle fondamental pendant le développement andin car elle contrôle le transfert
des déformations et des contraintes depuis la zone de subduction vers le continent. On observe
que l’épisode majeur de soulèvement de la chaîne est corrélé avec la mise en place des porphyres
cuprifères géants (gisement de El Teniente) du Chili central.
La réponse érosive au soulèvement de la chaîne a été très lente. Nous montrons à l’aide
d’âges d’exhumation obtenus par traces de fission sur apatites, et à l’aide de la datation de
niveaux volcaniques déposés dans les vallées au cours de leur formation, que l’incision des
vallées dans la Cordillère Principale a eu lieu plusieurs millions d’années après le soulèvement de
la chaîne. Les contrastes lithologiques, en contrôlant la vitesse d’érosion, ont favorisé le
développement d’une vallée parallèle à la côte, entraînant la capture des cours d’eau descendant
de la haute chaîne par quelques fleuves majeurs. Ce phénomène a été modélisé à l’aide du code
de calcul APERO. Nous pensons donc que la Dépression Centrale n’est pas d’origine tectonique
sensu-stricto, mais qu’elle résulte aussi de la mise en place du réseau de drainage et de son
contrôle par la lithologie. Son creusement provient de la réponse érosive au grand soulèvement
du Miocène supérieur.
L’épisode majeur de soulèvement qui a lieu vers 10 Ma ne concerne pas seulement le Chili
central. Il s’observe également dans les Andes centrales (Altiplano) et dans l’avant-arc du Pérou
central. Pourtant, la vitesse de convergence entre les plaques Nazca et le continent diminue à
cette époque. Par contre, la vitesse absolue vers l’ouest de la plaque Amérique du sud augmente,
ce qui suggère que la vitesse absolue du continent, plus que la vitesse de convergence, exerce un
contrôle majeur sur l’orogenèse andine.
Enfin, le Chili Central constitue une région de transition entre deux zones climatiques et
géomorphologiques : la région nord, plus sèche, est dominée par les processus constructifs tandis
que les processus érosifs sont prépondérants dans la région sud. Ce contraste contribue à la
disparition de la Dépression Centrale au nord de 33°S, même si l’influence de la géométrie de la
subduction, qui passe à une subduction horizontale au nord de 33°S est aussi à prendre en
compte.
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Glacial geomorphology and paleoglacial behavior estimation in Sierra Baguales (50° S): Paleoclimatic factors that controlled glacier variations within the pleistocene - holocene regional contextAraos Espinoza, José Miguel January 2016 (has links)
Doctor en Ciencias, Mención Geología / The Sierra Baguales Mountain Range (SBMR) forms the eastern foothills of the Patagonian Andes located between 50º and 51º S, topographically isolated from the Southern Patagonian Icefield (SPIF) and under the influence of the Westerly Winds. Its landscape shows glacial deposits and morphologies, potentially useful for the reconstruction of the Pleistocene Holocene glaciations, which occurred in the vicinity of the Patagonian Ice Cap, and possibly showed individual responses to environmental change after the Last Glacial Maximum (LGM). Using simple and multivariate statistical methods, the morphometry of 143 glacial cirques, distributed between the current eastern limit of the SPIF and the easternmost SBMR, approximately 200 km from the Pacific coast, was analyzed. For the latter sector, using photo-interpretation, Geographic Information Systems (GIS) and field work, the first glacial and periglacial geomorphological map of the area was constructed. The relationship between the Geological Strength Index (GSI), rainfall gradient, and cirque areas, which were occupied and eroded by former alpine glaciers, was also established. To this end, theoretical profiles of the ice topography, based on a perfect plasticity model, were developed. Ages of local environmental changes were estimated using 14C dating. Equilibrium Line Altitude (ELA) variations were interpreted based on geomorphological evidence and the accumulation area ratio (AAR).The lowering of the ELA was converted to the change in temperature by multiplying it with an average atmospheric lapse rate. For the SBMR, it is possible to recognize two glaciation levels which rise towards the interior of continent. Their spatial distribution and elevation were controlled by tectonic factors (Andean uplift), the rainfall gradient and the climate contrast from east (temperate maritime) to west (dry cold), present in southern Patagonia since the LGM. The lower group of glacial cirques is distributed in the lower areas of the main valleys. These have no current evidence of snow or glacial processes and have been subject to fluvial erosion and gravitational processes. These cirques can be associated with outlet glacier advance of the Patagonian Ice Cap during the Holocene, and were probably partially or completely covered with ice during the LGM or prior glaciations. On the other hand, the upper group of glacial cirques is located east of the SPIF and mainly in the eastern section of the SBMR. Their size is reduced progressively to the east due to the increased resistance of the rocks on which they developed and the regional rainfall gradient. These cirques show evidence of lateral and frontal moraines of alpine glaciers, some of which are currently active. This cirque group corresponds to those glaciers that remained after the middle Holocene, favored by a gentle slope and aspect, in addition to low temperatures prevailing in the highest marginal sections of the SPIF and particularly the SBMR. Radiocarbon ages can be considered as evidence of environmental change linked to the temperature decrease and rainfall increment resulting from the latitudinal shift and the increase in strength of the Westerly Winds during the middle Holocene. For the SBMR, where the local atmospheric temperature from the Tardiglacial was approximately 3.8±0.8°C colder than today, temperatures possibly remained lower in relation to the regional context, mainly due to the cold and dry climate prevailing towards the interior of the continent, and the elevation of the basins where the former alpine glaciers were located, which eventually advanced and coalesced to form a small Icefield. Such advances could be related to variations in the Frias Lobe, at the same latitude of the SBMR but closer to the SPIF eastern margin.
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Estructura de la Cordillera Frontal en la provincia de Limarí: un aporte al entendimiento de la configuración del margen chileno de Los Andes CentralesBaeza Robba, Sebastián José January 2017 (has links)
Geólogo / El principal rasgo morfológico de escala orogénica en el margen occidental de los Andes Centrales
corresponde a un escalón topográfico de entre 1000 y 3000 metros, paralelo a la fosa, continuo
y homogéneo que se extiende por 2000 kilómetros a lo largo del margen. Sin embargo, su notoria
linealidad se pierde al ser observado a una menor escala. De manera local se ha determinado
un control tectónico de primer orden para su desarrollo, asociado a sistemas de fallas inversas de
vergencia oeste, evidenciado por el West Thrust System (WTS) en el Norte Grande de Chile y el
sistema de Falla Pocuro-San Ramón (PF-FSR) en Chile Central. Según algunos autores, estos sistemas
de falla son parte de una misma estructura orogénica denominada West Andean Thrust, que
controlaría el alzamiento del orógeno en el flanco occidental de Los Andes. Sin embargo, la documentación
actual en el margen occidental del orógeno no permite evidenciar dicha estructura, por lo
que el desarrollo de la total extensión del frente cordillerano occidental y su rol en la construcción
del orógeno es una problemática de controversia actual. En particular, en la Región de Coquimbo,
el escalón topográfico es evidente y abrupto cuando coincide espacialmente con la Falla Vicuña,
pero pierde su linealidad hacia el sur en la zona de los ríos Rapel-Los Molles y Río Mostazal, al
acuñarse dicha estructura. En este segmento del margen no ha sido documentada la existencia de
una estructura similar a la Falla Vicuña con el potencial de generar el escalón topográfico. La presente
memoria aborda la problemática descrita, focalizada en un estudio estructural detallado en
el piedemonte de la Provincia de Limarí, y tiene como objetivo principal caracterizar la estructura
orogénica del margen oeste de los Andes Centrales, en el segmento comprendido entre los 30,5ˇS y
31ˇS, y establecer su relación con el alzamiento de la Cordillera Frontal, evidenciada por el relieve
actual.
Sobre la base de análisis multiescala, fue estudiada la morfología y geología de escala regional,
junto con un análisis detallado de la estructura en la zona en estudio. Posteriormente fue analizada
la estructura en subsuperficie, y comparada con sistemas estructurales mayores documentados a lo
largo del margen. Se concluye que el principal rasgo tectónico en la Región de Coquimbo es un
bloque alzado de Basamento (denominado Cordillera Frontal) que constituye la alta cordillera en
la región y cuyo borde occidental forma parte del escalón topográfico en estudio. En la zona, la
cobertura Mesozoica se deforma alrededor de un macizo de Basamento, formando un prominente
monoclinal en su borde oeste, que coindice con el aumento en la altura del relieve en dirección
O-E. Además, la cuenca exhibe deformación interna concentrada, principalmente, en el limbo de
dicho monoclinal. Esta configuración responde a una deformación pasiva de la Cuenca Mesozoica
asociada al alzamiento del macizo de Basamento en la zona en estudio, a través de una estructura
litosférica de vergencia oeste. Esta última controla, de manera equivalente a la Falla Vicuña, el
alzamiento del frente cordillerano.
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Influencia del Desarrollo Glaciar en la Evolución Morfológica de la Alta Cordillera de Los Andes en la Parte Norte de la Región del Maule (35º15’s – 35º50’s)Puratich Pacheco, Jacqueline Giovanna January 2010 (has links)
En el presente estudio se analizaron la geoformas (landforms) glaciares de la cuenca de drenaje del río Lontué, ubicada en la Cordillera Principal, Región del Maule (entre 35º 15’ y 35º 50’ S). Con el objetivo de determinar la contribución del sistema glaciar en la evolución morfológica de la alta cordillera en la región de estudio.
Para lo anterior se identificaron y cartografiaron geoformas como artesas, circos, superficies de roca aborregada y pulida, depósitos morrénicos, etc., y se realizaron análisis morfométricos de las subcuencas más importantes. La morfología de la cuenca de drenaje del río Lontué es principalmente glaciar. No obstante, la influencia fluvial post-glaciar es importante, sobre todo en los valles de mayor jerarquía de drenaje, creando redes dendríticas que aumentan el tamaño de las cuencas glaciares originales, donde la incisión fluvial corta los anchos fondos de los valles.
Además, la zona de estudio posee una actividad volcánica anómala, con numerosos centros eruptivos holocenos. Es así como se creo un alto plateau, con productos volcánicos de edades entre 5 Ma hasta la actualidad (Drake, 1976; Hildreth et al., 1984; Naranjo et al., 1999). Las artesas excavadas en este plateau, han sido posteriormente rellenadas con otros depósitos volcánicos, lo cual permite obtener edades máximas y mínimas de distintos drifts o sistemas glaciares, brindando una oportunidad única para registrar los eventos glaciares desde el Plioceno hasta el Holoceno.
Utilizando criterios estratigráficos y morfológicos, fueron identificados seis drifts o sistemas glaciares en la región de estudio. Estos son: G1 (7 – 5 Ma), G2 (2 – 1,2 Ma), G3 (0,8 – 0,3 Ma), G4 (0,3 – 0,15 Ma), G5 (150 – 7 Ka) y G6 (5,7 – 0,15 Ka).
Durante el Plioceno-Pleistoceno, los glaciares avanzaron por el Río Colorado al menos hasta la confluencia con el río Barroso (lugar donde se encuentra la morrena Terminal Barroso), y probablemente alcanzando la confluencia de los ríos Los Patos y Lontué. Para dicho avance, se estima un ELA (altura de la línea de equilibrio glaciar) a 2600-2500 m s.n.m., en base a criterios morfológicos.
Durante el Holoceno medio- presente, ocurrió el úlitmo avance glaciar (drift G6), cuyas morrenas se preservan en Valle Grande y en el valle del Debia. Correlacionándolas con las cartografiadas por Espizua (2005) en los valles El Peñón y El Azufre, deberían tener edades entre 5,7 y 0,15 Ka. El ELA estimado para dichos avances en la región de estudio se encuentra a 2700 m s.n.m.
Finalmente se plantea al alzamiento tectónico de los Andes como el gatillante del comienzo de las glaciaciones en el Plioceno, basado en la evolución estructural de los Andes de Chile Central y los datos termocronológicos de la región de estudio. Luego de lo cual, las glaciaciones podrían haber actuado como un mecanismo regulador de la altura del orógeno.
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Evidencias glaciares del cenozoico tardío en el borde occidental del altiplano entre 19°10'S y 19°45'SZavala Ortiz, Valeria Sofia January 2013 (has links)
Geóloga / En el presente trabajo se identificaron y analizaron unidades morfoestratigráficas de origen glaciar, las que se ubican en el borde occidental del Altiplano entre 19º10 S y 19º45 S. Esto con el objetivo de dar una caracterización preliminar a los eventos glaciares que han ocurrido en esta área. Adicionalmente, se definieron unidades lacustres a las que se les nombró Quebrada Mauque, Tancaluma e Irancunco.
Se confeccionó un mapa geomorfológico a escala 1:100.000, donde se identificaron circos glaciares, superficies con erosión subglaciar y morrenas laterales, de fondo y/o de retroceso. Estas morfologías se encuentran ampliamente distribuidas en el área de estudio, evidenciando que el avance de los flujos de hielo ocurrió en dirección hacia la cuenca del Salar de Coipasa. Si bien no se tiene claridad en la extensión de las masas de hielo, estas alcanzaron al menos la ubicación actual de los depósitos lacustres dada la deformación subglaciar que presentan.
A partir del análisis y relación entre la topografía, estructuras regionales y litología y su rol en la distribución de las morfologías, se sugiere que el único factor que muestra cierto grado de incidencia sobre la distribución de las morfologías es la litología, ya que las superficies con erosión subglaciar afectan a depósitos de lava e ignimbritas y las morrenas sobreyacen a unidades sedimentarias.
Se asignaron edades relativas a las unidades morfológicas, las que sobreyacen a unidades litoestratigráficas que varían desde el Oligoceno superior al Pleistoceno. En base a esto, no fue posible determinar la cantidad de eventos glaciares que las originaron ni la época en que estos ocurrieron. No obstante, se sugiere que estas evidencias son producto de la última glaciación ocurrida a nivel global durante el Pleistoceno tardío. Esto se basa en una correlación bioestratigráfica realizada entre la Unidad Tancaluma, definida en este trabajo, y depósitos de similares características en Bolivia. Estos últimos han sido relacionados a la expansión de paleolagos, la que ocurrió sincrónicamente al avance de glaciares en este sector del Altiplano. Sin embargo, dado que existen unidades más antiguas que presentan evidencias de erosión glaciar, no se descarta que el área de estudio haya sido afectada por glaciaciones anteriores, como por ejemplo, la ocurrida durante el Plioceno.
En base a la estimación de las paleo-líneas de equilibrio, la cual se realizó utilizando la altitud máxima de morrenas laterales (Método MELM), no es fue posible determinarla una ELA que fuese representativa a escala regional. Consecuentemente, se sugiere que, o las ELA estimadas corresponden a distintas glaciaciones, o bien, tanto la distribución como la orientación de los altos topográficos influyeron en la circulación de los vientos y por ende en los patrones de precipitaciones. Estas elevaciones se construyeron principalmente durante el Plioceno Pleistoceno, siendo este un evento que podría haber influenciado a que se generara un cambio en el clima local, y consecuentemente, se tuvieran las condiciones necesarias para la formación de masas de hielo.
El descenso y avance de los glaciares modeló un relieve con características típicas de erosión alpina en las altas cumbres, y de áreas erosionadas (areal scouring) en las partes bajas de menor pendiente ubicadas en el centro del área de estudio. La presencia de ambos rasgos permite acuñar el término "erosión glaciar tipo altiplánica" para describir las características morfológicas observadas.
Los antecedentes de este trabajo sugieren que, probablemente en el Pleistoceno tardío, al menos un avance glaciar alcanzó estas latitudes, lo cual es una primera aproximación para futuros trabajos que tengan como objetivo analizar las condiciones necesarias para la formación de glaciares en este sector de los Andes centrales, así como la edad de ocurrencia de las glaciaciones.
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Desarrollo estructural de la cordillera principal al suroeste del Río Maipo, sector de El Ingenio, Región Metropolitana,Chile (33°40'-33°50'S)Villela Olavarría, Daniela Carolina January 2015 (has links)
Geóloga / La Cordillera Principal Occidental, entre 33° y 34°S, está conformada por rocas
volcánicas y sedimentarias pertenecientes a las formaciones Abanico (Eoceno Superior-
Mioceno Inferior) y Farellones (Mioceno). Las rocas de la Formación Abanico han sido
interpretadas como depósitos de un sistema de cuencas extensionales de intra arco
(Cuenca de Abanico), que posteriormente fueron invertidos tectónicamente. La Fm.
Farellones se habría comenzado a depositar sintectónicamente a la inversión. En este
contexto, este estudio se centra en el análisis de una estructura compleja de vergencia
hacia el este (Anticlinal El Ingenio), ubicada inmediatamente al sur de la localidad de El
Ingenio. Se trata de un antiforme de ~5 km de media longitud de onda y
aproximadamente ~1.2 km de amplitud, con fallas y pliegues de segundo orden en su
núcleo. Se levantaron columnas estratigráficas y secciones estructurales,
caracterizando la geometría y cinemática de las estructuras presentes y se generó un
modelo evolutivo, también se construyeron tres modelos forward con el software MOVE
2014 2D (Midland Valley) para explicar la geometría de las estructuras complejas y
estimar acortamientos. Se determinó que los niveles intermedios del anticlinal se
deforman más intensamente que los niveles superiores en respuesta al contraste de
competencia de las rocas. El acortamiento horizontal estimado para el Anticlinal El
Ingenio es de 1900 m y para todo el sistema estudiado es de ~2460 m. Se pudieron
reconocer al menos dos eventos de deformación en esta zona, uno asociado a la
inversión de la Cuenca de Abanico (Mioceno temprano), y otro; como un evento de
deformación fuera de secuencia (Mioceno medio). Por último, fue posible comparar el
despegue de este sistema con el corrimiento El Fierro, definido a los 34°S, como
estructuras similares, generadas durante el evento de deformación fuera de secuencia.
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Influencia de la inyección de magmas en cuencas invertidas: una aproximación por medio de modelación analógicaVillarroel Bustamante, Sebastián Felipe January 2016 (has links)
Geólogo / Estudios de modelación analógica han mostrado que factores tales como el ángulo de oblicuidad y la carga sedimentaria afectan la deformación en ambientes de inversión tectónica de cuencas. Otros estudios de modelación analógica han mostrado que la inyección de magmas en la corteza frágil influye en la deformación durante la compresión y extensión. Sin embargo, hasta ahora no se ha analizado el proceso de inversión con inyección de fluidos de baja viscosidad por medio de modelación analógica. Por lo tanto, el presente trabajo analizó esta relación, variando la temporalidad y la velocidad de inyección de fluidos.
Para lograr este objetivo, el presente estudio consideró dos etapas: 1) el desarrollo de un dispositivo y pruebas de materiales que permitieran la modelación planteada; 2) la realización de modelos análogos con ambos procesos, y su aplicación a un caso real. El dispositivo incluyó la posibilidad de realizar extensión, compresión oblicua e inyección de fluido. Se trabajó con una mezcla de arena de cuarzo muy fina y microesferas de vidrio para modelar la corteza frágil y permitir la inyección del fluido símil al magma. Este fluido corresponde a un aceite hidrogenado de coco de baja viscosidad.
La determinación de la mezcla adecuada de cuarzo molido y microesferas de vidrio, y los valores de velocidad de extensión, compresión e inyección para la modelación se logró mediante una serie de 3 modelos de inversión sin inyección, y una serie estática de 8 modelos con inyección de fluidos. Una vez fijados estos valores se modeló la inversión de cuenca con inyección de magma en dos series: alta y baja velocidad de inyección. Dentro de ellas se varió la temporalidad de la inyección: antes, durante y posterior a la inversión tectónica.
Los resultados de la modelación indican que el fluido inyectado influye en la deformación, principalmente en los modelos donde este se inyecta durante la inversión tectónica: se generan patrones complejos de estructuras, y varía la forma en la que se distribuye el acortamiento en el sistema. A su vez, la forma del intrusivo es controlada por la presencia de estructuras activas, por las que este se canaliza. Para los modelos con inyección posterior a la inversión, el fluido asciende de manera más dispersa.
Los resultados fueron aplicados a la Cuenca Extensional de Abanico de los Andes Centrales (33º-36ºS), la cual fue invertida en el Mioceno temprano, y las dos franjas de intrusivos que se encuentran en ella. Estos permitieron postular que: a) La franja intrusiva del Mioceno inferior, de emplazamiento sintectónico a la inversión de Abanico, tendría un control estructural que la localiza en la traza del Sistema de Falla San Ramón; b) la franja intrusiva del Mioceno medio a superior, de emplazamiento posterior a la inversión tectónica, se encuentra cerca del Sistema de Falla El Diablo, presentando una mayor distribución espacial, por lo que su control estructural no es evidente.
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