Tesis para optar al grado de Magíster en Tributación / No disponible a texto completo / Durante el mes de agosto de 2003 se dictaron dos leyes sobre donaciones que vinieron a modificar significativamente el modelo chileno que en cierta forma la Ley de Donaciones con Fines Culturales, conocida popularmente como "Ley Valdés" consagró desde los años noventa. En efecto, la norma N° 19.884, que trata sobre la transparencia, límite y control del gasto electoral, y en especial la ley N° 19.885, que legisló sobre el buen uso de las donaciones para fines sociales y públicos, provocaron numerosos efectos sobre las donaciones con fines culturales que se han interpretado como un serio retroceso por los operadores culturales del país que hacían depender sus fuentes de financiamiento fundamentalmente del aporte de la empresa privada. Ya en el año 2005 fue evidente que tales modificaciones afectaron los niveles de donaciones con fines culturales, donde el ejemplo más claro fue el caso del Teatro Municipal de Santiago. Desde esa fecha, diversos parlamentarios solicitaron al ejecutivo cambios en las normas para las donaciones con beneficios tributarios, con el objetivo de devolver el dinamismo con que estos aportes se efectuaban antes de la promulgación de los ya mencionados cambios. Es así que en enero de 2009 se publica en el diario oficial la ley N° 20.316, que viene a modificar la ley N°19.885, y trata de corregir el daño provocado en las donaciones con beneficios tributarios. La problemática que se plantea es si efectivamente la promulgación de la Ley N° 20.316 ha mejorado el nivel de donaciones, en particular, aquellas con fines culturales, lo cual no ha sido abordado en otros estudios. Es por ello que mi investigación apuntó, como objetivo general, a resolver este cuestionamiento