Magíster en artes, con mención en teoría e historia del arte / No autorizada para ser publicada a texto completo. / La impronta renacentista sobre el pensamiento arquitectónico, determina una práctica teorética que no puede ser reflexionada fuera del plano de su propia representación, ante lo cual, el pensamiento arquitectónico, entendido como voluntad edificable, exige a priori ser deconstruido a partir de su propia representación estética. En este sentido, la proyección arquitectónica, entendida desde el quatrocentto italiano como la representación de un pensamiento en el espacio, exhibe actualmente los signos de una profunda fractura histórica: o su ejercicio se inclina hacia la exploración tecnologizada de sus recursos representacionales tras la promesa histórica de una nueva experiencia-discurso que la propia epistemología ha denominado como: el discurso de avanzada- o se atrinchera en una especie de humanismo refractario que promete humanizar su representación a través del retorno de una especie de fenomenología de lo primitivo –discurso que este escrito libremente denomina aquí como: el discurso neohumanista-.