Memoria para optar al Título Profesional de Médico Veterinario / Con el objetivo de caracterizar las normativas locales municipales, se realizó una prospección a las ordenanzas municipales relacionadas con la existencia de perros. Se recolectaron 108 ordenanzas, que representaron el 31,30% de las municipalidades del país. Del total, 35 (10,14%) informaron que no disponen de una normativa local en lo que a tenencia y/o control de perros se refiere. Los principales resultados muestran que de los documentos revisados un 48,15% corresponde a una ordenanza enfocada exclusivamente a los perros. El resto de las ordenanzas refieren principalmente a otras normativas locales, pero incluyen a los perros en sus artículos. Se destaca que la mayoría de las ordenanzas que regula la tenencia de perros, 64,82%, se ha promulgado a partir del año 2000 hasta la fecha. Específicamente en relación a los perros, se observó que el 45,37% de las ordenanzas obliga a la vacunación antirrábica y el mismo porcentaje considera pertinente la desparasitación externa de los perros de forma obligatoria. En caso de presentarse sospechas o casos confirmados de rabia en perros a nivel municipal, un 44,44% aplica el Reglamento 89 para la prevención de la rabia en los hombres y los animales. Desde el punto de vista de la circulación de perros y el ambiente se destaca que, en caso de existir un perro en la calle, la acción más frecuente (28,70%) es realizar el retiro de los perros, posteriormente trasladarlos a un canil y luego de transcurrido un determinado tiempo es eliminado. Por otra parte un 44,44% prohíbe el abandono de perros en sitios públicos. Dentro de este mismo aspecto, el 77,78% de los documentos obliga a que los perros deban permanecer dentro del domicilio de sus responsables, así como el 36,11% prohíbe que los perros salgan a la calle si no es con algún medio de sujeción. Las 3 disposiciones más frecuentes en la norma, corresponden a mantener a los perros dentro del domicilio, la obligación de recoger las heces de sus perros en la calle por los dueños, la existencia de registros municipales. Las menos frecuentes fueron la obligación a realizar un tratamiento veterinario en caso de presentarse una zoonosis, realizar tratamiento veterinario en caso de observar un perro enfermo en la vía pública, identificar con un tatuaje, identificar con un chip y la autorización de adiestramiento en la vía pública. Se concluye que en general existe una voluntad creciente, en el tiempo, por parte de las municipalidades de preocuparse por el problema de los perros en las calles, manifestándose en el aumento en el tiempo de la promulgación de normas, orientadas principalmente a un manejo preventivo de problemas en el ámbito de la salud pública