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Los terremotos, arquitectos por excelencia: Santiago de Chile: 1730-1822Palacios Roa, Alfredo January 2007 (has links)
Tesis para optar al grado de Magíster en Historia mención Historia de Chile / La presente tesis nace de la observación y la vivencia cotidiana de quienes habitan este espacio capitalino. Cobra validez si se considera que la relación que tiene Santiago, y en general todo el territorio de Chile, con los terremotos es una relación paradójica, ambivalente y en eterno conflicto. Los terremotos son elementos que han estado estrechamente ligados a la cultura chilena, ya que a través de los siglos han definido el desarrollo económico y social de este país, determinando su crecimiento y bienestar. Debemos entender que en nuestro país los terremotos, y sobre todo los que llamamos temblores, son cosa frecuente, y a pesar de la constante de estos eventos naturales, los santiaguinos siempre hemos sucumbido a su imperio; ejerciendo una influencia omnímoda en la forma construir, habitar y vivir en la ciudad. Sobre esto último intentaremos que la presente investigación, además de describir los estragos materiales y las consecuencias económicas de los sismos dentro del periodo de estudio, de cuenta de las reacciones de la sociedad de aquella época ante los movimientos de la tierra, por lo que el estudio de estos infaustos acontecimientos nos servirá para plantear las bases sobre las cuales observar acontecimientos, reconstruir experiencias y, a la larga, establecer una interpretación coherente con el tono de la vida de aquel periodo.
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27 F: terremoto y tsunami en Chile 2010 nuestras historias ilustradasLeiva V., Abigail January 2012 (has links)
Diseñador Gráfico / No autorizada para ser publicada en el Portal de Tesis Electrónicas de la U. de Chile.
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Estudio de los Efectos del Terremoto del 27/2/2010 en la Zona de las Comunas de Buín y Paine de la Región MetropolitanaContreras Oyarzún, José Miguel January 2012 (has links)
El sábado 27 de Febrero de 2010, a las 3:34 AM hora local (6:34 AM UTC), la zona centro sur de Chile se vio afectada por un terremoto de magnitud Mw=8,8, el cual tuvo su epicentro frente a las costas de la VII región del Maule y generó un maremoto destructor disparando la alerta en todos los países del Pacífico. Éste terremoto provocó daños de diversa consideración principalmente en las regiones Metropolitana, VI, VII y VIII.
El objetivo de esta memoria de Título es estudiar los daños producidos en las construcciones del tipo habitacional y de la red vial en las comunas de Buin y Paine de la Provincia del Maipo, Región Metropolitana, las cuales funcionan hoy como ciudades dormitorio de Santiago.
Con el propósito de lograr el objetivo de esta Memoria de Título, se reunió información relacionada con los daños producidos en viviendas de uno y dos pisos en 21 localidades, con la cual se estimó la intensidad sísmica según la escala MSK - 64. Adicionalmente, se recopilaron datos de los daños más graves de la red vial existente y se midieron microvibraciones en campo libre en 86 sitios de la zona en estudio.
Del análisis de las intensidades obtenidas se pudo identificar los factores que contribuyeron en los daños observados, destacándose entre ellos la geología superficial y la profundidad del nivel freático. En promedio se comprueba que hay una diferencia del orden de 0,5 y 1,0 grado entre los valores de la intensidad sísmica de las dos unidades geológicas predominantes: gravas (Unidad II) y gravas en matriz areno – arcillosa con intercalaciones de arenas, limos y arcillas (Unidad Va). En cuanto al efecto del nivel freático, en la medida que éste sea superficial, menor que 10 m, se observa que en la Unidad Va se tienen incrementos del valor de la intensidad sísmica del orden de 0,5 - 1,0 grados, los cuales son del orden de los indicados por Medvedev.
Al comparar las intensidades estimadas en 13 localidades para las cuales se cuenta con información del terremoto del 3 de marzo de 1985, se comprueba que este terremoto tuvo un efecto más destructivo que el terremoto del 27 de febrero en las viviendas de uno y dos pisos de la zona en estudio, resultando la intensidad sísmica para el terremoto del 3/03/1985 en promedio 0,5 y 0,5 - 1,0 grado mayor que la intensidad para el terremoto de febrero de 2010 en las Unidades II y Va respectivamente.
Finalmente, con la información obtenida con las microvibraciones registradas, se
obtuvo el índice de vulnerabilidad a la licuación de suelos, Kg, y la relación espectral H/V (REHV) propuestos por Nakamura. De las relaciones espectrales encontradas se observa que los registros en la Unidad Geológica II tienen una REHV plana de amplitud regularmente menor que 2,0, mientras que los registros en la unidad Va presentan uno o más peaks de la REHV con una amplitud mayor que 2,0 para frecuencias comprendidas entre los 0,5 y 5,5 Hz. Este resultado se puede interpretar como un claro efecto de sitio en la Unidad Va si se considera el mayor valor de las intensidades sísmicas estimadas en esta Unidad. Además se observó que el umbral de 20 propuesto por Nakamura para el índice Kg no es un buen antecedente como indicador de potencialidad de licuación del suelo.
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Intensidades Sísmicas del Terremoto del 27 de Febrero del 2010 en las 34 Comunas del Gran SantiagoMolina Arriagada, Jesarella Victoria January 2011 (has links)
El 27 de febrero del 2010 la zona centro-sur del país fue afectada por un terremoto de magitud Mw 8.8 con epicentro en el mar chileno frente a las costas de la VII Región. Producto de este terremoto se produjeron daños en una extensa zona, viéndose afectada la ciudad de Santiago.
Con el proposito de aprovechar la información de daños producidos por este terremoto se hizo un catastro de los daños en las viviendas de uno y dos pisos en 125 sectore pertenecientes a las 34 comunas que forman el Gran Santiago. Luego, aplicando ka metodología propuesta por Monge y Astroza (1989), se determinó, a partir de la distribución de los grados de daños, la intensidad sísmica en cada sector bajo dos escenarios:
Sin conciderar la movilidad de la Clase de Vulnerabilidad
Considerando la movilidad de la Clase de Vulnerabilidad
La clase de vulnerabilidad edentifica la manera en la cual los edificios responden a las vibraciones provocadas por los terremotos. La escala MSK-64 define 3 clases, A, B y C, siendo A ls clase más vulnerable y C la clase menos vulnerables. Por parte la escala EMS-98, añade 3 clases más a las definiciones anteriores, D, E y F. De esta forma, se analiza el efecto que puede tener la movilidad de la Clase de Vulnerabilidad de las viviendas encuestadas en la determinación del valor de la intensidad sísmica.
Los valores de las intensidades sís micas determinados se comparan con los valores obtenidos durante el terremoto del 3 de marzo de 1985, comprobándose que los efectos de este terremoto son mayores que los terremotos del 27 de febrero del 2010, lo que se traduce en una diferencia de la intensidad sísmica entre 0.5 y 1.0 grado en la escala MSK de intensidades.
Además, esta comparación permite corroborar los efectos locales identificados con los daños del teremoto del 3 de marzo de 1985. Con este antecedente y la caracterización de l geología superficial y de la profundidad de la napa freática de la ciudad de Santiago, los suelos de las comunas del Gran Santiago se agrupan desde el punto de vista del aumento de los daños en las viviendas del tipo unifamiliar, de la manera siguiente:
GravesSuelos aluviales; IgnimbritasArcilla y limos
Teniendo en cuenta este ordenamiento, se propoe una zonificación sísmica de la ciudad de Santiago que corresponde a una modificación de las zonifcaciones propuestas por Astroza y Monge (1989) y por Leyton et. (2010): La zonificación sísmica propuesta divide el Gran Santiago en 3 zonas, caracterizadas cada una de ellas por el tipo de Unidad Geológica en que se ubica y por el incremento de la intensidad sísmica medido con respecto a la intensidad estimada en la zona ubicada en la Unidad Geológica II (Gravas del Maipo y del Mapocho)
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A la espera de la reconstrucción: el día a día de los damnificados del terremoto de 2010Valeria Gutiérrez, Nicole Andrea 01 1900 (has links)
Memoria para optar al título de Periodista / La Memoria titulada “A la espera de la reconstrucción. El día a día de los
damnificados del terremoto de 2010” es una investigación periodística que ahonda
en las condiciones de vida de los más afectados por el terremoto y tsunami del 27
de febrero, y profundiza en los desafíos que impuso el proceso de reconstrucción
al país y sus autoridades.
Para comprender la magnitud de la catástrofe y el marco regulatorio desde
donde el Estado planteó las soluciones, se incluye un breve recuento de lo
ocurrido durante las primeras horas de la catástrofe; las reacciones de las
autoridades de la época; el surgimiento de las primeras ayudas y la creación del
Plan de Reconstrucción Nacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu),
denominado Chile Unido Reconstruye Mejor.
A través de los testimonios de personas damnificadas es posible conocer
los principales problemas que enfrentan, o enfrentaron los residentes de las
aldeas; sus tristezas, anhelos, esperanzas y opiniones respecto del proceso
diseñado y ejecutado por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
Emanada desde organizaciones civiles y de los propios afectados, se
incluye una crítica evaluación al modelo de reconstrucción, para finalmente
conocer el balance, lecciones y desafíos de este proceso, cuatro años después de
ocurrida la tragedia.
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3:34 AM la apuesta del Amanecer: crisis y resurgimiento de las comunidades de pescadores artesanales de Tubul y Lico tras el 27/FBravo Becerra, Gonzalo January 2010 (has links)
Memoria de título conducente al grado de Periodista / “3:34 am: la apuesta del amanecer” es un reportaje periodístico de naturaleza testimonial que aborda la crisis y rehabilitación de dos pueblos costeros, Tubul y Llico, prácticamente desdibujados del mapa durante la madrugada del 27 de febrero de 2010, cuando millones de chilenos despertaron bruscamente producto de un terremoto de 8,8° en la escala de Ritcher.
Estas comunidades de pescadores artesanales, separadas por 16 kilómetros y ubicadas geográficamente en la región del Bío-Bío, comuna de Arauco, observaron con resignación cómo al despuntar el alba olas de hasta 20 metros asolaron sus costas y echaron por tierra logros familiares y laborales que implicaron esfuerzos labrados toda una vida.
Desde aquel momento, ambas caletas han tenido que lidiar con enormes problemas para resurgir y vivir dignamente. No tenían viviendas, alimento, trabajo ni educación para los niños. Caminar era evitar escombros y la ayuda de las autoridades llegaba, pero a cuentagotas. Esto debido al aislamiento producido por derrumbes y la caída del puente que los comunica a la ciudad de Arauco.
Obligados a replantearse sus expectativas a futuro, poco a poco los habitantes han podido “normalizar” sus formas de vida, apelando fundamentalmente a la articulación territorial de sus comunidades. El terremoto, por lo tanto, no sólo ha generado cambios a la hora de recobrar lo material. La investigación revela que los afectados han advertido que se está desarrollando un mayor sentimiento de comunidad. Ahora buscan beneficios y metas comunes, generando una interrelación que ha fortalecido el intercambio y el conocimiento entre los vecinos de las aldeas.
La gente reconoce que haber compartido esta experiencia junto a sus pares ha aminorado el sufrimiento y la incertidumbre que representó la dimensión de la catástrofe. El desafío, entonces, para ellos es doble: recuperar no sólo lo que se llevó el tsunami en lo material sino que reconstruirse plenamente en el aspecto moral para superar sus condiciones de pobreza a través de la organización, el trabajo comunitario y el fortalecimiento de sus redes de contacto.
Por consiguiente, la presente memoria de título persigue la necesidad de fomentar la historia local de nuestra población, el patrimonio cultural de sus habitantes y los modos de subsistencia particulares de las comunidades de pescadores artesanales del sur de Chile. Además, responde a la decisión editorial de buscar historias particulares que den cuenta de emociones humanas universales, privilegiando un estilo de periodismo narrativo.
La motivación de la investigación, en consecuencia, es generar un rescate de la memoria de estos pueblos costeros contada a través de capítulos que revelen el enorme “capital social” que ha favorecido el espíritu de resiliencia de sus habitantes, tanto en el episodio del 27/F como a lo largo de su historia.
Esta investigación se divide en tres capítulos. El primer capítulo está compuesto por seis crónicas que dan cuenta de lo ocurrido en las caletas Tubul y Llico la noche del 27 de febrero, basado en los testimonios de los habitantes de dichas comunidades. Allí se describe detalladamente cómo vivieron el megasismo, la evacuación y el posterior tsunami que, visto desde el cerro por la población, devastó ambas localidades ribereñas.
El segundo capítulo es una revisión histórica de lo que considero son los acontecimientos más importantes en la historia de las caletas desde la época prehispánica hasta el 26 de febrero de 2010. El criterio de selección de estas siete crónicas es el impacto sociocultural y económico que generaron en la zona, por ejemplo, los asentamientos lafkenches, la explotación de mantos carboníferos, los cultivos de algas Gracilarias y los modos de vida del siglo XX fundamentales para modelar un temple y una entereza especiales en estas comunidades costeras.
El tercer capítulo y final, en tanto, aborda la etapa de reconstrucción desde la mañana del 27 de febrero hasta el 27 de noviembre de 2010, es decir, 9 meses de investigación. El objetivo de estas ocho crónicas es revelar cómo los pescadores artesanales, dirigentes, comerciantes, amas de casa, alumnos y toda la comunidad en sí, han enfrentado el shock inicial para tomar esta tragedia como un reto, una oportunidad para demostrar que con la unión familiar y comunitaria se pueden superar golpes de estas magnitudes.
Los damnificados, pese a las dificultades y desencuentros propias de una situación de emergencia, destacan los aspectos positivos que dejó la catástrofe en sus vidas. Entre estos resaltan una mayor unión entre vecinos que incluso previamente no se conocían y un sentimiento de fraternidad que se vio en los primeros días de sobrevivencia post-terremoto y que, con ciertos baches, ha perdurado en el tiempo.
Si miramos más allá de la tragedia, podremos ver que en el mundo hay innumerables problemas humanos que no podrían tener solución sino con la solidaridad efectiva de los miembros de la población. En este sentido, el terremoto y maremoto han sido interpretados por muchos de los entrevistados como un remezón en la vida comunitaria y una oportunidad de aprender a vivir de mejor manera apoyándose en los demás.
La emergencia de problemas comunes, el requerimiento de ayuda producto del estado de excepción y la obligación de vivir juntos en un espacio reducido han sido las principales razones, en una primera instancia, por las cuales los vecinos se han organizado luego de la catástrofe. Posteriormente, a través de la canalización de donaciones, la gestión de necesidades, la conformación de aldeas y la activación de redes con agentes tanto internos como externos, se han fortalecido las relaciones cooperativas y las organizaciones vecinales de las comunidades de Tubul y Llico.
En definitiva, colaborar al entendimiento de las prácticas y comportamientos que han ayudado a la rehabilitación de estas comunidades, no es una tarea vana y prescindible, por el contrario, es necesaria para comprender el período de reconstrucción que vive nuestro país.
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Edificio Consistorial Ilustre Municipalidad de TalcahuanoJacob Reyes, Carolina January 2011 (has links)
La problemática que se genera en torno a los espacios públicos en las ciudades actuales
es un tema de gran interés para mí. El cómo enfrentar las construcciones públicas y
cómo deben interactuar en su entorno, creo, sin duda, es parte importante de la labor
arquitectónica en las ciudades del mundo actual.
Tras el terremoto producido en Chile el 27 de Febrero del año 2010, importantes
ciudades del país sufrieron graves daños en sus construcciones y sus espacios públicos.
Apareciendo, dentro de la tragedia y la emergencia nacional, una oportunidad de plantear
nuevos edificios institucionales y espacios públicos para ciudades y comunas de gran
importancia económica e histórica para el país, que, sin embargo, por años se vieron
postergadas frente a otras necesidades.
Este proyecto de título toma como tema la reconstrucción del Edificio Consistorial de
Talcahuano. Debido a su importancia a nivel simbólico y funcional dentro de una ciudad
previamente deteriorada y hoy en día con gran parte de su ya escasa infraestructura
destruida tras el terremoto del 27 de febrero del 2010
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Análisis de la distribución espacial de la sismicidad precursora y post sísmica del terremoto MW 8.1 de Iquique 2014León Ríos, Sergio Sebastián January 2015 (has links)
Magíster en Ciencias, Mención Geofísica / El terremoto de Iquique ocurrió el 1 de Abril de 2014 en la zona norte de Chile, donde no se ha producido un evento de magnitud mayor a 8.5 desde el megaterremoto de 1877. El terremoto Mw 8.1 de Iquique 2014 fue precedido por una fuerte actividad precursora, la cual mostró su máximo de actividad el 16 de Marzo con un sismo superficial de magnitud Mw 6.7. Posteriormente, entre los meses de Abril y Julio de 2014, se observaron más de 3000 réplicas con diversas profundidades y mecanismos focales, que ocurrieron tanto en el contacto sismogénico como en la placa Sudamericana, indicando la complejidad de la secuencia sísmica.
El norte de Chile presenta una buena cobertura con estaciones sismológicas instaladas por el Centro Sismológico Nacional (CSN) y la red de colaboración internacional IPOC. Con los datos registrados producto de los sismos de Iquique es posible estudiar la distribución espacial de la sismicidad registrada, así como analizar y comprender la relación entre el proceso de ruptura de un gran terremoto y la sismotectónica de la zona. Para cumplir con este objetivo se localizaron 210 eventos del catálogo del CSN, con magnitud local mayor o igual a 4.5, observados entre los meses de Marzo y Julio de 2014, y luego a través de la inversión del tensor de momento sísmico se obtuvo la solución de mecanismo focal para un subconjunto de 150 sismos.
A partir del catálogo de mecanismos focales obtenidos se clasificó la sismicidad observada, identificando eventos de tipo inverso, normales y algunos con mecanismos focales atípicos para la zona de estudio. Estos se clasifican, además, en sismos de contacto interplaca e intraplaca superficiales. Luego, se discutió la naturaleza de la sismicidad de contacto de tipo inversa registrada en las cercanías de la fosa, identificando eventos de alto dip, los que se podrían asociar a la subducción de altos batimétricos de la placa de Nazca. Por otra parte, la generación eventos de tipo normal, se puede asociar al outer rise previo a la subducción de la placa de Nazca, mientras que los sismos atípicos y superficiales son generados, probablemente, por la transferencia de esfuerzos del proceso de subducción hacia la placa Sudamericana.
Por último, se analizó la distribución en torno al acoplamiento intersísmico y al deslizamiento cosísmico generado por el terremoto de Iquique de 2014. Se observó como los eventos, posteriores al terremoto de Iquique, rodearon una zona de bajo acoplamiento que podría estar deslizando asísmicamente, y además se concentraron en el límite Oeste del área con mayor deslizamiento cosísmico, mostrando un comportamiento similar a lo observado en otros terremotos de subducción.
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Estudio del fenómeno de licuefacción en Chile para el terremoto del Maule, 2010González Fuentealba, Javiera Paulina January 2015 (has links)
Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Mención Ingeniería Geotécnica / Ingeniera Civil / En el terremoto del Maule del 27 de Febrero del 2010 (27-F) se produjo el fenómeno de licuación de los suelos en una gran cantidad de zonas. En el presente estudio, se efectuó un extenso catastro de los sitios que presentaron este fenómeno, encontrándose más de 180 sitios distribuidos desde La Calera hasta el Lago Llanquihue, abarcando una distancia aproximada de 950 km. De este catastro fue posible constatar fallas en terrenos planos, desplazamiento lateral (lateral spreading), daños a puentes y pasos a desnivel, puertos y muelles, terraplenes de acceso, fallas de taludes, terrenos ganados al mar, tranques de relaves y flotación de estructuras enterradas. En particular, las áreas más afectadas por licuación fueron al sur de la Región Metropolitana, Retiro-Parral y Concepción-Arauco.
El lago Llanquihue se ubica a más de 150 km de Valdivia, donde se encontraba el acelerógrafo más austral y que midió un PGA igual a 0.14g, con una ventana de movimiento fuerte de unos 30 s. Esto deja en evidencia que en terremotos de gran magnitud, a grandes distancias de la zona epicentral, donde se producen movimientos de baja aceleración y duración, también pueden desarrollar licuación de suelos.
Se realizó una revisión de los principales sismos de la historia reciente de Chile, encontrándose evidencia que permite identificar características propias del fenómeno de licuación en los terremotos de 1646, 1906, 1960 y 1985, entre otros. De estos sitios se constató la ocurrencia de licuación reiterada en varios sectores, corroborándose que terrenos que han licuado en el pasado pueden volver a licuar.
Dentro de este estudio se identificaron tres sitios de especial interés, por las características y magnitud de los daños: Nancagua, Retiro y el Puerto de Coronel. En los casos de Nancagua y Retiro, los ensayos de laboratorio indican que los materiales se caracterizan por una elevada cantidad de material fino (35 y 55%) de baja plasticidad, clasificando según la USCS como SC y ML, respectivamente. Ambos materiales poseen un comportamiento contractivo con Su/σv' = 0.39 y 0.23, respectivamente. Utilizando el método simplificado de análisis de licuación, se obtiene que en ambos sectores, para aceleraciones superiores a 0.3g, el material es potencialmente licuable, condición compatible con lo observado en el terreno.
En el Puerto de Coronel la estratigrafía del terreno consiste principalmente en arenas de compacidad variable y un estrato de fango. Se realizó un retroanálisis con el software FLAC 2D reproduciéndose el nivel de deformaciones observado, del cual se obtuvo una resistencia residual normalizada para el fango igual a Su/σv' = 0.07, valor compatible con este tipo de suelos. En este caso, el análisis realizado permitió concluir una falla doble: licuación de los estratos de arena suelta y deslizamiento a través del fango.
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Chile, el terremoto y la oportunidad de la crisis: la reconstrucción en estado precario; el laboratorio de la nueva forma de gobernarFuentes Lorca, Lissette, Schüler Vidal, Ursula 27 December 2012 (has links)
Memoria para optar al título de Periodista / Han pasado casi tres años desde el último terremoto que sufrió Chile. A las 03:34 de la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, un sismo de 8.8 grados en la escala de Richter remeció al territorio.
Los sismógrafos marcaron 0.2 décimas más que en mayo de 1960, cuando una catástrofe que incluyó nueve terremotos en dos días y un tsunami asoló a la ciudad de Valdivia. El terremoto del 21 de mayo de ese año afectó gran parte de la zona centro y sur del país que quedaron incomunicadas de Santiago. Al día siguiente un segundo terremoto arrasó con poblados pesqueros como Puerto Saavedra, Corral y Queule, mientras en Valdivia, Puerto Montt, Osorno y Chiloé, los daños materiales fueron cuantiosos. En esa oportunidad las pérdidas de vidas se estimaron en cerca de dos mil personas. El papel del Estado a través de todas sus reparticiones fue fundamental para superar la tragedia y la reconstrucción.
Entre otros de los grandes sismos de las últimas décadas está el que afectó a la zona central en 1971, que marcó grado 7.5 y provocó 85 muertes y millonarias pérdidas.
Catorce años después, el 3 de marzo de 1985 otro terremoto agitó el territorio nacional desde la región de Atacama hasta La Araucanía. Murieron 167 personas y miles de viviendas quedaron destruidas.
En febrero de 2010 el movimiento telúrico que afectó a las regiones desde Valparaíso a La Araucanía duró casi tres minutos y provocó la muerte de 525 personas y la desaparición de 23, daños en viviendas, escuelas, hospitales y caminos. Como en 1960, el terremoto vino acompañado de un tsunami que impactó al borde costero de la Región del Maule y a la Isla de Juan Fernández. La desinformación de las primeras horas y de los días que siguieron, al igual que el sismo, fue de gran magnitud, pese al desarrollo que en las últimas décadas han tenido los sistemas comunicacionales.
Las consecuencias de la crisis que provocó el terremoto y la necesidad de reconstruir todavía generan roces entre los poderes del Estado, los grupos empresariales, los chilenos y chilenas afectados por el sismo y quienes se han preocupado de seguir el proceso de reconstrucción, que aún no termina.
Casi dos millones de personas fueron afectadas y muchas de ellas aún no logran recuperar su anterior calidad de vida, en términos de vivienda, educación, trabajo y entorno comunitario. En estos casi tres años se han abierto debates agitados que aún están en desarrollo para los afectados y el país.
La marcha de las reparaciones y reedificaciones de viviendas y obras públicas, así como algunos casos de corrupción en distintas escalas de la administración pública, han tenido su lugar en informes especializados y pautas de prensa. Pero hay algo que no se observa a primera vista ni se informa en los medios de comunicación: el “laboratorio” en materia de políticas públicas territoriales y sociales que ha desarrollado el gobierno de Sebastián Piñera y que el terremoto de 2010 permitió realizar mediante renovados procesos de subsidiariedad y privatización.
Después del terremoto de marzo de 1985 el recién estrenado ministro de Hacienda de Augusto Pinochet, Hernán Büchi, emprendió la privatización de las empresas estratégicas del Estado. Así también, el terremoto de febrero de 2010 generó un escenario especial para el primer gobierno de derecha elegido después de medio siglo.
La destrucción de barrios, pueblos y ciudades del sur de Chile abrió una oportunidad inesperada para un gobierno que optó por incluir a los empresarios en el diseño y la ejecución de sus lineamientos políticos. A tal punto que incluso la planificación territorial de la reconstrucción pasó a ser una materia que la institucionalidad ordinaria no contuvo: se tomó la decisión política de articular el retiro programado del Estado mediante la entrega más y más iniciativa al sector privado.
Se podría decir así que el recargado “laboratorio” inspirado en políticas neoliberales que comenzó a operar en febrero de 2010 tiene varias vertientes y antecedentes que la nutren y configuran.
Esta Memoria de Título es un reportaje de investigación sobre la reconstrucción como ventana de oportunidades para esos diseños y nuevos grandes negocios. Sobre la espera, algunos avances y muchas frustraciones que experimentan hasta hoy los damnificados de las distintas localidades golpeadas por los movimientos de la tierra y del mar. También aborda casos de negligencia y corrupción de algunas autoridades públicas. Es sobre el proceso de reconstrucción como caso de fortalecimiento del Estado subsidiario y del modelo de licitaciones y concesiones en Chile. Sobre la disminución del rol del Estado en un proceso de envergadura nacional y pública, de ese Estado que afrontó tragedias como la de Chillán en 1939 o la de Valdivia y el sur en 1960 y coordinó y planificó la reconstrucción en aquellas oportunidades. Y sobre la privatización encubierta de la planificación territorial en las localidades terremoteadas.
La potencia del terremoto no sólo afectó a la tierra. Las arenas políticas también se movieron al ritmo del 8.8. Desde que Jacqueline Van Rysselberghe fue nombrada intendenta, el Bío-Bío no conoció la paz como consecuencia de las pugnas clientelares y caudillistas que se desplegaron entre las dos principales fuerzas políticas de la región: por un lado Van Rysselberghe, con toda una tradición familiar en el Bío-Bío, y por otro el senador Alejandro Navarro, exsocialista, fundador y militante del Movimiento Amplio Social (MAS). Ambos políticos con sus rencillas de vieja y nueva data aportaron a nutrir las frustraciones de la ciudadanía penquista y de todos los habitantes de las regiones que, a partir del 27F, sintieron que entre ellos y el Estado había una distancia cada vez mayor.
Uno de los elementos decisivos del sentir ciudadano fue el abandono completo de la política respecto a las zonas afectadas. A sus ojos, los representantes de la Concertación aparecieron en las comunidades damnificadas recién un año después del sismo. En diciembre de 2011 los políticos visitaron los espacios públicos del Movimiento por la Reconstrucción Justa, instancia social que nació al calor de las demandas y necesidad de organización de los terremoteados. “Dos años después de la catástrofe llegó la senadora Ximena Rincón -precandidata presidencial en campaña- y Jaime Gazmuri -precandidato al municipio de Talca, en ese entonces-, también en campaña”, recuerda Walter Imilan, coordinador del Observatorio de la Reconstrucción de la Universidad de Chile, que le comentaban los vecinos en sus visitas a terreno.
Cada sector político buscó tener de su lado una porción de los lugareños, avizorando tal vez que el terremoto sería un tema de largo aliento y que movilizaría fuertemente a la población. Ninguna de las dos figuras políticas del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselberghe y Alejandro Navarro, escatimó recursos materiales ni políticos y el resultado fue una división que perdura hasta hoy entre los habitantes de esa región.
Para el desarrollo de esta Memoria realizamos un amplio reporteo en terreno, y a distancia; una revisión, y seguimiento de prensa; a la vez, efectuamos una recopilación y análisis de documentos públicos de libre acceso, en algunos casos, y otros obtenidos mediante la ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Está compuesta por siete capítulos y tres Anexos. Estos incluyen: la lista de fuentes personales, documentales y de la bibliografía recopilada, una cronología de los hechos y un índice onomástico.
Finalmente consignamos que esta Memoria de Título está redactada según las nuevas normas de la última edición de la Real Academia Española introducidas durante 2012.
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