La problemática central que abordamos es el lenguaje. Esta dimensión constitutiva de la sociedad, aparte de los enfoques de la lingüística (que también aprovecharemos) se lo puede abordar de varias maneras, como nos dice Moreno: a) observando las variaciones (fonética, gramatical, léxica) que existen en los diferentes grupos sociales, como los sociolectos, argotes, etc., que los estudia la sociolingüística; b) atendiendo a los usos sociales que hay en diferentes contextos culturales, que aborda (también) la pragmática; c) mostrando la coexistencia de diferentes comunidades lingüísticas (Moreno, 1998), situaciones de lenguas en contacto, biligüismos, etc., donde una variante idiomática puede servir al usuario como capital o recurso. Nosotros queremos ubicarnos en el segundo enfoque, pretendemos investigar e interpretar el lenguaje en sus usos cotidianos.