El teatro es una de las ramas de las artes escénicas y es también conocido como el arte de la representación. A veces es relacionado con la idea de poder experimentar historias vividas entre distintos personajes con el fin de contar una obra real o imaginaria y el público la podrá vivir de distintas maneras: contemplándola, sintiéndola, analizándola o también dejándose conmover por ella. Los actores a su vez representan y encarnan en escena distintos personajes que están llenos de vida y mientras más cercana sea la representación a un estado de verdad, el público lo creerá, e ingresará en esa convención: por ejemplo, si le proponemos al público que está en Grecia, entre los dioses, en otra época; el público entrará en la convención y se sentirá allí, vivenciando y siendo parte de esa experiencia. / Tesis

En la presente tesis, analizo la imagen del actor cómico en la obra ¡A ver, un aplauso! del dramaturgo peruano César de María. Dicha imagen se construye a través del drama del protagonista, Noé, quien utiliza su cuerpo y voz para interpretar a Tripaloca, un payaso charlatán. De esa manera, el cuerpo de Tripaloca se convierte en signo y símbolo, y la palabra e imaginación en mecanismos de supervivencia. La capacidad de narración y el poder de su imaginación permiten a Tripaloca escapar de la muerte momentáneamente y seguir junto al público para contarle su historia. En consecuencia, la muerte es burlada y el tiempo detenido gracias al poder de la palabra y la imaginación (recursos del teatro), y se desestabiliza la jerarquía según la cual la muerte domina al hombre. Además, Tripaloca emplea el humor y la parodia para hacer reflexionar al espectador sobre su mirada prejuiciosa hacia el espectáculo del cómico callejero y el teatro. En resumen, César de María, mediante la ficción, revaloriza y hace visible el espectáculo del cómico callejero, al plantear reflexiones y transmitir verdades incómodas al espectador, al cual invita a asumir un rol activo y responsable frente al espectáculo. / Tesis

En la presente tesis, analizo la imagen del actor cómico en la obra ¡A ver, un aplauso! del dramaturgo peruano César de María. Dicha imagen se construye a través del drama del protagonista, Noé, quien utiliza su cuerpo y voz para interpretar a Tripaloca, un payaso charlatán. De esa manera, el cuerpo de Tripaloca se convierte en signo y símbolo, y la palabra e imaginación en mecanismos de supervivencia. La capacidad de narración y el poder de su imaginación permiten a Tripaloca escapar de la muerte momentáneamente y seguir junto al público para contarle su historia. En consecuencia, la muerte es burlada y el tiempo detenido gracias al poder de la palabra y la imaginación (recursos del teatro), y se desestabiliza la jerarquía según la cual la muerte domina al hombre. Además, Tripaloca emplea el humor y la parodia para hacer reflexionar al espectador sobre su mirada prejuiciosa hacia el espectáculo del cómico callejero y el teatro. En resumen, César de María, mediante la ficción, revaloriza y hace visible el espectáculo del cómico callejero, al plantear reflexiones y transmitir verdades incómodas al espectador, al cual invita a asumir un rol activo y responsable frente al espectáculo.

El teatro es una de las ramas de las artes escénicas y es también conocido como el arte de la representación. A veces es relacionado con la idea de poder experimentar historias vividas entre distintos personajes con el fin de contar una obra real o imaginaria y el público la podrá vivir de distintas maneras: contemplándola, sintiéndola, analizándola o también dejándose conmover por ella. Los actores a su vez representan y encarnan en escena distintos personajes que están llenos de vida y mientras más cercana sea la representación a un estado de verdad, el público lo creerá, e ingresará en esa convención: por ejemplo, si le proponemos al público que está en Grecia, entre los dioses, en otra época; el público entrará en la convención y se sentirá allí, vivenciando y siendo parte de esa experiencia.

El presente texto, intenta problematizar las implicaciones éticas del trabajo autoficcional escénico desde el planteamiento ético psicoanalítico y del concepto de lo real lacaniano. Para este objetivo, sitúa la creación autoficcional en la perspectiva de la investigación desde las artes en contrapartida a la imagen dogmática del arte. Desde este encuadre, analiza las relaciones entre ética, trauma, autoficción y sublimación para intentar señalar implicancias éticas en el trabajo escénico. Finalmente, señala la potencialidad de una ética sin ideal para el trabajo autoficcional escénico y propone la reflexión ética desde la práctica y desde lo real. / The following study discusses the ethical implications of auto fictional work in performing arts, from a psychoanalytical ethical perspective and from Lacanian concept of the real. To achieve this goal auto fictional creation is understood from the research from the arts, framework which acts as a counterpart to the dogmatic image of art. Based upon these frameworks the study analyzes the relationships between ethics, trauma, self-fiction and sublimation pointing out the ethical implications in performing arts. Finally, it discusses the potential of an ethic that takes a step back of an ideal for performing arts an and instead, proposes understands ethical reflection as constructed within practice and from the real.

Made available in DSpace on 2016-04-28T20:38:54Z (GMT). No. of bitstreams: 1 Dissertacaook.pdf: 1574734 bytes, checksum: 8de7b0c1e27c4b84a67ab252bb8885e3 (MD5) Previous issue date: 2005-11-30 / Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico / The Garden of the Illusions tries to map the 33 years of the Theatrical Group "Vira Lata", from Blumenau, Santa Catarina. Obviously, we work, then, with a past, with an immersed memory in reality. However, it s in its pure form, in itself, this duration remains virtually. Of this form, we were taken, initially, for a problematically: if our body, even that subtly, it serves as a link between the virtual and the current one, could we use the writing as a way to provoke updates of this virtual one? A writing that would finish for being worried not only about what it happened, but with what the event could put in motion the bodies of the people who had tried it. The challenge consists, therefore, in taking a writing to describe the affections that had gained life through the work of the Group "Vira Lata". The result of this challenge is the best of small texts organized in a structure of theatrical spectacle. We count on a Prologue of Illusions, eleven Acts and an Epilogue of Illusions. Each Act sets in motion a Machine Vira Lata . We have an infancy machine, an actor machine, a selling of illusions machine and others. Our map spreads itself in many territories, it dialogues with many forces. But if there is a plus in the Garden of the Illusions it is called: the duel between the forces that cross ourselves when we are trying to survive. It was not without some daring that we condense these forces around two great vectors. I - Vector of destruction of the unique processes, in which are joined the forces that want us weak, sad, servants, fools, frivolous, daily and taxable. It is the will of private, of privatization of the bodies. A condensation where the fear and the paranoia take account of the life. They congeal the creation processes leading to the destruction of the potentials and an oppressive submission to the ideal. The models, the essences, they appear as redeemer of pain. II - Vector of increase of the unique processes, in which are joined the forces that cross us. It is the will of delirium, of creation, of intoxication. The life is flooded by the risk. The models, the essences, the ideal could not support themselves. There is not a correct way, insurance, comfortable to survive. Greedy is still delirious. Balsams only slacken / O Jardim das Ilusões tenta cartografar os 33 anos da Equipe Teatral Vira Lata , de Blumenau, Santa Catarina. Obviamente, trabalhamos, então, com um passado, com uma memória imersa em realidade. Porém, que em sua forma pura, em seu em si, essa duração permanece virtual. Dessa forma, fomos tomados, inicialmente, por uma problematização: se nosso corpo, ainda que sutilmente, serve de ponte entre o virtual e o atual, poderíamos utilizar a escritura como meio de provocar atualizações desse virtual? Uma escritura que acabaria por preocupar-se não apenas com aquilo que aconteceu, mas com aquilo que o acontecimento fez/faz movimentar nos corpos das pessoas que o experimentaram. O desafio consiste, portanto, em levar uma escrita a descrever as afecções que ganharam passagem através do trabalho da Equipe Vira Lata . O resultado desse desafio é uma coletânea de pequenos textos organizados numa estrutura teatral de espetáculo. Contamos com um Prólogo de Ilusões, onze Atos e um Epílogo de Ilusões. Cada Ato aciona uma Máquina Vira Lata. Temos uma máquina infância, uma máquina ator, uma máquina vendedor de ilusões etc. Nosso mapa se espalha em muitos territórios, dialoga com muitas forças. Mas se há uma unidade diferenciante em O Jardim das Ilusões ela se chama: o duelo entre as forças que nos atravessam ao tentarmos sobreviver. Não foi sem alguma ousadia que condensamos essas forças em torno de dois grandes vetores. I Vetor de aniquilamento dos processos de singularização, no qual são reunidas as forças que nos querem fracos, tristes, servos, tolos, fúteis, cotidianos e tributáveis. É a vontade de privada, de privatização dos corpos. Uma condensação onde o medo e a paranóia tomam conta da vida. Congelam os processos de criação levando ao aniquilamento das potencias e a uma opressiva submissão ao ideal. Os modelos, as essências, surgem como redentores da dor. II Vetor de potencialização dos processos de singularização, no qual são reunidas as forças que pedem passagem, que nos atravessam. É a vontade de delírio, de criação, de embriaguez. A vida é inundada pelo risco. Os modelos, as essências, o ideal não conseguem mais se sustentar. Não há uma maneira correta, segura, confortável de sobreviver. Famintos ainda deliram. Bálsamos apenas amortecem