Este libro, si bien ya con tres años de publicado, merece una lectura atenta. Compilación de trabajos de varios autores latinoamericanos dedicados a la televisión, especialmente a la televisión pública, sirve en parte para entender la situación actual de este medio en la región, en parte para imaginarse nuevas formas de televisión, y también, quizá de manera más destacada , para percibir el giro que el pensamiento crítico sobre medios ha tomado en América Latina.

Nadie puede asegurar que fuera cierto, pero una de las cosas que se dijeron en los primeros tiempos de la televisión en Lima es que mucha gente se había dado cuenta que necesitaba anteojos para observar el nuevo objeto. Las ventas de los establecimientos ópticos registraron ese descubrimiento que hicieron muchas personas sobre su propia vista. El ojo se convertía en algo más importante, si cabe. Aunque mínimo, ese fragmento de información parece revelador de los tiempos que comenzaban a correr, y que desde entonces no se han detenido: no solo cambiaba lo observado, también estaba cambiando el observador. Los anteojos eran un objeto material en una serie infinita de cambios y novedades psicológicas, políticas, cognoscitivas, culturales, e incluso físicas, si se considera el triángulo obesidad, sedentarismo, televisión. / Nadie puede asegurar que fuera cierto, pero una de las cosas que se dijeron en los primeros tiempos de la televisión en Lima es que mucha gente se había dado cuenta que necesitaba anteojos para observar el nuevo objeto. Las ventas de los establecimientos ópticos registraron ese descubrimiento que hicieron muchas personas sobre su propia vista. El ojo se convertía en algo más importante, si cabe. Aunque mínimo, ese fragmento de información parece revelador de los tiempos que comenzaban a correr, y que desde entonces no se han detenido: no solo cambiaba lo observado, también estaba cambiando el observador. Los anteojos eran un objeto material en una serie infinita de cambios y novedades psicológicas, políticas, cognoscitivas, culturales, e incluso físicas, si se considera el triángulo obesidad, sedentarismo, televisión.

Cuando Mario Vargas Llosa dedicó una de sus columnas semanales a The Wire, los lectores de habla hispana tuvieron un gran incentivo para acercarse a una serie que probablemente estuvo a su disposición pero fue ignorada durante su emisión original, en HBO, desde 2002 hasta 2008. Sus 60 capítulos coincidieron con la mucho más popular, premiada y alabada The Sopranos, serie que sin duda es buena, pero que no está en el mismo estrato. Donde The Sopranos nos muestra cómo el individuo es finalmente hechura de su entorno, en el sentido más limitado del término, The Wire nos cuenta como los individuos no son más que peones en un ajedrez de dioses indiferentes, tomando el término usado por el creador David Simon y su partner Ed Burns y recogido por MVLL en su artículo de octubre de 2011. / Cuando Mario Vargas Llosa dedicó una de sus columnas semanales a The Wire, los lectores de habla hispana tuvieron un gran incentivo para acercarse a una serie que probablemente estuvo a su disposición pero fue ignorada durante su emisión original, en HBO, desde 2002 hasta 2008. Sus 60 capítulos coincidieron con la mucho más popular, premiada y alabada The Sopranos, serie que sin duda es buena, pero que no está en el mismo estrato. Donde The Sopranos nos muestra cómo el individuo es finalmente hechura de su entorno, en el sentido más limitado del término, The Wire nos cuenta como los individuos no son más que peones en un ajedrez de dioses indiferentes, tomando el término usado por el creador David Simon y su partner Ed Burns y recogido por MVLL en su artículo de octubre de 2011.

Una de las principales hipótesis de este libro es que el directo televisivo instauró un discurso cuya emergencia fue para el siglo XX como la de la fotografía para el siglo XIX, porque se hizo cargo, gracias a su nuevo poder referencial, del vínculo con lo real. Su emergencia fue tan importante que terminó resignificando el sistema de los lenguajes conocidos, afectando a la vez a discursos como el artístico y el informativo.

Bienvenidos al segundo número de La mirada de Telemo. Queremos empezar agradeciendo sus visitas y comentarios a nuestro primer número, han sido todos aportes gratificantes y motivadores. En esta segunda edición, presentamos nuevos aportes para continuar con el diálogo sobre la televisión. Televisión que en el caso peruano ha cumplido medio siglo, motivo por el cual hemos dedicado el Dossier de esta edición a revisar las experiencias que han marcado su desarrollo y que fueron presentadas en el marco del Seminario Internacional de Televisión: 50 años de la televisión en el Perú. / Bienvenidos al segundo número de La mirada de Telemo. Queremos empezar agradeciendo sus visitas y comentarios a nuestro primer número, han sido todos aportes gratificantes y motivadores. En esta segunda edición, presentamos nuevos aportes para continuar con el diálogo sobre la televisión. Televisión que en el caso peruano ha cumplido medio siglo, motivo por el cual hemos dedicado el Dossier de esta edición a revisar las experiencias que han marcado su desarrollo y que fueron presentadas en el marco del Seminario Internacional de Televisión: 50 años de la televisión en el Perú.

La comunicación tiene la capacidad de ser muchas cosas, según el ojo que la vea. Sin embargo, el común denominador a la hora de pensarla es su habilidad para transformar la realidad. Cuando la comunicación pone el foco en que esa trasformación que le es propia apunte a mejorar la vida en sociedad, ésta se inviste de un potencial que va más allá de los límites, que uno pueda imaginar.

Parker Lewis, La Pequeña Maravilla, El Príncipe de Bel-Air, Alf, Quién Manda a Quién, Tres por tres… Si alguna de estas series te suenan familiares es porque como yo, naciste en los 80’s y te gustaban las sit coms enlatadas que, antes del cable, podíamos ver en televisión todos los días. Años más tarde, seguro viste Friends, Seinfield, Mad About You, That’ 70s Show, Two and a Half Men o The Big Bang Theory, esta vez ya con el cable a cuestas. Al mismo tiempo existían otras series dramáticas con algún toque de comedia que también te capturaron. A mí me pasó con una en especial: las Gilmore Girls.

En este artículo se analiza la telenovela “El Clon” a la luz de los planteamientos acerca de la interculturalidad y la globalización Partimos de la idea de entender a la televisión como un espacio que representa distintos mundos posibles, diferentes entre sí pero en constante diálogo

Actualmente venimos escuchando en los medios acerca de la posición económica de nuestro país a nivel internacional, así como de las relaciones económicas que mantiene el Perú con otros mercados. A modo de ejemplo, nuestros últimos gobiernos se han encargado de publicitar políticamente los tratados de libre comercio (también conocidos como “TLC”) o acuerdos de promoción comercial que celebramos con otros países o grupo de países. / Actualmente venimos escuchando en los medios acerca de la posición económica de nuestro país a nivel internacional, así como de las relaciones económicas que mantiene el Perú con otros mercados. A modo de ejemplo, nuestros últimos gobiernos se han encargado de publicitar políticamente los tratados de libre comercio (también conocidos como “TLC”) o acuerdos de promoción comercial que celebramos con otros países o grupo de países. / Actualmente venimos escuchando en los medios acerca de la posición económica de nuestro país a nivel internacional, así como de las relaciones económicas que mantiene el Perú con otros mercados. A modo de ejemplo, nuestros últimos gobiernos se han encargado de publicitar políticamente los tratados de libre comercio (también conocidos como “TLC”) o acuerdos de promoción comercial que celebramos con otros países o grupo de países.

Memoria para optar al título de Periodista / D entro de unos años la televisión será totalmente distinta a lo que hoy conocemos y mucho más parecida a las tecnologías que utilizan actualmente los multimedia. Esto implicará cambios profundos y un esfuerzo importante para el país. La industria televisiva y los usuarios deberán adaptarse a la televisión digital de alta definición, una innovación tecnológica que es un verdadero cambio de paradigma, cuya trascendencia no se compara con lo que fue el paso de las transmisiones en blanco y negro a las de color. La nueva arquitectura digital de los televisores de alta definición interactuará flexiblemente con equipos de computación, telecomunicaciones y electrónica de consumo. Su señal, de gran resolución de imagen y fidelidad de sonido, hará de la experiencia televisiva algo mucho más parecido a ver cine. Además, permitirá que dentro de la misma frecuencia asignada se emita una señal de alta definición o varias con resolución estándar. La introducción de esta nueva tecnología en el país conlleva significativas decisiones para el Estado chileno. No es un tema menor la adopción de una de las tres normas existentes en el mundo. Japón, Estados Unidos y Europa han desarrollado sus propios estándares y la aceptación de uno de ellos tendrá consecuencias económicas y culturales para el país. Para diciembre de 2000, las autoridades involucradas en la materia (Subsecretaría de Telecomunicaciones, CNTV y Anatel) esperan tener definida la norma que regirá las emisiones de la televisión digital en Chile. Además, esta decisión debería considerar que el proceso de integración con las naciones vecinas se puede ver potenciado o debilitado, dependiendo de qué opción se tome. El objetivo de esta investigación periodística es explicar la diferencia entre televisión analógica y digital, los usos de esta nueva tecnología y las implicancias que tendrá para la industria televisiva, el usuario y la sociedad chilena. El primer capítulo se refiere al gran salto tecnológico que significa la televisión digital (TVD). En el siguiente, se detallan las características técnicas de esta nueva tecnología. El tercer capítulo expone el desarrollo de las tres principales normas técnicas que existen. El cuarto define la característica a tomar en cuenta para definir un estándar para Chile. El último capítulo contextualiza el desarrollo de la TVD en la era de la convergencia de las telecomunicaciones.