Memoria para optar al título de Periodista / Cómo sueña la crónica nuestro presente. Cómo lo relata. Da cuenta o no de la diversidad y tenor de los conflictos existentes en nuestra sociedad. Cuáles son sus conos de sombra. Qué particularidades tienen sus silencios. Cómo nos habla de singulares regímenes de verdad que circulan en nuestro presente. Qué tipos de archivos de nuestra contemporaneidad configura. De qué manera forja un mapa de la deriva de nuestra cultura, de las subjetividades que nos cruzan, de las racionalidades que nos atraviesan. Cómo nos habla de los disciplinamientos que someten el cuerpo y el alma de los ciudadanos.
Han sido éstas las inquietudes que circunscribieron las indagaciones de la presente tesis.
Para la lectura de este ejercicio es pertinente vislumbrar claramente dos intenciones. En primer lugar, una manifiesta voluntad de construir e instalar una mirada técnica sobre la escritura periodística. El primer objetivo fue articular un conjunto de herramientas analíticas —junto con distanciarnos de una retórica impresionista— constituyeran, un aporte al estudio de la prensa. El marco teórico es, al mismo tiempo, punto de partida y cuerpo sobre el cual el análisis vuelve una y otra vez. La obra de Michel Foucault —principal referente teórico de la tesis— no constituyó un modelo del cual extraer y aplicar automáticamente procedimientos analíticos. Fue, precisamente, un referente. Sin lugar a dudas, el más importante, el más fructífero. Permitió, en un primer acercamiento al corpus, concebir la escritura como un espacio de saber de nuestro presente. Luego, habilitó un doble despalzamiento del análisis: una indagación de la escritura como ámbito del poder y como materialidad que habla de ciertas subjetividades, de ciertos modos de experimentar el presente.
El segundo plano de la tesis es el análisis propiamente tal. La aplicación de la mirada técnica configurada dibujó un objeto de análisis ceñido a la propia materialidad de la escritura, al espesor del lenguaje periodístico actual. Este archivo fue indagado no como un conjunto de contenidos gestado en una realidad ajena al propio ejercicio periodístico. Se lo interrogó como una maquinaria constituida por el conjunto de sus modulaciones escriturales: un dispositivo que activa una pluralidad voces y formatos escriturales en la composición del cuerpo noticioso.
La reflexión central intentó, en tal sentido, aproximarse a los procedimientos, disposiciones, a los criterios de validación, de configuración de las verdades expuestas: se comprendió un fragmento de publicaciones periodísticas como un espacio en el cual se construyen, en un momento singular, saberes públicamente legítimos.
En el análisis de Michel Foucault, la historia crítica del pensamiento corresponde a la historia de la emergencia de los juegos de verdad. Es la historia de las veridicciones entendidas como formas según las cuales se articulan sobre un dominio de cosas discursos susceptibles de ser llamados verdaderos o falsos: mapa de las condiciones bajo las cuales emergen o modifican ciertas relaciones de sujeto a objeto, en la medida en que éstas son constitutivas de un saber posible.
Las verdades que emergen de la escritura noticiosa, los saberes de los cuales da cuenta, sólo se muestran como posibilidades articuladas por las dinámicas propias de sus dispositivos. Las modulaciones alumbran, entre todas las cosas que se dicen, esbozan o garabatean aquellas afirmaciones que se singularizan por su pretensión de desplegar sentidos serios sobre la actualidad.
Se puede afirmar que ningún medio miente. El Mercurio no miente. La Época, El Siglo o La Cuarta tampoco. Todo lo dicho y todos los silencios, la totalidad de los recortes y modulaciones del material noticioso responden a parámetros de decibilidad que regulan sus escrituras: procedimientos de argumentación, estilos de razonamientos, juegos de corroboraciones que señalan modos, quizás efímeros, de pensar, de problematizar y experimentar el presente.
Al proponer la crónica —en su perspectiva de nota informativa— como espacio apropiado para un análisis de este tipo, se consideró que en la materialidad del discurso, en el espacio visible que componen los periódicos, es la crónica un punto donde convergen redes de saber, poder y subjetividad propias de nuestra contemporaneidad. Es ese el formato de las contingencias, el de las escrituras aparentemente rudimentarias, destinadas sólo a perpetuar la jornada: es el centro del quehacer periodístico.
La crónica es una maquinaria que habla, varía y se desarrolla como una experiencia pública de las actualidades. En el espacio conformado por esta escritura en la prensa chilena, pueden ser analizados los tópicos que constituyen su cuerpo, el desplazamiento de las plumas en cada uno de los objetos noticiosos, el repertorio de voces que logra constituirse en enunciados: las condiciones de posibilidad de la escritura, propias del período en el cual se materializan.
El recorte temporal elegido, el mes de septiembre, es en el contexto del análisis concebido como una especie de pequeño laboratorio donde poder vislumbrar los ecos de nuestra historia. En este mes se condensan los poderes en tanto tácticas y estrategias y, al mismo tiempo, se visualizan los dispositivos en juego en el quehacer periodístico, sus juegos de verdad, los saberes que circulan en este espacio discursivo. Es un mes en el cual, en definitiva, se han territorializado históricamente las marcas más significativas de nuestra cultura.
Con el propósito de ampliar la lectura del mes de septiembre como un importante espacio de resonancias de redes de poder, saber y subjetividad presentes en el periodismo, se incluyó una serie de anexos históricos que contextualizan el análisis. El contrapunto del análisis y los anexos se entendió como un ejercicio que especifica —sin pretensiones de establecer correspondencias absolutamente directas— el ámbito de emergencia del periodismo actual.
La opción por La Época y La Cuarta obedeció fundamentalmente a la percepción de que aún cuando ambos se ubican en la amplia gama de periódicos intermedios que existen en el mercado chileno, ellos se visualizan como ofertas informativas diametralmente opuestas. Variedad y mayor riqueza de elementos útiles para este análisis.
Respecto al material bibliográfico utilizado, si bien básicamente éste ha tenido como referente básico la obra de Michel Foucault y el necesario complemento de las reflexiones de Gilles Deleuze, se ha incorporado al análisis otros textos que amplían ciertos aspectos de este trabajo. Entre otros, James Miller, Esther Díaz, Tomás Moulian o Tom Wolfe.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/136258 |
Date | 05 1900 |
Creators | Cabrera Segura, Hugo, Jarpa, Paula, Jiménez, Doraliza, Requena, Rodrigo |
Contributors | Ossandon Buljevic, Carlos Andres, Instituto de Comunicación e Imagen |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
Page generated in 0.0032 seconds