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Chaitén: el volcan que cambió el destino de una ciudad

Memoria para optar al título de Periodista / Autor no autoriza el acceso a texto completo de su documento / “Ya brota sangre humeante de mi abierta herida” decía el poeta Manuel Gutiérrez
Nájera en una métrica que llamó Madre Naturaleza. Qué letras más simbólicas para
empezar a contar un cuento de tragedia y de dolor, cuando se abre la Tierra y la madre
natura muestra todo su poder. Pero “quedo inerme con la espada rota en la terrible lucha
por la vida”, sigue el poema y muestra el otro ángulo de este mismo cuento: el de héroes
comunes y corrientes que luchan para volver a tener una vida normal.
Esta es la historia de Chaitén y de su gente. La de una decena de calles ordenadas
pero perdidas en el inicio de la Patagonia chilena, que llegó a ser capital provincial y
ciudad modelo y acabó siendo símbolo de destrucción, de abandono y de desesperanza,
pero también de valentía, de coraje y de tesón de sus habitantes.
Son ellos los protagonistas de esta historia: los chaiteninos. Ícono casi arquetípico
del sureño “duro de mollera” que no deja que le arrebaten su pueblo. Ni la naturaleza ni
las autoridades. Porque para ellos Chaitén, lejos de ser un grupo de calles perdido en la
zona más lluviosa de Chile, era un cúmulo de recuerdos, de tradición, de historias
familiares, una forma de vida. Su vida. Su ciudad. Y como decía Huidobro en otro poema
dedicado también a esa señora vestida de verde con apariencia de árbol, hálito a brisa
primaveral y ojos de sol de enero: “¡Non serviam! No te serviré. No he de ser tu esclavo,
Madre Natura; seré tu amo.”
No. Los habitantes de Chaitén ni se rinden, ni se venden…pero se tuvieron que ir a
otro lugar. A cualquiera lejos del volcán homónimo que nadie conocía y que pidió su lugar
en la historia ese 2 de mayo de 2008 lanzando al aire una bocanada de cenizas que se
elevó 12 kilómetros por el cielo y trató de sepultar para siempre, bajo un cemento gris, el
pueblo que le dio su nombre. Trató. Estuvo muy cerca, de hecho. Pero no pudo. Hizo
daño, pero no pudo. Sus habitantes tuvieron que huir, muchos se quedaron fuera, pero
otros volvieron y ahora luchan con porfía por ver renacer su pueblo desde las cenizas.
Esta es la historia de esa epopeya, la de los que se quedaron, la de los que
volvieron y la de los que quieren volver a construir sus vidas, sus historias, sus casas, sus
calles, sus plazas. Para eso no sólo tendrán que luchar contra la naturaleza, sino también
contra la decisión de las autoridades y, sobre todo, contra el creciente olvido de sus
compatriotas que pasado el fragor de la emergencia hicieron a un lado la empatía, la
compasión y la solidaridad.
Esta es la historia de Chaitén.

Identiferoai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/134474
Date January 2012
CreatorsBalbontín Rojas, Paloma Andrea
ContributorsGonzález Rodriguez, Gustavo, Instituto de Comunicación e Imagen
PublisherUniversidad de Chile
Source SetsUniversidad de Chile
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis

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