Memoria para optar al Título de Periodista / Los logros que Chile ha alcanzado en materia de infraestructura están a la vista.
Estos avances fueron sin duda considerados para que el 15 de diciembre de 2009 el país
alcanzara una de las metas más ambiciosas que se había propuesto en el ámbito de la
política internacional en los últimos 20 años: el ingreso a la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), formada por las más influyentes
economías del mundo lideradas por Estados Unidos, Japón, Turquía y los países
miembros de la Unión Europea.
Convertido en el miembro número 31 y el segundo país latinoamericano ─
después de México ─ en incorporarse a este selecto grupo de naciones, Chile consolidó
así su categoría de país “desarrollado” ante el resto del mundo.
Este logro es resultado de largos años de trabajo en los que se han invertido
cuantiosas sumas de dinero para conectar y embellecer el país y demostrar al resto de
las naciones que Chile se encuentra a la altura del epíteto que lo calificó en algún
momento como el “jaguar de Latinoamérica”. La fórmula ha sido una alianza públicaprivada
en que el Estado entrega una obra en concesión a una empresa privada que la
construye, la explota y, posteriormente, la devuelve al poder público.
Modernos edificios públicos, puertos, aeropuertos, cárceles y autopistas se han
construido en estos 17 años con los últimos estándares en tecnología, gracias a la
intervención de las empresas privadas en la ejecución de estas obras. Hoy Chile cuenta
con una red de autopistas que interconecta gran parte de su franja territorial y ostenta el
título de ser uno de los primeros países en el mundo en implementar el dispositivo de
cobro electrónico de peajes, denominado TAG.
Mi preocupación sobre este tema tuvo su punto de partida meses antes del
terremoto de febrero de 2010, en la seguidilla de problemas que han enfrentado los
usuarios de las autopistas urbanas concesionadas de Santiago, cuyos contratos no han
sido del todo transparentes para el público. La motivación comenzó a crecer al avanzar
en la investigación y descubrir que no sólo se trata de autopistas urbanas, sino de todo un aparataje de obras que se han entregado en concesión a conglomerados que tienen inversiones en otras áreas de negocios. Al profundizar un poco más, nos encontramos
con actores políticos y económicos que hoy por hoy están en el primer plano, como el propio Presidente de la República Sebastián Piñera; José Cox, su amigo y socio; Herman Chadwick, primo hermano del Primer Mandatario, y grandes familias chilenas que tienen participación en más de una sociedad concesionaria.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/135778 |
Date | January 2010 |
Creators | Muñoz Quilodrán, Julia |
Contributors | Monckeberg Pardo, María Olivia, Instituto de Comunicación e Imagen |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
Rights | Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/ |
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