Esta investigación se centra en el análisis y reconstrucción de los episodios violentos ligados al sindicalismo en Catalunya durante las dos primeras décadas del siglo XX, prestando particular atención a las relaciones entre los distintos actores involucrados en la conflictividad laboral, es decir, sindicatos, empresarios, esquiroles y el Estado. El marco cronológico toma como referencia dos grandes hitos de la conflictividad social: la huelga general de febrero de 1902 y el conflicto de la Canadenca en 1919. La huelga general de 1902 marcó una transformación importante con respecto a las políticas de orden público en Barcelona, pasando de una lógica reactiva a una preventiva. Durante los años siguientes, esta nueva política, facilitada por un importante descenso de la movilización sindical, logró controlar e inhibir la acción colectiva de los trabajadores en las calles, aunque esto significó en ocasiones la aparición de un tipo de violencia sindical ligada a pequeños grupos. Por otra parte, el fracaso del régimen de la Restauración en canalizar institucionalmente la conflictividad contribuyó a generar un sistema de relaciones laborales informal basado en la figura del Gobernador civil. De este modo, la violencia sindical se convirtió también en un importante mecanismo de presión política para obligar a las autoridades a intervenir en las huelgas. Tras la Semana Trágica, la violencia sindical sufrió transformaciones importantes, surgiendo algunas huelgas particularmente violentas, aunque éstas fueron la excepción en el panorama laboral barcelonés. En particular, se desarrolló una forma nueva de violencia, los “atentados sociales”, que asumieron un carácter altamente organizado, especialmente en el sector metalúrgico y del ramo del agua. La situación creada por la Primera Guerra Mundial impulsó una importante movilización de los trabajadores, que permitió la recuperación de formas tradicionales de acción colectiva; sin embargo, la huelga general de 1917 y sus repercusiones contribuyeron a frenar momentáneamente el auge sindical. En este contexto, se desarrolló un ciclo de atentados en el sector textil contra empresarios y contramaestres, que culminó con el asesinato del industrial Josep Albert Barret a comienzos de 1918. La creación de los Sindicatos Únicos durante ese año contribuyó a polarizar aún más el ambiente social a través de una alta conflictividad en que la violencia expresaba el poder que había alcanzado el sindicalismo en Barcelona, en vez de representar un signo de debilidad como tradicionalmente había sucedido. Esta dinámica confrontacional alcanzó su culmine durante la huelga general y el lockout patronal de 1919, iniciando un período de extremada violencia y enfrentamientos conocido como pistolerismo. Además de Barcelona, la investigación se centra en seis ciudades catalanas (Palafrugell, Sant Feliu de Guíxols, Terrassa, Sabadell, Reus y Tarragona), analizando los principales momentos de conflictividad de cada una de ellas y determinando las principales diferencias y similitudes con Barcelona. En este sentido, en otras zonas de Catalunya las agresiones físicas fueron un fenómeno más bien excepcional, privilegiándose alternativas como algunos mecanismos de presión comunitarios. Por último, el trabajo incluye una apartado dedicado a situar la situación barcelonesa en una perspectiva comparada, tomando como casos de estudio la violencia sindical en Sevilla, Vizcaya y Milán, destacándose cómo en estas localidades las formas colectivas de violencia fueron preeminentes durante el período estudiado. / This research focuses on the analysis and reconstruction of violent episodes linked to trade unionism in Catalonia during the first two decades of the 20th century, paying particular attention to the relationships among the different actors involved in industrial disputes, i.e. unions, entrepreneurs, strike-breakers, and the State. The study period draws on two major landmarks in social conflict: the general strike of February 1902 and the conflict of the Canadenca in 1919. The general strike in 1902 produced a major transformation in Barcelona’s public order policies, a shift from reactive to preventive policy logic. During the following years, this new policy, favoured by a significant decline in union mobilization, managed to control and inhibit workers’ collective action in the streets; however, it sometimes implied the emergence of a kind of industrial violence linked to small groups. On the other hand, the failure of the Restoration regime to institutionally channel industrial disputes contributed to the development of an informal system of labour relations based on the figure of the civil governor. Accordingly, industrial violence became an important political pressure mechanism to force authorities to intervene in strikes. After the Tragic Week, the industrial violence underwent major transformations which occasionally gave rise to some particularly violent strikes, yet these were of an exceptional kind. Additionally, a new class of violence appeared: the “social attacks”. These were highly organised, especially in the metallurgy and textile finishing industries. The situation created by the First World War motivated an important workers’ mobilization, which in turn allowed the recovery of traditional forms of collective actions. Nevertheless, the general strike of 1917 and its repercussions affected the growth of trade unions negatively. In this context, a round of attacks against textile business owners and wardpressers emerged, ending with the murder of Josep Albert Barret in early 1918. The same year, the establishment of the “Single Unions” polarized the social environment through increased unrest. This way, violence would become the expression of the unions’ power in Barcelona as opposed to the image of weakness it previously represented. This contentious dynamics reached its climax over the general strike and the lock-out of 1919, giving way to a new period of marked violence and confrontations known as pistolerismo. Besides Barcelona, this research analyses the key disputes periods in six Catalan cities, i.e. Palafrugell, Sant Feliu de Guíxols, Terrassa, Sabadell, Reus y Tarragona, and determines the main similarities and differences between them and Barcelona. In this sense, in other cities of Catalonia physical aggressions were very rare, preferring other alternatives as communitarian pressure mechanisms. Finally, this work includes a compared perspective on Barcelona’s situation, considering case studies on union violence in Seville, Biscay, and Milan, highlighting how their forms of collective violence were prominent during this period.
Identifer | oai:union.ndltd.org:TDX_UAB/oai:www.tdx.cat:10803/285135 |
Date | 19 December 2014 |
Creators | Marinello Bonnefoy, Juan Cristóbal |
Contributors | Gabriel, Pere, 1945-, Universitat Autònoma de Barcelona. Departament d'Història Moderna i Contemporània |
Publisher | Universitat Autònoma de Barcelona |
Source Sets | Universitat Autònoma de Barcelona |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | info:eu-repo/semantics/doctoralThesis, info:eu-repo/semantics/publishedVersion |
Format | 672 p., application/pdf |
Source | TDX (Tesis Doctorals en Xarxa) |
Rights | L'accés als continguts d'aquesta tesi queda condicionat a l'acceptació de les condicions d'ús establertes per la següent llicència Creative Commons: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/, info:eu-repo/semantics/openAccess |
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