La tendencia integradora global relacionada con los procesos económicos, sociales y culturales de los últimos años han propiciado un grupo de transformaciones que influyen en los modelos y paradigmas actuales. En los sistemas socioeconómicos los diferentes esquemas territoriales estrechan la asociación entre los fenómenos mundiales y locales. En ese orden las regiones adquieren una importancia especial, tanto en la práctica académica, como en el diseño de la política y la gestión económica. El turismo se considera como un fenómeno espacial por ser una práctica social colectiva generadora de actividades económicas (Vera-Rebollo, 2013). Se puede definir como una acción humana territorial que es comparativa con otras funciones sociales o económicas (Hiernaux y González, 2014). La producción turística incluye los territorios en los productos y al propio tiempo el territorio se convierte en producto comercializable. El turismo constituye una actividad significativamente beneficiosa que permite ingresos importantes de sumas de divisas y crea oportunidades de empleo y la articulación dinámica de cadenas de valor (Ministerio del Turismo [Mintur], 2018). En declaraciones formuladas por la Organización Mundial del Turismo (UNWTO, 2019) se expone que el sector turístico a escala mundial representa una contribución a la economía global de unos 7,2 billones de dólares norteamericanos, para un 9,8% del producto interno bruto mundial. Para Cuba es la principal fuente de entrada de divisas y calificado como el motor impulsor de la economía cubana. En Cuba los territorios donde se desarrolla la actividad turística poseen centralidad, ya que son objeto de visitas (Sancho, 1998) y tienen una oferta estructurada de servicios para satisfacer a los turistas de acuerdo con el valor de los atractivos y activos del lugar. Se destacan por la existencia de una marca que sintetiza la oferta y que propicia su posicionamiento en el mercado mediante los afectos y sentimientos, así como las unidades territoriales forman parte de un proceso comercializador del espacio geográfico (Valls, 2004). El turismo es definido por las relaciones entre la esfera socioeconómica sectorial y la esfera geográfica. La primera no se materializa totalmente en el lugar que visita el turista, pues una parte importante de los procesos se dan en el lugar de origen. El componente geográfico está formado por diversos recursos e infraestructuras turísticas (Barrado, 2004). El espacio turístico está constituido por una parte del espacio geográfico donde se produce el turismo y que está compuesto por los atractivos naturales, históricos y sociales creados para que se produzca esta relación (Liszewsky, 2009). En términos más simples el espacio turístico es la parte del espacio geográfico donde el turismo ocurre (Wlodarczyk, 2009), lo que le confiere el carácter territorial de la actividad turística y donde la jerarquía y la distribución de los espacios se define por la ubicación, variedad y concentración de los servicios ofertados y su área de influencia donde la rentabilidad de estos productos está definida por la proximidad de su competencia. En Cuba la mayor parte de la gestión turística comparte el enfoque sectorial en su organización, dirección, control y desempeño, que resulta clave para generar sinergias que permiten compartir procedimientos, tecnologías, actividades y proveedores (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2014). La gestión sectorial del turismo proporciona la articulación de políticas sectoriales capaces de identificar las oportunidades y los objetivos comunes de todas las empresas en interés de lograr contribuciones de gran magnitud. Para el sector turístico puede que no resulte totalmente saludable priorizar a ultranza el enfoque sectorial y relegar a planos inferiores el enfoque territorial, ello se debe al carácter eminentemente espacial de la actividad turística. La clave se puede localizar en el adecuado balance entre el enfoque sectorial y el territorial. El enfoque territorial proporciona el análisis para comprender e interpretar los fenómenos del turismo que se dan en el marco de las relaciones con la naturaleza y la utilización del espacio, como una acción que tiene consecuencias sociales en la reducción de la pobreza y la brecha de desigualdad social como elementos significativos de cohesión territorial. Desde el manejo y gestión de un marco metodológico complejo se presenta un examen de las estrategias competitivas que se pueden introducir para lograr una gestión turística eficaz, en particular algunas modalidades vinculadas con el turismo no masivo, desde una visión sustentada en enfoques territoriales integrados que parten de la colaboración y apoyo mutuo entre las políticas públicas y el sector privado fundamentadas y apoyadas en el desarrollo local, capaces de desencadenar sinergias territoriales, una mayor eficacia, una mejor distribución de los beneficios y reducir los impactos socioculturales y ambientales. En uno de los trabajos publicados se aplicó el método Design Thinking para diseñar productos turísticos e identificar las perspectivas potenciales para el desarrollo turístico comunitario rural. En esta dirección el trabajo pretende demostrar mediante los resultados de investigaciones realizadas en el contexto de tres casos de estudio, la relevancia de algunas modalidades del turismo no masivo que se sustentan en un enfoque territorial de desarrollo turístico centrado en los conceptos del desarrollo local sostenible con el fin de reducir la pobreza mediante la generación de empleos y de ingresos, así como la reactivación socioeconómica de localidades rurales que atraviesan un proceso de precariedad de la vida con una débil atención social. Se propone el diseño y activación de la modalidad de senderismo para ciudades pequeñas de hasta 100.000 habitantes ubicadas en las regiones priorizadas para el desarrollo de la actividad turística en el País. Se trata de aprovechar adecuadamente el potencial natural, ambiental y sociocultural de las zonas suburbanas de la ciudad de Trinidad, en interés de la reactivación productiva y los servicios en el contexto del desarrollo local. Se concluye que la ciudad de Trinidad posee en sus alrededores un entorno natural propicio para el trazado de senderos que, puestos en valor turístico en correspondencia con los factores que garanticen la sostenibilidad y competitividad, contribuyan a incrementar la oferta turística, aumentar la estancia, elevar el nivel de preparación e ingresos de la población local y proteger los valores patrimoniales, al reducir la masividad en la parte patrimonial de la urbe mediante la creación de nuevos productos turísticos con inversiones mínimas y de fácil acceso (Pelegrín-Entenza et al, 2018). La otra propuesta está relacionada al desarrollo turístico comunitario rural del poblado de Arango en el municipio de Guanabacoa en la provincia de La Habana Cuba, mediante el diseño y puesta en valor turístico de un tour. Se concluye que una vez evaluada las fortalezas naturales e históricas de la comunidad de Arango resulta factible introducir el tour que será capaz de generar nuevos emprendimientos locales encaminados a sustentar los procesos logísticos y organizativos, que permitan dinamizar la economía local y el bienestar de la población receptora (Pelegrín-Entenza et al, 2021). La propuesta tercera se fundamenta en el análisis de las estrategias que permitan desarrollar el agroturismo en zonas menos favorecidas y para ello se realizó mediante un caso de estudio en la Hacienda Guachinango de Trinidad. Se concluye que existe una diversidad de recursos y atractivos naturales, patrimoniales e históricos-culturales, que constituyen potencialidades aprovechables para establecer un modelo de reactivación agroturística para zonas rurales en el marco de la sostenibilidad. Los resultados generales de la investigación permitieron apreciar que las experiencias derivadas del trabajo pueden ser aplicables en otros contextos similares del País y del área centroamericana, donde no son pocas las familias campesinas que diariamente se enfrentan a la precariedad y el alto precio de vida que deben pagar por el hecho de dedicarse a la pequeña producción agropecuaria en una zona rural. A pesar de contar con riquezas naturales, históricas y culturales similares a las que se dan en la Hacienda Guachinango (Pelegrín-Entenza et al, 2022). Todas las propuestas estudiadas se basan en el aprovechamiento sostenible de los recursos patrimoniales, históricos, ambientales y socioculturales como un elemento generador de ingresos económicos en el ámbito del desarrollo local. Es necesario propiciar la cooperación y apoyo colaborativo entre el sector público y el privado, de manera que se puedan aprovechar las experiencias y ventajas que proporciona el enfoque eminentemente sectorial del sector turístico estatal y las fortalezas que ofrece el enfoque territorial sustentado en el aprovechamiento sostenible del espacio, las riquezas naturales, patrimoniales, histórico-culturales y socioeconómicas que proporciona la actividad turística para el desarrollo local.
Identifer | oai:union.ndltd.org:ua.es/oai:rua.ua.es:10045/139766 |
Date | 03 March 2023 |
Creators | Pelegrín Entenza, Norberto |
Contributors | Vera-Rebollo, José Fernando, Universidad de Alicante. Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas |
Publisher | Universidad de Alicante |
Source Sets | Universidad de Alicante |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | info:eu-repo/semantics/doctoralThesis |
Rights | Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, info:eu-repo/semantics/openAccess |
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