El Vencejo de Collar (Streptoprocne zonaris) es una especie con una amplia distribución en el continente americano, desde México, América Central y las Antillas hasta Sur América. En Cuba tiene una distribución restringida, localizándose al sur del Macizo Guamuhaya, sur de la Sierra Maestra y Sierra Cristal. La información sobre su biología y ecología es en general escasa, y especialmente en Cuba, donde hasta el presente solamente existen algunos reportes sobre su actividad. La obtención de información sobre el comportamiento y la biología reproductiva es parte importante de la ecología de las poblaciones de aves y a menudo esencial en la identificación de medidas de conservación eficaces para las especies declinantes y amenazadas. Frecuentemente, los datos de estudios de aves se utilizan para evaluar la situación de un territorio que debe recibir protección legal de los gobiernos y sus agencias. Las aves pueden constituir barómetros excelentes de la calidad ambiental de estos territorios. Varias especies de aves utilizan cuevas y abrigos rocosos como sitios de nidificación, entre las que se encuentra el vencejo de collar. En relación con la utilización de las cuevas por las aves como sitio de refugio y nidificación se ha planteado que pudiera ser una estrategia ante la presencia de depredadores o una adaptación ecológica al ambiente cársico. En el caso de los vencejos, la nidificación asociada a ríos y cascadas pudiera relacionarse con la termorregulación de los pichones altriciales, al hacer más constantes las temperaturas y elevar los valores mínimos durante la noche. En ese contexto de escasez de información sobre la especie en Cuba y el hecho de que entre sus lugares de refugio se encuentran algunas áreas de particular interés ambiental, sobre las que debería existir un adecuado manejo, se ha llevado a cabo este estudio sobre la ecología y la conservación de la especie en Cuba. Los resultados muestan que el período reproductivo del vencejo de collar (S. zonaris) en Topes de Collantes comienza a finales de abril hasta mediados de julio, con una duración de 77 días aproximadamente. Los materiales para la construcción de los nidos son colectados dentro de los sitios de nidificación, participando ambos progenitores en el acarreo y acondicionamiento de materiales. La combinación de ubicación y colocación más utilizada fue saliente de la pared y la altura más frecuente estuvo entre 3 y 4 m, lo que pudiera estar determinado por los procesos de formación de los sitios de nidificación. La construcción de nidos estuvo concentrada en los recintos con techo, lo que pudiera relacionarse con una mayor estabilidad microclimática que favorecería el desarrollo del proceso de reproducción, así como la protección ante posibles depredadores. El tamaño medio de puesta es de dos huevos y en determinadas circunstancias puede ser de tres huevos. El volumen de los huevos de la especie objeto de estudio estuvo relacionado con la reutilización de los puestos y con el éxito de la incubación. La reutilización de los nidos por S. zonaris está relacionada con la altura de los mismos. Los nidos usados por primera vez son construidos a mayor altura que los usados más de una vez. Esto pudiera deberse a que las parejas jóvenes o las parejas que han perdido sus puestos habituales ocupan los puestos que quedan disponibles a mayor altura. La mayoría de los puestos reutilizados se encontraron en los recintos techados, indicando hacia una estrategia para evitar a posibles depredadores. La construcción del nido comienza generalmente en la última semana de abril, coincidiendo con el inicio de la temporada de lluvia, probablemente para garantizar la disponibilidad de materiales para construir el nido y para sincronizar la ceba de pichones con las lluvias más intensas de la temporada y la mayor disponibilidad de recursos tróficos. El espectro comportamental de S. zonaris, observado durante la temporada reproductiva es amplio y complejo. Las diferentes conductas desplegadas por esta especie, durante dicho período, están influenciadas por el contenido de los nidos y las fases de la reproducción. Ello establece una relación entre el valor del nido para los individuos reproductores y la respuesta dada por estos ante la presencia de los investigadores en los sitios de nidificación. La presencia de excursionistas en los sitios de nidificación no influye directamente en el éxito reproductivo de S. zonaris, pero las evidencias de su incidencia indirecta hace necesario que se tomen medidas de manejo de estos sitios a fin de minimizar dichos impactos indirectos. Los estudios sobre la biología reproductiva de S. zonaris tributan a llenar importantes vacíos de conocimiento y aportan herramientas metodológicas que pueden ser utilizadas en la localización y manejo de los sitios de refugio y nidificación de esta especie. Igualmente pueden servir para futuras evaluaciones sobre el status de esta ave en el contexto cubano.
Identifer | oai:union.ndltd.org:ua.es/oai:rua.ua.es:10045/97067 |
Date | 25 June 2019 |
Creators | Montes Espín, Rosalina |
Contributors | Belliure Ferrer, Josabel, Universidad de Alicante. Departamento de Ecología |
Publisher | Universidad de Alicante |
Source Sets | Universidad de Alicante |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | info:eu-repo/semantics/doctoralThesis |
Rights | Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, info:eu-repo/semantics/openAccess |
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