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El lugar del deseo en los cuentos de Antonio Sk?rmeta

Tesis para optar al grado de Mag?ster en Literatura / Partiendo de las aproximaciones cr?ticas que examinan el fen?meno literario en di?logo fecundo con sus condiciones de producci?n y consideran que las obras se inscriben ?a veces integr?ndose, a veces resistiendo? en el ?mbito cultural y social que las sostiene, este trabajo se propone explorar la obra cuent?stica de Antonio Sk?rmeta en el contexto de su producci?n inicial. Lo que interesa ac? es revisar la po?tica original y el gesto narrativo de un autor que escoge el cuento como un g?nero eficaz, provechoso y esencialmente comunicativo para producir, seg?n sus propios t?rminos, ?un momento intenso de humanidad?.

Lejos de pensar en la literatura como un reflejo inmediato de la sociedad, la propuesta de esta investigaci?n apunta a conectar la obra de Sk?rmeta con aquella concepci?n del mundo que la encauza. Esto supone considerar la escritura como un trabajo transformativo plagado de referencias que, siguiendo a No? Jitrik, se adhiere a cierto ?instrumental ideol?gico que no por internalizado (modas, selectividad de temas o im?genes, etc.) es menos resultado de una previa existencia cultural?. Para Jitrik el acto de escritura ocurrir? siempre desde la ideolog?a. Y desde ella, entonces, tendr? lugar la elecci?n de las t?cnicas aptas para que el trabajo se realice adecuadamente. Los cuentos de Sk?rmeta, en ese sentido, hacen suya la visi?n del mundo propia de una juventud que respira y protagoniza una ?poca de tanto entusiasmo y apertura como incertidumbre hist?rica.

En efecto, 1967 no s?lo fue el a?o del debut en la narrativa de este escritor chileno nacido en 1940, sino tambi?n un momento clim?tico en el desarrollo cultural de Occidente, marcado por las invocaciones de una juventud en emergencia. Durante la alborotada d?cada del sesenta, por decirlo as?, confluyeron las aguas de una riqu?sima corriente de sensibilidades que se manifestaron en lo que Susan Sontag designar?a entonces como una ?voracidad de entusiasmos?.

Los cuentos que aqu? estudiaremos (en el tercer cap?tulo de esta investigaci?n) se alojan en la atm?sfera plena de estos cambios en la metr?poli, en la regi?n latinoamericana y en nuestro pa?s, lo que entre otras cosas implica una ruptura formal y de contenidos con la producci?n literaria inmediatamente previa, la de la generaci?n del cincuenta, marcada en gran medida por la sensibilidad de postguerra y el pesimismo que le sobrevino como una cortina de acero. Y en Chile y en nuestra literatura, adem?s, por la ruptura frente al anquilosado criollismo de los a?os treinta y cuarenta, vigente todav?a en las letras locales. Tal como apunta el cr?tico Jos? Promis, los autores del cincuenta fueron ?testigos del resquebrajamiento del espacio social en que estaban insertos?. Con marcado talante individualista, los j?venes escritores de aquellos a?os dieron cuenta de la angustia vital que los aquejaba a trav?s de im?genes apocal?pticas, de un mundo cerrado y sin salida, ?frente al cual la ?nica respuesta posible, o quiz?s la m?s f?cil de asumir, era el escepticismo?.

En este contexto, tal vez la pieza clave de la ?poca haya sido el libro de cuentos La dif?cil juventud, de Claudio Giaconi, que a partir de los inquietantes versos de Nicanor Parra citados en el ep?grafe (?Me preguntaron que de d?nde ven?a/ Contest? que s?, que no ten?a planes determinados/ Contest? que no, que de ah? en adelante?) fij? las coordenadas de lo que Antonio Avaria denominar?a acertadamente ?la anatom?a de la abulia?. Pero si el temple an?mico imperante en estos cuentistas fue el del hast?o, la atm?sfera de la d?cada siguiente ?la que nos interesa revisar en este trabajo? ser? la opuesta y corresponder?, como ya dijimos, al horizonte hist?rico de buena parte del mundo occidental. El arrojo y la vitalidad, as? como el ?nimo comunitario, la incorporaci?n de la cultura popular y del habla de la calle, el ?nfasis en la cotidianeidad y la disposici?n al goce, marcar?n la ruta de los narradores del sesenta. Especialmente de los veintea?eros, como el propio Antonio Sk?rmeta y sus cong?neres de la llamada nov?sima generaci?n o generaci?n del postboom.

M?s all? de las etiquetas, sin embargo, la mirada de estas obras no estar? puesta en el individuo pesaroso ni en su atormentada existencia, sino m?s bien en los movimientos de hombres y mujeres que nacen, viven, leen, comen, bailan, fornican, viajan y tambi?n mueren. Seres que se configuran como una pluralidad. Si Giaconi parafraseaba la idea de Tolstoi, cuestion?ndola, cuando dec?a que era necesario describir bien el alma de la propia aldea para ser universal, es posible admitir que la tendencia de la d?cada siguiente ser? regresar al cuerpo colectivo de esa misma aldea, a su atm?sfera extasiada que movilizar? tanto al individuo como a la sociedad en su conjunto, para ser todav?a m?s universales.

Identiferoai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/108643
Date January 2010
CreatorsCostamagna, Alejandra
ContributorsRojo, Gr?nor, Facultad de Filosof?a y Humanidades, Escuela de Postgrado, Departamento de Literatura
PublisherUniversidad de Chile
Source SetsUniversidad de Chile
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis
RightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/

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