La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nació en el año 1946 de las cenizas de la
Segunda Guerra Mundial con el objeto de mantener la paz y la seguridad internacional.
Solamente diez años después, el mundo desplegó la primera Operación de Mantenimiento
de la Paz (OMP) armado y hecho de unidades enteros en Egipto para ayudar a finalizar el
conflicto entre las fuerzas israelíes y egipcias y de este modo desactivar un conflicto aún
más grande que el potencial que tuvo la era de la Guerra Fría de caer en una espiral
imposible de controlar. En los años anteriores establecieron dos misiones de observadores
en el Medio Oriente y a la frontera de Pakistán y India pero los soldados y civiles
desplegaron como individuales y sin armas. Durante el resto de la Guerra Fría, la ONU
desplegó OMP en zonas de conflicto en todo el mundo. En tanto las principales potencias
de la Guerra Fría ocupaban puestos permanentes en el Consejo de Seguridad y, por lo
tanto, podían vetar el establecimiento de una OMP, ello significó que cada OMP se
desplegaba con el respaldo implícito de las potencias occidentales y orientales. Este
apoyo desempeñó un papel importante en la restricción de los beligerantes que recibieron
apoyo de esos mismos poderes y pusieron a las OMP bajo la protección de sus mismos
promotores.
En el año 1989 cayó el Muro de Berlín y finalizó la Guerra Fría. Las esperanzas de que
esto trajera una nueva era de paz fueron reemplazadas rápidamente por la triste realidad
de que, a pesar de todos los aspectos negativos de la Guerra Fría, se mantuvieron a raya
muchos conflictos internos en las naciones. Las potencias habían apoyado a gobiernos
con algunos fondos en muchas naciones del tercer mundo para lograr su apoyo, pero con
la Guerra Fría y a causa del flujo de armas, el envío de dinero terminó y los gobiernos
débiles cayeron. Esto desencadenó conflictos de duelo entre tribus, razas, religiones y
nacionalidades que convivían en naciones cuyas fronteras eran reliquias de la época
colonial y no representaban los hechos sobre el terreno. Una nueva ola de guerras intraestatales
estalló en todo el mundo y en respuesta, la ONU envió a las OMP en auxilio del
proceso de paz. Estas OMP fracasaron, en gran parte debido a la falta del propio apoyo,
al igual que lo ocurrido con las OMP de la Guerra Fría que aplicaron a los beligerantes de
la guerra. Los cascos azules fueron atacados y vieron cómo entre tanto los beligerantes
causaban genocidio y limpieza étnica a su alrededor.
En respuesta, la ONU inició una serie de investigaciones para informar por qué sus OMP
estaban fallando. Estas investigaciones contribuyeron a un informe holístico más amplio
sobre todo en el proceso de OMP bajo la ONU, llamado Informe Brahimi. Este informe
auto crítico no solo señaló debilidades en el sistema OMP, sino que también hizo
recomendaciones concretas para mejorar el mismo. Ocho años después, el Departamento
de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DOMP) publicó la Doctrina Capstone. Esta
era la primera vez que existía una doctrina para las OMP. No solo definió muchos de los
roles y responsabilidades de los Guardianes de la Paz, sino que también introdujo un
nuevo método de Mantenimiento de la Paz para los conflictos dentro del estado. El
DOMP seguía publicando estándares de capacitación y manuales para los militares de los
países que aportan contingentes para establecer y estandarizar los esfuerzos de OMP. Así,
en el año 2015 se realizó otra revisión de las operaciones de mantenimiento de la paz en
toda la ONU.
Dos características del mundo posterior a la Guerra Fría son la disminución de las guerras
entre las naciones y el aumento de la conectividad de la economía mundial. A pesar de
las pocas guerras entre naciones, ha habido un aumento en los conflictos dentro de los
estados que a menudo son más disruptivos y destructivos. Estos conflictos son brutales y
terribles para aquellos que viven en esos países, pero también son muy costosos para la
economía mundial. En este momento existen más refugiados que los que hubo al final de
la Segunda Guerra Mundial. Mientras que el peligro de la Tercera Guerra Mundial ha
disminuido, el mundo sigue siendo un lugar violento que necesita de las OMP. En el año
2015 se estima que la violencia le costó al mundo $14,3 billones de USD, o el 13,4% del
PIB mundial. Gran parte de ese costo se destina al pago de fuerzas militares y policiales,
pero el 11% ($1,57 billones USD) se pierde por los conflictos. Esta es una gran cantidad
de dinero de la economía mundial que perdemos todos los años y, en comparación con
esas cifras, los $24 billones de dólares que se gastan en las OMP por las Naciones Unidas
(0,17%) son pocos, teniendo en cuenta que la ONU tiene éxito más que fracasar en los
esfuerzos de construcción nacional que hace.
Mientras que la economía mundial se vuelve más interconectada, las economías
regionales también lo hacen. Asimismo, mientras que las organizaciones regionales
aumentan en número y en importancia como resultado de esta creciente
interconectividad, se puede esperar que soporten la mayor parte de la carga de poner fin a
los conflictos en su propio vecindario. Esto no significa que las OMP de la ONU sean
obsoletas, sino que deberían proporcionar la mayoría de las fuerzas para que sean
rápidamente desplegables, debido a que están bajo el mando y la supervisión de un
cuadro de la OMP de la ONU. De esta manera, garantizarán la neutralidad más
importante de la Fuerza y también su conducta. La OMP puede entonces aprovechar
todas las organizaciones bajo la ONU para ayudar a comenzar el proceso de
reconstrucción para el país en cuestión, lo cual es tan importante para lograr una paz
duradera. Este es el futuro de las OMP de las Naciones Unidas porque, a pesar de la
creciente importancia de las organizaciones regionales como la Unión Africana, nadie
puede reclamar la neutralidad de la ONU global. Es de esperar que las organizaciones
regionales y las Naciones Unidas puedan seguir trabajando cada vez más cerca para
llevar la paz a los más conflictivos rincones del mundo. / The United Nations (UN) was born in 1946 from the ashes of the Second World War to
maintain internationa peace and security. Only ten years later the world deployed the first
Peace Keeping Operation (PKO) to Egypt to help bring an end to the conflict between
Israeli and Egyptian forces and defuse a larger conflict that in the era of the Cold War
had the potential to spiral out of control. For the rest of the Cold War the UN deployed
PKOs to conflict zones around the world. Since the major powers of the Cold War held
permenant seats on the Security Council and therefore could Veto the establishment of a
PKO it meant that every PKO deployed with the implied backing of both the Western and
Eastern powers. This support played an important role in restraining the belligerants who
were often supported by those same powers and put the PKO under the protection of their
same patrons.
In 1989 the Berlin Wall fell and the Cold War was over. The hopes that this would bring
a new era of peace were quickly replaced by the ugly reality that despite all of the
negatives of the Cold War it kept a lid on many conflicts internal to nations. The powers
had supported governments with weak bases in many third world nations in order to
achieve their support but with the Cold War over the flow of arms and money ended and
weak governments fell. This unleashed dorment conflicts between tribes, races, religions,
and ntionalities that lived in nations whose borders were relics of colonial times and did
not represent the facts on the ground. A new wave of intra-state wars erupted across the
world and in response the UN sent PKOs to help with the peace process. These PKOs
were largely failures because they lacked the same political support that the PKOs of the
Cold War were able to apply to the belligerants of the war. Blue helmets were attacked
and stood by while genocide and ethnic clensing took place around them.
In response the UN initiated a series of investigations to report on why their PKOs were
failing. These reports contributed to a larger holistic report on the entire PKO process
under the UN called the Brahimi Report. This self critical report not only pointed out
weaknesses in the PKO system but also made concrete recommendations for
improvements. Eight years later the Department of Peace Keeping Operations (DPKO)
published the Capstone Doctrine, which was the first time that a doctrine for PKOs
existed. It not only defined many of the roles and responsabilities of Peace Keepers but it
also introduced a new method of Peace Keeping for intra-state conflicts. The DPKO went
on to publish training standards and manuals for the militaries of troop contributing
countries to help standardize PKO efforts and in 2015 conducted another review of Peace
Keeping Operations across the UN.
Two charateristics of the post Cold War world are a decrease in wars between nations
and an increase in the connectedness of the world economy. Despite fewer wars between
nations there has been an increase in intra-state conflicts which are often more disruptive
and destructive. These conflicts are brutal and terrible for those who live in those
countries but they are also hugely expensive to the world economy. There are more
refugees now than at any time since the end of the Second World War. While the danger
of World War Three has decreased the world is still a violent place that needs PKOs. In
2015 it is estimated that violence cost the world $14,3 trillion USD, or 13,4% of the
world GDP. Much of that cost goes towards paying for militaries and police forces, but
11% of it ($1,57 trillion USD) is lost due to conflict. This is a huge amount of the world
economy to lose every year and when compared to those figures, the $24 billion USD
that is spent on UN PKOs (0,17%) is a bargin considering that the UN succeedes in 2/3 of
the nation building efforts that it does.
As the world economy becomes more interconnected regional economies do as well. As
regional organizations increase in number and in importance as a result of this growing
interconnectivity it can be hoped that they will shoulder more of the burden of bringing
an end to conflicts in their neighborhoods. This will not make UN PKOs obsolete, but
rather should provide the majority of forces for a quickly deployable PKO which is then
under the command and supervision of a UN PKO cadre. They will ensure the all
important neutrality of the Force as well as their conduct. The PKO can then leverage all
of the various organizations under the UN to help start the rebuilding process for the
country that is so important to achieving a lasting peace. This is the future of UN PKOs
because despite the growing importance of regional organizations like the African Union
none can claim the neutrality of the global UN. Hopefully regional organizations and the
UN can continue to work closer and closer together to bring peace to the worst corners of
the world.
Identifer | oai:union.ndltd.org:uns.edu.ar/oai:repositorio.bc.uns.edu.ar:123456789/4715 |
Date | 16 September 2019 |
Creators | Hayes, Christopher Ryan |
Contributors | Dichiara, Raúl Oscar |
Publisher | Universidad Nacional del Sur |
Source Sets | Universidad Nacional del Sur |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Electronic Thesis or Dissertation, Text |
Rights | 2 |
Page generated in 0.0039 seconds