La resección meniscal o meniscectomía fue el tratamiento de elección de las lesiones meniscales durante mucho tiempo. Desde que la literatura reportó reiteradamente los cambios articulares degenerativos tras este gesto quirúrgico a largo plazo, la forma de tratar estas lesiones ha ido cambiando hacia un proceder cada vez más conservador.
Además, la resección meniscal conlleva en muchos casos al dolor compartimental a medio o largo plazo, denominado como síndrome postmeniscectomía. En un intento de paliar de forma biológica este dolor y de potencialmente prevenir la degeneración articular debida a una disminución de tejido meniscal, a mediados de los años 80’ se planteó el trasplante meniscal alogénico (TMA) como una posible solución. Esta alternativa terapéutica ha reportado buenos resultados a medio y largo plazo.
Si bien el efecto positivo del TMA sobre el síndrome postmeniscectomía es ya incuestionable, el efecto condroprotector a largo plazo del TMA no ha sido claramente demostrado.
Dentro de las técnicas de fijación del implante, si bien la fijación mediante suturas representa una menor dificultad técnica, estudios en cadáver han demostrado una mejor transmisión en las fuerzas de presión cuando la fijación se realiza con tejido óseo conservado en el menisco trasplantado. Sin embargo, la superioridad clínica de una técnica de fijación sobre la otra no ha sido demostrada.
El término extrusión meniscal hace referencia a la situación en la que el tejido meniscal se encuentra al menos en un 25% desplazado por fuera del margen tibial. Es evidente y así se ha sugerido, que este “desnudamiento” de la superficie tibial atenta contra el normal funcionamiento biomecánico del menisco. Trasladando esta situación de extrusión meniscal al contexto del TMA podría limitar los potenciales beneficios de ésta técnica. Incluso se ha especulado sobre si el método de fijación del injerto puede afectar la mecánica articular.
Otro tema de controversia alrededor del TMA, es el método de preservación del injerto. Mientras que la liofilización se ha dejado de usar dado que se ha demostrado que altera la ultraestructura del injerto conllevando a pobres resultados funcionales, la congelación ha resultado ser un método simple y con buenas resultados funcionales. Sin embargo, aunque para algunos autores con la congelación simple el injerto seguiría mantenimiento sus características biomecánicas, recientemente Gelber et al. han demostrado que esta congelación afecta la ultraestructura de la red colágena. Esto puede evitarse con la criopreservación del tejido que incluso parece mantener la estructura celular, aunque este último punto también está en debate. Finalmente, el injerto fresco se presentaría como la opción más idónea, ya que no produce destrucción celular e incluso preserva la capacidad de producir proteoglicanos y fibras de colágeno por dichas células. La principal limitación de esta técnica de preservación meniscal es la dificultad logística y la necesidad de incubar previamente al injerto a trasplantarse con el suero del receptor, aunque esto último se podría evitar si se utilizasen medios de cultivo genéricos como el Insulin-Transferrin-Selenio (ITS). Sin embargo, no se ha reportado hasta la fecha su utilización en el terreno de la conservación meniscal. / Meniscectomy or meniscal resection was the treatment of choice for meniscal injuries for a long time. Once the literature repeatedly reported degenerative joint changes after this surgical action, the way to treat these injuries has shifted towards increasingly conservative procedures.
Furthermore, meniscal resection often provokes medium to long term compartmental pain, which is called postmeniscectomy syndrome. In an attempt to alleviate this pain by biological means and potentially prevent joint degeneration due to decreased meniscal tissue, meniscal allograft transplantation (MAT) was put forth as a possible solution in the mid-80's. This alternative therapy has reported good results in the medium and long term.
While the positive effect of TMA on the postmeniscectomy syndrome is unquestionable, the long-term chondroprotective effect of TMA has not been clearly demonstrated.
Within the area of implant fixation techniques, while fixation with sutures has shown less technical difficulty in cadaver studies, it has shown a better transmission of the pressure forces when the fixing is done with the bone tissue in the preserved transplanted meniscus. However, the clinical superiority of one technique over another has not been demonstrated.
The term meniscal extrusion refers to the situation in which the meniscal tissue is displaced by at least 25% outside the tibial margin. It is obvious and as has been suggested that this "stripping" of the tibial surface undermines the normal biomechanical functioning of the meniscus. Transferring this situation of meniscal extrusion to the context TMA may limit the potential benefits of this technique. It has even been speculated that the graft fixation method can affect joint mechanics.
Another topic of controversy surrounding the TMA is the graft preservation method. While lyophilization is no longer used as it has been shown to alter graft ultrastructure and so lead to poor functional results, freezing has proven to be a simple method with good functional results. Although for some authors the graft would continue maintaining its biomechanical characteristics with simple freezing, Gelber et al. have recently shown that this freezing affects the ultrastructure of the collagen network. This can be avoided with tissue cryopreservation that even appears to maintain cellular structure, although the latter is also being debated. Finally, the fresh graft is presented as the most suitable option as it does not produce cellular destruction and even preserves the ability of said cells to produce proteoglycans and collagen fibers. The main limitation of this meniscal preservation technique is the logistical difficulty and the need to previously incubate the graft to be transplanted in serum from the recipient, even though the latter could be avoided if generic culture media such as Insulin-Transferrin-Selenium (ITS) is used. However, its use in this field of meniscal conservation has not been reported, to date.
Identifer | oai:union.ndltd.org:TDX_UAB/oai:www.tdx.cat:10803/129109 |
Date | 19 November 2013 |
Creators | Abat González, Ferran |
Contributors | Monllau García, Juan Carlos, Gelber Ghertner, Pablo Eduardo, Universitat Autònoma de Barcelona. Departament de Cirurgia |
Publisher | Universitat Autònoma de Barcelona |
Source Sets | Universitat Autònoma de Barcelona |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | info:eu-repo/semantics/doctoralThesis, info:eu-repo/semantics/publishedVersion |
Format | 99 p., application/pdf |
Source | TDX (Tesis Doctorals en Xarxa) |
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