Sociológo / En el Chile actual es recurrente escuchar o leer sobre el emprendimiento y las bondades que éste representa no sólo como actividad económica, sino también como un camino de realización personal. Este hecho coincide en temporalidad con el impulso que ha adquirido en las últimas décadas el enfoque que concibe a las capacidades individuales como un recurso esencial para gestionar la propia vida; la consolidación de un modelo económico eminentemente liberal y desregulado; un enfoque de política pública focalizado o residual; y el auge que ha adquirido el proceso de individualización y la crisis de los referentes colectivos de acción. Estos aspectos de carácter socioestructural han propiciado un contexto en donde el emprendimiento ha alcanzado un alto grado de validación social.
No puede obviarse que el emprendimiento es esencialmente un tipo de acción económica, y que por lo tanto constituye una pauta de comportamiento en el espacio del mercado. Ha sido conceptualizado por el pensamiento económico como una acción de carácter marcadamente individual, en donde el sujeto apela a su creatividad y a sus capacidades para producir desequilibrios en el mercado mediante la introducción de alguna innovación, y través de lo cual obtiene ganancias. Sin embargo, al tiempo en que comienza a ser reconocido como una vía de realización personal –y por ende trasciende el espacio de la esfera mercantil- sus imaginarios y racionalidades entran en disputa con los elementos que definen la vida social.
El hecho es que tanto desde la política pública como desde el mundo privado –particularmente a través de las ONG- el aumento progresivo del número de programas de emprendimiento ha covariado al alza con la cantidad de beneficiarios y postulantes a estos programas. Entonces cabe hacerse preguntas tales como: ¿Cuál es la naturaleza de estos programas?; ¿A quiénes están dirigidos?; ¿Qué tipo de impacto tienen en la vida de las personas?
Un hecho llamativo es que aun cuando existe un mercado dirigido a la innovación, que se concentra en proyectos con mayor inversión y perspectivas de ganancia, se observa un crecimiento explosivo de programas que apuntan a la microempresa a través de la entrega de microcréditos, y cuyo público objetivo está conformado por sujetos en condición de pobreza o vulnerabilidad social. Estos programas son desarrollados tanto desde la política pública a través de instituciones como el FOSIS, o desde el sector privado a través de ONG‟s como Fondo Esperanza o Banigualdad. Este hecho deja en evidencia que en Chile el emprendimiento ya no se asocia exclusivamente a un fomento de la innovación y la productividad, sino que ha tendido a consolidarse como una línea de intervención para combatir la pobreza y la vulnerabilidad social. A éste fenómeno lo denominamos el „otro emprendimiento‟.
Puesto que no existe evidencia que demuestre la eficacia de la acción individual en contextos de pobreza o vulnerabilidad, ni sobre un impacto económico sustancial en el nivel de ingresos de los beneficiarios de estos programas, y que sí existen bastantes datos respecto a la situación precaria a la que generalmente se ven sometidos los trabajadores del sector microempresarial, resulta complejo entender debido a qué razones el emprendimiento ha sido supuesto como una vía eficiente para combatir la pobreza y la vulnerabilidad social, o ha adquirido el papel de orientación normativa en la sociedad chilena.
A nivel práctico, resulta evidente que la imagen convencional que el pensamiento económico ha construido sobre el emprendimiento vinculándolo a la innovación y los procesos de transferencia tecnológica, parece no encarnarse adecuadamente en el perfil del „otro emprendimiento‟; uno vinculado a la economía de subsistencia. Considerando estos aspectos, se vuelve pertinente explorar la realidad de estas iniciativas, profundizando en sus aspectos objetivos, así como en la subjetividad de aquellos actores que han optado por la vía del autoempleo para afrontar la condición de vulnerabilidad social. Esta indagación permitirá contrastar el ideario del emprendimiento con las expresiones concretas que éste asume en contextos de vulnerabilidad, y explorar el grado de penetración que los imaginarios del emprendedor han tenido en estos espacios.
La presente investigación constituye un intento por abordar esta tarea, y lo hace desde una aproximación particular: pretende construir al „otro emprendimiento‟ como un objeto de estudio sociológico. Esta mirada implica asumir que éste fenómeno trasciende la dimensión económica, y que al significar para el sujeto un proyecto con sentido personal, tiene algún impacto en la imagen que éste tiene de sí mismo, de los demás, y de la sociedad chilena en general. En consecuencia, esta aproximación pretende establecer un vínculo entre el fenómeno y procesos socioestructurales, tales como: la centralidad que ha asumido el mercado como mecanismo de coordinación social; el auge creciente de los procesos de individualización; y la expansión de la condición de vulnerabilidad social.
Así, en un primer nivel de análisis se exploran y analizan los imaginarios del sujeto vulnerable emprendedor, poniendo atención en sus motivaciones, intereses, en aquellos significados que le otorgan un sentido a la experiencia de emprender y en su visión respecto a las relaciones sociales. Para estos fines, se optó por utilizar como marco analítico el enfoque de la experiencia social de Francois Dubet, puesto que cuenta con un aparataje conceptual adecuado para comprender las distintas lógicas de acción presentes en la experiencia de emprender, y las diversas formas en que el vulnerable emprendedor las articula.
En un segundo nivel de análisis, se explora la relación existente entre el emprendimiento como experiencia social y la producción de vínculos sociales. Esta motivación obedece a que el emprendimiento supone conceptual e ideológicamente una gestión de la vida propia en base a las capacidades y el esfuerzo individual, y por tanto resulta pertinente analizar los efectos que este imaginario tiene en las relaciones sociales, sobre todo en el contexto del Chile actual, en donde la sociabilidad y la asociatividad se encuentran en un estado precario.
De esta forma, la pregunta que orienta la presente investigación es cómo significan y construyen los sujetos vulnerables la experiencia social de emprender, y cómo se vincula esa experiencia con la producción de vínculos sociales.
Esta pregunta conlleva a un estudio eminentemente exploratorio y de gran amplitud. En función de lo anterior, se optó por abordarlo como un estudio de caso y siguiendo una metodología cualitativa de corte discursivo. La construcción de la información se realizó a través de la aplicación de entrevistas individuales semidirectivas, en las cuales la conversación –cara a cara- se encuentra guiada por tópicos predefinidos en base a fundamentos teóricos.
Las entrevistas fueron aplicadas a nueve emprendedores beneficiarios del Fondo Esperanza en la localidad de San Felipe, V Región, los cuales fueron seleccionados siguiendo criterios de sexo, edad y antigüedad mínima de un año en el programa. Por otro lado, para el análisis de los vínculos sociales se trabajó con un grupo de control conformado por nueve entrevistas a vulnerables no emprendedores residentes en la Región Metropolitana, realizadas en el marco del proyecto Fondecyt nº 11090364, las cuales abordaron temáticas referentes a la sociabilidad y la asociatividad en contextos de vulnerabilidad social.
La decisión de utilizar un grupo de control o de contraste, se justifica en que al no tener un parámetro de comparación respecto a los vínculos sociales en el vulnerable emprendedor, se podía incurrir en el error de atribuir el estado actual de su sociabilidad a la experiencia de emprender, aun cuando ésta podría encontrarse determinada por una multiplicidad de factores no considerados en la presente investigación. Es así que el grupo de contraste es útil en tanto permite evitar la construcción de una relación espuria o contaminada entre emprendimiento y vínculos sociales.
De esta forma, la muestra final del estudio quedó constituida por un total de dieciocho entrevistas a sujetos en condición de vulnerabilidad social y residentes en zonas urbanas. El análisis de la información se realizó a través de la técnica del análisis de discurso, y la validación de los resultados a través del criterio de vigilancia epistemológica, el cual consiste en explicitar todas las decisiones tomadas en el proceso de construcción de la información y su análisis.
El estudio cuenta de cinco capítulos, los cuales se organizan de la siguiente forma:
En el primer capítulo se exponen los fundamentos del estudio. En él se presenta una reflexión respecto a aquellos aspectos que permiten definir una aproximación sociológica al estudio del emprendimiento en contextos de vulnerabilidad. Esta reflexión cristaliza en la construcción de la pregunta de investigación y los objetivos de la misma.
El segundo capítulo constituye el marco teórico del estudio. En él se abordan los principales antecedentes y conceptos implicados en la investigación, y se reflexiona sobre aspectos socioestructurales que condicionan una aproximación sociológica al emprendimiento en contextos de vulnerabilidad. A partir de esta discusión teórica, se construyen las hipótesis de investigación.
En el tercer capítulo se expone la metodología utilizada, y se explicitan y fundamentan todas las decisiones implicadas en los procesos de construcción y análisis de la información.
En el cuarto capítulo se exponen los principales resultados alcanzados en la investigación. En primer lugar se realiza una caracterización de los aspectos objetivos de los emprendimientos estudiados, y se contrasta esta realidad con la imagen que el discurso económico ha producido conceptualmente sobre el emprendimiento. En segundo lugar se exponen las motivaciones, obstáculos y facilitadores que condicionan los emprendimientos estudiados, así como los significados que adquiere el emprendimiento para los entrevistados. En tercer lugar se analiza el proceso de interiorización del mérito individual en los emprendedores estudiados. En cuarto lugar se expone el análisis de las diversas lógicas de acción presentes en el emprendimiento, explicitando el contenido que asume cada una de las lógicas que conforman el enfoque de Dubet, y las formas en que los entrevistados las articulan para construir al emprendimiento como una experiencia social.
Luego se plantea una interpretación del emprendimiento como mecanismo de integración adaptativa. Y para terminar, se realiza un análisis comparado de los vínculos sociales en los dos grupos de entrevistados –emprendedores y no emprendedores-, en donde se señalan aquellos aspectos que caracterizan el vínculo social en cada uno de ellos.
Finalmente, en el quinto capítulo se exponen las conclusiones de la investigación. En él se desarrolla la respuesta a la pregunta de investigación y se contrastan las hipótesis del estudio. Además se realizan algunas reflexiones teóricas y metodológicas, y se exponen las aperturas investigativas que pueden explorar futuros estudios en base a los resultados alcanzados por la presente investigación.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/112333 |
Date | 07 March 2012 |
Creators | González Velastín, Rodrigo |
Contributors | Arteaga Aguirre, Catalina, facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Sociología |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
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