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Aid Valuenomics: The Institutionalization of the Linkages among Culture, Entrepreneurship and Endogenous Development. A New Governance of an Innovative International Aid System

Sesenta
años
de
ayuda
al
desarrollo
no
han
funcionado
para
aliviar
la
pobreza
en
los
países
menos
desarrollados.
La
ambiciosa
retórica
oficial
de
los
donantes

que
ha
sido
eficaz
en
la
creación
de
un
mercado
de
la
ayuda
que
se
nutre
de
las
motivaciones
altruísticamente
impuras
que
buscan
llevar
a
cabo
sus
propios
intereses,
reflejados
en
los
objetivos
políticos
y
económicos
de
las
naciones-­‐estado
en
su
dominio
de
la
política
exterior.
En
el
intento
de
proveer
los
flujos
de
ayuda
a
los
países
socios
en
el
Sur,
la
función
objetivo
de
las
agencias
de
ayuda
se
ha
enfocado
a
maximizar
su
presupuesto
y
no
el
servicio.
Los
incentivos
para
hacer
más
eficaz
la
ayuda
no
se
encuentran
en
su
lugar
y
las
fuerzas
que
empujan
a
nuevos
donantes
para
entrar
en
la
cadena
de
valor
no
captan
los
beneficiarios
teóricos
del
sistema,
los
mismos
pobres.
Sin
embargo,
los
nuevos
donantes
emergentes
del
Sur
y
una
creciente
muestra
de
nuevas
iniciativas
orientadas
al
mercado
están
allanando
el
camino
para
un
nuevo
orden
de
la
arquitectura
de
la
cooperación
al
desarrollo
internacional.
Los
Estados
Miembros
de
la
Unión
Europea
destinan
parte
de
su
cuota
a
la
Comisión
Europea
al
presupuesto
de
ayuda
al
desarrollo
a
terceros
países.
Como
resultado
de
ello,
la
Comisión
Europea
se
ha
convertido
en
uno
de
los
principales
actores
y
organismos
donantes
en
la
asignación
de
recursos
para
el
desarrollo
de
países
de
bajos
ingresos.
Sin
embargo,
la
política
comunitaria
de
desarrollo
es
un
instrumento
de
la
política
exterior
de
la
Comisión
Europea,
que
gira
en
torno
a
la
promoción
de
la
integración
económica
mediante
la
liberalización
del
comercio.
En
lugar
de
adoptar
un
enfoque
exclusivo
y
a
medida
de
las
necesidades
de
cooperación
al
desarrollo
de
los
países
socios
del
Sur,
la
CE
sigue
un
modelo
estándar
de
cooperación
que
se
caracteriza
por
una
relación
asimétrica
paternalista
en
el
que
el
donante
tiene
como
objetivo
maximizar
sus
intereses
e
imponer
su
enfoque
exógeno
basado
en
la
oferta.
Tanzania
es
uno
de
los
más
queridos
por
los
donantes
en
África.
Este
país
es
a
menudo
referenciado
como
ejemplo
de
buena
coordinación
de
la
ayuda
y
del
principio
de
propiedad
entre
la
comunidad
de
donantes
y
el
gobierno
receptor.
Grandes
cantidades
en
flujos
de
ayuda
han
contribuido
a
generar
un
ambiente
de
estabilidad
macroeconómica
y
de
crecimiento
económico
sostenido.
Sin
embargo,
las
tasas
de
pobreza
han
sólo
disminuido
ligeramente,
mucho
menos
de
lo
esperado,
en
un
ambiente
dónde
la
corrupción
es
rampante.
La
CE,
junto
con
sus
socios
de
desarrollo,
no
da
prioridad
a
las
necesidades
de
la
mayoría
pobre,
quienes
prácticamente
viven
y
trabajan
en
el
sector
rural.
El
Gobierno,
en
lugar
de
acercarse
a
los
beneficiarios
locales
objetivos
de
sus
programas
de
desarrollo,
se
ha
volcado
a
las
recompensas
más
prometedoras
de
la
adopción
del
modelo
de
desarrollo
de
los
donantes,
de
su
enfoque
para
el
desarrollo
y
sus
recetas
políticas.
Por
lo
tanto,
la
brecha
entre
donantes-­‐receptores
y
los
pobres
es
aún
mayor.
El
mito
de
la
propiedad
genuina
es
sólo
una
utopía.
Los
micro
emprendedores
de
la
región
de
Dodoma,
un
zona
rural
tradicional
del
interior
de
Tanzania,
luchan
para
ganarse
la
vida
en
un
contexto
inestable,
afectado
por
la
escasez
de
lluvias,
la
falta
de
crédito,
la
infraestructura
deficiente
(o
inexistente)
de
mercados
y
la
baja
capacidad
empresarial.
A
pesar
de
la
diversidad
y
cantidad
de
instituciones
oficiales
que
trabajan
para
el
desarrollo
de
la
zona,
los
grupos
sociales
informales,
semi-­‐aislados,
no
mantienen
relaciones
sistemáticas
de
cooperación.
Sin
embargo,
estas
comunidades
comparten
un
sistema
de
valores
que
tiene
el
potencial
de
absorber
nuevos
conocimientos
e
innovaciones
tecnológicas
a
través
de
la
activación
de
sus
valores
de
motivación.
La
motivación
adecuada
de
los
emprendedores
locales
debe
seguir
un
enfoque
de
comunicación
lateral
para
la
transferencia
de
conocimientos
dentro
de
la
generación
de
un
entorno
de
innovación
que
fomente
una
economía
del
aprendizaje.
La
inclusión
del
sistema
de
valores
local
tiene
repercusiones
importantes
para
las
teorías
de
desarrollo
económico
y
las
políticas
de
desarrollo,
que
más
bien
se
han
centrado
en
variables
exógenas.
En
cambio,
el
modelo
de
desarrollo
endógeno
afirma
que
los
valores
culturales
son
un
factor
fundamental
para
fomentar
el
espíritu
emprendedor
y
desencadenar
el
desarrollo
económico. / Sixty
years
of
development
aid
have
not
worked
out
to
alleviate
poverty
in
least
developed
countries
as
expected.
The
over
ambitious
official
rhetoric
of
aid
donors
has
been
effective
in
creating
an
aid
market
that
is
fuelled
by
impurely
altruistic
motivations
that
seek
to
accomplish
self-­‐interested
political
and
economic
goals
of
nations-­‐states
in
its
foreign
policy
domain.
In
the
attempt
to
deliver
aid
flows
to
partner
countries
in
the
South,
aid
agencies’
objective
function
has
focused
to
maximize
its
budget
rather
than
the
service.
The
incentives
to
make
aid
more
effective
are
not
in
place
and
the
forces
that
push
new
donors
to
enter
the
value
chain
do
not
capture
the
theoretical
beneficiaries
of
the
system,
the
poor.
However,
new
emerging
drivers
from
the
South
and
a
sample
of
market-­‐oriented
initiatives
are
paving
the
way
for
a
new
order
of
the
current
international
aid
architecture.
The
European
Union’s
Member
States
combine
part
of
its
share
to
the
European
Commission
to
jointly
state
and
deliver
development
aid
to
third
countries.
As
a
result,
the
European
Commission
has
converted
into
one
of
the
biggest
actors
and
donor
agencies
in
allocating
resources
for
the
development
of
low-­‐income
countries.
However,
the
EC
development
policy
is
an
instrument
of
the
overall
EC
foreign
policy,
which
hinges
on
the
promotion
of
economic
integration
through
trade
liberalization.
Instead
of
adopting
a
single,
tailored
development
cooperation
approach
to
developing
countries,
the
EC
follows
a
standard
model
of
cooperation
that
is
characterized
by
an
asymmetric
paternalistic
relationship
in
which
the
donor
seeks
to
maximize
its
interest
and
impose
its
supply-­‐driven
and
exogenous
approach.
Tanzania
is
one
of
the
donor
darlings
in
Africa.
This
country
is
often
held
as
an
example
of
good
aid
coordination
and
ownership
between
the
donor
community
and
the
recipient
government.
Large
amounts
of
aid
flows
have
contributed
to
generate
an
environment
of
macroeconomic
stability
and
long-­‐sustained
economic
growth.
However,
poverty
rates
have
only
fallen
slightly,
much
lesser
than
expected
and
corruption
is
rampant.
The
EC,
along
with
her
development
partners,
does
not
prioritize
the
needs
of
the
poor
majority,
which
mostly
live
and
work
in
the
rural
sector.
The
Government,
instead
of
approaching
to
the
local
intended
beneficiaries
of
its
development
programs,
has
fallen
to
the
promising
rewards
of
adopting
the
leading
donor-­‐driven
approach
of
its
development
partners
and
its
policy
recipes.
Therefore,
the
gap
between
the
donors-­‐recipient
and
the
poor
is
even
bigger.
The
myth
of
genuine
ownership
is
just
an
utopia.
The
small-­‐scale
entrepreneurs
of
Dodoma
region,
a
traditional
semi-­‐arid
rural
area
in
the
inland
of
Tanzania,
struggle
to
make
their
living
in
a
context
affected
by
unstable
shortage
of
rainfall,
lack
of
credit,
poor
market
infrastructure
and
low
entrepreneurial
skills.
Despite
the
diversity
and
quantity
of
formal
institutions
that
work
for
the
development
of
the
area,
semi-­‐isolated
informal
social
groups
do
not
maintain
systematic
relations
of
cooperation
with
them.
Nevertheless,
these
communities
share
a
value
system
that
has
the
potential
to
absorb
new
knowledge
and
technology
innovations
throughout
the
activation
of
motivational
values.
The
proper
motivation
of
local
entrepreneurs
must
follow
a
lateral
communication
approach
of
knowledge
transfers
within
the
generation
of
an
innovation
environment
that
fosters
a
learning
economy.
The
inclusion
of
the
local
value
system
renders
relevant
implications
for
economic
development
theories
and
development
policies,
which
have
rather
focused
on
exogenous
variables.
Instead,
the
Endogenous
Development
Model
claims
that
cultural
values
are
a
critical
factor
for
boosting
entrepreneurship
and
unleashing
economic
development.

Identiferoai:union.ndltd.org:TDX_UAB/oai:www.tdx.cat:10803/96377
Date26 March 2012
CreatorsColl Morell, Josep Maria
ContributorsBacaria i Colom, Jordi, 1952-, Universitat Autònoma de Barcelona. Institut d'Estudis Europeus
PublisherUniversitat Autònoma de Barcelona
Source SetsUniversitat Autònoma de Barcelona
LanguageEnglish
Detected LanguageSpanish
Typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesis, info:eu-repo/semantics/publishedVersion
Format387 p., application/pdf
SourceTDX (Tesis Doctorals en Xarxa)
Rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess, ADVERTIMENT. L'accés als continguts d'aquesta tesi doctoral i la seva utilització ha de respectar els drets de la persona autora. Pot ser utilitzada per a consulta o estudi personal, així com en activitats o materials d'investigació i docència en els termes establerts a l'art. 32 del Text Refós de la Llei de Propietat Intel·lectual (RDL 1/1996). Per altres utilitzacions es requereix l'autorització prèvia i expressa de la persona autora. En qualsevol cas, en la utilització dels seus continguts caldrà indicar de forma clara el nom i cognoms de la persona autora i el títol de la tesi doctoral. No s'autoritza la seva reproducció o altres formes d'explotació efectuades amb finalitats de lucre ni la seva comunicació pública des d'un lloc aliè al servei TDX. Tampoc s'autoritza la presentació del seu contingut en una finestra o marc aliè a TDX (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant als continguts de la tesi com als seus resums i índexs.

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