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China y Brasil : la aplicación del poder blando en la política regional

Wu, Yunlu 07 March 2014 (has links)
Magíster en Estudios Internacionales / No autorizada por el autor para ser publicada a texto completo / En la década de los noventas la idea predominante en la disciplina era que el Estado ya no es el único actor en el sistema internacional. Este ha sido debilitado por varios factores: la globalización, las políticas neoliberales económicas y la emergencia de bloques de integración regional. Sin embargo, la importancia de un Estado fuerte como garante de la seguridad internacional y la estabilidad, también ha sido redescubierta. Al mismo tiempo, ha surgido una serie de países emergentes del –Sur-, cuyo potencial demográfico y económico está empezando a cuestionar el tradicional -dominio del norte- en la jerarquía de estados. Entre ellos se deben destacar el segundo y el quinto países más grandes del mundo: China y Brasil. A pesar de que existe una distancia enorme -así como grandes diferencias en términos de régimen político y cultura entre los dos países-, fueron nominados por el Goldman Sachs1 en su informe como miembros de los “BRICS”, como las nuevas potencias económicas del mundo de hoy. Actualmente, conforme a sus superficies, China y Brasil también ocupan el segundo y sexto lugar en las economías más grandes del mundo respectivamente. Bajo esta nueva tendencia, junto con cambios significativos de la posición en el sistema internacional desde el fin de la Guerra Fría, ellos asumieron desafiar el viejo orden internacional, es decir, ponen en duda al unilateralismo y el hegemonismo existente, y se comprometen a buscar un nuevo orden mundial económico y político.
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El soft power de China en Perú en los años 2005-2015

Tucci, Francesco 05 July 2018 (has links)
El presente trabajo aborda el estudio del soft power de China en Perú en la década 2005-2015.El objetivo principal de la investigación es la identificación de la estrategia y de las herramientas de proyección del poder blando – y su relación con la diplomacia pública – de la RPCh en Perú en el periodo de interés. La investigación analiza cuatro ejes identificados: la diplomacia tradicional (representación diplomática y acuerdos bilaterales, cooperación internacional, elementos de integración de la paradiplomacia), la diplomacia pública (actividades y comunicación de la Embajada de la RPCh en Lima, el “nation branding”, la e-diplomacy, becas estatales), la diplomacia cultural (asociaciones culturales, cooperación entre universidades y presencia de Institutos Confucio) así como la recepción del poder blando (encuestas, régimen visado y turismo). Este trabajo de investigación se desarrolla en seis capítulos. El capítulo I se orienta a definir el soft power y se proponen los indicadores para medirlo. El capítulo II aborda investigaciones y antecedentes del poder blando chino en general, relacionados a América Latina y al Perú. Los capítulos III, IV, V y VI analizan las herramientas del poder blando relacionados – respectivamente – a la diplomacia tradicional, pública y cultural, considerando también la orientación de la opinión publica peruana. Por último, se exponen las conclusiones y reflexiones producto del proceso de investigación / Tesis
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Proceso de modernización de las Fuerzas Armadas de la República Popular China (2000-2006)

Carreño Lara, Eduardo Andrés January 2009 (has links)
Tesis con embargo temporal según petición del autor / No cabe lugar a dudas de que EEUU ve en la República Popular China su máxima amenaza, en el mediano plazo, al liderazgo mundial que ha tenido desde el fin de la Guerra Fría. Por esta razón, para Washington el asegurar su zona de influencia en Asia, en específico en el noreste asiático, es un imperativo estratégico. Para la República Popular China no hay dos lecturas: Taiwán es parte integral del territorio chino y el frenar cualquier intento independentista es un objetivo irrenunciable. Sin embargo, el proceso de reunificación encuentra su mayor dificultad en el rol preponderante de EEUU en la región y en la capacidad de éste de poder tener injerencia en el conflicto, ya sea a través de apoyo político a Taiwán, de asistencia militar a éste, o interviniendo directamente en un conflicto armado en la zona. En este contexto, EEUU ha hecho durante estos años la mayor transferencia tecnológica militar a Taiwán desde 1990, incluyéndose en esta venta armas con una importante capacidad de destrucción. La República Popular China no ha quedado indiferente ante este hecho, por el contrario, se ha embarcado en un proceso de modernización de sus FFAA y, lo que es aun más importante, en un cambio de su estrategia. Ésta se sustenta en una nueva forma de entender la guerra y que se ha definido en los últimos Libros Blancos de la Defensa chinos como “guerra limitada bajo condiciones de alta tecnología e información”, la cual conjuga en sí los esfuerzos hechos en materia de desarrollo tecnológico militar e instrucción de sus fuerzas de combate en pro de enfrentar de mejor manera y bajo las condiciones de una guerra moderna, por una parte, una eventual independencia de Taiwán; y por otra, el consecuente involucramiento directo de Washington en este potencial escenario de conflicto armado.
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El abrazo del dragón: la China maoísta y su relación con la junta militar, el precio de contener a Taiwán

León Pedraza, Meilin Cynara 10 1900 (has links)
Memoria para optar al Título de Periodista / Beijīng será el escenario de los Juegos Olímpicos de 2008 y los lentes de miles de cámaras fotográficas y filmadoras estarán puestos en la capital china. Gracias a la globalización, los chilenos nos hemos acercado mucho a las civilizaciones extranjeras, que ya no se perciben tan lejanas como en otros tiempos. Debido a la inquietud masiva por indagar sobre la vida en países remotos, el periodismo se ha transformado en un puente informativo entre las diversas y distantes sociedades del orbe. Es por ello que resulta indispensable para la prensa abordar temas de relaciones internacionales, pues a través de su estudio podemos comprender mejor el interconectado mundo en el que vivimos. Los medios de comunicación no solo permitirán apreciar la mayor fiesta del deporte, sino también adentrarse en el desconocido mundo del “gigante” oriental que hace siglos describió Napoleón. A Chile y China las aparta la inmensidad del Océano Pacífico, una barrera idiomática casi insuperable y una arquitectura completamente diferente. Los rasgados ojos y el color amarillo de la piel asiática no tienen nada que ver con la apariencia más morena de los sudamericanos. Ningún parecido hay entre una empanada y un wantan ni entre un copihue y una flor del loto. Sin embargo, no todo es diferencia, pues a estas naciones las une la “Ch” en el inicio de sus nombres y, más importante aún, una amistad que supera las tres décadas y que sorteó incluso las divergencias políticas existentes entre el gobierno de Máo Zédōng y de la Junta Militar, encabezada por Augusto Pinochet. Cuando las Fuerzas Armadas chilenas efectuaron el Golpe de Estado en 1973, todos los indicadores apuntaban a que Běijīng pondría fin a las relaciones oficiales con la nueva administración de Santiago, no obstante, el quiebre nunca llegó ¿Por qué el gobierno comunista asiático no rompió la diplomacia con el régimen castrense de Chile, pese a la brecha ideológica que los separaba? Esa pregunta es la que se responderá en el presente ensayo periodístico, que se propone examinar la política exterior de China, poniendo énfasis en sus motivaciones geopolíticas y su carácter pragmático, junto con analizar cómo influyó la coyuntura mundial en la subsistencia de estos vínculos durante dicha época, pese a que existía un clima desfavorable para el desarrollo de la amistad entre ambas naciones. Para lograr estos objetivos, se desarrolló una investigación cualitativa que sigue esta hipótesis: aunque hubo otros factores que beneficiaron la continuidad de los lazos, la determinación de Běijīng obedeció principalmente al interés de China continental por impedir que Taiwán reanudara sus contactos con Chile. La persistencia de los vínculos oficiales con Santiago fue una estrategia de la campaña comunista por aislar a Taipei en el sistema internacional. Esta decisión china de mantener la diplomacia con Chile representa una prueba de la primacía que tuvo y hasta hoy tiene Taiwán en su agenda. Reducir las conexiones de Taipei con el mundo fue una excelente manera de posicionarse en el sistema internacional como la única China legítima y dejar en claro que el Zhŏng Guó o Reino del Centro (nombre de China en mandarín) no renunció ni renunciará a su soberanía sobre dicha isla. El interés de Běijīng por confinar a los chinos taiwaneses al enclaustramiento internacional prevaleció sobre sus principios ideológicos marxistas, opuestos a la nueva línea político-económica que instauró el gobierno castrense chileno y que venía a quebrar la aparente camaradería entre el mandato del socialista Salvador Allende y Máo. Aunque nunca hubo un rompimiento diplomático, se escribió entonces el capítulo más oscuro en la historia de la larga relación bilateral. En 1915, Chile inició lazos oficiales con China, que en esos años justo había cerrado su época imperial para comenzar su vida republicana. Durante la Guerra Civil entre comunistas y nacionalistas que se desató allí intermitentemente, entre 1927 y 1949, Chile mantuvo una posición muy cautelosa. Retiró su misión hasta que el caos se calmó y China se dividió en dos. Recién en 1966 el Estado chileno definió su postura a favor de la República Nacionalista de China, instalada en Taiwán. No obstante, la China comunista, denominada República Popular, no se resignó a perder su contacto con Santiago y mantuvo de manera extraoficial un importante intercambio cultural. Pese al desagrado de Taiwán, los esfuerzos de China Continental culminaron positivamente y, en 1971, Chile estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China (RPC), convirtiéndose en el segundo país latinoamericano en hacerlo, después de Cuba. Cuando ambas naciones suscribieron este pacto de amistad, la dirección ideológica de sus gobiernos coincidía: los dos países se encaminaban hacia el socialismo. Gracias a esta similitud se crearon contactos entre chilenos y chinos, tanto del ámbito político como económico, además de un intercambio cultural, que en Chile tuvo mayor repercusión debido a los inmigrantes o “chinos de ultramar” y sus descendientes que vivían aquí. No obstante, la estabilidad de los vínculos trastabilló con el derrocamiento de Allende y la posterior llegada de los militares chilenos al poder. Luego de la muerte del presidente socialista, el primer ministro chino, Zhōu Ēnlái, envió sus condolencias a Hortensia Büssi de Allende, aunque lo hizo a nombre personal y no desde su cargo. Los días que sucedieron al Golpe se escribió en la prensa china que Allende había sido asesinado por las fuerzas que ingresaron a La Moneda y solo meses después se descartó esa idea. Durante el primer año del mandato castrense se rumoreó que el quiebre entre la República Popular China (RPC) y Chile sería inevitable, sobre todo porque Taiwán realizaba gestiones para apurar el eventual alejamiento entre éstos y reiniciar relaciones con el nuevo régimen sudamericano. Por otro lado, no parecía descabellado suponer un final de la amistad entre Běijīng y Santiago, considerando que la mayoría del bloque soviético había retirado a sus representantes de la capital chilena y que la Junta Militar rompió lazos con Cuba, Corea del Norte y Camboya. La determinación de Chile de terminar su diplomacia con estos dos países de Asia aumentó las especulaciones, debido a la cercanía entre esas administraciones y China continental, pero el episodio de mayor tensión se produjo en 1974. A inicios de ese año, el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno solicitó a las autoridades maoístas el permiso para nombrar a Hernán Hiriart como embajador en suelo oriental, no obstante la petición fue aprobada casi dos meses después. A diferencia de otras naciones, la RPC nunca había reconocido públicamente la legitimidad del gobierno que debutaba en Santiago. La admisión de Hiriart era entonces la única señal positiva que podía recibirse de manos orientales, por lo que su tardanza generó justificada preocupación en la cancillería chilena. Lo cierto es que, pese a este incidente, la fractura diplomática entre Santiago y Běijīng jamás se concretó. Los vínculos de alto nivel permanecen intactos hasta hoy, cuando pasan por su mejor momento, luego de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), rubricado el 28 de octubre de 2005 y que es el primer acuerdo de este tipo suscrito por el país asiático. Para lograr un conocimiento acabado de las circunstancias y condiciones que permitieron la subsistencia de la amistad sino-chilena luego del Golpe Militar, la investigación estuvo basada en una amplia revisión bibliográfica y la realización de entrevistas a varios expertos en el estudio de China. La redacción de este ensayo se organizó en varios capítulos. El primero es esta introducción que expone de manera sintetizada el tema, junto con puntualizar asuntos metodológicos como lo pregunta de investigación, los objetivos y la hipótesis. El segundo acápite, denominado “Entendiendo al Dragón”, pretende adentrar a los lectores en el particular y desconocido pensamiento chino, a través de tres apartados. En el primero de éstos y como dice su nombre “China versus Taiwán: ¿Enfrentamiento de dos naciones o una guerra política?”, se explica dicho conflicto oriental, narrando cómo el titán asiático terminó partido en dos; la segunda parte del capítulo se llama “La política exterior de la República Popular China: ¿Cómo se ve el mundo desde los rasgados ojos de Běijīng?”, donde se aborda en profundidad esta materia; y el último punto de esta sección fue bautizado como “China en el sistema internacional durante la Distensión: la emergencia de un gigante”, donde se describe el panorama mundial en los años de la Détente y el rol que China jugó en ese tablero. El tercer capítulo, titulado “El abrazo del Dragón”, trata de las relaciones bilaterales entre Chile y China. En su primer apartado, “El comienzo de una amistad”, se abordará la historia de los vínculos diplomáticos entre estas naciones hasta el 11 de septiembre de 1973, mientras que en la sección siguiente, “La no ruptura Běijīng-Santiago tras el golpe. El precio de contener a Taiwán”, se detallan cómo continuaron los contactos entre el régimen castrense chileno y la administración maoísta, junto con revelar los motivos que llevaron a la RPC a no terminar con los lazos que la unían a la Junta Militar de Chile. Por último, el cuarto capítulo corresponde a las conclusiones, donde se expondrán resumidamente todos los antecedentes recabados para ver si se corrobora o no la hipótesis, además de manifestar los imprevistos y los obstáculos que se presentaron durante la investigación y que pudieran haber influido en los resultados de ésta. Junto con esto y para mostrar la pertinencia de este trabajo, se hará un pequeño balance de la importancia que tuvo el mantenimiento de los vínculos diplomáticos entre Chile y China para el actual estado de la relación bilateral. Finalmente, quiero referirme a las motivaciones que me llevaron a indagar en este tema. Puedo decir que este ensayo es el producto de un mestizaje; el resultado de la combinación entre mi amor por el periodismo, en particular por el internacional, y por China y su pueblo. Desde los primeros años de estudio de mi carrera, me llamó la atención el fenómeno de la globalización, en especial cómo éste no solo afectaba a los medios de comunicación sino que también era afectado o, mas bien, generado a través de ellos. Posteriormente y tras el atentado a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, me di cuenta que es tanta la información a la que se puede acceder hoy, que las personas en vez de sentirse más conocedoras del mundo que habitan, cada día se confunden más y hasta se consideran menos parte de él. Percibí que mi inquietud por el desarrollo de los medios globalizados podía ser focalizada de forma más concreta a través del ejercicio del periodismo internacional y me propuse, como una humilde aspiración, lograr hacer un periodismo que no agobiara con datos, sino que los usará para explicar lo que ocurre a diario en nuestra Tierra. En otras palabras, quise apostar por utilizar las múltiples fuentes de información que la tecnología nos suministra para intentar traducir los hechos del ajetreado mundo a un lenguaje comprensible para todos. Creo que mi mayor aporte proviene precisamente de mi conexión con China, un país donde se habla un idioma que en este lado del planeta casi todos ignoran. No solo tuve la fortuna de pasear por esta gran nación, la más poblada del planeta y la potencia promisoria del siglo XXI. También porque desde que era una niña me deleito comiendo Kǎo Yā (Pato Pekín) los fines de semana y prendas de seda cuelgan en mi clóset. China es el universo que mejor conozco después de Chile. Sé sobre China, y quiero que la gente lo haga también, porque mi esencia está enraizada en ese lejano país. El año 1928, Liang Tang, un joven cocinero cantonés bajó de un barco repleto de chinos en búsqueda de un mejor pasar. Hablando solo “gotas” de español y resignándose a un cambio de apellido debido a la ineficacia de los antiguos registros oficiales nortinos, ese soñador oriental se enamoró de una chilena en Iquique y formó una de las cientos de familias sino-chilenas que hoy residen en suelo sudamericano. La descendencia fue prolífica y aquí escribe un producto de esa mezcla, aunque mi apellido ya no sea Liang, sino León; aunque recién esté aprendiendo a dominar los cuatro tonos del mandarín. Soy mestiza porque a los cinco años aprendí a manejar los palillos mejor que un lápiz, porque me dormía escuchando el cuento de “El Rey Mono” en vez de “La Caperucita Roja”, porque crecí leyendo más a Confucio que a Sócrates, porque tengo tez amarilla y ojos almendrados. O, simplemente, porque me llamo Meilin y no María.
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El establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Perú y la República Popular China en el año 1971 y las reacciones de la colonia China en el Perú

Zhang, Xiaoxu 28 May 2019 (has links)
Entre el Perú y China existe una estrecha y remota relación que empezó en la época colonial en el siglo XVI. En distintas épocas, el gobierno peruano mantuvo relaciones diplomáticas con distintos gobiernos chinos, primero con la Dinastía Qing, luego con la China nacionalista1 del Kuomintang2 y ahora con la República Popular China3. El Perú y la República Popular China establecieron relaciones diplomáticas en el año 1971. El comercio de harina de pescado entre ambos países fue la razón principal de su establecimiento de relaciones diplomáticas; el apoyo mutuo sobre la política peruana de las 200 millas y el deseo chino de entrar en la ONU fue la razón esencial. Este acontecimiento diplomático y político correspondía al interés de ambos países. El establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Perú y la República Popular China en el año 1971, desorientó la colonia china en el Perú. En su seno las reacciones fueron muy distintas en varias circunstancias. Esta tesis analizará las circunstancias en que se realiza la instalación de la Embajada de la República Popular China, su impacto en la comunidad china del Perú y las razones de las discordias. / Peru and China have a close and remote relationship that began in the colonial era of the sixteenth century. At different times, the Peruvian government has maintained a diplomatic relation with various Chinese governments, first with the Qing Dynasty, then with the nationalist China of the Kuomintang and now with the People's Republic of China. In 1971, Peru and the People's Republic of China established a diplomatic relation. The trade in fishmeal between the two countries was the main reason for establishing the diplomatic relation; yet the mutual support for Peru’s 200 mile policy, and for China’s desire to join the UN was the essential reason. This diplomatic and political event corresponded to the interest of both countries. The establishment of diplomatic relations between Peru and the People's Republic of China in 1971 disoriented the Chinese colony in Peru. In his breast the reactions were very different in several circumstances. This thesis will analyze the circumstances in which the installation of the Embassy of the People's Republic of China takes place, its impact on the Chinese community of Peru and the reasons of the discord. / Tesis
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¿Buscando un aliado más?: Las cuasidiplomacia taiwanesa para fomentar su política exterior en la Unión Europea

Tang Lu, Rafael Eduardo 02 May 2024 (has links)
El cambio en la política exterior de Taiwán, que ahora busca ser reconocido como un Estado Independiente en el sistema internacional, ha hecho que China intensifique One China Policy, que ha sido efectivo para aislar a Taiwán a nivel global. Ante ello, la particular situación de Taiwán como un Estado de Facto ha permitido el surgimiento de la cuasidiplomacia, mecanismo que utilizan los Estados de facto para poder promover su política exterior. Ante tal situación, Taiwán utiliza la cuasi-diplomacia para fortalecer las relaciones y compromisos con sus principales aliados, en donde se destaca la Unión Europea, cuya relación en la última década ha mejorado considerablemente a diferencia de las relaciones con EE.UU que mantiene ambigüedad en torno al tema. Asimismo, el apoyo brindado por la Unión Europea (UE por sus cifras) le permite a Taiwán incrementar su presencia internacional con el objetivo de entrar a una organización internacional. Ante ello, el objetivo de este trabajo es comprender las motivaciones en el despliegue de la cuasi diplomacia taiwanesa para cumplir sus objetivos propuestos. A partir de la investigación, se concluye que el uso de la cuasi diplomacia resulta medianamente efectivoa pesar de que los paquetes de ayuda, los intercambios económicos y comerciales, asistencia técnica y monetaria, asistencia para la democracia y DDHH y otras medidas permitió mayores acuerdos con Europa; la UE todavía mantiene una postura a favor del status quo que todavía no considera la independencia taiwanesa como una opción pacífica.
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El impacto de la pandemia COVID-19 en el soft power de China en el Perú

Herrera Villalobos, Rodrigo Alonso 15 March 2024 (has links)
El presente trabajo de investigación tiene por objetivo analizar el impacto de la pandemia COVID-19 en el Soft Power de China en el Perú. El soft power, o poder blando, es un término acuñado por Joseph Nye en 1990 y que trata de explicar la capacidad de atracción cultural e ideológica, y los recursos que generan esta atracción, que los Estados utilizan para moldear las preferencias de otros actores. Desde su introducción, el soft power atrapó el interés de los académicos y oficiales chinos. Estos han logrado su exitosa incorporación a la política exterior china desde el 2004 a través de la política del ascenso pacífico, la que ha permitido el éxito de China en el escenario global. Sin embargo, la literatura existente sobre este tema puede encontrarse trasnochada en el contexto del impacto que generó la pandemia del COVID-19, durante el que China ocupó lugares de liderazgo en una campaña para limpiar su imagen nacional a través de la llamada “mask diplomacy”, a la vez que empleó un discurso mucho más conflictivo en lo que muchos han llamado una transición del ascenso pacífico hacia la “wolf warrior diplomacy. El caso de Perú, país que posee vínculos históricos con China además de funcionar como nexo entre el gigante asiático y el resto de la región latinoamericana, es de especial relevancia para el análisis del impacto del soft power chino y cómo el contexto de pandemia COVID-19 ha influido en este.
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Entre Washington y Beijing: un análisis de la Política Exterior Peruana en el contexto de competencia entre Estados Unidos y China

Romero Miraval, Sergio Rodrigo 01 February 2023 (has links)
Esta propuesta de investigación busca responder cómo se refleja la competencia entre Estados Unidos y China en la Política Exterior Peruana. Competencia que, según diversos autores, no es nueva, pero se ha tornado más conflictiva en los últimos años. Asimismo, la propuesta de investigación centra el análisis durante los años 2011-2018, debido a que desde el gobierno de Ollanta Humala la relación con China adquiere un sentido político (con las Asociaciones Estratégicas), y no solo económico (con la firma del Tratado de Libre Comercio o TLC). Asimismo, el 2018 es el año en que Perú forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente, lo que permite mostrar a Perú su posición sobre temas de relevancia internacional. La hipótesis planteada en la investigación es que la competencia entre Estados Unidos y China se refleja en tres áreas: económica/comercial, Cooperación para el Desarrollo, y alineamiento político. En cuanto al marco teórico, debido a que la competencia entre ambas potencias es el centro de la investigación, el análisis se enmarca en el enfoque neorrealista desarrollado por Kenneth Waltz. Dicho enfoque resalta el comportamiento de los países en búsqueda de un balance de poder. La estrategia metodológica será una mixta. Se utilizan tanto herramientas cuantitativas como cualitativas. En ese sentido, se elabora un índice de “incidencia económica” para analizar la reacción de ambos países en dicha materia, y se realiza una revisión de las votaciones de Perú en el Consejo de Seguridad, de documentos y comunicados oficiales, así como de medios de comunicación con circulación nacional.
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El soft power de China en Perú en los años 2005-2015

Tucci, Francesco 05 July 2018 (has links)
El presente trabajo aborda el estudio del soft power de China en Perú en la década 2005-2015.El objetivo principal de la investigación es la identificación de la estrategia y de las herramientas de proyección del poder blando – y su relación con la diplomacia pública – de la RPCh en Perú en el periodo de interés. La investigación analiza cuatro ejes identificados: la diplomacia tradicional (representación diplomática y acuerdos bilaterales, cooperación internacional, elementos de integración de la paradiplomacia), la diplomacia pública (actividades y comunicación de la Embajada de la RPCh en Lima, el “nation branding”, la e-diplomacy, becas estatales), la diplomacia cultural (asociaciones culturales, cooperación entre universidades y presencia de Institutos Confucio) así como la recepción del poder blando (encuestas, régimen visado y turismo). Este trabajo de investigación se desarrolla en seis capítulos. El capítulo I se orienta a definir el soft power y se proponen los indicadores para medirlo. El capítulo II aborda investigaciones y antecedentes del poder blando chino en general, relacionados a América Latina y al Perú. Los capítulos III, IV, V y VI analizan las herramientas del poder blando relacionados – respectivamente – a la diplomacia tradicional, pública y cultural, considerando también la orientación de la opinión publica peruana. Por último, se exponen las conclusiones y reflexiones producto del proceso de investigación
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El conflicto entre China y Japón sobre las Islas Diaoyu/Senkaku y su comparación con conflictos marítimos de América Latina.

Letelier Eltit, Matías Arturo January 2013 (has links)
Autorizada por el autor, pero con restricción para ser publicada a texto completo hasta el año 2014. / Memoria (licenciado en ciencias jurídicas y sociales) / El trabajo tiene como objetivo averiguar si el estudio del conflicto entre China y Japón por las islas Diaoyu/Senkaku permite aportar nuevos antecedentes para el estudio de los conflictos marítimos latinoamericanos, y viceversa. Se hace un análisis histórico del conflicto asiático, a la vez que se examinan las posiciones jurídicas y políticas de los países involucrados. Las disputas latinoamericanas (la existente entre Nicaragua y Colombia, y la que enfrenta a Argentina con el Reino Unido) se tratan de manera similar, y se hacen comparaciones entre ellas y el conflicto asiático. La investigación se apoya en el estudio de libros, artículos científicos especializados, artículos de prensa escrita y en la normativa del derecho del mar, entre otros. El trabajo concluye que las teorías jurídicas usadas en las argumentaciones de los países asiáticos son usadas por los países latinoamericanos, por lo que aquellas sirven para respaldar éstas últimas pero no para innovarlas. Además se señala que para encontrar una solución a tales disputas conviene tomar la vía de la negociación, rescatando los elementos positivos de los pasados intentos de diálogo que se han hecho.

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