En los últimos tiempos estamos asistiendo a grandes cambios estructurales en el mundo rural, la reestructuración del cual supone transformaciones en el mercado laboral, en los ingresos de las unidades familiares, en las pautas de ocupación y de localización territorial, así como en la estructura social.La presente investigación se centra en el análisis de las consecuencias territoriales y sociales de la implantación de un iniciativa laboral pionera e innovadora en todos los sentidos: el teletrabajo. Para ello se utiliza un enfoque metodológico basado en la perspectiva de género y el análisis regional, analizando el papel que pueden cumplir las tecnologías de la información y comunicación (TICs), y concretamente el teletrabajo, como alternativa de futuro para el desarrollo del mundo rural y su población, y en particular de las mujeres.A partir de tres áreas de estudio (Cataluña, Ardèche y Québec), se ofrece un estado de la cuestión para así realizar un análisis comparado de los diferentes aspectos del teletrabajo -técnico, jurídico y laboral- como de posible alternativa de desarrollo en el actual contexto económico y social. La adopción de estrategias fundadas en la revalorización de los recursos, como soporte de nuevas iniciativas locales de creación de puestos de trabajo, se muestra actualmente como la única vía posible de subsistencia de los espacios rurales. En este sentido la actual evolución de la tecnología y de las llamadas "autopistas de la comunicación", pueden ser consideradas como una posible alternativa de desarrollo para ciertas regiones en declive, mediante la relocalización de ciertos puestos de trabajo en espacios rurales o rururbanos, si se combinan con las incontestables posibilidades que las TICs proporcionan. En este sentido el teletrabajo, inscrito en la globalidad de las teleactividades, puede constituir una alternativa más para facilitar la integración en el mercado laboral de la población rural, principalmente en el caso de mujeres y jóvenes. Las TICs necesitan de importantes infraestructuras de soporte, aspecto que las convierte en moduladores del territorio. De este modo, el actual diseño y equipamiento diferenciado de infraestructuras de TICs, según las regiones, supone un nuevo criterio de jerarquización del espacio; así, la disponiblidad de las TICs se erige como elemento clave en el proceso de retroalimentación de las zonas en desarrollo, haciendo del territorio un generador activo de recursos y posibilidades estratégicas. Las especificidades regionales en materia legislativa, económica, laboral y social, también suponen diferencias significativas en relación al tipo de trabajo realizado a distancia, y a la valoración que las personas que la llevan a cabo tienen de ella. Se concluye que las TICs no son la panacea para los territorios en crisis. Para que el teletrabajo constituya una alternativa real, es necesaria una suma de circunstancias particularmente propicias:Por parte de los trabajadores, es necesaria una dedicación plena, disponer de un proyecto profesional claro y un alto nivel de formación, que incluye la adquisición de competencias y habilidades tecnológicas.También es imprescindible el papel impulsor de las empresas que, interesadas en el ahorro de determinados costes, sean capaces de generar empleos susceptibles de desarrollarse a distancia y por tanto de ser teletrabajados.Igualmente crítico es el papel de las administraciones públicas, que deben fomentar la creación de empleo e infraestructuras equitativamente, reduciendo la deslocalización, y proporcionando ayudas a la formación y equipamientos técnicos adaptados, si desean favorecer la emergencia del teletrabajo.En esta línea, se requieren asimismo medidas dirigidas a favorecer el acceso al trabajo de las mujeres y la población en general (acceso a los servicios de guardería, horarios flexibles, etc.), que fomenten la equidad en el empleo, facilitando que el teletrabajo sea una verdadera opción frente a las condiciones de trabajo o los actuales horarios laborales. / In the last few years, the rural world is undergoing large structural changes which are producing a deep restructuring, involving transformations in job markets, familiar units income and territorial location.The hereby research work concentrates on one pioneering topic, related to the new initiatives taking place in rural world: telework. The present Thesis following a methodological aim from gender and regional analysis, it studies the role that communication and information technologies (ICT) can play, and specifically telework, as a future alternative for the rural world development, especially for women.This research focuses a pioneering topic related to the new initiatives which are taking place in the rural world: telework. The study is centred in the role that communication and information technologies (ICT) and specifically telework, can play as a future alternative for the rural world development and specially for women. The research has been developed following the gender and regional analysis methodologies.After studying three geographical areas (Cataluña, Ardèche and Québec), a "state of the art" is offered, in order to develop a comparative analysis on different aspects of telework -technical, legal and labour- as a possible development alternative in the present economic and social situation.The implementation of strategies based on the revaluation of resources, appears at the moment, as the only way of survival for rural spaces as they act as a support for new local initiatives and the creation of jobs. In this sense, the current evolution of technology and the so-called "information highways" can be considered as a possible alternative for the development of some declining regions, through the relocation of certain jobs in rural or rur-urban spaces, in combination with the enormous possibilities supplied by ICT. That is why telework, as part of the more global term of teleactivities, can represent another alternative to improve the integration of rural population in the job market, especially for women and young people.The fact that ICT needs important support infrastructures, makes them a strong territory modulators. In this way, the present differences among different regions in the design and equipment of ICT infrastructures, are becoming a new criterion for space hierarchies. As a consequence, ICT availability becomes a key element in the feed-back process in developing zones, turning territory into an active generator of resources and strategic possibilities.Regional particularities in legal, economic, labour and social aspects, introduces also important differences related to the kind of the developed telework as well as in the perception of those people working in it.It can be concluded that ICT are not a panacea for territories in crisis as telework needs a big amount of proper circumstances to turn into a real alternative.From the point of view of the manpower, teleworkers need full time dedication, a clear professional project and to be trained at a high level, including technological capabilities.The propelling role of enterprises could be also essential if they are interested in saving costs, through the implementation of jobs which can be suitable to be teleworked.Te role of public administrations are equally critical, because they must support the creation of jobs and infrastructures in a equitable way, reducing outsourcing, and supplying help for training and proper technical equipment, if they really want to favour the emerging of telework.In the same direction, measures are also required to help women -and people in general terms- to access to the job market (access to nurseries, flexible working time, etc.) in order to achieve equity in employment and making telework a true alternative to the traditional working schedules and schemes.