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Diagnóstico de la leishmaniosis críptica en el perro. Expresión isotípica e idiotípica de los anticuerpos producidos en distintas fases de la infecciónIniesta González, Laura 19 October 2007 (has links)
Diversos trabajos sobre la leishmaniosis canina han demostrado que el perfil clínico de esta infección es variable, yendo desde formas asintomáticas hasta patologías graves polisintomáticas y desde una evolución con cura espontánea a una resolución fatal, en función de la respuesta inmune que desarrolle el animal a lo largo de la infección.Se ha observado que existe un gran número de perros seropositivos asintomáticos, algunos de los cuales se encuentran en la fase prepatente de la infección, otros en la regresiva y un tercer grupo de animales que presentan formas crípticas, sin manifestar síntomas durante varios años y con una respuesta de anticuerpos baja situada alrededor del umbral de positividad. Ésta es una zona considerada gris en la que coinciden las reacciones cruzadas y las inespecificidades de la técnica. En estos casos, las técnicas serológicas convencionales no distinguen si se trata de animales infectados o no, ni diferencian las fases de la enfermedad en la que se encuentran. Con el objetivo de determinar la utilidad de diferentes técnicas parasitológicas, inmunológicas y moleculares para detectar estas leishmaniosis caninas crípticas se han aplicado varias pruebas diagnósticas a un grupo de perros de zonas endémicas para esta zoonosis. Se ha observado que las técnicas inmunológicas convencionales no discriminan claramente entre animales infectados y no infectados, sino que son los métodos parasitológicos y la PCR los que ofrecen resultados más fiables.También se ha determinado la expresión de IgG, IgG1, IgG2 e IgE específicas anti-Leishmania durante distintas fases de la infección para determinar su relación con la evolución de la infección, la respuesta al tratamiento y su valor pronóstico, viendo que las IgG1 y las IgE son marcadoras de leishmaniosis canina activa y que el nivel de IgG2 está directamente relacionado con la presencia de desórdenes patofisiológicos en los animales.Se ha analizado la expresión idiotípica de IgG1 e IgG2, frente a las diferentes fracciones del antígeno de Leishmania con el objetivo de usarlas como marcadoras de estadio y de evolución en la leishmaniosis canina. Se ha observado que las fracciones polipeptídicas de bajo peso molecular 14, 16 y 18 kDa para IgG1 y 14 y 16 kDa para IgG2 se expresan precozmente en perros infectados por L. infantum, lo que permite detectar diagnósticos falsos negativos mediante pruebas parasitológicas y moleculares en las fases tempranas de la infección, fundamentalmente por parte de las IgG1.Se ha determinado el significado clínico y diagnóstico de la excreción mediante la orina de anticuerpos frente a Leishmania por parte de perros infectados y se ha observado que la presencia de anticuerpos en la orina es debida mayoritariamente a un fallo del filtrado glomerular y, en menor medida, a una producción local de anticuerpos.A pesar de que el perro es el principal reservorio peridoméstico en la zona mediterránea, estudios de epidemiología molecular indican que existe una variabilidad genética de cepas de Leishmania superior a la que se encuentra al analizar las cepas presentes en el perro, por lo que se sospecha que otras especies animales pueden actuar como reservorio. Por ello, se planteó un estudio seroepidemiológico de la leishmaniosis felina para determinar la extensión de esta infección en nuestro entorno. La alta seropositividad encontrada, junto con el patrón de fracciones proteicas revelado por el western blot indican que el gato actúa como verdadero reservorio de la leishmaniosis y no como un hospedador accidental, tal como se venía considerando hasta ahora. / Studies about canine leishmaniosis show that clinic profile of this disease is variable, going from asymptomatic forms to sever pathology, and from spontaneously cure to fatal resolution. Seroepidemiological studies have revealed a large number of asymptomatic seropositive animals. Follow-up of these animals shows that some of them are in the prepatent infection period, others have regressive forms of the disease and others maintain low levels of antibodies without developing the disease for years. The low humoral immunoresponse characteristic of asymptomatic animals frequently places their antibody levels at the borderline of detectability where serological techniques don't discriminate between infected and noninfected animals. To determine the utility of different parasitology, immunology and molecular techniques to detect canine leishmaniosis, we applied various diagnostic methods for dogs from endemic areas and observed that antibody detection are not suitable tools to discriminate infected and noninfected animals, and parasitological methods and PCR offer more accurate results.The study of the level of specific IgG, IgG1, IgG2, and IgE in different phases of infection reveled that IgG1 and IgE are considered markers of the active disease and IgG2 expression is related to pathophysiological disorders.The idiotype expression of IgG1 and IgG2 was analyzed to detect markers related to infection, and to early phases of disease. The early Leishmania infantum infection is characterized by the recognition of polypeptide fractions of low molecular weight, mainly fractions of 14, 16 and 18 kDa by IgG1 and 14 and 16 kDa by IgG2.We have investigate the presence of anti-Leishmania antibodies in the urine of dogs with leishmaniosis and have determined that the presence of these antibodies is mainly caused by the passage into the urinary tract of blood-derived immunoglobulins and, to a lesser extent, by the local production.Dog is the main peridomestic reservoir for leishmaniosis caused by L. infantum, but some studies of molecular epidemiology show a great genetic variability. The study of feline leishmaniosis in Northwestern Mediterranean shows that specific antibodies are prevalent in cats from these ecoregions. So, it could be hypothesized that cats are a secondary reservoir host rather than simply incidental one.
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