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Arriba los que luchan: un relato de comunismo libertario en Chile, 1997-2011Ramírez Sánchez, Felipe Antonio January 2013 (has links)
Memoria para optar al título de Periodista / El trabajo de memoria de título “Arriba los que luchan: un relato del
comunismo libertario en Chile. 1997-2011” condensa diferentes opiniones de
entrevistados, así como contenido extraído de documentación interna de
organizaciones políticas, de diversas publicaciones políticas periódicas en
formato de revista, boletín y de internet. Mediante el mismo, busca relatar lo
que han sido 14 años de desarrollo de una tendencia política particular, el
comunismo libertario, en nuestro país. Además, da luces respecto a algunos de
los conflictos que han configurado lo que actualmente componen algunas de
las ramas del anarquismo en Chile.
Está estructurado en diversos capítulos. En el primero busca dar cuenta
del desarrollo del anarquismo durante los primeros años 90; el segundo
profundiza en el surgimiento de la revista “Hombre y Sociedad”, su relación con
los anarquistas en los 80 y su importancia como espacio de discusión; el
tercero relata sobre la experiencia del Congreso de Unificación Anarco
Comunista y los debates que cruzaron esa experiencia; el cuarto se refiere al
surgimiento del Frente de Estudiantes Libertarios y la construcción de una
política libertaria de masas; el quinto al surgimiento de la Organización
Comunista Libertaria de Chile y las dificultades enfrentadas en ese proceso; el
sexto sobre el surgimiento de la Federación Comunista Libertaria de Santiago;
y el séptimo busca relatar la experiencia del “Marzo Anarquista” como espacio
de confluencia de diversas sensibilidades anarquistas, así como los debates
entre los distintos sectores.
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Reforma electoral: la forma de hacer campaña en el proceso de elección de diputados para el periodo legislativo 2012-2015Ruiz Flores, Claudia Isabel 07 1900 (has links)
Tesis para optar al grado de Magister en Comunicación Política / La contienda electoral de marzo 2012 para la elección de Diputados celebrada en El Salvador estuvo marcada por la implementación de un cambio al sistema electoral que varió la forma de elegir a los diputados. Los ciudadanos salvadoreños pasaron así de emitir un voto por una lista partidaria cerrada, donde ellos no podían tener injerencia en el orden ni en los nombres de los candidatos, a sufragar directamente por el candidato de su preferencia.
Este cambio introducirá más que una variación en la forma en que se eligen los representantes, también altera el poder de los partidos sobre sus candidatos y la injerencia que las colectividades tengan en las campañas electorales que se realicen, las cuales ahora descansarán en los propios postulantes. Así, la nueva forma de elección facilitó a los candidatos mayor libertad para implementar nuevas estrategias en la campaña electoral. Y, por otro lado, esta reforma traslada a los ciudadanos, y no a los partidos, la decisión respecto a quiénes serán los diputados que los representarán en la legislatura 2012-2015.
Todo lo anterior repercutirá en la forma en que los postulantes realizaron su campaña electoral y en los procesos de negociación al interior de sus partidos. Con la fórmula electoral anterior, las campañas electorales las realizaban los partidos y los candidatos debían negociar al interior de su colectividad el lugar que ocupaban en la lista; cuanto más arriba, más posibilidades tenían de resultar electos.
Con la nueva fórmula, las negociaciones al interior del partido serán determinantes para quedar incluido en la lista electoral y el lugar que se ocupará en la misma, pero la elección no queda definida ahí, sino en el desempeño que cada candidato tenga en la conquista del voto. Por lo mismo, una vez resuelta la elección, el diputado no le debe el escaño únicamente al partido, sino –principalmente- a sus votantes. La presente investigación aspira a determinar el impacto que ha tenido la reforma electoral en la forma en que los propios candidatos enfrentaron su campaña 2012, tanto en su organización como en los procesos de comunicación política involucrados en los ámbitos intrapartidarios y en el contacto con el ciudadano a quien le están solicitando el voto. Lo anterior se realizará a través de un estudio de caso donde se analizarán las campañas realizadas por los candidatos a diputado del partido político Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), durante los comicios efectuados en los años 2009 y 2012 en El Salvador, con el fin de realizar un análisis comparativo entre ambas contienda electorales.
Con este objetivo, se procederá a construir un marco teórico desde el cual se estudiará el fenómeno antes identificado y se elaborarán las categorías para su posterior análisis. Una vez realizado lo anterior, se recolectarán y procesarán los materiales de campaña de postulantes a un escaño en las últimas dos elecciones salvadoreñas. La información obtenida por esta vía será complementada por una serie de entrevistas realizadas a una muestra significativa de candidatos, la que hará posible describir cómo percibieron
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Chile, la alegria ya viene... modernidad concertada: crónicas sobre los intentos modernizadores de la concertación de los partidos por la democracia (1990-2010)Torres Paredes, Mauricio Esteban January 2014 (has links)
Memoria para postular al título de periodista / El autor no autoriza el acceso a texto completo de su documento / La Concertación de Partidos por la Democracia gobernó veinte años. Un pacto que nació bajo la figura del arco iris, fenómeno natural que aparece cuando se acaban las lluvias y se van las nubes negras. Pero esta coalición no solo representó una alternativa a la dictadura, sino también la promesa de una nueva época de pluralismo y diversidad de ideas. Algo que se esperaba en un régimen democrático asociado a la tolerancia y a la diferencia.
Sin embargo, tras veinte años, la coalición se desgastó. Pasaron años de negociaciones con los herederos políticos de Pinochet y los ánimos de reformas se fueron directo al tacho de la basura. Pasaron los años y el modelo político y económico heredado se mantuvo intacto. Pasó el tiempo y la sociedad logró reorganizarse tras el fuerte quiebre que significó una dictadura de diecisiete años. Una ciudadanía cansada de esperar aquella alegría prometida.
La Concertación concertó un modelo de desarrollo, pero no lo hizo con sus bases, ni con la organización social, sino que se rindió, sea cual sea la razón, frente a los poderes fácticos más conservadores del país, las Fuerzas Armadas, el empresariado, la Iglesia Católica e incluso ante la misma clase política de la que formaba parte.
Este trabajo busca representar, a través del relato de hechos específicos, los intentos y fracasos modernizadores de la Concertación como coalición política. Además, si bien no forma parte de los objetivos iniciales, este conjunto de crónicas busca explicar las raíces tras el modelo instalado por la dictadura militar y el abismo que abrió un antes y un después en Chile. Un episodio que no puede ser entendido sin su contexto. Un proceso que cambió radicalmente las reglas del juego de la modernidad.
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Reforma electoral: la forma de hacer campaña en el proceso de elección de diputados para el periodo legislativo 2012-2015Ruiz Flores, Claudia Isabel 07 1900 (has links)
Tesis para optar al grado de Magister en Comunicación Política. / La contienda electoral de marzo 2012 para la elección de Diputados celebrada en El Salvador estuvo marcada por la implementación de un cambio al sistema electoral que varió la forma de elegir a los diputados. Los ciudadanos salvadoreños pasaron así de emitir un voto por una lista partidaria cerrada, donde ellos no podían tener injerencia en el orden ni en los nombres de los candidatos, a sufragar directamente por el candidato de su preferencia.
Este cambio introducirá más que una variación en la forma en que se eligen los representantes, también altera el poder de los partidos sobre sus candidatos y la injerencia que las colectividades tengan en las campañas electorales que se realicen, las cuales ahora descansarán en los propios postulantes.
Así, la nueva forma de elección facilitó a los candidatos mayor libertad para implementar nuevas estrategias en la campaña electoral. Y, por otro lado, esta reforma traslada a los ciudadanos, y no a los partidos, la decisión respecto a quiénes serán los diputados que los representarán en la legislatura 2012-2015.
Todo lo anterior repercutirá en la forma en que los postulantes realizaron su campaña electoral y en los procesos de negociación al interior de sus partidos. Con la fórmula electoral anterior, las campañas electorales las realizaban los partidos y los candidatos debían negociar al interior de su colectividad el lugar que ocupaban en la lista; cuanto más arriba, más posibilidades tenían de resultar electos.
Con la nueva fórmula, las negociaciones al interior del partido serán determinantes para quedar incluido en la lista electoral y el lugar que se ocupará en la misma, pero la elección no queda definida ahí, sino en el desempeño que cada candidato tenga en la conquista del voto. Por lo mismo, una vez resuelta la elección, el diputado no le debe el escaño únicamente al partido, sino –principalmente- a sus votantes.
La presente investigación aspira a determinar el impacto que ha tenido la reforma electoral en la forma en que los propios candidatos enfrentaron su campaña 2012, tanto en su organización como en los procesos de comunicación política involucrados en los ámbitos intrapartidarios y en el contacto con el ciudadano a quien le están solicitando el voto. Lo anterior se realizará a través de un estudio de caso donde se analizarán las campañas realizadas por los candidatos a diputado del partido político Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), durante los comicios efectuados en los años 2009 y 2012 en El Salvador, con el fin de realizar un análisis comparativo entre ambas contienda electorales.
Con este objetivo, se procederá a construir un marco teórico desde el cual se estudiará el fenómeno antes identificado y se elaborarán las categorías para su posterior análisis. Una vez realizado lo anterior, se recolectarán y procesarán los materiales de campaña de postulantes a un escaño en las últimas dos elecciones salvadoreñas. La información obtenida por esta vía será complementada por una serie de entrevistas realizadas a una muestra significativa de candidatos, la que hará posible describir cómo percibieron en su campaña el impacto de esta reforma electoral.
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Política exterior y partidos políticos en Chile : el caso de UNASURWeskamp, Andrés 07 March 2014 (has links)
Magíster en Estudios Internacionales / ¿Cuáles son las consecuencias para el interés nacional del rechazo a un tratado
de integración regional? La tesis analiza la relación entre la política exterior de Chile y
sus partidos políticos durante la pleamar de la “ola rosada” en América Latina entre
2008 y 2012, período en el cual se institucionaliza la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR) mediante la suscripción de su Tratado Constitutivo y del Protocolo sobre
Compromiso con la Democracia. En efecto, la negociación del Tratado Constitutivo por
el gobierno chileno abre el debate parlamentario en cuanto a la conveniencia de su
aprobación para el interés nacional de Chile. Mientras la centro-izquierda acompaña la
iniciativa negociada en 2008 por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet –a
cargo por entonces de la Presidencia Pro Tempore del nuevo organismo regional–, un
sector de la derecha obstruye su tratamiento y amenaza con rechazar el tratado,
posición que cuestiona la política exterior de Estado que desde la redemocratización
del país en 1990 tiene entre sus principales intereses fortalecer la integración de Chile
en América Latina. Asumido el gobierno de la centro-derecha en marzo de 2010, una
evidente contradicción se presenta cuando el Presidente Sebastián Piñera ordena
continuar con el tratamiento parlamentario del Tratado Constitutivo, sea para otorgar
continuidad a la política exterior de Estado, sea para legitimar a la “nueva derecha” en
la conducción de la política exterior del país. En el Congreso de Chile se retoma así el
debate y finalmente se encuentra una solución política que permite aprobar el acuerdo
fundacional del nuevo organismo regional, decisión que refleja el sistema de creencias
de la dirigencia política respecto del interés nacional y de las visiones internacionales
prevalecientes en los partidos políticos de ese país.
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Transparencia al interior de los partidos políticosAguilera Poveda, Karina Paz, Cortés Barrios, Rosa Bernardita January 2008 (has links)
Memoria (licenciado en ciencias jurídicas y sociales) / Existen aspectos que serían relevantes para la transparencia en los partidos políticos. Entre ellos la inclusión de criterios de democracia interna y representatividad que hagan más accesible y conocida la gestión de los partidos políticos ante los ciudadanos. Así también, dada la importancia de la transparencia para prevenir la corrupción, sería relevante la regulación de la rendición de cuentas y el financiamiento de los partidos políticos. Se introduce pues a la discusión, la necesidad de la transparencia en los partidos políticos, instituciones que permiten la participación ciudadana en la política y son un puente en la educación cívica de la cultura democrática.
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Liderazgos persistentes en la oposición de derecha en Chile. 1988-2009Vergara Vidal, Jorge 19 March 2011 (has links)
Magíster en Ciencias Sociales con mención en Sociología de la Modernización / La presente tesis tiene como finalidad identificar y caracterizar los liderazgos persistentes en los partidos de la derecha chilena, entre los años 1989 y 2009. Durante este periodo los partidos de derecha se encontraron en la oposición política a los gobiernos de la Concertación, situación que no sólo le otorga particularidad a la actuación de sus partidos sino también a la evolución de sus formas de liderazgo político.
Identificar a quienes encarnaron la conducción política de la derecha en el periodo de oposición no se agota en la confección de una lista de figuras relevantes. Sus componentes, estrategias y las relaciones entre los liderazgos otorgan una imagen determinada de la configuración de la conducción política del sector. Además, el hecho de ser oposición, despeja al liderazgo de la intervención de variables propias del uso de los recursos estatales (por lo menos asociadas al ejecutivo), permitiendo una mejor comprensión del fenómeno mismo del liderazgo y la conducción política de partidos y conglomerados, en este caso, de la derecha chilena.
El término derecha se asocia a una distinción política, de orden espacial e ideológico, que identifica o diferencia a un sector conservador de otro más proclive a los cambios o progresista (Bobbio, Matteucci y Pasquino, 2000). Expresa una concepción antagónica de la composición del espectro político, organizada por la diferencias de ideas, o mentalidades, que deviene luego en diferencias en posiciones y comportamientos políticos (Bobbio, 1995; Oakenshott, 2007).
El pensamiento de derecha, conservador o liberal, es un pensamiento político moderno.
Este carácter lo expone tanto a las tensiones propias de la competencia electoral e ideológica como a las tensiones y procesos de la propia modernidad. El punto de origen de este pensamiento se encuentra y define por su reacción a la Revolución Francesa y está cruzado por una tensión respecto al orden moral (Lipset, 1977; Ruiz, 1992; Cuadra, F.J., 1992; McGee, 2005; Correa Sutil, 2004). El origen reactivo de este tipo de posición política, que ha llevado a algunos autores a afirmar que el pensamiento de derechas es más bien una “especulación” (Ruiz, 1992), no es contradictorio con una práctica política innovadora, ya sea respecto a sus fundamentos ideológicos o respecto de sus formas de organización política (Pinto y Valdivia, 2001; Correa Sutil, 2004; Valdivia, 2008; Avendaño, 2010). Ser conservador en la práctica política, lejos de ser meramente “defensivo” es más bien ser realista, menos utópico, menos progresista (Oakenshott, 2007).
Curiosamente, personajes significativos asociados a la derecha, como Krauze, Cameron o Piñera han insistido, en los últimos años, en la existencia de una derecha progresista. Pero el progreso, como señala Gray, que “en ciencia (…) es un hecho, en política es una superstición” (Gray, 2006: 11). No sólo es imposible una acumulación de avances en política que no pueda desplomarse o revertirse al día siguiente, también más allá de las palabras, los hechos de este sector siempre han estado mejor conducidos por un realismo ultramontano que por un utopismo cualquiera. En este sentido cabe lo señalado por Andrés Allamand en una conferencia sobre el tema en 1992: “Para juzgarla y apreciarla hay que preocuparse de lo que la derecha hace, ha hecho o hizo, y no lo que la derecha ha escrito, ha dicho o en algún momento ha pensado” (Allamand, 1992: 73).
Una definición de la derecha, coincidente con su práctica política, la podemos interpretar a partir de lo expuesto por David Easton en relación a la organización y movilización a favor de la persistencia de los sistemas políticos (Easton, 2006: 119, 179-180; Easton, 1977).
Operado como una distinción, lo señalado por Easton nos indica un sentido bajo el cual la posición de derecha estará asociada a la defensa y conservación del orden establecido y/o a la producción de la persistencia del mismo. De este modo, más allá de una cualidad reactiva subrayada por otras definiciones, accedemos a una cualidad activa en la posición política, y con esto a la posibilidad de una práctica innovadora en pos de tal objetivo. La interpretación de la formulación de Easton nos permite, de mejor manera que otras perspectivas de definición, juzgar sus hechos.
De acuerdo a lo anterior, que en el caso chileno la posición de derecha se encuentre imbricada con la posición de élite social sería explicado por la aparición en la arena política de una fuerza electoral de izquierda que desafía tanto su capacidad de control social como el carácter persistente del ordenamiento construido (Correa Sutil, 2004). Misma finalidad se encuentra en su reconstitución política en la década de 1980: la defensa de la persistencia de la institucionalidad política y económica construida por sus cuadros bajo el amparo del gobierno militar (Correa Sutil, 2004; Valdivia, 2008).
Francisco Javier Cuadra plantea una mentalidad común en el pensamiento de derecha chilena, un ethos, que subyace a su diversidad. Este ethos implicaría, por lo menos tres aspectos: una relación con la historia nacional y sus tradiciones, una adhesión a una moral objetiva centrada en la persona y los principios de solidaridad y subsidiariedad sumado a referencias “secundarias” al orden, la propiedad y la libertad (Cuadra, 1992). Todos estos aspectos son recogidos en los modelos constitucional y económico que rigen actualmente el país y de este modo se les puede definir como conservadores, pero no como tradicionales en un sentido literal o fuera de la pragmática.
La relación con lo tradicional es relativa en el caso de la derecha chilena. Como señala McGee, “la derecha selecciona cuidadosamente y en algunos casos inventa estas tradiciones” (McGee, 2005, 21). De hecho, la derecha chilena ha demostrado en la práctica ser fuertemente anti tradicional tanto en su pensamiento como en sus formas de organización (Valdivia, 2008; Correa Sutil, 2004). Independiente de las diferentes expresiones de su pensamiento (liberal, nacionalista y corporativista), la derecha chilena ha expresado en su práctica un profundo pragmatismo que le ha permitido justamente escoger y seleccionar las “tradiciones” que defender.
El desarrollo de este pragmatismo se vincula con el desarrollo orgánico y evolución electoral de sus partidos, por un lado, y con el surgimiento de un ideario post utópico, por otro. En esto colabora decididamente su rol, ya mencionado, en el diseño e implementación de las estructuras constitucionales y económicas del país durante el gobierno militar (Avendaño, 2010). Luego de esta exitosa implementación los partidos de derecha se abocarán a una discusión centrada en la defensa y perfeccionamiento de estos dos pilares, más que en la discusión de un ideario o en la elaboración de una utopía. El pensamiento neoliberal, constituirá en el fondo, la guía de acción de la defensa y el perfeccionamiento, implicando la desaparición paulatina de los pensamientos nacionalistas y corporativistas y de sus expresiones orgánicas (Cristi y Ruiz, 1992) y que lleva a algunos autores a considerarlos como partidos de ultraderecha, en comparación de otros partidos de derecha en el marco internacional (Rodríguez Araujo, 2004).
Este “pragmatismo post utópico” caracterizará el periodo de oposición de la derecha marcando sus partidos y sus liderazgos. A nivel de sus partidos, la derecha entrará a la oposición con partidos (RN y la UDI) de creación externa según el modelo de Duverger, pero fuertemente influidos por el patrocinio del gobierno militar, y con fuertes grados de institucionalización por lo menos en lo formal de sus estructuras (Panebianco,1982; Barozet y Aubry, 2005), lo que se irá alterando en el transcurso del periodo tanto por el efecto del sistema electoral como por el despliegue constante de fuertes liderazgos individuales y presidencializados (Angell, 2005).
Si, como señala Panebianco: “un partido (…) es una estructura en movimiento que
evoluciona, que se modifica lo largo del tiempo y que reacciona a los cambios exteriores, al cambio de los ambientes en que opera y en los que haya inserto” (Panebianco, 1982: 107 ), el “ambiente opositor” incidirá en las estructuras de los partidos de derecha (Pasquino, 1997), toda vez que su institucionalización orgánica quedará supeditada a los desempeños electorales (Barozet y Aubry, 2005). Sin embargo esto no alterará su característica post utópica. Detrás de estos múltiples cambios, la derecha seguirá expresando una posición social conservadora, en el sentido de adecuar su práctica a la persistencia del orden diseñado por sus cuadros (gremialistas más Chicago Boys).
A diferencia de los partidos de gobierno, los partidos de oposición requieren de una organización política sólida y fuerte, además de fuentes de financiamiento distinta al Estado (Panebianco, 1982). El tema del financiamiento, de los recursos financieros, humanos y técnicos que se movilizan políticamente, en el caso chileno es un tema significativo. Las campañas presidenciales de la oposición de derecha han visto supeditados sus aportes a la prospección del rendimiento electoral lo cual ha favorecido la presidencialización de liderazgos individuales y competitivos electoralmente (Angell, 2005; Lehmann y Hinzpeter, 2001; Barozet y Aubry, 2005). Esto ha permitido una pérdida de peso político de las estructuras partidarias, producida por la implementación de estructuras decisionales propias por parte de los liderazgos competitivos. Es justamente esta personalización de la política y esta institucionalización del liderazgo, estructuralmente favorecida por el sistema
electoral (Angell, 2005), la que colabora con una reinstitucionalización política de los partidos de derecha y otorga centralidad al análisis del liderazgos.
La actual relevancia del tema del liderazgo tiene tanto que ver con las particularidades de los sistemas políticos como con procesos de índole global y que afectan a la sociedad. El carácter del desarrollo de los liderazgo de la derecha chilena, coincide con el desarrollo del proceso de individualización señalado por algunos autores como la característica central de la actual fase de la modernidad (Beck y Beck Gernsheim, 2003; Bauman, 1999), mientras que el carácter de la acción política desarrollada por los partidos y sus liderazgos coincide con una concepción postfundacional de la política (Marchant, 2007) toda vez que el sentido
de la acción se aleja de una consideración universalista o total para expresarse en una consideración incidente, hegemónica y pragmática.
Desde la perspectiva institucional de la individualización: “la disolución, la destrucción y el desencadenamiento de las fuentes de pensamiento colectivas y específicas de ciertos grupos de la cultura social industrial (…) llevan ahora en más todos los trabajos de definición se les asignen a imputen a los mismos individuos: esto significa el concepto de ‘proceso de individualización’. (Beck, 1999: 35). El liderazgo político de la derecha, sobre todo por la fuerte capacidad institucional que ha demostrado a partir de la personalización de la política, puede ser entendido como un liderazgo individualizado toda vez que es capaz de desarrollar formas de institucionalización ad hoc (orgánicas y normativas) que suplantan funciones alojadas antes en los partidos y tornan infectivas decisionalmente formas de inclusión asociadas a la política como la militancia (Ollier, 2010).
Desde la perspectiva de la accionalidad, hegemónica y pragmática, los liderazgos de derecha del periodo de oposición no sólo expresan una personalización de la política sino una relocalización de la misma (Bauman, 1999), lo que incluye tanto la preeminencia de lo técnico por sobre lo ideológico, como en los nuevos tipos de acceso a la esfera distributiva del poder que expresa la política. En este sentido, el fenómeno de liderazgo institucionalizado que es posible apreciar en este periodo en los partidos de derecha, representa también una nueva forma de relación entre la política y la sociedad. Amigos o asesores del líder político pesan más que el militante medio a la hora de las decisiones. Las instituciones de marketing político son hoy tan capaces de desarrollar las campañas como antes lo fueron las estructuras partidarias.
La creciente desconfianza de los individuos hacia los partidos políticos pone en cuestión que constituyan el canal más efectivo para integrarse a los pináculos decisionales de la sociedad (Mainwaring y Torcal, 2005; Segovia, 2009). Las pautas normativas que implicaban una carrera institucional en los partidos yacen sin efectividad frente a las nuevas formas de acceso decisional: la cercanía de amistad o familiar con el líder promete mejor efectividad política que los años de militancia; el conocimiento técnico de la empresas de marketing les asegura más espacio de decisión estratégica que la experiencia acumulada a los miembros de las cúpulas partidarias; las trayectorias biográficas atractivas hacen más que las coherentes trayectorias orgánicas, etc.
Pero estos cambios no afectan los elementos básicos de la operación política. Simplemente la política se ha vuelto orgánica de otra manera y actores más técnicos ocupan desarrollan las mismas funciones que antes eran sólo desarrolladas por los partidos. La centralidad actual del liderazgo, e incluso su carácter individualizado, no coincide con la imagen total y autónoma del liderazgo de masas, caracterizado por la sociología de principios del siglo XX. Las conceptualizaciones clásicas sobre el tema del liderazgo, en la sociología política,
se centran en la relación entre líder y masas, relación mediada por la organización o el partido (Weber, Michels, Mosca). Si los partidos dejan de contener la producción de la política y esta es asumida por las estructuras ad hoc del liderazgo, entonces éste deviene en institución, más allá de constituirse como cualidad, despeja y articula de otra manera la mediación con las masas. Esta institucionalización del liderazgo, más allá de reforzar su carácter individual, refuerza su carácter disnormativo en relación al contexto normal del sistema político, pues este es normado por leyes que no norman los liderazgos sino los partidos, y refuerzan la necesidad de estrategias inclusivas o colaborativas. El liderazgo, para restablecer la mediación, estará obligado a adecuar la norma vigente de acuerdo a sus necesidades de vigencia y efectividad.
El liderazgo individualizado ofrece hoy una imagen distante del caudillo carismático que llevaba en sus hombros la misión del progreso (Ollier, 2010). Ofrece la imagen de un liderazgo parcial y consensual, hegemónico más que total, pragmático más que ideológico, heterónomo más que autónomo, donde la función de la conducción política del sector puede ser asumida por más de un líder, con un sentido tanto competitivo como colaborativo. Este rasgo es visible en los liderazgos persistentes de la derecha chilena del periodo de oposición y la presencia de múltiples líderes requiere hablar de una imagen constelada del liderazgo para caracterizar la dinámica colaborativa de la conducción política de la derecha en esta fase.
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Partidismo y antipartidismo durante la organización de la RepúblicaCastillo Aqueveque, Cristian Felipe January 2013 (has links)
Memoria (licenciado en ciencias jurídicas y sociales) / El presente trabajo tiene tres objetivos principales. El primero es dilucidar acerca de la existencia o no de partidos políticos como los conocemos modernamente, entre los años 1826 y 1830. El segundo es explicar las ideas que los bandos de la época propugnaban, y de qué manera proponían el futuro del país. El tercer objetivo es analizar la lucha por el poder a través del período conocido como Organización de la República.
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Análisis sobre la continuidad de la raigambre partidista en Chile en base a la identificación de contextos sociales diferenciados por niveles de volatilidad electoral interbloques en el periodo post-autoritarioSandoval Vilches, Pablo January 2008 (has links)
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Microhistoria de la renovación socialista en el MAPU: un partido, unos sujetos, nuestra transición a la democracia 1973-1989Moyano Barahona, Cristina January 2006 (has links)
Tesis para optar al grado de Doctor en Historia / La presente tesis corresponde a una investigación circunscrita a la perspectiva
microhistórica y del tiempo presente. En ella se aborda e! proceso de renovación socialista en una de las colectividades más mitologizadas de nuestra transición a la democracia: el MAPU. Queremos indicar que lo central de la interrogante inicial estuvo orientada a indagar en la comprensión del surgimiento del mito MAPU. partido que es sindicado como "uno de los artífices de la transición" o bien. como contracara, como "la secta de poder" que "traicionó pactando la transición con los militares". De esta forma. más que seguir la pista al partido, quise comprender el mito.
¿Por qué estudiar la renovación socialista? Porque en dicho proceso es posible encontrar las claves discursivas que articulan un imaginario socio político en el que se fundamenta una de las memorias emblemáticas de nuestra transición. La idea de una sociedad fragmentada, al punto de la anomia final, se estructuró como el soporte de una configuración narrativa que guió normativamente la acción política que estimó como posible y necesario diseñar una transición negociada con las fuerzas militares.
Si nuestra transición fue pactada, negociada y traicionada, no sólo fue producto del
maquiavelismo conspirativo, como algunos analistas han señalado, de algunos actores, sino que sus claves se pueden encontrar en el proceso de renovación socialista, entendido como un imaginario transicional que se articuló como el soporte, de la elite política, que configuró la Concertación de partidos por la democracia.
Por otro lado, esta investigación se adentra en uno de los grupos más importantes y
controvertidos de nuestro periodo transicional. En ese sentido, esta tesis apunta a
comprender las razones que pudieran estar detrás de este partido mito, del que se habla, se opina y sanciona, aún en el presente, pese haberse extinguido formalmente en 1989.
De esta forma, la presente tesis indaga en la historia del tiempo presente y de una historia política poco convencional, que más que dar cuenta de los grandes procesos institucionales ha optado por los sujetos, sus producciones simbólicas, imaginarios y narraciones. Está compuesta por 10 capítulos, en los que se trabaja la producción del MAPU a través sus portavoces intelectuales del partido y en las memorias de sus ex militantes.
El MAPU fue el marco iluminador de un pedazo de nuestra historia presente, es a través de
esta colectividad/comunidad/generación/partido, que se reconstruye esta historia.
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