Food sovereignty is a multi-faceted proposal for the politicization of the agro-food sector. Advocated by the international farmers’ movement, Vía Campesina, food sovereignty recognizes the importance of consumption while it focuses on production. By looking at the implementation of the food sovereignty proposal in Ecuador in the 2008 Constitution and on the legal level, the organizational level, and the level of individual consumers, I suggest approaches to consumers and consumption within the food sovereignty framework. In addition to discussing the ambiguity of the State’s position on food sovereignty, I show that social organizations working on food sovereignty tend to see consumers as self-centered, solely motivated by individual concerns about price and health, meaning that they are not seen as critical actors in the agro-food system. By focusing on members of the Canasta Comunitaria Ciudad Viva, a collective food purchase model in south Quito, I show that while consumers reproduce individualized logics that privilege health and savings, they also mobilize alternative, relational logics that should be the base for consumer-based articulation within the food sovereignty framework. These conclusions support the significance of seeing consumers as political actors as well as the importance of valuing the daily practices of urban inhabitants as the bases for the further politicization of consumption.
La soberanía alimentaria es una propuesta multidimensional para la politización del sector agroalimentario. Desde la concepción de Vía Campesina, un movimiento internacional de agricultores, soberanía alimentaria reconoce la importancia del consumo, centrándose en la producción. A partir de analizar la aplicación de la propuesta de soberanía alimentaria en la Constitución de 2008, en el plano jurídico, en el trabajo de organizaciones sociales y al nivel de consumidores individuales en Quito, Ecuador, propongo una aproximación a los roles del consumo y los consumidores, en el marco de soberanía alimentaria. A la vez de indagar en la ambigüedad de la posición estatal frente al tema de soberanía alimentaria, muestro que la tendencia de las organizaciones sociales que trabajan el tema de soberanía alimentaria es ver a los consumidores como actores poco involucrados, centrados en sus beneficios particulares entorno a precios y salud, lo que significa que los consumidores no son percibidos como actores en si mismo. Al enfocarme en los miembros de la Canasta Comunitaria Ciudad Viva, un modelo de compra colectiva de alimentos en el sur de Quito, muestro que mientras los consumidores reproducen lógicas individuales de ahorro y de salud, también movilizan lógicas alternativas basadas en relaciones sociales y afectivas. Propongo que estas lógicas, presentes en los consumidores, deberían formar parte de las bases para una mayor inclusión y articulación de consumidores en el marco de soberanía alimentaria. A partir de este análisis se muestra la importancia de mirar a los consumidores como actores políticos y valorar las prácticas cotidianas de los habitantes urbanos como cimientos para la mayor politización del consumo. / text
Identifer | oai:union.ndltd.org:UTEXAS/oai:repositories.lib.utexas.edu:2152/ETD-UT-2012-05-5300 |
Date | 26 July 2012 |
Creators | Hervas, Liana Stela |
Source Sets | University of Texas |
Language | English |
Detected Language | Spanish |
Type | thesis |
Format | application/pdf |
Page generated in 0.0022 seconds