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Función endotelial y ejercicio

En las dos últimas décadas, la función endotelial (FE) normal ha sido
identificada como integrante de la salud cardiovascular. Estratégicamente ubicado
en la interfase entre la circulación sanguínea y la pared vascular, el endotelio está
idealmente posicionado para responder a los cambios hemodinámicas y mantener
la homeostasis sanguínea. Originalmente considerado como una capa de células
inertes y pasivas que solo recubrían los vasos sanguíneos formándole una cubierta
protectora, el endotelio es ahora considerado como un importante órgano
endócrino capaz de producir y responder a una serie de estímulos físicos y
químicos reconociéndosele además propiedades antiaterogénicas que incluyen la
inhibición del crecimiento y proliferación celular, reducción de la adhesión
plaquetaria y leucocitaria a la pared del vaso, propiedades antitrombóticas y
fibrinolíticas. La pérdida de estos atributos protectores debido a la disfunción
endotelial (DE) contribuye a la fisiopatogenia de la enfermedad ateroesclerótica y
la mortalidad cardiovascular.
El endotelio produce numerosos componentes que regulan el tono vascular,
siendo el óxido nítrico (ON) el vasodilatador principal. Es probablemente el más
importante y mejor caracterizado mediador del endotelio, y su función
vasodilatadora intrínseca es comúnmente usada como índice sucedáneo de la
función endotelial. La FE normal es indispensable para la correcta regulación del
tono vascular.
Aunque el rol del ON derivado de endotelio en el ejercicio agudo no ha
sido comprendido completamente, la realización de actividad física durante
semanas o meses produce un “Up Regulation” de la bio-actividad del ON. El
“Shear Stress” generado por el aumento del flujo sanguíneo es un potente
estímulo para la producción de ON y los cambios hemodinámicas que ocurren
durante el ejercicio agudo pueden por lo tanto, proveer un estímulo para el
mejoramiento de la FE. El entrenamiento físico mejora la función vasodilatadora
dependiente del endotelio, no sólo como un fenómeno localizado en el grupo
vascular activo, sino también como una respuesta sistémica, produciendo
adaptaciones fisiológicas en todo el sistema cardiovascular, que mejoran el estado
físico, el tono autonómico, la coagulación sanguínea y la inflamación que se
asocian a la mejoría de la salud vascular con reducción de los eventos
cardiovasculares tanto primarios como secundarios. Los mecanismos involucrados
son multifactoriales y probablemente incluyen además la modificación de los
factores de riesgo como el mejoramiento del perfil lipídico, el control del peso
corporal, la tolerancia a la glucosa y la presión arterial.
Individuos que presentan daño de la función endotelial en forma basal,
presentan mayor mejoría en su FE luego del entrenamiento físico en relación a
individuos que no presentan DE. Esto significa que es más difícil mejorar la FE
previamente normal, siendo esto reflejado por el aumento de la bio-actividad del
ON. Los detalles de los mecanismos por lo cual se produce este hecho fisiológico,
estarían dados por la importancia del “Up Regulation” y los efectos antioxidantes,
aunque estos mecanismos no están aún debidamente aclarados.
Muchas condiciones, incluida la ateroesclerosis, la Diabetes Mellitus e
incluso otros factores de riesgo cardiovasculares, son asociados con disfunción
endotelial (DE), los cuales se correlacionan con la mortalidad cardiovascular. Este
lazo entre la DE y las enfermedades vasculares es el punto clave para una
potencial intervención terapéutica, a los fines de lograr un mejoramiento de la FE,
otorgando una posible explicación para la reducción de eventos coronarios.

Identiferoai:union.ndltd.org:SEDICI/oai:sedici.unlp.edu.ar:10915/5478
Date January 2009
CreatorsChaumeil, Pedro Oscar
Source SetsUniversidad Nacional de La Plata, Sedici
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis, Trabajo de especializacion

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