El fracaso de los intentos socialistas del siglo XX ha sido una excelente excusa para tirar el marxismo por la borda. Dos enormes falacias sostienen esta arbitrariedad: la primera es que los llamados “socialismos reales” son el reflejo exacto de la teoría marxista; la segunda, que habiendo fracasado los socialismos reales se puede concluir, casi de manera lógicamente necesaria, que el marxismo no tiene nada que aportar. “Dicen sus críticos hoy, el marxismo yace sin vida bajo los escombros del Muro de Berlín. La máxima concesión que se le puede hacer en nombre de la historia de la filosofía, es a su derecho a descansar en paz en el museo de las doctrinas políticas”. Muchos filósofos con respecto a esto nada alegan: les parece una victoria filosófica el que una teoría tan mundana, tan ligada a las cosas de este mundo no-filosófico, sea olvidada de una vez para siempre, dejando de arrastrar a la filosofía hacia la tierra y permitiéndole elevarse hacia el cielo donde habita lo divino. Las consecuencias de esto son nefastas incluso desde un plano netamente filosófico: nadie hoy lee a Marx, al materialismo dialéctico, a sus críticas a Hegel y a la filosofía clásica alemana, a su análisis del hombre y la sociedad. En los estudiantes los prejuicios ya son comunes: no hemos de leer a Marx –dicen- porque eso es política y no filosofía.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/110436 |
Date | January 2007 |
Creators | Ayala Bosch, Loreto |
Contributors | Sáez Ramdohr, Enrique, Facultad de Filosofía y Humanidades, Departamento de Filosofía |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
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