Memoria para optar al título de Periodista / El autor no autoriza el acceso a texto completo de su documento / ¿Cómo las mujeres chilenas han reflexionado escrituralmente en torno al horror? ¿Qué imaginarios han producido? ¿Cómo han externalizado y nombrado la experiencia límite de la represión? ¿A través de qué relatos se reconstruyen cuerpos, identidades, memorias colectivas e individuales, devastadas por la violencia? ¿Cuáles fueron los mecanismos de resistencia o sometimiento frente al poder dictatorial de los sujetos femeninos? Sujetos, que por cierto, cargan con una extensa memoria de subordinación, pocos sujetos han sido, históricamente, tan acosado por el poder.
Estas son las preguntas que originan esta investigación. Sería posible, acaso, pensar en una memoria feminizada del horror. Hablo de lo femenino no como aquellas marcas corporales que definen a la mitad de la humanidad, según la clásica perspectiva antropocéntrica biologizante, sino como aquello que es expulsado hacia los márgenes, que es borrado o silenciado, para instalar una mirada única y totalizante, es decir, la mirada de la memoria hegemónica, la cultura oficial o la metafísica de lo humano-universal. Eso: “supuestamente neutro de la lengua, su aparente indiferencia a las diferencias sexuales, camufla de hecho el operativo que universalizó a la fuerza las marcas de lo masculino para convertir así a la masculinidad en representante absoluta del género humano”.
Indagar en la escritura como un microlugar de libertad y resistencia. Lugar donde es posible explosionar la realidad y transfigurarla, atraparla y darle sentido, incluso, tal vez, sanar o atenuar el dolor. Al mismo tiempo, la literatura y la escritura como un modo precoz de atestiguar y acceder a la realidad, cuando los otros modos de conocimiento han sido clausurados, tachados por incómodos. Analizar de qué manera la representación de la memoria gesta otras y nuevas narrativas. Como dijo Michael Pollak, “la memoria es un elemento constitutivo de la identidad, tanto individual como colectivo, en la medida que es un factor extremadamente importante en el sentimiento de continuidad y de coherencia de una persona o de un grupo en su reconstrucción de sí mismo”.
Intentaré, entonces, trazar un recorrido crítico por la escritura de tres mujeres chilenas, Becker, Dresdner y Sime, el primero corresponde a un testimonio y los otros dos a ficciones. La diversidad de géneros que presentan las obras seleccionadas, entre ellos el testimonio, una novela basada en la experiencia de la autora, literatura del yo si se quiere, y por último, una novela en que la autora ficcionaliza episodios de la dictadura, responde a un intento de fuga de las fronteras de género para extender el análisis hacia los distintos registros de la memoria y la escritura. Los textos son los siguientes:
1-. Una mujer en Villa Grimaldi de Nubia Becker Eguiluz, publicado por Pehuén, el año 2011. Testimonio de una sobreviviente, miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), sobre su estadía en uno de los centros clandestinos de detención más emblemáticos y sanguinarios de la dictadura.
2-. Pasajeros en tránsito de Rossana Dresdner, publicado por LOM, el año 2012. Novela sobre la traumática experiencia del exilio, el desarraigo, la fractura identitaria y el devenir en un mundo globalizado. Dresdner, al igual que Gabriela, la protagonista del texto, estuvo exiliada en Uppsala, Suecia.
3-. Carne de perra de Fátima Sime, publicado por LOM, el año 2009. Esta novela pareciera ficcionar a partir de la bullada historia de Luz Arce, militante y colaboradora del gobierno de Salvador Allende, quien luego de ser secuestrada por la policía secreta de Augusto Pinochet y sometida a brutales torturas, se convierte en agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y en amante de uno de sus torturadores.
Con el objetivo de enriquecer el análisis crítico de estas escrituras, realizaré entrevistas a las autoras para recoger las impresiones y reflexiones sobre sus propios textos. Pretendo con esto, entablar un diálogo con las escritoras, plantear interrogantes, cruces, contradicciones, e incorporar sus perspectivas, en un intento, fracasado e iluso tal vez, de romper con la voz monologizante que como gestora de este texto poseo, y fracturar, de ese modo, mi propia situación de poder frente a sus escrituras.
Como bien develó Pierre Bourdieu, el campo cultural es un territorio donde se disputa el poder y el saber, ya que es ahí, donde se construye el sentido, la historia, el orden, la verdad, los silencios, las censuras. El campo cultural, como tantos otros, es territorio hostil para las producciones de sujetos femeninos, ya que nos restringe el acceso mediante diversas estrategias mercantiles y políticas. Sin embargo, hay escrituras que resisten a la maquinaria patriarcal y capitalista, que intenta empujarlas hacia los márgenes y silenciar las disidencias, como las que analizo en esta investigación.
Las mujeres se han escrito escasamente a sí mismas y la mayoría de sus textos, los que reflexionan en torno a la experiencia o la memoria del sujeto femenino, habitan enclaustrados entre los muros de los estudios de género académicos, único espacio donde parecen tener un lugar. Creo que ya es tiempo de derribar esos muros, hacer que los textos circulen y disputen los espacios hegemónicos.
Entonces, yo excluida, cuerpo sin historia, privada de las historias que modelan mi propia experiencia, intento aquí reconstruir una memoria feminizada del horror ¿Qué dicen, qué discursos ponen en circulación las víctimas de un poder ya sin antifaces, del poder total que azotó a los ciudadanos y ciudadanas de este país?
Es necesario ir tras las huellas, relatos e historia de los sujetos femeninos. Reconstruir los trazos de memoria que han sido borroneados y que nos pertenecen a todos y todas, puesto que: “en todo sistema de colonización, el sujeto colonizador marginaliza de la historia al otro colonizado con el objeto de mantener su posición de poder en la inmovilidad absoluta” (Guerra 1995: 27).
Pretendo inscribir esta tesis como un trabajo de investigación periodística a través de análisis en torno a un corpus de narraciones postdictatoriales y entrevistas a sus autoras. Investigación que se enmarca en la recuperación de la memoria y en las consecuencias del horror en sus víctimas directas, y por consiguiente, en todos nosotros: “Una reacción contra la acelerada velocidad de la modernización y las exclusiones forzadas que conlleva; como un intento de romper con el espacio frenético del presente cotidiano y de reclamar un sentido del tiempo y la memoria” (Medina-Sancho, 21). Como futura periodista, creo que es fundamental resistir a las políticas del olvido. Indagar y reflexionar en nuestro pasado, mirar atrás y recuperar la memoria de ese sujeto femenino fracturado por la represión y el poder, que de algún modo, en medio de todo el devastador presente neoliberal, sigue sometido a tales determinantes.
Identifer | oai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/132510 |
Date | January 2014 |
Creators | García Lorca, Macarena Andrea |
Contributors | Gálvez Espinoza, Patricia, Instituto de Comunicación e Imagen |
Publisher | Universidad de Chile |
Source Sets | Universidad de Chile |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis |
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