1- Las rocas más antiguas que afloran en la zona estudiada pertenecen el Paleozoico muy probablemente, están fuertemente plegadas y no contienen fósiles. Movimientos acádicos y hercínicos habrían plegado y parcialmente deformado a estos sedimentos.
2- Los sedimentos paleozoicos y masas de rocas porfiríticas del Triásico, regionalmente designadas como Choiyoilitense, tenidas por granito integran la estructura fundamental de la zona andina reconocida, incluso sus alrededores extensos hacia el sector del valle Hermoso.
Movimientos Kimerianos (Stille) determinaron su fracturación, elevación y denudación.
3- Sobre el referido basamento, la sucesión del geosinclinal mesozoico, comienza por encima del Choiyoilitense en marcada discordancia con sedimentos del Liásico. Estos depósitos son de carácter transgresivo, pues además recubren sobre la discordancia de los estratos paleozoicos.
4- Al Liásico, o Cuyano inferior, sigue el Loteniano en facies marina. Masas de yeso del Auquilcoense y areniscas del Tordillense marcan un régimen sedimentario continental persistente, Por excepción el Tordillense, fuera de la zona estudiada y hacia el Oeste encierra un nivel de sedimentos marinos fosilífero. El Mesozoico culmina en la comarca con la sedimentación de régimen marino del Mendociano. Las capas más altas de edad mendociana, que se han reconocido pueden ubicarse en el Berriasense. La sedimentación marina y terrestre, alternante del Mesozoico, en medio del geosinclinal andino, proceden de la acción epirogenética de la cuenca, en el decurso del Jurásico y Cretácico.
5- No se conocen sedimentos del Cretácico superior y del Terciario en el alto río Salado. Su ausencia está explicada por la acción de los fenómenos erosivos que ocurrieron durante los tiempos cenozoicos, después de ocurrir el distrofismo del segundo movimiento (Groeber).
6- El Terciario está representado exclusivamente por rocas extrusivas (andesitas) o intrusivas hasta plutónicas (dioritas) del Mollelitense y Palaocolitense, respectivamente. Por excepción se observan basaltos en este último.
7- La primera subfase y la segunda subfase del segundo movimiento terciario, responsables del plegamiento de las capas mesozoicas, dieron lugar a los procesos extrusivos e intrusivos mencionados en el Oligoceno y Mioceno, respectivamente. Desde el Neógeno todo el ambiente andino está sometido a un vasto proceso de alzamiento en masa con el consecuente arrasamiento de relieve por erosión continua.
8- En el Cuaternario han habido fenómenos glaciarios, en escala no muy grande, en la parte encumbrada del relieve. Los restos morrénicos son al presente objeto de destrucción parcial por la acción torrencial del régimen fluviátil. Los ríos transportan los productos de la desagregación en gran escala, mientras buscan incesantemente su perfil de equilibrio.
9- El cuadro tectónico está definido hacia el Oeste por la mole del basamento, abovedado, formado de capas paleozoicas y mesozoicas y en dirección al Este por el campo de pliegues anticlinales y sinclinales que afectan exclusivamente al Mendociano y Tordillense. Una gran fractura regional divide ambos ambientes y es la que coincide con el frente del basamento en toda su extensión. Se advierten indicios de fallas modernas, cuando éstas afectan indistintamente a los sedimentos y a las rocas intrusivas del Terciario.
Identifer | oai:union.ndltd.org:SEDICI/oai:sedici.unlp.edu.ar:10915/5123 |
Date | January 1957 |
Creators | Guerrero, Federico |
Contributors | Borrello, Ángel V. |
Source Sets | Universidad Nacional de La Plata, Sedici |
Language | Spanish |
Detected Language | Spanish |
Type | Tesis, Tesis de doctorado |
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