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Sociedades de garantía recíproca : proceso de negocio y usos

Tesis para optar al grado de Magíster en Finanzas / Autor no autoriza el acceso a texto completo de su tesis en el
Portal de Tesis Electrónicas de la U. de Chile / El presente trabajo, si bien busca centralizar su estudio en las Sociedades de Garantía Recíproca, en adelante la(s) “SGR”, es importante aclarar que el principal protagonista y beneficiario de toda esta investigación es y siempre será la Micro, pequeña y Mediana Empresa1. Las MIPYMEs juegan un papel fundamental en la estructura económica de un país, debido a la gran contribución que aporta al empleo, las ventas, las exportaciones y el Producto Interno Bruto (PIB).
En Europa, por ejemplo, existen más de 23 millones de MIPYMEs, lo que supone el 99% de las empresas europeas; además, son creadoras netas de empleo en este continente y dan trabajo a más de 100 millones de personas y desempeñan un papel importante en el crecimiento europeo produciendo el 60% del PIB2. No es menor que las MIPYMEs también son llamadas la columna vertebral de la economía europea. Las MIPYME son, por consiguiente, un elemento clave para alcanzar el objetivo estratégico fijado en Lisboa por la Unión Europea3, objetivo que se basa en los tres pilares del desarrollo sostenible: crecimiento económico, cohesión social y protección del medio ambiente. En el continente asiático, según estudios oficiales, el 96% de las empresas de La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) son PYMEs, y generan entre el 50% y el 85% de los empleos y entre el 30% y el 53% del PIB. En Estados Unidos, las MIPYMES representan un 99,7% de todos los empleadores en la nación americana4.
Es interesante destacar que en América Latina el aporte productivo que entregan las micro, pequeña y mediana empresas es contrario al que ocurre en el continente europeo o asiático. De acuerdo a estudios de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), representan un tercio del empleo formal, un cuarto del PIB y un poco más del 8% de las exportaciones; los mayores porcentajes lo contribuyen las grandes empresas, según el siguiente cuadro:
Cuadro 1: Aporte de las empresas a la economía de América Latina según tamaño (%)
Microempresas
PYMEs
Grandes Empresas Empleo 30 31 39
PBI
7
21
71 Exportaciones 0,2 8,2 91,6
Fuente: Cepal 2013, Perspectivas económicas de América Latina 2013
Estos rezagos en productividad y capacidad exportadora son ocasionados por la elevada heterogeneidad estructural de las economías de cada región; la estructura productiva de América Latina se caracteriza “por las elevadas diferencias de productividad que existen entre sectores, dentro de los sectores y entre empresas al interior de los países, muy superiores a las que existen en los países desarrollados. A esto se lo conoce como heterogeneidad estructural, lo que denota marcadas asimetrías entre segmentos de empresas y trabajadores, combinadas con la concentración del empleo en estratos de muy baja productividad relativa”5. Por ende, las MIPYMEs son altamente sensibles a la demanda interna. Su importancia radica mayormente en el número total de empresas y en la creación de empleos. En la distribución de empresas por tamaño en América Latina, las PYMEs representan cerca del 99% del total de empresas, esta distribución subraya la importancia de las PYMEs dentro del contexto productivo y su potencial como agente de cambio estructural.
Cuadro 2: Cantidad de Empresas en América Latina según tamaño (%)
País
Micro
Pequeñas
Medianas
Grandes Argentina 81,6 16,1 1,9 0,4
Brasil
85,4
12,1
1,4
1,0 Chile 90,4 7,8 1,2 0,6
Colombia
93,2
5,5
1,0
0,3 Ecuador 95,4 3,8 0,6 0,2
México
95,5
3,6
0,8
0,2 Perú 98,1 1,54 0,34 0,02
Uruguay
83,8
13,4
3,1
0,6
Fuente: CEPAL 2013, Perspectivas económicas de América Latina 2013, con base en información oficial de los países.
Siendo tan numerosas en la estructura productiva, toda política industrial y de cambio estructural debe tomar en cuenta la variedad de las características de este tipo de empresas.
En el caso particular de Chile, de acuerdo a la última entrega de la Encuesta Longitudinal de Empresas (ELE), la distribución porcentual de empresas según tamaño es el siguiente: 47% para Micro empresas, 44% para la Pequeña empresa, 6% para la Mediana empresa y 3% para la Grande empresa. Esta situación se revierte en la participación porcentual de ventas totales del país, donde las Grandes empresas predominan con el 83%, la mediana empresa con 7%, la pequeña empresa con 8% y la micro empresa con apenas un 2%6. Otros estudios basados en la estratificación por tamaño de ventas, indica que las pequeñas y medianas empresas representan cerca del 17,5% de la producción bruta, el 36,3% del empleo y el 25,2% del total de empresas en el periodo 2008-2011; estos resultados tienen órdenes de magnitud similares a los obtenidos en estudios previos7. Para el caso de Chile, se concluye que el mayor aporte que entregan las PYMEs es la tasa laboral. A pesar de la alta heterogeneidad en el segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas, éstas comparten obstáculos que limitan su desarrollo, siendo los más importantes las condiciones
de la competencia, el funcionamiento del aparato estatal, la situación macroeconómica general y las condiciones de financiamiento. En relación al obstáculo del financiamiento, el estudio de la ELE muestra que las principales razones por la cual las pequeñas y medianas empresas no obtuvieron acceso al financiamiento fueron: problemas con el historial crediticio (54% y 60%), la falta de garantías (19% y 23%) y la insuficiencia en la capacidad de pago (13% y 5%); las micro empresa compartieron porcentajes similares. Para las empresas que lograron obtener créditos, el estudio demuestra que a menor tamaño de la empresa, mayor es la tasa de interés cobradas por las entidades financieras, según el siguiente gráfico:
Figura 1: Tasa mensual promedio de préstamos por tamaño de empresa
Fuente: Encueta Longitudinal de Empresas (ELE) 2011
Lo anterior evidencia el problema que enfrentan las MIPYMES en Chile para acceder a financiamiento y su posterior impacto negativo en el crecimiento de sus ventas y generación de flujos en sus negocios.
De acuerdo a las realidades expuestas anteriormente de cada continente, las MIPYMEs gozan de una importancia trascendental para el desarrollo económico y social de un país, ya sea por su generación de empleo, ingresos o su colaboración como motor del desarrollo económico; por ende, es importante fortalecer y fomentar su desarrollo, con el fin que puedan competir localmente, vinculándose además a empresas exportadoras y así conquistar los nuevos mercados. A pesar de su gran importancia para la economía local, este tipo de empresas presentan ciertas limitaciones que afectan sus posibilidades de crecimiento, y limitando incluso su supervivencia en el Mercado. Como se indicó anteriormente, dentro de los grandes problemas que obstaculizan su desarrollo, muchos foros y organismos centran como su principal problema el Financiamiento.
Para dar solución a este problema, entre los instrumentos más efectivos se encuentran los sistemas de garantía de crédito, ya sea a través de programas públicos (intervenidos por el Estado) o el principal tema de este trabajo, las SGR. Estos sistemas tienen como objetivo evitar la carencia o insuficiencia de garantías para afrontar los requisitos de seguridad exigidos por las entidades financieras y otorgar condiciones de interés y plazo mucho más accesibles para las empresas

Identiferoai:union.ndltd.org:UCHILE/oai:repositorio.uchile.cl:2250/117584
Date08 1900
CreatorsRivas Vilches, Felipe A.
ContributorsRuiz Vergara, José, Escuela de Postgrado, Economía y Negocios
PublisherUniversidad de Chile
Source SetsUniversidad de Chile
LanguageSpanish
Detected LanguageSpanish
TypeTesis

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