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Ensambles de pequeños carnívoros (Carnivora: Mustelidae y Mephitidae) en Patagonia: taxonomía, distribución y repartición trófica

Schiaffini, Mauro Ignacio January 2014 (has links)
Los musteloideos comprenden cerca del 30% de las especies vivientes del orden Carnivora, con 57 especies reconocidas en 22 géneros en la familia Mustelidae y 12 especies en cuatro géneros en la familia Mephitidae. En Argentina, la diversidad se reduce a nueve especies de mustélidos y dos de mefítidos. Particularmente en Patagonia habitan cinco especies de mustélidos, de los cuales se estudiaron cuatro y dos especies de mefítidos, ambas estudiadas en esta Tesis. De los mustélidos estudiados tres son nativos: Galictis cuja, Lontra provocax, Lyncodon patagonicus y uno introducido, Neovison vison; mientras que los dos mefítidos son nativos: Conepatus chinga y Conepatus humboldtii. El hurón menor (G. cuja) posee una de las distribuciones más amplias de las especies estudiadas, extendiéndose desde el sur de Perú y Brasil, hasta el sur de Argentina y Chile. El huroncito patagónico (L. patagonicus) en contraste, es uno de los carnívoros menos conocidos de Sudamérica, caracterizado como un predador especializado en roedores fosoriales y restringido a áreas xéricas de Argentina. El huillín (L. provocax) posee una de las distribuciones más restringidas entre las nutrias y se lo ha catalogado a su vez, como una especie “amenazada”; con algunas contribuciones estudiando su posible interacción con el visón (N. vison) desde un punto de vista ecológico. La introducción de los visones data de mediados del siglo XX en el noroeste de Patagonia, desde donde ha invadido diversos ambientes patagónicos. Las dos especies de zorrinos comúnmente reconocidas (C. chinga y C. humboldtii) han sido descriptas sobre la base de caracteres externos (i.e., coloración del pelaje) y diferencias de tamaño; rasgos actualmente reconocidos como muy variables. Asimismo, un gran número de especies de Conepatus han sido descriptas en los siglos XIX y principios del XX, las cuales fueron posteriormente sinonimizadas sin usar un criterio morfológico claro. El objetivo de la presente Tesis fue estudiar los ensambles de pequeños carnívoros patagónicos, centrándose en determinar el estado taxonómico de las especies de zorrinos actuales, dilucidar los patrones de distribución de las mencionadas especies y evaluar su segregación trófica a partir del tamaño y la anatomía craneodentaria. Para ello se visitaron diversas colecciones mastozoológicas, se tomaron datos morfométricos cráneo/mandibulares y dentarios y se registraron las localidades de colección de cada espécimen. Se utilizaron técnicas de morfometría geométrica en dos dimensiones, estudiándose las vistas de cráneo ventral, dorsal, lateral y de mandíbula en vista superior y lateral. Se relevaron todas las localidades de registro, asignándose coordenadas geográficas e integrando la información en diversos Sistemas de Información Geográficos (SIG). Se utilizaron diversos análisis multivariados (e.g., Análisis de Componentes Principales, Análisis Discriminantes, Análisis Multivariado de la Varianza) para estudiar la taxonomía de las especies de Conepatus, y para estudiar los patrones de segregación trófica derivados del morfoespacio generado. Se realizaron análisis de distribución potencial con el software MaxEnt y se evaluó la distribución geográfica en función de un esquema biogeográfico. Asimismo, se analizaron las variaciones geográficas en forma y tamaño de algunas de las especies estudiadas. No se observaron diferencias entre las dos especies de zorrinos analizadas, para ninguna de las vistas de cráneo o mandíbula utilizadas. Aún más, el holotipo de C. humboldtii se ubicó dentro del rango de variación morfológica de C. chinga en el morfoespacio generado. No se observaron diferencias de tamaño entre las medias de las dos especies, para un P<0,01. Se observaron algunos patrones en común entre los modelos de distribución potencial generados, observando distintas áreas particularmente aptas para la presencia de todas las especies, como el noroeste de Patagonia, que se sitúa en una zona de transición (ecotono) entre las ecorregiones de Bosques Valdivianos y Estepa Patagónica. Se identificó a la Diagonal Árida como una de las principales barreras biogeográficas que limita o divide la distribución de los carnívoros estudiados. En cuanto a la segregación trófica, se identificaron los principales patrones morfológicos que agrupan o separan a las especies en distintas funciones ecológicas. L. provocax y C. chinga fueron las especies “hipocarnívoras” del gremio, mientras que G. cuja, L. patagonicus y N. vison fueron las tres especies más “hipercarnívoras”, mostrando cierto solapamiento en el morfoespacio. Por último, se observaron algunos patrones de variación morfológica y de tamaño de C. chinga a escala regional. Tanto C. chinga como G. cuja mostraron patrones de variación en tamaño que no se corresponden con una variación latitudinal, siendo claramente opuestos a la regla de Bergmann. Se propone sinonimizar a las dos especies de zorrinos actualmente reconocidas para el sur de Sudamérica bajo el nombre de Conepatus chinga, debido a que es el que presenta la fecha más antigua de descripción. Se caracteriza a C. chinga y G. cuja como dos especies generalistas en cuanto a sus preferencias de hábitat, extendiéndose por una gran superficie del continente sudamericano. Se presentaron los patrones de distribución de L. patagonicus, comprobando que es un habitante típico de zonas áridas y frías, analizando los cambios en su distribución desde el Último Máximo Glaciar. Asimismo, se definieron las principales zonas habitables para L. provocax, identificándolo como un habitante típico de los Bosques Valdivianos, y de manera aislada y/o casual de los ríos de Estepa Patagónica; mientras que N. vison habitó ambientes con condiciones climáticas y de vegetación muy variadas, desde ríos y lagos de Bosques Valdivianos, a ríos de Estepa Patagónica, como el río Chubut y/o el río Senguer. En cuanto a la segregación trófica, el solapamiento de la dieta del huillín y el visón tendería a ser nulo, debido a la morfología “hipocarnívora” del primero (i.e., grandes áreas de trituración en sus molares) e “hipercarnívora” del segundo (i.e., trigónido desarrollado, con talónido muy reducido). El visón se solapó en el morfoespacio con otras dos especies nativas, el hurón menor y el huroncito patagónico, aunque en estos casos existirían diferencias notorias en cuanto al uso de hábitat. Estas últimas dos son a su vez, las de mayor similitud en cuanto a morfología y uso de hábitat, pero existieron diferencias notables en su tamaño, lo que podría causar una diferenciación ecológica en cuanto al tipo de presas consumida. Los factores históricos (i.e., cladogénesis) fueron responsables de una gran proporción de la variación en tamaño y morfología. Las variaciones en tamaño y morfología de C. chinga se relacionaron principalmente con la productividad ambiental, validando la regla del Recurso, mientras que se rechazó la regla de Bergmann.
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Ecología espacial, temporal y trófica del zorrino (Conepatus chinga) en un área de uso agrícola

Castillo, Diego Fabián 27 May 2012 (has links)
La destrucción del hábitat por parte del hombre es una de las más serias amenazas para la diversidad mundial y en las áreas donde existe un incremento de la urbanización y de las acti-vidades agrícolas, la pérdida y fragmentación del hábitat son virtualmente inevitables. Este es el caso de la llanura pampea-na, la cual constituye la parte más densamente poblada de Argentina y la región ecológica con mayor nivel de degrada-ción del país. El objetivo de esta tesis fue aportar conoci-mientos sobre la biología del poco estudiado zorrino común, Conepatus chinga, y como las modificaciones provocadas por las actividades agrícolas afectan a la misma a través de la comparación entre dos áreas del pastizal con distinto manejo del territorio. La revisión del los criterios taxonómicos utiliza-dos en la sistemática tradicional de Conepatus confirmaron la invalidez de los mismos para separar especies haciendo evi-dente la necesidad de estudios genéticos y craneométricos para esclarecer la taxonomía de este género. Se realizaron 30 capturas de C. chinga, utilizando jaulas, cepos acolchados y captura manual. Los animales fueron anestesiados utilizando la asociación Ketamina‐Xilacina la cual sólo fue efectiva en do-sis significativamente mayores a las indicadas por la bibliogra-fía. La hipotermia, asociada a la baja temperatura del ambien-te, estuvo presente en un 35,7% de los animales capturados aunque pudo revertirse en todos los casos. Las medidas morfométricas tomadas durante las capturas no revelaron un dimorfismo sexual evidente. El estudio de la composición de la dieta realizado por medio del análisis de 167 heces (nPPET=140; nESM=27) confirmó que C. chinga es un preda-dor de insectos (presentes en 100% de las muestras), princi-palmente coleópteros, larvas y escorpiones. No se encontra-ron grandes variaciones estacionales ni entre áreas en la composición de la dieta. A su vez el estudio de disponibilidad de invertebrados (realizado con 774 trampas de caída) demos-tró que el alimento no presentó una distribución homogénea en los diferentes hábitats de ambas áreas de estudio. El zorrino común mostró selectividad trófica ya que consumió presas en diferente cantidad que las disponibles en el ambien-te. En el Parque Provincial E. Tornquist (PPET), área serrana protegida con una alta densidad de caballos cimarrones, se colocaron collares a 8 zorrinos (4 machos y 4 hembras) y en la Estancia San Mateo (ESM) un área con características netamente agrícola‐ganaderas a 10 (3 machos y 7 hembras). El tamaño de las áreas de acción calculadas para 16 zorrinos con el Mínimo Polígono Convexo al 100% fue de 197,2 139,3 ha (n = 65,4 20,2 locaciones), no hallándose variaciones de tamaño entre áreas de estudio, aunque estos difirieron signi-ficativamente entre sexos (machos [n = 6] = 275,8 131,7 ha; hembras [n = 10] = 151,2 126,8 ha) lo que podría estar relacionado con una estrategia reproductiva. Las áreas de acción se solaparon extensivamente entre y dentro de los sexos en el PPET y moderadamente en la ESM. Una mayor diferencia entre los sitios de estudio se observó en el solapa-miento de las áreas principales (45% de los datos) de machos y hembras, el cual fue amplio en el PPET y nulo en ESM.Estos resultados indicarían que C. chinga mostraría un cierto grado de flexibilidad en las estrategias territoriales en respuesta a alteraciones del hábitat sin grandes variaciones en el tamaño de las áreas de acción Teniendo en cuenta los diferentes estimadores utilizados y la cautela con la que deben tomarse estos resultados los análisis mostraron una densidad poblacio-nal de 1,9 a 3,8 veces mayor en el PPET. La disponibilidad hete-rogénea y poco predecible de los recursos (principal-mente alimento) en la ESM, así como también la mayor actividad humana pueden mencionarse como probables causas de esta disparidad.C. chinga no utilizó los hábitats en forma homogénea, sino que mostró preferencias a diferentes escalas en ambas áreas de estudio. Mientras en el PPET se encontra-ron diferencias significativas en la preferencia a nivel del se-gundo orden (escala gruesa), en la ESM la situación fue inversa, hallándose sólo a nivel de tercer orden (escala fina). A pesar de estas diferencias, que sugieren una cierta flexibi-lidad comportamental de C. chinga, en ambas áreas las prefe-rencias estuvieron asociadas a zonas estables, con buena disponibilidad de alimentos y una alta cobertura vegetal (prin-cipalmente pastizales y pasturas). Estas dos características también fueron importantes en la selección de las madrigue-ras, las cuales fueron utilizadas como sitios de descanso diurno. Su mayor densidad y número en las áreas núcleo y su alta tasa de re‐uso en comparación con otros estudios dan cuenta de la importancia de este recurso. La actividad de C. chinga se circunscribió fundamentalmente a la noche (83% de los datos tomados fueron activos). Tanto en el PPET (Hembras = 58,3%; Machos = 47,9%) como en ESM (Hembras = 51,75%; Machos = 42,64%) las hembras mostraron más actividad que los machos. Además los zorrinos del PPET fueron más activos que los de la ESM (PPET = 53,7%; ESM = 48,2%). Los patrones de actividad en el zorrino común serían influenciados por el riesgo de predación y la actividad de sus presas. Los desplazamientos, fueron mayores en la estación fría donde la abundancia del alimento es menor. Adicionalmente los machos se desplazaron más que las hembras, lo que concuerda con sus mayores áreas de acción y estaría asociado con su diferente estrategia reproductiva. Se concluye que, si bien C. chinga posee cierta flexibilidad ecológica y comportamental, los ambientes con vegetación espontánea representan áreas importantes para la superviven-cia de poblaciones estables de este mephítido en el paisaje de la región pampeana actual. / The destruction of habitat by humans is one of the most serious threats to global diversity and, in areas with a high urbanization level and agricultural activities, habitat loss and fragmentation are virtually inevitable. This is the case of pampas grasslands, which constitute the most densely populated part of Argentina, and also the ecological region with the highest level of degradation along all the country. The aim of this thesis was to bring knowledge about the biology of the little studied Molinas hog‐nosed skunk, Conepatus chinga, and how it is affected by the modifications produced by agricultural activities through the comparison between two grassland areas with different territory manage-ment. Revision of taxonomic criteria used in the traditional systematic of Conepatus confirmed their nullity to separate species, being evident the need for genetic and craniometri-cal studies to elucidate the taxonomy of this genus. Thirty captures of C. chinga were realized with the use of box traps, and manual capture. Animals were anesthetized using the association Ketamine‐Xilacine which was only effective in doses significantly greater than the ones reported in the literature. Hypothermia, which was associated to low ambient temperatures, was present in 35.7% of the captured animals but was reverted in all the cases. Morphometric measures did not reveal an evident sexual dimorphism. Study diet compo-sition was realized by the analysis of 167 feces (nPPET=140; nESM=27) confirmed that C. chinga is an insect predator (present in 100% of the samples), mainly beetles, larvae and scorpions. We did not find great variations between seasons and areas. Moreover, the invertebrate availability study (rea-lized with 774 Pit‐fall traps) demonstrated that food did not show a homogeneous distribution in the different habitats of both study areas. The Molinas hog‐nosed skunk showed trophic selectivity because it consumed preys in different quantities to those available in the environment. In E. Torn-quist Provincial Park (PPET), a protected mountain area with a high density of feral horses, we put radiocollars to 8 skunks (4 males and 4 females), and in Estancia San Mateo (ESM), an area with agricultural and livestock activities, we put collars to 10 skunks (3 males and 7 females). Home range sizes calculated for 16 skunks with the 100% Minimum Convex Polygon were 197.2 139.3 ha (n = 65.4 20.2 locations), without size variations between both study areas, although they were highly different between sexes (males [n = 6] = 275.8 131.7 ha; females [n = 10] = 151.2 126.8 ha), which can be related to a reproductive strategy. Home ranges were extensively overlapped inter and intrasexes in PPET and moderate in ESM. A bigger difference was observed between study sites in the overlapping of core areas (45% of the data) of males and females, which was big in PPET and null in ESM. These results would indicate that C. chinga shows a certain flexibility degree in territorial strategies in response to habitat alterations, without great variations in home range sizes. Taking into account the different estimators and the cautious-ness in taking these results, analysis showed a population density 1.9 to 3.8 times bigger in PPET. The heterogeneous availability and little predictable resources (mainly food) in ESM, and also the higher human activity can be mentioned as probable causes for this disparity. Conepatus chinga did not use habitats in a homogeneous way, but it showed preferen-ces at different scales in both study areas. While in PPET we found significant differences in the preference at a second level order (coarse scale), in ESM the situation was inverse, finding only a third level order (fine scale). Despite these differences, which suggest certain behavioral flexibility of C. chinga, in both areas preferences were associated to stable zones with good food availability and high vegetal cover (mainly grassland and pastures). These two characteristics were also important for den selection which was used as diurnal resting sites. Their higher density and number in nucleus areas and their high re‐use rate in comparison with other studies, evidence the importance of this resource. The activity of C. chinga was mainly nocturnal (83% of data were active). Both in PPET (Females = 58.3%; Males = 47.9%) and ESM (Females = 51.75%; Males = 42.64%), females showed more activity than males. Moreover, PPET skunks were more active than the ones in ESM (PPET = 53.7%; ESM = 48.2%). The activity patterns of the common skunk may be influenced by predation risk and their prey activities. Movements were bigger in the cold season when food availability is smaller. Males moved more than females, which is in accordance to their bigger home ranges and may be associated to their different reproductive strategy. We conclude that, although C. chinga has certain ecological and behavioral flexibility, environments with spontaneous vegeta-tion represent important areas for the survival of stable populations in the actual pampas grassland landscape.

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