Heterotheca latifolia Buckley, falso alcanfor, es una maleza anual perteneciente a la fam. Compositae, originaria de los Estados Unidos. Esta especie presenta dimorfismo de aquenios: unos con papus, provenientes de flores tubulosas del centro del disco y otros sin papus, provenientes de flores liguladas marginales. Su presencia en Argentina se registra a partir de 1977 en la provincia de San Luis y ya para el año 2000 se la cita como maleza de cultivos en la provincia de La Pampa. El objetivo general de este trabajo fue comprender la dinámica del falso alcanfor en el espacio y en el tiempo, como una contribución al posterior diseño y desarrollo de estrategias más efectivas para su manejo. Para ello se plantearon: documentar la distribución en La Pampa, evaluar aspectos de la biología poblacional, determinar la respuesta de los aquenios a diferentes condiciones de germinación y evaluar la dinámica del banco. Finalmente, a partir de toda la información, se propuso un modelo de ciclo de vida. El estudio comprendió dos escalas de trabajo: la distribución a escala regional circunscripta a los límites políticos de la provincia de La Pampa y el seguimiento a campo de la especie, a escala de parcela, para fenología, densidad, demografía, recolección de aquenios y toma de muestras de banco. Se determinó un área extensa de distribución para la especie en La Pampa. El grado de avance de la invasión y eventualmente la distribución observada fueron consistentes con factores edáficos, eólicos y antrópicos. Dentro de los estados fenológicos la fase más sensible y por ende que evidenció mayor mortalidad fue la de transición de plántula a roseta, los posteriores estados se desarrollaron con rapidez y finalizaron con la floración fructificación. Dentro de los componentes reproductivos se destacaron: una alta producción de aquenios, éxito reproductivo y mantenimiento de las proporciones tanto de flores tubulosas/liguladas como las de aquenios con papus/sin papus. Los parámetros poblacionales (Ro, λ y r) indicaron un estado de crecimiento tanto para la población estructurada a partir de la densidad por estados como para la cohorte. El mismo será mayor o menor de acuerdo a la densidad y tamaño de los individuos. La presencia de plasticidad fenotípica en cuanto a tamaño del individuo, el tiempo que transcurre entre diversas etapas del ciclo, la producción de aquenios y la densidad, le confieren al falso alcanfor la capacidad de respuesta ante cambios bruscos en la distribución de recursos del hábitat. En cuanto a la germinación: los aquenios centrales, con papus, germinaron más rápido y en un alto porcentaje en todas las condiciones. Presentaron escasa o nula dormición. Toleraron potenciales osmóticos más negativos y presentaron una mayor germinación a campo bajo condiciones de siembra subsuperficial. Los aquenios periféricos, sin papus, necesitaron más tiempo para germinar y alcanzaron un porcentaje más bajo. Presentaron alta dormición. No toleraron potenciales osmóticos negativos. En condiciones a campo no germinaron pero mantuvieron su viabilidad. El falso alcanfor presentó dos tipos de banco de semilla: los aquenios con papus formaron un banco transitorio o transitorio tipo A y los aquenios sin papus presentaron un banco de tipo persistente a corto plazo o transitorio tipo B. El dimorfismo de aquenios le brinda a H. latifolia una doble estrategia reproductiva. La gran dispersión de los aquenios centrales, con papus, le facilita encontrar nuevos sitios para colonizar. Por el contrario, los aquenios periféricos, sin papus, amortiguan la declinación de la población y aseguran la persistencia en ambientes inestables y con disturbios permanentes como los propios de zonas agrícola-ganaderas. Los efectos sobre la población son importantes ya que si las condiciones ambientales son las apropiadas, el crecimiento de la misma, dependerá principalmente de los aquenios con papus. Sin embargo, frente a condiciones menos favorables o de estrés una mayor proporción de las plantas germinadas provendrán de los aquenios sin papus de años previos.

Memoria para optar al Título Profesional de Médico Veterinario / La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa zoonótica que afecta a los mamíferos, con amplia distribución mundial y de gran importancia económica. Muchos países han implementado programas de control y/o erradicación dirigidos a especies domésticas. Sin embargo, Brucella spp. es capaz de infectar a animales silvestres y en Chile casi no existen registros tanto en aquellos de vida libre como en cautiverio. En zoológicos, es importante conocer los riesgos de las principales enfermedades, especialmente las zoonóticas, para dimensionar a lo que se enfrentan tanto quienes trabajan con los animales como quienes los visitan. Se realizó un estudio serológico en 80 ungulados en cautiverio, pertenecientes a 9 especies, para detectar anticuerpos contra Brucella spp. mediante las técnicas Rosa de Bengala y ELISA de Competencia. Ambas pruebas fueron similares en sus resultados. Para la técnica Rosa de Bengala todas las muestras fueron negativas, y para el ELISA de Competencia, 2 muestras reaccionaron positivamente con valores levemente superiores a la línea de corte validada para el bovino

Grandes mamíferos herbívoros exercem papel fundamental para a função e estrutura dos ecossistemas terrestres, através principalmente da herbivoria e da deposição de fezes e urina, que influenciam a germinação e crescimento de plantas, a composição e diversidade de comunidades vegetais, a ciclagem e translocação de nutrientes, o estoque de carbono e a freqüência de distúrbios como o fogo. Entretanto, em florestas tropicais, o papel de grandes mamíferos herbívoros foi pouco estudado até o momento. De acordo com a Teoria de Forrageio Ótimo, a seleção de recursos alimentares é resultado do balanço entre o ganho energético e o gasto com a procura, captura e ingestão do alimento. Na escala da paisagem, um dos processos que pode gerar manchas com diferentes qualidades nutricionais para herbívoros é a sucessão da vegetação. Estádios iniciais de sucessão, por serem dominados por espécies de plantas de baixa estatura e crescimento rápido, com folhas tenras, alto conteúdo de nitrogênio, poucos compostos secundários e mais palatáveis, deveriam ser preferidos por grandes mamíferos herbívoros. No entanto, para herbívoros podadores, que incluem frutos na dieta, a disponibilidade destes itens, que são mais nutritivos que a folhagem, deve também influenciar o forrageio. Neste trabalho investigamos como varia a intensidade de forrageio e a deposição de fezes por Tapirus terrestris entre estádios sucessionais, visando contribuir para o entendimento do papel do maior herbívoro terrestre sul-americano para a regeneração da floresta e a translocação de nutrientes. Investigamos se T. Terrestris forrageia mais intensamente em manchas de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão, se esta preferência é mais forte quando não há a oferta de um recurso alimentar muito nutritivo, os frutos de cambuci (Campomanesia phaea), e se deposita maior quantidade de fezes onde forrageia mais intensamente e assim não transloca nutrientes. Para tanto, em uma paisagem de 20.000 ha de Floresta Atlântica contínua, foram alocados 12 sítios de amostragem em manchas com diferentes proporções de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão. Em cada sítio, a amostragem foi realizada em quatro transecções perpendiculares de 160 m cada durante seis sessões entre março e agosto de 2011. A anta foi registrada através de armadilhas fotográficas e de rastros e fezes localizados e removidos no início e no final de cada sessão. Foram também quantificados a proporção das transecções ocupada por estádios iniciais de sucessão (estádios pioneiro, inicial e médio), o número de clareiras, e o número de pontos das transecções onde a densidade do sub-bosque, do estrato herbáceo e de árvores com DAP até 5 cm foi considerada alta ou muito alta. A frutificação do cambuci foi acompanhada ao longo do período de estudo, tendo sido registrada em metade das sessões de amostragem. Através da abordagem de seleção de modelos, comparamos um conjunto de modelos candidatos para três variáveis dependentes: (a) parâmetro abundância (λ, interpretado como a intensidade de forrageio ao longo das sessões de amostragem) em modelos de abundância (que assumem que não há variações temporais na abundância), considerando apenas modelos simples com cada uma das variáveis explanatórias associadas à proporção de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão; (b) número de setores com rastros (interpretado como a intensidade de forrageio dentro das sessões de amostragem) em modelos mistos (GLMMs), considerando estes mesmos modelos simples e mais um grupo de modelos compostos que incluem uma variável temporal relacionada à frutificação do cambuci; e (c) número total de fezes em modelos lineares (GLMs), considerando todos os modelos descritos anteriormente e um modelo com o número total de setores com rastros (interpretado como a intensidade de forrageio total). Nossos resultados indicam que, como esperado pela Teoria de Forrageio Ótimo, Tapirus terrestris seleciona manchas de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão, particularmente áreas com maior densidade de árvores pequenas e com maior número de clareiras, e especialmente quando não há oferta de frutos de cambuci. Embora o número total de fezes seja melhor explicado pelo número total de setores com rastros, a relação do número total de fezes com a proporção de estádios iniciais tende a ser negativa, sugerindo que possa haver alguma translocação de nutrientes dos estádios jovens para os tardios. Embora inferências sobre o efeito de T. terrestris sobre a comunidade de plantas dependam de estudos complementares em escalas menores, nossos resultados sugerem que: a herbivoria afeta estádios iniciais de sucessão, onde pode resultar no aumento da diversidade de plantas; antas podem ser agentes de translocação de nutrientes de estádios ricos (iniciais) para aqueles onde nutrientes tendem a ser limitantes (tardios), e a espécie é um potencial agente dispersor do cambuci, espécie ameaçada de extinção / Large herbivorous mammals play a crucial role to the function and structure of terrestrial ecosystems, mainly through herbivory and deposition of dung and urine, which influence plant germination and growth, composition and diversity of plant communities, nutrient cycling and translocation, carbon storage and the frequency of disturbances such as fire. So far, however, the role of large herbivorous mammals in tropical forests has been poorly studied. According to the Optimal Foraging Theory, selection of food resources results from the balance between energy intake and costs to search, capture and ingest the food. At the landscape scale, a process that can generate patches with different nutritional quality for herbivores is vegetation succession. Early successional stages should be preferred by large herbivorous mammals because they are dominated by plant with low height and fast growth, with leaves that are tender, present high nitrogen content and few secondary compounds, and are more palatable. However, for herbivore browsers, which include fruits in their diet, the availability of these items that are more nutritious than foliage should also affect foraging. Here, we investigate how foraging intensity and dung deposition by Tapirus terrestris vary among successional stages, aiming at contributing to the understanding of the role of the largest South American terrestrial herbivore to forest regeneration and nutrient translocation. We investigated if T. terrestris forages more intensively in earlier successional stages, if this preference is stronger when there is no availability of a highly nutritious food resource, the fruits of cambuci (Campomanesia phaea), and if it deposits larger amounts of dung where it forages more intensively, not translocating nutrients. In a 20,000 ha landscape of continuous Atlantic Forest, we allocated 12 sampling sites in patches with different proportion of vegetation in early successional stages. At each site, samplings were conducted in four 160 m long perpendicular transects during six sessions between March and August 2011. Tapir were registered by camera traps and tracks and dung located and cleared at the beginning and end of each session. We also quantified the proportion of transects occupied by early successional stages (pioneer, initial, and mid stage), the number of gaps, and the number of points in transects where the density of the understory , of herbaceous vegetation and of trees with DBH up to 5cm was considered high or very high. The fruiting of cambuci was registered throughout the study period, and was recorded in half of the sampling sessions. Using a model selection approach, we compared a set of candidate models for three dependent variables: (a) the parameter abundance (λ, interpreted as foraging intensity along sampling sessions) in abundance models (which assume no temporal variations in abundance), considering only simple models containing each of the explanatory variables associated with the proportion of earlier successional stages, (b) the number of transect sectors with tracks (interpreted as foraging intensity within sampling sessions) in mixed-effects models (GLMMs), considering these same simple models and a group of composite models that included a temporal variable related to cambuci frutification, and (c) the total number of dung piles in linear models (GLMs), considering all models described above and a model with the total number of transect sectors with tracks (interpreted as total foraging intensity). Our results indicate that, as expected by the Optimal Foraging Theory, Tapirus terrestris selects patches of vegetation in earlier successional stages, in particular areas with higher density of small trees and higher number of gaps, and especially when there is no availability of cambuci fruits. Although the total number of dung piles is better explained by the total number of transect sectors with tracks, the relationship between the number of dung piles and the proportion of earlier successional stages tends to be negative, suggesting that there may be translocation of nutrients from initial to later successional stages. Although conclusions on the effect of T. terrestris on plant communities depend on complementary studies at smaller scales, our results suggest that: herbivory affects early successional stages, where it can result in increased plant diversity; tapirs may act as agents of nutrient translocation from nutrient-rich stages (earlier) to those where nutrients tend to be limiting (later); and tapirs are a potential disperser of cambuci, an endangered plant species

Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior / Os ungulados viventes (Cetartiodactyla e Perissodactyla), nas regiões estudadas, são representados por 11 gêneros e 24 espécies. O presente estudo propõe reconhecer os padrões de distribuição destas espécies, a partir da aplicação do método pan-biogeográfico de análise de traços. Este método auxilia no entendimento a priori dos padrões congruentes de distribuição e numa compreensão de padrões e processos de diferenciação geográfica no tempo e no espaço, reconstruindo a biogeografia de táxons. Em relação a aspectos conservacionistas, o método foi aplicado na identificação de áreas prioritárias para conservação. A aplicação do método consiste basicamente na marcação das localidades de ocorrência dos diferentes táxons em mapas, sendo estas localidades conectadas por intermédio de linhas seguindo um critério de mínima distância, resultando nos chamados traços individuais que foram plotados nos mapas de biomas da América Central e do Sul do programa ArcView GIS 3.2. A superposição destes traços individuais define um traço generalizado, sugerindo uma história comum, ou seja, a preexistência de uma biota ancestral subsequentemente fragmentada por eventos vicariantes. A interseção de dois ou mais traços generalizados corresponde a um nó biogeográfico, que representa áreas compostas e complexas, nas quais se agrupam distintas histórias biogeográficas. Para a análise pan-biogeográfica foi utilizado o software ArcView GIS 3.2 e a extensão Trazos 2004. A partir da superposição dos 24 traços individuais, foram reconhecidos cinco traços generalizados (TGs): TG1, Mesoamericano/Chocó, composto por Mazama pandora, M. temama e Tapirus bairdii; TG2, Andes do Norte (Mazama rufina, Pudu mephistophiles e Tapirus pinchaque); TG 3, Andes Centrais (Hippocamelus antisensis, Lama guanicoe, Mazama chunyi e Vicugna vicugna) ; TG4, Patagônia chilena (Hippocamelus bisulcus e Pudu puda).; TG5, Chaco/Centro oeste do Brasil (Blastocerus dichotomus, Catagonus wagneri e Ozotocerus bezoarticus); e um nó biogeográfico em Antioquia no noroeste da Colômbia. As espécies Mazama americana, M.bricenii, M.goazoubira, M.nana, Tapirus terrestris, Tayassu pecari e T. tajacu não participaram de nenhum dos traços generalizados. Os padrões de distribuição formados a partir dos traços generalizados indicam que os ungulados viventes sofreram uma fragmentação e diferenciação no Pleistoceno, relacionadas a eventos históricos ocorridos na região Neotropical, na Zona de Transição Sul-americana e na região Andina, explicados pelos movimentos ocorridos nas Zonas de Falhas Tectônicas da América Central e do Sul, por vulcanismo e pelas mudanças climáticas. A formação do platô Altiplano-Puna revelou ser uma barreira geográfica, tanto em tempos pretéritos como em tempos atuais, para a maioria da biota sul-americana, com exceção dos camelídeos, que habitam estas áreas da Argentina, do oeste da Bolívia e sudoeste do Peru. O nó biogeográfico confirmou a presença de componentes bióticos de diferentes origens, constituindo uma área com grande diversidade biológica e endêmica, sugerindo assim uma unidade de conservação no noroeste da América do Sul. / The living ungulates (Cetartiodactyla and Perissodactyla) are represented in the studied regions by 11 genera and 24 species. This study proposes to recognize the distribution patterns of these species, using the panbiogeographical method of track analysis. This method is a useful tool in a priori understanding of the congruent distribution patterns and in the knowledge of patterns and processes of geographical differentiation in time and space, reconstructing the biogeography of taxa. Regarding conservationist approaches, it was applied in order to identify priority conservation areas. The panbiogeographical method consists basically of plotting locality records of different taxa on maps and connecting them using lines following a criterion of minimum distance, resulting in the so-called individual tracks, which were plotted on maps of biomes of Central America and South America from the ArcView GIS 3.2. The individual tracks are superimposed and the coincidence of them corresponds to generalized tracks, indicating a common history, that is, the existence of an ancestral biota widespread in the past and later fragmented by vicariant events. The intersection of two or more generalized tracks corresponds to a biogeographic node, which represents composite and complex areas, implying that different ancestral biotas interrelated, possibly in different geologic times. The analysis was carried out with the aid of the software ArcView v3.2 and the Trazos2004 extension. From the overlapping of the 24 individual tracks, five generalized tracks (GTs) were recognized: GT1, Mesoamerican/Chocó, composed by Mazama pandora, M. temama and Tapirus bairdii; GT2, Northern Andes (Mazama rufina, Pudu mephistophiles and Tapirus pinchaque); GT 3, Central Andes (Hippocamelus antisensis, Lama guanicoe, Mazama chunyi and Vicugna vicugna); GT4, Chilean Patagonia (Hippocamelus bisulcus and Pudu puda); GT5, Chaco/Center-West Brazil (Blastocerus dichotomus, Catagonus wagneri and Ozotocerus bezoarticus); and a biogeographic node in Antioquia, northwestern Colombia. The species Mazama americana, M. bricenii, M. goazoubira, M. nana, Tapirus terrestris, Tayassu pecari and T. tajacu did not participate in the composition of any generalized track. The distribution patterns formed from the generalized tracks indicate that living ungulates were fragmented and differentiated in the Pleistocene, related to historical events in Neotropical region, South American Transition Zone and Andean region, explained by movements in Tectonic Fault Zones of Central America and South America, by volcanism and climate change. The formation of the Altiplano-Puna plateau seemed to be a geographic barrier in past and present times for most of the South American biota, except for camelids, which inhabit these areas in Argentina, western Bolivia and southeastern Peru. The biogeographic node confirmed the presence of biotic components of different origins, being an area with great biological diversity and endemicity, therefore suggesting a conservation unit in northwestern South America.

Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior / Os ungulados viventes (Cetartiodactyla e Perissodactyla), nas regiões estudadas, são representados por 11 gêneros e 24 espécies. O presente estudo propõe reconhecer os padrões de distribuição destas espécies, a partir da aplicação do método pan-biogeográfico de análise de traços. Este método auxilia no entendimento a priori dos padrões congruentes de distribuição e numa compreensão de padrões e processos de diferenciação geográfica no tempo e no espaço, reconstruindo a biogeografia de táxons. Em relação a aspectos conservacionistas, o método foi aplicado na identificação de áreas prioritárias para conservação. A aplicação do método consiste basicamente na marcação das localidades de ocorrência dos diferentes táxons em mapas, sendo estas localidades conectadas por intermédio de linhas seguindo um critério de mínima distância, resultando nos chamados traços individuais que foram plotados nos mapas de biomas da América Central e do Sul do programa ArcView GIS 3.2. A superposição destes traços individuais define um traço generalizado, sugerindo uma história comum, ou seja, a preexistência de uma biota ancestral subsequentemente fragmentada por eventos vicariantes. A interseção de dois ou mais traços generalizados corresponde a um nó biogeográfico, que representa áreas compostas e complexas, nas quais se agrupam distintas histórias biogeográficas. Para a análise pan-biogeográfica foi utilizado o software ArcView GIS 3.2 e a extensão Trazos 2004. A partir da superposição dos 24 traços individuais, foram reconhecidos cinco traços generalizados (TGs): TG1, Mesoamericano/Chocó, composto por Mazama pandora, M. temama e Tapirus bairdii; TG2, Andes do Norte (Mazama rufina, Pudu mephistophiles e Tapirus pinchaque); TG 3, Andes Centrais (Hippocamelus antisensis, Lama guanicoe, Mazama chunyi e Vicugna vicugna) ; TG4, Patagônia chilena (Hippocamelus bisulcus e Pudu puda).; TG5, Chaco/Centro oeste do Brasil (Blastocerus dichotomus, Catagonus wagneri e Ozotocerus bezoarticus); e um nó biogeográfico em Antioquia no noroeste da Colômbia. As espécies Mazama americana, M.bricenii, M.goazoubira, M.nana, Tapirus terrestris, Tayassu pecari e T. tajacu não participaram de nenhum dos traços generalizados. Os padrões de distribuição formados a partir dos traços generalizados indicam que os ungulados viventes sofreram uma fragmentação e diferenciação no Pleistoceno, relacionadas a eventos históricos ocorridos na região Neotropical, na Zona de Transição Sul-americana e na região Andina, explicados pelos movimentos ocorridos nas Zonas de Falhas Tectônicas da América Central e do Sul, por vulcanismo e pelas mudanças climáticas. A formação do platô Altiplano-Puna revelou ser uma barreira geográfica, tanto em tempos pretéritos como em tempos atuais, para a maioria da biota sul-americana, com exceção dos camelídeos, que habitam estas áreas da Argentina, do oeste da Bolívia e sudoeste do Peru. O nó biogeográfico confirmou a presença de componentes bióticos de diferentes origens, constituindo uma área com grande diversidade biológica e endêmica, sugerindo assim uma unidade de conservação no noroeste da América do Sul. / The living ungulates (Cetartiodactyla and Perissodactyla) are represented in the studied regions by 11 genera and 24 species. This study proposes to recognize the distribution patterns of these species, using the panbiogeographical method of track analysis. This method is a useful tool in a priori understanding of the congruent distribution patterns and in the knowledge of patterns and processes of geographical differentiation in time and space, reconstructing the biogeography of taxa. Regarding conservationist approaches, it was applied in order to identify priority conservation areas. The panbiogeographical method consists basically of plotting locality records of different taxa on maps and connecting them using lines following a criterion of minimum distance, resulting in the so-called individual tracks, which were plotted on maps of biomes of Central America and South America from the ArcView GIS 3.2. The individual tracks are superimposed and the coincidence of them corresponds to generalized tracks, indicating a common history, that is, the existence of an ancestral biota widespread in the past and later fragmented by vicariant events. The intersection of two or more generalized tracks corresponds to a biogeographic node, which represents composite and complex areas, implying that different ancestral biotas interrelated, possibly in different geologic times. The analysis was carried out with the aid of the software ArcView v3.2 and the Trazos2004 extension. From the overlapping of the 24 individual tracks, five generalized tracks (GTs) were recognized: GT1, Mesoamerican/Chocó, composed by Mazama pandora, M. temama and Tapirus bairdii; GT2, Northern Andes (Mazama rufina, Pudu mephistophiles and Tapirus pinchaque); GT 3, Central Andes (Hippocamelus antisensis, Lama guanicoe, Mazama chunyi and Vicugna vicugna); GT4, Chilean Patagonia (Hippocamelus bisulcus and Pudu puda); GT5, Chaco/Center-West Brazil (Blastocerus dichotomus, Catagonus wagneri and Ozotocerus bezoarticus); and a biogeographic node in Antioquia, northwestern Colombia. The species Mazama americana, M. bricenii, M. goazoubira, M. nana, Tapirus terrestris, Tayassu pecari and T. tajacu did not participate in the composition of any generalized track. The distribution patterns formed from the generalized tracks indicate that living ungulates were fragmented and differentiated in the Pleistocene, related to historical events in Neotropical region, South American Transition Zone and Andean region, explained by movements in Tectonic Fault Zones of Central America and South America, by volcanism and climate change. The formation of the Altiplano-Puna plateau seemed to be a geographic barrier in past and present times for most of the South American biota, except for camelids, which inhabit these areas in Argentina, western Bolivia and southeastern Peru. The biogeographic node confirmed the presence of biotic components of different origins, being an area with great biological diversity and endemicity, therefore suggesting a conservation unit in northwestern South America.

Grandes mamíferos herbívoros exercem papel fundamental para a função e estrutura dos ecossistemas terrestres, através principalmente da herbivoria e da deposição de fezes e urina, que influenciam a germinação e crescimento de plantas, a composição e diversidade de comunidades vegetais, a ciclagem e translocação de nutrientes, o estoque de carbono e a freqüência de distúrbios como o fogo. Entretanto, em florestas tropicais, o papel de grandes mamíferos herbívoros foi pouco estudado até o momento. De acordo com a Teoria de Forrageio Ótimo, a seleção de recursos alimentares é resultado do balanço entre o ganho energético e o gasto com a procura, captura e ingestão do alimento. Na escala da paisagem, um dos processos que pode gerar manchas com diferentes qualidades nutricionais para herbívoros é a sucessão da vegetação. Estádios iniciais de sucessão, por serem dominados por espécies de plantas de baixa estatura e crescimento rápido, com folhas tenras, alto conteúdo de nitrogênio, poucos compostos secundários e mais palatáveis, deveriam ser preferidos por grandes mamíferos herbívoros. No entanto, para herbívoros podadores, que incluem frutos na dieta, a disponibilidade destes itens, que são mais nutritivos que a folhagem, deve também influenciar o forrageio. Neste trabalho investigamos como varia a intensidade de forrageio e a deposição de fezes por Tapirus terrestris entre estádios sucessionais, visando contribuir para o entendimento do papel do maior herbívoro terrestre sul-americano para a regeneração da floresta e a translocação de nutrientes. Investigamos se T. Terrestris forrageia mais intensamente em manchas de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão, se esta preferência é mais forte quando não há a oferta de um recurso alimentar muito nutritivo, os frutos de cambuci (Campomanesia phaea), e se deposita maior quantidade de fezes onde forrageia mais intensamente e assim não transloca nutrientes. Para tanto, em uma paisagem de 20.000 ha de Floresta Atlântica contínua, foram alocados 12 sítios de amostragem em manchas com diferentes proporções de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão. Em cada sítio, a amostragem foi realizada em quatro transecções perpendiculares de 160 m cada durante seis sessões entre março e agosto de 2011. A anta foi registrada através de armadilhas fotográficas e de rastros e fezes localizados e removidos no início e no final de cada sessão. Foram também quantificados a proporção das transecções ocupada por estádios iniciais de sucessão (estádios pioneiro, inicial e médio), o número de clareiras, e o número de pontos das transecções onde a densidade do sub-bosque, do estrato herbáceo e de árvores com DAP até 5 cm foi considerada alta ou muito alta. A frutificação do cambuci foi acompanhada ao longo do período de estudo, tendo sido registrada em metade das sessões de amostragem. Através da abordagem de seleção de modelos, comparamos um conjunto de modelos candidatos para três variáveis dependentes: (a) parâmetro abundância (λ, interpretado como a intensidade de forrageio ao longo das sessões de amostragem) em modelos de abundância (que assumem que não há variações temporais na abundância), considerando apenas modelos simples com cada uma das variáveis explanatórias associadas à proporção de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão; (b) número de setores com rastros (interpretado como a intensidade de forrageio dentro das sessões de amostragem) em modelos mistos (GLMMs), considerando estes mesmos modelos simples e mais um grupo de modelos compostos que incluem uma variável temporal relacionada à frutificação do cambuci; e (c) número total de fezes em modelos lineares (GLMs), considerando todos os modelos descritos anteriormente e um modelo com o número total de setores com rastros (interpretado como a intensidade de forrageio total). Nossos resultados indicam que, como esperado pela Teoria de Forrageio Ótimo, Tapirus terrestris seleciona manchas de vegetação em estádios mais iniciais de sucessão, particularmente áreas com maior densidade de árvores pequenas e com maior número de clareiras, e especialmente quando não há oferta de frutos de cambuci. Embora o número total de fezes seja melhor explicado pelo número total de setores com rastros, a relação do número total de fezes com a proporção de estádios iniciais tende a ser negativa, sugerindo que possa haver alguma translocação de nutrientes dos estádios jovens para os tardios. Embora inferências sobre o efeito de T. terrestris sobre a comunidade de plantas dependam de estudos complementares em escalas menores, nossos resultados sugerem que: a herbivoria afeta estádios iniciais de sucessão, onde pode resultar no aumento da diversidade de plantas; antas podem ser agentes de translocação de nutrientes de estádios ricos (iniciais) para aqueles onde nutrientes tendem a ser limitantes (tardios), e a espécie é um potencial agente dispersor do cambuci, espécie ameaçada de extinção / Large herbivorous mammals play a crucial role to the function and structure of terrestrial ecosystems, mainly through herbivory and deposition of dung and urine, which influence plant germination and growth, composition and diversity of plant communities, nutrient cycling and translocation, carbon storage and the frequency of disturbances such as fire. So far, however, the role of large herbivorous mammals in tropical forests has been poorly studied. According to the Optimal Foraging Theory, selection of food resources results from the balance between energy intake and costs to search, capture and ingest the food. At the landscape scale, a process that can generate patches with different nutritional quality for herbivores is vegetation succession. Early successional stages should be preferred by large herbivorous mammals because they are dominated by plant with low height and fast growth, with leaves that are tender, present high nitrogen content and few secondary compounds, and are more palatable. However, for herbivore browsers, which include fruits in their diet, the availability of these items that are more nutritious than foliage should also affect foraging. Here, we investigate how foraging intensity and dung deposition by Tapirus terrestris vary among successional stages, aiming at contributing to the understanding of the role of the largest South American terrestrial herbivore to forest regeneration and nutrient translocation. We investigated if T. terrestris forages more intensively in earlier successional stages, if this preference is stronger when there is no availability of a highly nutritious food resource, the fruits of cambuci (Campomanesia phaea), and if it deposits larger amounts of dung where it forages more intensively, not translocating nutrients. In a 20,000 ha landscape of continuous Atlantic Forest, we allocated 12 sampling sites in patches with different proportion of vegetation in early successional stages. At each site, samplings were conducted in four 160 m long perpendicular transects during six sessions between March and August 2011. Tapir were registered by camera traps and tracks and dung located and cleared at the beginning and end of each session. We also quantified the proportion of transects occupied by early successional stages (pioneer, initial, and mid stage), the number of gaps, and the number of points in transects where the density of the understory , of herbaceous vegetation and of trees with DBH up to 5cm was considered high or very high. The fruiting of cambuci was registered throughout the study period, and was recorded in half of the sampling sessions. Using a model selection approach, we compared a set of candidate models for three dependent variables: (a) the parameter abundance (λ, interpreted as foraging intensity along sampling sessions) in abundance models (which assume no temporal variations in abundance), considering only simple models containing each of the explanatory variables associated with the proportion of earlier successional stages, (b) the number of transect sectors with tracks (interpreted as foraging intensity within sampling sessions) in mixed-effects models (GLMMs), considering these same simple models and a group of composite models that included a temporal variable related to cambuci frutification, and (c) the total number of dung piles in linear models (GLMs), considering all models described above and a model with the total number of transect sectors with tracks (interpreted as total foraging intensity). Our results indicate that, as expected by the Optimal Foraging Theory, Tapirus terrestris selects patches of vegetation in earlier successional stages, in particular areas with higher density of small trees and higher number of gaps, and especially when there is no availability of cambuci fruits. Although the total number of dung piles is better explained by the total number of transect sectors with tracks, the relationship between the number of dung piles and the proportion of earlier successional stages tends to be negative, suggesting that there may be translocation of nutrients from initial to later successional stages. Although conclusions on the effect of T. terrestris on plant communities depend on complementary studies at smaller scales, our results suggest that: herbivory affects early successional stages, where it can result in increased plant diversity; tapirs may act as agents of nutrient translocation from nutrient-rich stages (earlier) to those where nutrients tend to be limiting (later); and tapirs are a potential disperser of cambuci, an endangered plant species