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Factores de riesgo de infarto de miocardio en portadores de bypass aortocoronario atendidos en el hospital base Almanzor Aguinaga Asenjo, en el periodo 2006 - 2015Burga Salazar, Jackes Anthony, Peña Cordova, Nery del Rosario January 2019 (has links)
La cirugía de revascularización miocárdica es una opción terapéutica eficiente, pero que no excluye la aparición de nuevos eventos cardíacos como el infarto de miocardio. Esta complicación implica mayor deterioro de la salud de estos pacientes, incremento del riesgo de mortalidad, morbilidad y de los gastos en la atención. Todavía se discute sobre los factores de riesgo asociados al problema por lo que identificarlos en nuestra realidad puede permitir mejorar la vigilancia y el seguimiento de estos pacientes. Objetivo: Evaluar los factores de riesgo de infarto agudo de miocardio en portadores de bypass aortocoronario, atendidos en el Hospital Base Almanzor Aguinaga Asenjo, en el período 2006 – 2015. Materiales y métodos: Cohorte retrospectiva. Se utilizó una ficha de recolección de datos elaborada por los autores, aplicada a las historias clínicas de los portadores. Resultados: De 331 portadores de bypass aortocoronario, el 20,5% tuvo infarto de miocardio. En el 50% se obstruyó el injerto coronario. La obesidad demostró ser un predictor de mayor riesgo (HR: 3,37 IC 95%: 1,94 – 5,87, p<0,001), al igual que la diabetes mellitus (HR: 2,55 IC 95%:1,42-4,56, p=0,002), además el infarto antes de la cirugía (HR:2 IC 95%:1,12-3,56, p=0,019); la revascularización incompleta (HR:3,02 IC 95%:1,49-6,10, p=0,002) y la hemorragia intraoperatoria severa (HR:4,09 IC 95%:1,64-10,19, p=0,002) fueron también factores principales para presentar un infarto en los portadores. Conclusiones: La revascularización incompleta y la hemorragia intraoperatoria severa se asocian a mayor riesgo de infarto de miocardio en portadores de bypass aortocoronario. / Tesis
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Supervisión de instalación de sistemas de contención metálicos usados en el proyecto construcción del Puente Manuela y accesos, Talara, PiuraRuggiero Bandini, Flavia Fiorella January 2017 (has links)
El presente estudio, se ha preparado con el propósito de disponer de un documento que contenga la información básica acerca de la instalación de los sistemas de contención metálicos usados en el proyecto “Construcción del Puente Manuela y accesos”; dando a conocer, los problemas suscitados durante el proceso y las soluciones adoptadas por las entidades responsables. Finalmente con lo antes desarrollado, el autor sustenta sus conclusiones y recomendaciones.
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Apoyo educativo para el autocuidado de personas operadas de bypass aorto coronario Essalud, Chiclayo 2010Valera Rojas, Rosa Natali January 2012 (has links)
La presente investigación es un estudio cualitativo de metodología estudio de caso, los siguientes objetivos que guiaron esta investigación fueron: determinar y analizar el apoyo educativo a las personas operadas de bypass aorto coronario y proponer un programa educativo de enfermería a dichas personas dentro de la rehabilitación cardiaca en el H.N.A.A.A. Su fundamento teórico estuvo sustentado por D. Orem con su teoría del autocuidado y de N. Pender con el cambio en los estilos de vida de estas personas, para mejorar su salud y evitar complicaciones. Esta investigación es de gran interés para el desarrollo de los profesionales de la salud pues sabemos que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de morbi-mortalidad en el mundo, de allí la importancia de prevenirlas así como también de evitar complicaciones posteriores a las intervenciones quirúrgicas, con el apoyo educativo de los profesionales de salud. Para la saturación de datos se utilizó la entrevista semi estructurada a profundidad delimitando la muestra de estudio a través de la técnica de saturación de bypass aorto coronario de datos entrevistando a 7 personas post operadas de bypass aorto coronario. La presente investigación se fundamentó en los siguientes criterios éticos: el valor fundamental de la vida física, principio terapéutico, principio de la libertad y la responsabilidad y principio de la sociedad. Los criterios de rigor científico fueron: confidencialidad, transferibilidad, credibilidad. Se obtuvo las siguientes categorías: percibiendo la ausencia de educación por el equipo de salud, limitantes para la educación de enfermería; reflexionando sobre cambios en los estilos de vida. El análisis de las categorías permitió proponer un programa completo de rehabilitación cardiaca en los que se incluya a todos los profesionales de la salud, para lograr insertar a estas personas en su vida laboral, familiar y social.
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Espacio cultural de desarrollo juvenilLizama Araya, Ariela January 2012 (has links)
En nuestra ciudad a lo largo del tiempo se han consolidado varios y diversos guetos urbanos dados generalmente por el habitat residencial asociado a la viviendas ocial, caracterizados por un deterioro físico del espacio urbano, como por un deterioro social.
Una comunidad con un habitat con deterioro fisico, nos habla de un espacio con malas condiciones o carencia de infraestructura y equipamientos, lo que desencadena, por otra parte, una segregación social, y en un espacio que se va estigmatizando por sus malas condiciones, lo que a su vez, tambien potencia un deterioro social; habitantes que son marginados y segregados por ser de una determinada comunidad, lo que potencia una identidad negativa y imposibilita a los habitantes a surgir y desarrollarse.
Al ser comunidades no-integradas al resto de la sociedad, sus posibilidades y oportunidades son menores, por lo cual se va tambien generando un deterioro social, potenciado por la falta de integración, que provoca diversos problemas, como situaciones de rezago escolar, jovenes que no estudian ni trabajan, madres solteras, madres adolescentes, mujeres jefas de hogar, adultos mayores abandonados, inseguridad generalizada, y desempleo.
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CICP: — Centro integral de cuidados paliativos: para pacientes con cáncer avanzado en etapa terminalCórdova Enríquez, Susana January 2012 (has links)
Una enfermedad es por sí misma, una alteración en el sujeto, que se puede presentar
tanto el plano físico como síquico y emocional, que desequilibra el bienestar y provoca
inmediatamente una sensación de vulnerabilidad en el enfermo. El cuerpo físico da una
lucha grande por sanar o atacar aquello que lo está desestabilizando, lo que siempre debe
ir acompañado del interés y optimismo del paciente, por recuperarse.
Para lo que comúnmente conocemos como “enfermo terminal”, este proceso no es
diferente. El apoyo y comprensión son necesarios al momento de enfrentar una situación tan
devastadora como escuchar que no quedan alternativas ni opciones por tomar, y concluir
con ello, que queda poco tiempo de vida.
Ese desafío se da en diferentes manifestaciones de trabajo, desde los profesionales
que directamente trabajan con el paciente, hasta áreas como la arquitectura, que puede
hacerse cargo de configurar el espacio que da lugar a esa nueva lucha por vivir el tiempo que
corresponda de una manera digna y útil. El espacio proyectado puede facilitar el proceso,
cuando ha sido pensado desde la mirada y vivencia del usuario
El desafío propuesto, está en dar un espacio a estos pacientes, explorando a
través de la arquitectura y el diseño, ese “lugar” que albergue no sólo las necesidades
básicas y elementales para su realidad, sino que también permita su desenvolvimiento y
fortalecimiento ante un diagnostico médico, que muchas veces apaga la vitalidad interior.
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Feria Chacareros de Puente Alto, una experiencia refrescanteEstraube Olivares, Macarena January 2007 (has links)
Las ferias, desde la Edad Media, se han identificado con la cultura y las fiestas del lugar
donde se realizaban, pasando a ser el territorio un elemento distintivo fundamental de ellas.
En Chile, durante la colonia, la plaza de armas primero y otros espacios abiertos después,
fueron el lugar donde los ciudadanos acudían a abastecerse de los productos que requerían
para el día o la semana. Luego, cuando las plazas comenzaron a transformarse en lugares
de recreación, los comerciantes fueron desplazados a las calles, donde nacieron las ferias
libres, que si bien contaban con productos diferentes acordes a la zona del país donde se
encontraran, su estructura y organización eran similares.
En la actualidad, existe un mayor desarrollo del comercio establecido y una mayor
densidad poblacional, por lo que las necesidades y expectativas de lo que debería ser la
feria libre enmarcada en la ciudad para las personas, ha cambiado sustancialmente.
La ciudad es el marco referencial de nuestra cultura, por lo tanto, la feria estilo rural
que existe en la actualidad, necesariamente debe ser reemplazada por la feria urbana.
¿Por qué hacer el esfuerzo de preservar la feria, si existen otros centros de
abastecimiento como los supermercados? Porque en estos tiempos, cuando el trabajo
consume la vida de la mayoría de las personas y no contamos con suficientes espacios
de esparcimiento y encuentro con el otro, la feria constituye una instancia que además
de ofrecer productos frescos y naturales, es también una circunstancia social donde los
vecinos se dan el tiempo de encontrarse, y reconocerse como vecinos llevando a otro
contexto la condición de residentes cercanos, en la tradición de la experiencia de compra
en la feria como un hecho cultural.
Por lo expuesto anteriormente se hace necesario llevar este tipo de comercio a un nivel
de actualización, que posibilite el preservar el hecho cultural que conlleva la feria libre, ya
que es una forma propia de reconocer y relacionarse en un espacio público en torno al
comercio informal.
Para estos fines se intervendrá la estructura y organización del sistema feria Los
Chacareros de Puente Alto, ya que se encuentra en la comuna que alberga la mayor
cantidad de ferias libres de Santiago y particularmente se emplaza en importantes arterias
de la comuna. Además se llevo a cabo una encuesta para saber la opinión de los vecinos
en torno a los temas de relevancia para la intervención a realizar, lo que proporciono una
concepción general de lo que significa para los habitantes de la comuna dicha feria libre.
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Escuela Artística Puente Alto.Rondón Uribe, Felipe January 2005 (has links)
La idea de realizar el proyecto “Escuela Artística Puente Alto” para este proceso de titulación se ve sumamente válido por sus características, por ser un proyecto real, real como necesidad y real por afrontar problemáticas existentes actuales. Además se responde a uno de los planteamientos de nuestra Universidad de Chile al momento de realizar este proceso, donde el alumno debe responder a la solución de problemas nacionales, enriquecer nuestra identidad y velar por la equidad social.
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Construcción de identidad desde la memoria colectiva de Graffiteros de la comuna de Puente AltoAlvarez Madrid, Jair Francisco 01 September 2012 (has links)
Magíster en Psicología Comunitaria / Al analizar el fenómeno del graffiti y lo que esta expresión conlleva, para
conocerlo y entender sus múltiples aristas, resulta vital adentrarse en sus
inicios y origen como forma artística urbana, que invade y "bombardea" con
imágenes y signos gran parte de la ciudad y las ciudades alrededor del mundo;
muchos de los graffitis se nos presentan como figuras ininteligibles para el ojo
del ciudadano común, pero sin duda guardan un lenguaje propio que pretende
ser comunicado a través de múltiples formas y estilos.
Los comienzos del graffiti se remontan a fines de 1960 y principios de la
década de 1970, cuando adolescentes de la ciudad de Nueva York comienzan
a escribir sus nombres y mensajes en las paredes de sus barrios; si bien
resulta nebuloso establecer el origen real y preciso del graffiti, es unánime la
opinión de que el responsable de la creación del primer graffiti fue obra de un
joven mensajero de origen griego, oriundo de un barrio de inmigrantes de la
ciudad que escribía su apodo “Taki 183” en todos los lugares por los cuales
transitaba. Su verdadero nombre era Demetrius (el diminutivo “Taki”) y 183 era
la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por
muchos escritores más tarde).
Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un
lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su tag (firma) por distintos
lugares, dentro y fuera del vagón. Poco tiempo después, cientos de jóvenes
empezaron a imitarle y el fenómeno del graffiti comenzó a masificarse entre los
jóvenes de los distintos barrios y ghettos de la ciudad de Nueva York, como
una manifestación identitaria y a la vez marginal, donde los muros, los
galpones, edificios y sobre todo los trenes de la ciudad fueron los más
utilizados por los primeros escritores de graffitis.
Rápidamente, las ciudades comenzaron a llenarse de signos, imágenes y
colores, producciones gráficas realizadas por individuos “anónimos”, las cuáles
en la mayoría de los casos, no contaban con la autorización y aceptación del
resto de la población de la ciudad (Méndez, n/d). Sin embargo, el graffiti no es una expresión artística aislada, dado que proviene
de un conjunto cultural mucho mayor denominado Hip Hop, cuyo movimiento
de características eminentemente urbanas surge como respuesta a las
situaciones carentes, marginales y de privaciones en la vida diaria de un grupo
de personas, que lo transforma en una nueva arma y forma de enfrentar la
marginalidad y la pobreza que afecta principalmente a los sectores afro
americanos y portorriqueños en los Estados Unidos (Sepúlveda, 2003).
Recién iniciada la década de 1980 las autoridades locales y específicamente la
“Metropolitan Transit Authority” de la ciudad de Nueva York comienza una
campaña contra los graffitis, promulgando distintas leyes que prohibían su
realización (Chalfan y Silver, 1983); también la sociedad y los medios de
comunicación manifiestan su negativa frente a esta “manifestación callejera”.
“Surgen brigadas e incluso asociaciones de vecinos anti-graffiti que promueven
campañas a través de carteles publicados en la ciudad. Surgen también
anuncios en televisión y en la prensa, intentando concientizar del mal que las
pintadas producían en la sociedad. Todo esto hizo a los escritores mucho más
territoriales y agresivos” (Méndez, n/d).
Fue un período oscuro para los graffiteros, los cuales disminuyeron
considerablemente su actividad, constituyéndose estos años en una etapa de
supervivencia para los pintores callejeros; pronto los jóvenes graffiteros
encontraron refugio y aceptación en la creciente cultura Hip Hop, que a
mediados de la década de 1980 tuvo un estallido general en la cultura juvenil
de la época. El baile callejero (o Breakdance) y los cantantes de Rap, según los
mismos jóvenes que se autodenominan “hiphoperos”, eran también sustento de
la cultura Hip Hop, donde el graffiti también se vio influenciado por éstas
prácticas.
Fue entonces que a través de la mano de los jóvenes, y de la influencia de
estas ramas de la música que el fenómeno del graffiti se expandió también a
otras latitudes; el graffiti llega a Europa a través de graffiteros norteamericanos
que querían dar a conocer su trabajo y que propagaron el fenómeno por
distintas ciudades del continente, logrando gran aceptación y adhesión de otros jóvenes: la visión global que se tenía en Europa, presenta grandes diferencias
con respecto a la visión de la sociedad norteamericana. Esta última
consideraba al escritor de graffiti como un delincuente marginal que ocupaba
su tiempo en una actividad ociosa y que daña la propiedad privada. (Méndez,
n/d)
En Europa en cambio el graffiti tuvo un amplio grado de aceptación y valoración
positiva en los jóvenes y en los círculos artísticos, que lo vieron como una
manera novedosa y original de hacer arte, tanto así que fue en este continente
donde los graffitis por primera vez pasaron a ser parte de galerías de arte,
alejándolo completamente de su esencia, naturaleza y motivaciones
fundamentales, eminentemente callejeras, ligadas a la ilegalidad y al uso del
espacio urbano.
En el caso de Chile, existe un consenso generalizado entre los jóvenes (y los
ahora no tan jóvenes) autodenominados “hiphoperos”, que el graffiti llegó a
nuestro país también a principios de la década de 1980, de la mano de la
música Hip Hop que provenía de Estados Unidos. Para entonces Chile ya
poseía una importante tradición muralista, que llenó de colores distintas
poblaciones de Santiago entre década de 1960 y 1970; aún hoy se puede ver
que coexisten diversos murales (algunos muy antiguos) al lado de gran
cantidad de graffitis en el espacio urbano. "Los primeros graffitis en Chile se
pueden encontrar desde 1983 en adelante, pero con mucha irregularidad, ya
que no fue hasta 1995 que esta rama explotó intensivamente” (Poch, 2009).
El graffiti que se plasma sobre las murallas se puede expresar en piezas
(cuando son más pequeñas y se encuentran solas) o en producciones (cuando
son más extensas y coexisten varias piezas). Generalmente, los graffiteros se
organizan en crews (equipos) y por consiguiente tienden a crear
colectivamente, aunque también existen las obras individuales. Los graffiteros
(o escritores) comúnmente firman sus trabajos con algún apodo o “chapa” que
los identifica a ellos y a sus crews. Esta firma que recibe el nombre de ´tag` se
popularizó ampliamente a través de la presencia de los escritores en la ciudad. En la actualidad es muy habitual encontrarnos en el espacio urbano con un
número indeterminado de graffitis, llegando incluso al punto de la saturación
visual, denominada también “invasión visual”, la cual muchas veces es
asociada al vandalismo producto de la “ilegalidad” y la “clandestinidad” implícita
en el proceso del graffiti; es por esto que resulta fundamental dilucidar algunos
elementos clave presentes en la labor de pintar muros.
Cada vez es más común ver por las calles de Santiago, graffitis que aparecen y
desaparecen de las paredes y muros de la ciudad, lo llaman arte urbano o arte
callejero y no son aquellas firmas o nombres que muchas veces se confunden
con aquella pintura mural que intenta plantear una relación distinta entre el
ciudadano y su entorno.
Muchos jóvenes han elegido los muros de la ciudad para llenarlos de mensajes
y colores intentando interactuar con las personas que diariamente recorren las
calles. Sin embargo, existe un desconocimiento general del proceso creativo
que conlleva la realización de un graffiti, lo que lleva a asociarse habitualmente
a la ilegalidad, a la invasión de espacios y al anonimato de la persona que lo
realiza, instalando una tensión hacia los usos del espacio público y también
privado.
Mediante esta investigación se espera obtener una reconstrucción de los
procesos identitarios de acuerdo a la experiencia y memoria colectiva de
individuos que actualmente pintan y/o realizaron graffitis. Desde el punto de
vista social y práctico la investigación permite descubrir y reconstruir los
procesos identitarios por medio de la memoria colectiva de graffiteros, cuyas
creaciones artísticas plasmadas en la ciudad misma, muestran distintos estilos,
motivaciones y rasgos comunes, que son propios en cada individuo artista,
pero los cuales sin embargo, también presentan algunos cruces, paralelos y
semejanzas tanto en la producción gráfica, la trayectoria, los inicios y
experiencia de cada sujeto investigado.
Se utilizará la metodología de producciones narrativas, la cual por medio de
múltiples posicionamientos, experiencias y relatos, respecto a la práctica
denominada graffiti, permite así construir conocimientos desde la propia visión y lenguaje de los sujetos investigados. Esta perspectiva de investigación
constituye un acto metodológico, del cual surgen relatos que permiten producir
un conocimiento localizable y a todas luces parcial (no totalizante), ya que tanto
el investigador, como el investigado co-participan en la relación construida por
medio de los recursos lingüísticos de ambos, la cual es en si productora de
conocimiento. Se textualizan ciertos hechos por medio de narrativas, dando
cuenta de relatos, situaciones y recuerdos ligados a la identidad, experiencia e
historia de vida de los mismos graffiteros.
Es así como, tanto la elección del estudio y la metodología se justifican en la
medida que permiten la instalación de un dispositivo que puede generar
conocimiento colectivo recurriendo al recuerdo y a una noción de autor/
pensado, en el entendido que todo el proceso de producción de narrativas será
realizado de manera conjunta y articulada entre el investigador y los
participantes.
De esta forma, es posible acercarnos a una cultura, pocas veces abordada,
desconocida en muchos aspectos y por que no decirlo estigmatizada y
estereotipada en tantos otros, por pretender ejercer un control del espacio
urbano a través de la producción artística denominada graffiti, incomprendida
por el imaginario colectivo y la cultura denominada ciudadana.
Ante la cultura normalizadora dominante, el graffiti debe desmitificarse al ser
vista como una práctica ligada al vandalismo y a la invasión de los espacios,
dado el desconocimiento general hacia esta práctica por parte de la
ciudadanía. De esta forma, el graffiti como expresión cultural e identitaria a
pesar de transgredir los limites de la ciudadanía común y del espacio físico en
la ciudad, posee un grado de legitimidad por si misma como práctica, dado que
sus miembros, entidades dotadas de particularismos y matrices históricas,
experienciales y culturales diversas se han convertido en una comunidad cuyos
miembros se identifican o adscriben a sus prácticas de forma voluntaria, donde
cada sujeto tiene la libertad de acción y a la vez de decisión en sus
interacciones cotidianas, en tanto proceso creativo.
Acercarse y conocer nuevas identidades y sus múltiples configuraciones, nos
permite plantear algunas directrices para futuras acciones sociales, tendientes a comprender los distintos discursos, experiencias, significados y procesos
desde la voz de sus actores principales, donde la psicología comunitaria puede
articular una gran cantidad de recursos, para aportar de esta forma, a que
políticas públicas dirigidas a grupos y culturas invisibilizadas, acojan los
espacios de participación que los graffiteros han definido de manera autónoma.
El presente texto nos adentra en la construcción identitaria de graffiteros,
muchas veces autodenominados “pintores o artistas callejeros”. Por medio de
sus propias experiencias y apelando a la memoria colectiva de los
participantes, nos permitiremos reconstruir sus trayectorias, realizando un
recorrido por sus propias descripciones y sus distintas historias, que presentan
tanto similitudes, como diferencias, pero que nos permite conocer distintas
prácticas en el mundo de lo social comunitario.
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Centro comunitario de educación y emprendimiento ambiental: Barrio Francisco Coloane: arquitectura para la regeneración del ecosistema urbano en Bajos de Mena replanteando el habitar, de lo individual a lo comunitarioHoneyman Toro, Paul January 2016 (has links)
Memoria para optar al título de Arquitecto
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Centro educacional y de acogida para adolescentes embarazadas en la comuna de Puente AltoBurgos M., Natalia January 2007 (has links)
Recientemente se han dado a conocer cifras preocupantes respecto al aumento que estarían
teniendo los embarazos adolescentes y las consecuencias negativas que esto acarrea a
las jóvenes, entre las cuales podemos señalar el aborto, la deserción escolar, e incluso en
estos últimos días hemos sido testigos de la conmoción nacional al presenciar por televisión,
la venta de bebés por internet antes de que nazcan.
Pero yendo al tema específico de la deserción escolar, se ha constituido en una de las
causas actuales de generación de pobreza tanto de las madres como de sus hijos y por
lo tanto es importante que se desarrollen políticas públicas para abordar el problema.
El 38.5% de las mujeres entre 15 y 17 años que realizan quehaceres para el propio hogar
en Chile son madres, según la Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes.
Si se analizan los últimos dos censos de población en el país, se observa que a pesar de
la caída de la tasa de fecundidad, en las adolescentes sigue en aumento, especialmente
entre quienes tienen entre 15 y 19 años. El número promedio de hijos por mujer descendió
de un 2.39 en 1992, a un 2.26 en 2002. Sin embargo, entre las más jóvenes, este índice
aumentó de 0.15 a 0.20. (INE, 1992-2002).
De esta manera, mientras las jóvenes de 20 a 24 años disminuyeron su fecundidad entre
1980 y 1998 de 162 a 110 nacidos vivos por cada mil mujeres de esa edad, las madres de
15 a 19 años aumentaron su fecundidad de 69,7 a 70,2 nacidos vivos.
Si bien en las menores de 15 años la tasa de fecundidad asume valores menores o poco
significativos, también se observa una permanente tendencia hacia el incremento en los
últimos años, pasando de 1,6% en 1980 a 2,2% en 1998 (INE, 2000), y es precisamente
este segmento al que se le considera en mayor riesgo. De esta manera, en términos relativos,
el volumen de madres menores de 20 años es cada vez mayor.
Estudios realizados por INE durante el año 2003, indican que la condición de madre soltera
de la mayoría de estas adolescentes agrava aún más el problema (90.3%). Los padres de
sus hijos tienen, muchas veces, su misma edad (26.1%) o son adultos jóvenes, entre 20 y
24 años (50.6%). Una parte importante de ellos no asume su responsabilidad paterna,
provocando una situación de abandono afectivo, económico y social en la madre y
el niño.
La situación antes descrita se debe, principalmente, a problemas culturales de la sociedad
chilena. Existe en diversos grupos la arraigada creencia que determina que los adolescentes
hombres no son responsables de los embarazos ni de la crianza de los hijos, y ellos son
educados según esta perspectiva. Contribuye a esta situación la discriminación originada
en patrones históricamente machistas de la sociedad, según los cuales al hombre le compete
la responsabilidad de proveer los ingresos de la familia, mientras que la mujer asume la de
criar a los hijos.
Por estos factores, la invisibilidad de la paternidad juvenil, bajo la cual se ocultan enormes
desigualdades de género todavía vigentes, constituye un problema con diversas aristas,
cuyo abordaje debería quedar en especialistas en materia de salud reproductiva, ya que
detrás de él se esconden vidas humanas.
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