Objetivos: Describir clínicamente, las estrategias para prevenir un disbalance hidroelectrolitico, durante la RTUP, por desequilibrio entre las dos presiones dinámica y estática dentro del lecho prostático y así evitar el desarrollo progresivo de la hiponatremia dilucional durante la RTU., Sólo así será posible diseñar información confiable y comprensible, de carácter preventivo para Urólogos, pacientes, familiares y amigos, quienes influyen en la toma de decisiones para someterse a una cirugía por obstrucción de la vía urinaria. Así mismo, queremos demostrar que la eficiencia, la experiencia, la abnegada labor, su afecto y su sentimiento humano del Urólogo, son factores muy importantes y que junto al franco progreso en los elementos que utiliza; como el aparato llamado resectoscopio, que permite realizar la RTU, uno de los mayores avances en el tratamiento de la patología prostática, así como la fibra óptica para el uso médico por que permite una excelente transmisión de la luz, se han mejorado los aparatos de electrocoagulación, haciéndose eficientes para actuar bajo agua, condición indispensable en la RTU. Finalmente, se perfeccionan los sistemas de visión endoscópica; se descubren nuevos líquidos de irrigación vesical sin uno o varios de estos elementos, cualquier Urólogo y la cirugía endoscópica fracasa. Material y método: Estudiamos 235 pacientes a los que se realizó RTU de próstata con derivación supra púbica a presión negativa de 4 Cms. de agua. Se monitoreó la concentración de sodio, potasio, hemoglobina y hematocrito pre y post operatorio, determinación del volumen de líquido irrigador utilizado durante la RTU, cálculo del volumen de líquido irrigador absorbido y pesaje de los fragmentos prostáticos extraídos. Estadísticamente, para el análisis de la información se utilizó la estadística inferencial, que permite comparar los resultados en el pre y post operatorio, para lo cual se utilizó la prueba estadística t de student. Resultados: No se ha encontrado diferencias estadísticamente significativas entre las medias: tiempo de resección, peso del tejido resecado, volumen de líquido irrigador absorbido y la presentación de hiponatremia dilucional, durante la resección trans uretral de próstata. (RTUP). Conclusiones: El estudio pone de manifiesto que el tiempo operatorio, el volumen de líquido de irrigación y el peso de los fragmentos de próstata resecados no influyen en la reabsorción de líquido de irrigación, cuando se realiza una RTU a baja presión hidrostática.

Objetivos: Describir clínicamente, las estrategias para prevenir un disbalance hidroelectrolitico, durante la RTUP, por desequilibrio entre las dos presiones dinámica y estática dentro del lecho prostático y así evitar el desarrollo progresivo de la hiponatremia dilucional durante la RTU., Sólo así será posible diseñar información confiable y comprensible, de carácter preventivo para Urólogos, pacientes, familiares y amigos, quienes influyen en la toma de decisiones para someterse a una cirugía por obstrucción de la vía urinaria. Así mismo, queremos demostrar que la eficiencia, la experiencia, la abnegada labor, su afecto y su sentimiento humano del Urólogo, son factores muy importantes y que junto al franco progreso en los elementos que utiliza; como el aparato llamado resectoscopio, que permite realizar la RTU, uno de los mayores avances en el tratamiento de la patología prostática, así como la fibra óptica para el uso médico por que permite una excelente transmisión de la luz, se han mejorado los aparatos de electrocoagulación, haciéndose eficientes para actuar bajo agua, condición indispensable en la RTU. Finalmente, se perfeccionan los sistemas de visión endoscópica; se descubren nuevos líquidos de irrigación vesical sin uno o varios de estos elementos, cualquier Urólogo y la cirugía endoscópica fracasa. Material y método: Estudiamos 235 pacientes a los que se realizó RTU de próstata con derivación supra púbica a presión negativa de 4 Cms. de agua. Se monitoreó la concentración de sodio, potasio, hemoglobina y hematocrito pre y post operatorio, determinación del volumen de líquido irrigador utilizado durante la RTU, cálculo del volumen de líquido irrigador absorbido y pesaje de los fragmentos prostáticos extraídos. Estadísticamente, para el análisis de la información se utilizó la estadística inferencial, que permite comparar los resultados en el pre y post operatorio, para lo cual se utilizó la prueba estadística t de student. Resultados: No se ha encontrado diferencias estadísticamente significativas entre las medias: tiempo de resección, peso del tejido resecado, volumen de líquido irrigador absorbido y la presentación de hiponatremia dilucional, durante la resección trans uretral de próstata. (RTUP). Conclusiones: El estudio pone de manifiesto que el tiempo operatorio, el volumen de líquido de irrigación y el peso de los fragmentos de próstata resecados no influyen en la reabsorción de líquido de irrigación, cuando se realiza una RTU a baja presión hidrostática.

MURAD JUNIOR,Abdon José. Avaliação do sódio sérico como preditor de mortalidade em lista de espera para transplante hepático. 2012. 66 f. Dissertação (Mestrado em Cirurgia) - Universidade Federal do Ceará. Faculdade de Medicina, Fortaleza, 2012. / Submitted by denise santos (denise.santos@ufc.br) on 2014-02-17T13:51:18Z No. of bitstreams: 1 2012_dis_ajmurad junior.pdf: 1197361 bytes, checksum: 3f0a4d4f370934d903830f40c1f24b0c (MD5) / Approved for entry into archive by denise santos(denise.santos@ufc.br) on 2014-02-17T13:51:27Z (GMT) No. of bitstreams: 1 2012_dis_ajmurad junior.pdf: 1197361 bytes, checksum: 3f0a4d4f370934d903830f40c1f24b0c (MD5) / Made available in DSpace on 2014-02-17T13:51:27Z (GMT). No. of bitstreams: 1 2012_dis_ajmurad junior.pdf: 1197361 bytes, checksum: 3f0a4d4f370934d903830f40c1f24b0c (MD5) Previous issue date: 2012 / The allocation of patients in waiting list for liver transplantation in Brazil follows an urgency criteria, definied by MELD score. This score, however, is failing as mortality predictor in some groups of patients, especially those with hyponatremia. Studies suggested that the incorporation of serum sodium into MELD score, proposing a new score, the MELD-Na. The objective of this study is to evaluate the serum sodium, the MELD, the MELD-Na and the severe hyponatremia as mortality predictors in patients in waiting list for liver transplantation in the State of Ceara in the years of 2007 and 2008. The promptuaries of 145 patients that were in the waiting list were, retrospectively, evaluated, with 85 patients that were transplanted, and 60 who have died. Serum sodium data were collected and MELD and MELD-Na scores were calculated on basis on the last evaluation of these patients before the outcome (transplantation or death), and the statistical analysis of these variables comparing the group that was transplanted with the group that have died, in the general and by blood group. Hyponatremia was definied when serum sodium value was under 135 mmol/L, and severe hyponatremia when serum sodium value was under 125 mmol/L. In the transplanted group, the mean values of MELD, of MELD-Na, of serum sodium and the percentage of the number of patients with severe hyponatremia were, respectively, 20,88; 22,75; 136,33 mmol/L and 0%; and in the group that have died, these values were, respectively, 19,65; 23,23; 132,2 mmol/L and 100%, with statistical significance between the groups in the variables serum sodium and presence of severe hyponatremia. Hyponatremia was clearly, and independently, associated with death in the waiting list, especially in the “O” and “A” blood groups. The conclusion is that MELD-Na score was superior to MELD score as mortality predictor in some groups of cirrhotic patients; and that hyponatremia and, mainly, severe hyponatremia are important as mortality predictors in cirrhotic patients in waiting list for liver transplantation. / A alocação de pacientes em lista de espera para transplante hepático no Brasil segue um critério de urgência, definido pelo escore MELD. Este escore, porém, tem falhado como preditor de mortalidade em alguns grupos de pacientes, especialmente os que apresentam hiponatremia. Estudos têm sugerido a incorporação do sódio sérico no critério MELD, tendo proposto um novo escore, o MELD-Na. O objetivo deste estudo foi avaliar o sódio sérico, o MELD, o MELD-Na e a hiponatremia grave como preditores de mortalidade em pacientes da lista de espera para transplante hepático no Estado do Ceará nos anos de 2007 e 2008. Foram avaliados, retrospectivamente, os prontuários de 145 pacientes que estavam na lista de espera neste período, sendo 85 pacientes que foram transplantados e 60 que evoluíram à óbito aguardando um órgão. Foram coletados os dados do sódio sérico e calculados os escores MELD e MELD-Na da última avaliação dos mesmos antes do desfecho (transplante ou óbito), e realizada a análise estatística destas variáveis comparando os grupos de transplantados com os que foram à óbito, no geral e por grupo sanguíneo. Foi considerado hiponatremia o valor de sódio sérico inferior a 135 mmol/L, e hiponatremia grave o valor de sódio sérico inferior a 125 mmol/L. No grupo que foi transplantado, os valores médios do MELD, do MELD-Na, do sódio sérico e da porcentagem do número de pacientes com hiponatremia grave foram, respectivamente, 20,88; 22,75; 136,33 mmol/L e 0%; e no grupo dos pacientes que foram à óbito, estes valores, foram, respectivamente, 19,65; 23,23; 132,2 mmol/L e 100%, com significância estatística entre os grupos nas variáveis sódio sérico e presença de hiponatremia grave. Hiponatremia associou-se claramente, e de forma independente, com óbito na lista de espera, principalmente nos grupos sanguíneos “O” e “A”. Conclui-se que o escore MELD-Na foi superior ao escore MELD como preditor de mortalidade em alguns grupos de pacientes cirróticos; e que hiponatremia e, principalmente, hiponatremia grave são importantes preditores de mortalidade em pacientes cirróticos em lista de espera para transplante hepático.

Orientador: Norma Sueli Pinheio Módolo / Banca: José Reinaldo Cerqueira Braz / Banca: Jedson dos Santos Nascimento / Banca: Antônio Argolo Sampaio Filho / Banca: Guilherme Antônio Moreira de Barros / Resumo: Nas cirurgias cardíacas em crianças, a ocorrência de complicações neurológicas pósoperatórias representa um risco adicional de morbimortalidade. Ainda que uma parcela significativa dessas complicações seja atribuída a lesões de isquemia e reperfusão cerebral, outros fatores inerentes ao próprio procedimento podem contribuir para o seu desenvolvimento. O sistema nervoso central é particularmente sensível a mudanças abruptas da osmolaridade plasmática e variações significativas do teor de solutos no plasma pelo emprego de soluções parenterais com tonicidades diversas são esperadas no intraoperatório. O sódio sérico é o principal responsável pela osmolaridade plasmática e medidas seriadas desse eletrólito durante o procedimento podem indicar tais variações. Avaliar a variação do sódio sérico e as taxas de hiper ou hiponatremia no intraoperatório e de óbito, de infecção e de necessidade de suporte hemodinâmico medicamento conforme a ocorrência de complicações neurológicas no pós‐operatório de cirurgias cardíacas pediátricas, assim como comparar os tempos de internamento e ventilação mecânica entre os pacientes que apresentaram, ou não, tais complicações neurológicas. Dados de prontuário foram coletados em uma ficha padronizada com informações referentes ao procedimento anestésico‐cirúrgico e condições perioperatórias dos pacientes. Foram estabelecidas com testes não paramétricos a comparação dos tempos de ventilação mecânica e internamento na UTI e no hospital entre os pacientes que apresentaram, ou não, complicações neurológicas, assim como a análise da associação dessas complicações com a ocorrência de hiponatremia, hipernatremia, morte, infecção e suporte hemodinâmico medicamentoso no pósoperatório. O efeito da variação intraoperatória do sódio sérico na razão de chances para ocorrência de complicações neurológicas no ... / Abstract: In pediatric heart surgery, the occurrence of postoperative neurological complications introduces additional morbidity and mortality risk. Although a significant fraction of these complications can be attributed to cerebral ischemia and reperfusion injury, other factors inherent to the surgery itself might contribute to their occurrence. The central nervous system is particularly susceptible to abrupt changes of the plasma osmolarity, while significant intraoperative variations of the plasma solute concentration is expected due to the use of parental solutions with variable tonicities. The serum sodium concentration is the main determinant of the plasma osmolarity; thus, a serial measurement might reveal its intraoperative variation. The aims were to assess the intraoperative variation of the serum sodium concentration, the rates of hyponatremia, hypernatremia, death, and infection, and the need for pharmacological hemodynamic support as a function of the occurrence of postoperative neurological complications after pediatric heart surgery. Additionally, one aim was to compare the length of hospitalization and mechanical ventilation between the patients with and without such complications. Data on the anesthetic‐surgical procedure and perioperative state of the patients, which were collected from clinical records, were entered in a standard form. A comparison of the length of mechanical ventilation and stay in the intensive care unit (ICU) and the hospital between the patients with and without neurological complications and an analysis of the correlation of these complications with the postoperative occurrence of hypernatremia, hyponatremia, death, infections, and the need for pharmacological hemodynamic support were performed by means of non‐parametric tests. The effect of the intraoperative variation in the serum sodium concentration on the odds ratio for postoperative f neurological complications was ... / Mestre

Made available in DSpace on 2014-06-11T19:29:17Z (GMT). No. of bitstreams: 0 Previous issue date: 2013-06-28Bitstream added on 2014-06-13T20:59:38Z : No. of bitstreams: 1 000749188.pdf: 705199 bytes, checksum: 52046300003dc98e846ffc1072cb7f3f (MD5) / Nas cirurgias cardíacas em crianças, a ocorrência de complicações neurológicas pósoperatórias representa um risco adicional de morbimortalidade. Ainda que uma parcela significativa dessas complicações seja atribuída a lesões de isquemia e reperfusão cerebral, outros fatores inerentes ao próprio procedimento podem contribuir para o seu desenvolvimento. O sistema nervoso central é particularmente sensível a mudanças abruptas da osmolaridade plasmática e variações significativas do teor de solutos no plasma pelo emprego de soluções parenterais com tonicidades diversas são esperadas no intraoperatório. O sódio sérico é o principal responsável pela osmolaridade plasmática e medidas seriadas desse eletrólito durante o procedimento podem indicar tais variações. Avaliar a variação do sódio sérico e as taxas de hiper ou hiponatremia no intraoperatório e de óbito, de infecção e de necessidade de suporte hemodinâmico medicamento conforme a ocorrência de complicações neurológicas no pós‐operatório de cirurgias cardíacas pediátricas, assim como comparar os tempos de internamento e ventilação mecânica entre os pacientes que apresentaram, ou não, tais complicações neurológicas. Dados de prontuário foram coletados em uma ficha padronizada com informações referentes ao procedimento anestésico‐cirúrgico e condições perioperatórias dos pacientes. Foram estabelecidas com testes não paramétricos a comparação dos tempos de ventilação mecânica e internamento na UTI e no hospital entre os pacientes que apresentaram, ou não, complicações neurológicas, assim como a análise da associação dessas complicações com a ocorrência de hiponatremia, hipernatremia, morte, infecção e suporte hemodinâmico medicamentoso no pósoperatório. O efeito da variação intraoperatória do sódio sérico na razão de chances para ocorrência de complicações neurológicas no... / In pediatric heart surgery, the occurrence of postoperative neurological complications introduces additional morbidity and mortality risk. Although a significant fraction of these complications can be attributed to cerebral ischemia and reperfusion injury, other factors inherent to the surgery itself might contribute to their occurrence. The central nervous system is particularly susceptible to abrupt changes of the plasma osmolarity, while significant intraoperative variations of the plasma solute concentration is expected due to the use of parental solutions with variable tonicities. The serum sodium concentration is the main determinant of the plasma osmolarity; thus, a serial measurement might reveal its intraoperative variation. The aims were to assess the intraoperative variation of the serum sodium concentration, the rates of hyponatremia, hypernatremia, death, and infection, and the need for pharmacological hemodynamic support as a function of the occurrence of postoperative neurological complications after pediatric heart surgery. Additionally, one aim was to compare the length of hospitalization and mechanical ventilation between the patients with and without such complications. Data on the anesthetic‐surgical procedure and perioperative state of the patients, which were collected from clinical records, were entered in a standard form. A comparison of the length of mechanical ventilation and stay in the intensive care unit (ICU) and the hospital between the patients with and without neurological complications and an analysis of the correlation of these complications with the postoperative occurrence of hypernatremia, hyponatremia, death, infections, and the need for pharmacological hemodynamic support were performed by means of non‐parametric tests. The effect of the intraoperative variation in the serum sodium concentration on the odds ratio for postoperative f neurological complications was ...

Introdução: As diretrizes atuais recomendam restrições no sódio dietético para o tratamento de insuficiência cardíaca agudamente descompensada (ICAD), contudo sem embasamento em evidências científicas sólidas. Estudos recentes sugerem que a dieta normossódica é comparável à dieta hipossódica no tocante à resolução da congestão dos pacientes com ICAD. Levanta-se a hipótese de que o emprego de dieta não restrita em sódio pode adicionalmente preservar os níveis de natremia no tratamento dos pacientes com ICAD. Objetivo: Avaliar o efeito de dois níveis de ingestão dietética de sódio em pacientes hospitalizados para o tratamento de ICAD. Casuística e Métodos: Investigamos prospectivamente 44 pacientes internados com ICAD, randomizados em 2 grupos: grupo DH (dieta hipossódica): com dieta restrita em sódio, com 3 g de cloreto de sódio por dia (n = 22; 59,5±11,9 anos, 50% masculinos, FEVE = 30,0±13,6%); e grupo DN (dieta normossódica): com dieta sem restrição de sódio, com 7 g de cloreto de sódio por dia (n = 22; 56,4±10,3 anos; 68,2% masculinos; FEVE = 27,8±11,7%), ambos submetidos à restrição hídrica de 1.000 ml/dia. No tempo basal e no 7° dia de intervenção ou final, caso a pesquisa fosse interrompida antes dos sete dias de intervenção, avaliamos o NT-proBNP sérico, aplicamos uma escala analógica visual de dispneia e outra de bem-estar geral. Diariamente coletamos dados de peso corpóreo, sódio e potássio séricos, creatinina e ureia séricas (função renal), balanço hídrico (BH), dose diária e acumulada de diuréticos e demais medicações para o tratamento de ICAD, pressão arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) e média (PAM), e frequência cardíaca (FC). Resultados: Os grupos DH e DN apresentaram, respectivamente: graus semelhantes de diminuição percentual de peso corpóreo (3,9±3,0% vs 3,0±3,4%, p = 0,39), semelhantes doses médias diárias de furosemida (76,9±32,3 mg vs 67,1±20,7 mg, p = 0,5), redução comparável dos níveis de NTproBNP (15,2±40,4% vs 22,8±55,5%, p = 0,6), semelhantes BH acumulados (-3614,8±2809,2 ml vs -2801,5±1962,5 ml, p = 0,3) e melhora dos níveis de escalas visuais de dispneia (3,4±2,1 e 3,0±1,9, p = 0,6) e bem-estar geral (2,7±2,1 e 2,6±2,9, p = 0,9). No 7° dia de intervenção o grupo DH apresentou menores níveis de sódio sérico (135,4±3,5 mmol/L) em comparação ao grupo DN (137,5±1,9 mmol/L; p = 0,05). Houve 4 casos de hiponatremia no 7° dia de intervenção, todos pertencentes ao grupo DH(25%). O grupo DN exibiu valores mais preservados de PAM durante a internação (79,4±2,4 mmHg) quando comparados ao grupo DH (75,5±3,0 mmHg), p = 0,03 e de FC, 73,2±1,6 bpm vs 75,5±2,1 bpm, respectivamente, p = 0,02. A função renal e o potássio sérico não apresentaram diferença significativa entre os grupos. Conclusão: Em pacientes com ICAD, o emprego de dieta normossódica, associou-se à melhor preservação dos níveis de sódio sérico e dos valores de pressão arterial quando comparada à dieta hipossódica. Adicionalmente, o emprego da dieta hipossódica não se associou a benefícios adicionais no tocante à redução da congestão, melhora dos sintomas e na redução da ativação neurohumoral. Esses resultados sugerem que a dieta hipossódica não deva ser usada como rotina no tratamento dos pacientes com ICAD. / Background: The current guidelines endorse the use of low dietary sodium intake for the treatment of acute decompensated heart failure (ADHF). However, this recommendation is not based on robust scientific evidence. New researches suggest that normal sodium diet is comparable to a low sodium diet regarding the congestion resolution in patients of ADHF. We hypothesize that a normal sodium diet is associated with more preserved levels of serum sodium during the hospitalization. Purpose: This study aimed at assessing the effect of two levels of dietary sodium intake in hospitalized patients with ADHF. Methods: We investigated prospectively 44 patients hospitalized for ADHF, randomized to 2 groups: LS (low sodium diet), receiving 3 g/day of dietary sodium chloride (n = 22, 59.5±11.9 y.o., 50% male, LVEF = 30.0±13.6%); and NS (normal sodium diet), receiving 7 g/day of dietary sodium chloride (n = 22, 56.4±10.3 y.o., 68% male; LVEF = 27.8±11.7%). Both groups were submitted to a limit of fluid intake of 1000 ml/day. The primary endpoint was the serum sodium level at day 7. The NT-proBNP levels, a visual analogy scale about dyspnea and wellbeing were measured at baseline and at day 7 or ending, if the search was interrupted before the seven days of intervention. Daily monitoring included: body weight, accumulated fluid balance, daily and cumulative diuretic dose and other medications for treating ICAD, systolic, diastolic and mean blood pressure (BP), heart rate (HR), and serum levels of sodium, potassium, ureic nitrogen and creatinine (renal function). Results: LS and NS groups presented, respectively, similar amount of accumulated fluid balance (-3614.8±2809.2 ml vs - 2801.5±1962.5 ml, p = 0.3), percent body weight reduction(3.9±3.0% vs 3.0±3.4%, p = 0.39) , cumulative furosemide dose (76.9±32.3 mg vs 67.1±20.7 mg, p = 0.5), percent reduction of NT-proBNP levels (15.2±40.4% vs 22.8±55.5%, p = 0.6), improvement in visual analogic scale of dyspnea (3.4±2.1 e 3.0±1.9, p = 0.6) and well-being (2.7±2.1 vs 2.6±2.9, p = 0.9). Additionally, at day 7, the LS group presented lower levels of serum sodium (135.4±3.5 mmol/L) in comparison to the NS (137.5±1.9 mmol/L; p = 0.05). During hospitalization, 4 cases of hyponatremia were observed in seventh day of intervention, all in the LS diet group (25%). The NS group exhibited more preserved values of mean BP (79.4±2.4 mmHg), as compared to the LS group (75.5±3.0 mmHg), p = 0.03, and HR, 73.2±1.6 bpm vs 75.5±2.1 bpm, respectively, p = 0.02. The renal function and serum potassium tests presented no significant difference between groups. Conclusions: In patients with ADHF, the use of low dietary sodium intake is not associated to additional benefits when compared to a normal sodium diet in regard to reduction of congestive manifestations, symptoms resolution and decrease of the neurohumoral activation. In addition, the normal sodium diet was associated to preservation of serum sodium and blood pressure levels. These results suggest that a low sodium diet should not be routinely used for ADHF treatment.

As disnatremias são os distúrbios hidroeletrolíticos mais comuns, sendo relatados em cerca de 30-40% dos pacientes hospitalizados. Quando presentes na admissão em Unidade de Tratamento Intensivo (UTI) são fatores de risco independentes de pior prognóstico, estando associadas à maior letalidade hospitalar. Mesmo disnatremias limítrofes (130 135 mEq/l na hiponatremia e 145 a 150 mEq/L na hipernatremia) têm sido associadas a um maior tempo de internação na UTI e a um aumento de letalidade hospitalar, independente da gravidade da doença de base. A concentração sérica do sódio é mantida por um fino controle, por meio da regulação renal do sal e da água. Pacientes com doença renal crônica (DRC) em tratamento conservador ou em terapia renal substitutiva, apresentam maior prevalência de disnatremia. Embora a hiponatremia seja mais frequente nessa população, o diagnóstico de hipo- ou hipernatremia tem sido associado a uma maior mortalidade. Não há relato claro na literatura da prevalência de disnatremias na injúria renal aguda (IRA), em especial nos casos mais graves, em que há indicação de suporte dialítico. O presente estudo teve como objetivos avaliar a prevalência da disnatremia e o seu impacto no prognóstico de pacientes gravemente enfermos com IRA e necessidade de suporte renal (SR) na UTI.Em um período de 44 meses (de dezembro de 2004 a julho 2008) foram incluídos de forma prospectiva todos os pacientes que iniciaram SR em 14 UTIs de 3 hospitais terciários do Rio de Janeiro. Dados clínicos e laboratoriais foram coletados prospectivamente e lançados em uma planilha eletrônica para posterior análise com o software R. Os desfechos de interesse foram letalidade na UTI e no hospital. As variáveis que, além do sódio, apresentavam associação com os desfechos de interesse na análise bivariada, foram selecionadas e incluídas no modelo de regressão logística múltipla.Um total de 772 pacientes foram incluídos no estudo. A mediana da idade foi de 75 [IIQ: 61-82 anos]; 81,5% (IC: 78,4%-84%) foram admitidos na UTI por complicações clínicas. A presença de pelo menos uma comorbidade (hipertensão, diabetes, doença coronariana, insuficiência cardíaca, doença pulmonar obstrutiva crônica ou cirrose) esteve presente em 84% dos pacientes. A maior parte dos pacientes (72,5%, IC: 69,2%-75,7%) apresentava o diagnóstico de sepse. Os principais fatores contribuinte para IRA foram sepse (72%) e isquemia/choque (66%). A mortalidade na UTI foi de 64,6% (IC: 61,1%-68%) e a hospitalar foi de 69,7% (IC: 66,3%-72,9%). O diagnóstico de disnatremia foi frequente, estando presente em 47,3% (IC: 43,7%-50,9%) dos pacientes. A hipernatremia foi significantemente mais frequente do que a hiponatremia (33,7% X 13,6%, p=0.001) na população estudada. Na análise multivariada, os pacientes mais idosos, a admissão clínica, o número de comorbidades e o número de disfunções orgânicas estiveram associados a uma maior letalidade hospitalar. Os paciente com hipernatremia grave (>155 mEq/l) apresentaram maior associação com o óbito na UTI e no hospital [odds ratio (OR) ajustado de 3.39 (1,48-7,8) e 2,87 (1,2-6,89), respectivamente], apesar de todos terem sido submetidos ao SR durante a internação na UTI. O estudo demonstrou que as disnatremias são altamente prevalentes em pacientes com IRA e necessidade de diálise na UTI. Diferente do que tem sido demonstrado na população de UTI e na com DRC, a hipernatremia é o distúrbio do sódio mais frequentemente observado na população estudada. A idade mais avançada, a admissão clínica, o número de comorbidades e o número de disfunções orgânicas e a hipernatremia grave estão associados a um pior desfecho na IRA com necessidade de SR na UTI. / Dysnatremias are the most common electrolyte disorder reported in about 30-40 % of hospitalized patients. When present at Intensive Care Unit (ICU) admission are independent risk factors of poor prognosis and associated with an increased hospital mortality. Even borderline dysnatremias (130-135 mEq/L in hyponatremia and 145-150 mEq/L in hypernatremia) has been associated with increased hospital mortality and a longer ICU stay, regardless of the severity of the underlying disease.Serum sodium concentration is maintained by a precise renal control of salt and water. Patients with dialytic and non-dialytic chronic kidney disease (CKD) have a higher prevalence of dysnatremia comparing with the non-CKD population. Hyponatremia is more frequently observed, although both hypo- and hypernatremia have been associated with an increased mortality in this population. To the best of our knowledge, there is no clear report of dysnatremia prevalence in acute kidney injury (AKI), specially in severe AKI in-need of renal replacement therapy (RRT), neither consistent information on its impact on outcomes in this population. The present study aimed to evaluate the prevalence of dysnatremia and its impact on the prognosis of critically ill patients with Acute Kidney Injury (AKI ) in-need of RRT in the ICU. From December 2004 to July 2008 all patients who started on renal support at 14 ICUs in 3 tertiary hospitals in Rio de Janeiro were prospectively included. Clinical and laboratory data were entered into a spreadsheet and analyzed later with the software R. The dependent variables were ICU and hospital mortality. Variables that, additional to serum sodium concentration, presented association with outcomes in the bivariate analysis were selected the included in the multiple logistic regression model . A total of 772 patients were included in the study. The median age was 75 [IQI; 61-82 yo]; 81.5% (CI: 78.4-84%) were clinical ICU admissions. Eighty four percent of patients had at least one comorbidity (hypertension, diabetes, coronary disease, heart insufficiency, chronic pulmonary disease or cirrhosis) and 72.5% (CI: 69.2-75.7%) had sepsis. The main factors contributing to AKI were sepsis (72 %) and ischaemia/shock (66 %). ICU and hospital mortality were respectively 64.6 % (CI: 61.1 %-68 %) and 69.7 % (CI: 66.3 % -72.9 %). Dysnatremia was frequently observed being present in 47.3 % (CI: 43.7 %-50.9 %) of the study population. In multivariate analysis, older age, clinical admission, number of comorbidities, and the number of organ dysfunctions were associated with an increased hospital mortality. Patient with severe hypernatremia (serum sodium above 155 mEq/L) showed a higher association with ICU and hospital mortality (adjusted odds ratio 3:39 (CI 1.48 to 7.8 ) and 2.87 (CI 1.2 to 6.89), respectively), despite all patients had underwent RRT.The present study demonstrated that dysnatremia are highly prevalent in AKI in-need of RRT in the ICU. Hypernatremia is the main sodium disturbance contrasting with the reported in CKD and ICU populations. Older age, clinical admission, number of comorbidities and severe hypernatremia are associated with a worse ICU and hospital outcome in AKI patients in-need of RRT in the ICU.

As disnatremias são os distúrbios hidroeletrolíticos mais comuns, sendo relatados em cerca de 30-40% dos pacientes hospitalizados. Quando presentes na admissão em Unidade de Tratamento Intensivo (UTI) são fatores de risco independentes de pior prognóstico, estando associadas à maior letalidade hospitalar. Mesmo disnatremias limítrofes (130 135 mEq/l na hiponatremia e 145 a 150 mEq/L na hipernatremia) têm sido associadas a um maior tempo de internação na UTI e a um aumento de letalidade hospitalar, independente da gravidade da doença de base. A concentração sérica do sódio é mantida por um fino controle, por meio da regulação renal do sal e da água. Pacientes com doença renal crônica (DRC) em tratamento conservador ou em terapia renal substitutiva, apresentam maior prevalência de disnatremia. Embora a hiponatremia seja mais frequente nessa população, o diagnóstico de hipo- ou hipernatremia tem sido associado a uma maior mortalidade. Não há relato claro na literatura da prevalência de disnatremias na injúria renal aguda (IRA), em especial nos casos mais graves, em que há indicação de suporte dialítico. O presente estudo teve como objetivos avaliar a prevalência da disnatremia e o seu impacto no prognóstico de pacientes gravemente enfermos com IRA e necessidade de suporte renal (SR) na UTI.Em um período de 44 meses (de dezembro de 2004 a julho 2008) foram incluídos de forma prospectiva todos os pacientes que iniciaram SR em 14 UTIs de 3 hospitais terciários do Rio de Janeiro. Dados clínicos e laboratoriais foram coletados prospectivamente e lançados em uma planilha eletrônica para posterior análise com o software R. Os desfechos de interesse foram letalidade na UTI e no hospital. As variáveis que, além do sódio, apresentavam associação com os desfechos de interesse na análise bivariada, foram selecionadas e incluídas no modelo de regressão logística múltipla.Um total de 772 pacientes foram incluídos no estudo. A mediana da idade foi de 75 [IIQ: 61-82 anos]; 81,5% (IC: 78,4%-84%) foram admitidos na UTI por complicações clínicas. A presença de pelo menos uma comorbidade (hipertensão, diabetes, doença coronariana, insuficiência cardíaca, doença pulmonar obstrutiva crônica ou cirrose) esteve presente em 84% dos pacientes. A maior parte dos pacientes (72,5%, IC: 69,2%-75,7%) apresentava o diagnóstico de sepse. Os principais fatores contribuinte para IRA foram sepse (72%) e isquemia/choque (66%). A mortalidade na UTI foi de 64,6% (IC: 61,1%-68%) e a hospitalar foi de 69,7% (IC: 66,3%-72,9%). O diagnóstico de disnatremia foi frequente, estando presente em 47,3% (IC: 43,7%-50,9%) dos pacientes. A hipernatremia foi significantemente mais frequente do que a hiponatremia (33,7% X 13,6%, p=0.001) na população estudada. Na análise multivariada, os pacientes mais idosos, a admissão clínica, o número de comorbidades e o número de disfunções orgânicas estiveram associados a uma maior letalidade hospitalar. Os paciente com hipernatremia grave (>155 mEq/l) apresentaram maior associação com o óbito na UTI e no hospital [odds ratio (OR) ajustado de 3.39 (1,48-7,8) e 2,87 (1,2-6,89), respectivamente], apesar de todos terem sido submetidos ao SR durante a internação na UTI. O estudo demonstrou que as disnatremias são altamente prevalentes em pacientes com IRA e necessidade de diálise na UTI. Diferente do que tem sido demonstrado na população de UTI e na com DRC, a hipernatremia é o distúrbio do sódio mais frequentemente observado na população estudada. A idade mais avançada, a admissão clínica, o número de comorbidades e o número de disfunções orgânicas e a hipernatremia grave estão associados a um pior desfecho na IRA com necessidade de SR na UTI. / Dysnatremias are the most common electrolyte disorder reported in about 30-40 % of hospitalized patients. When present at Intensive Care Unit (ICU) admission are independent risk factors of poor prognosis and associated with an increased hospital mortality. Even borderline dysnatremias (130-135 mEq/L in hyponatremia and 145-150 mEq/L in hypernatremia) has been associated with increased hospital mortality and a longer ICU stay, regardless of the severity of the underlying disease.Serum sodium concentration is maintained by a precise renal control of salt and water. Patients with dialytic and non-dialytic chronic kidney disease (CKD) have a higher prevalence of dysnatremia comparing with the non-CKD population. Hyponatremia is more frequently observed, although both hypo- and hypernatremia have been associated with an increased mortality in this population. To the best of our knowledge, there is no clear report of dysnatremia prevalence in acute kidney injury (AKI), specially in severe AKI in-need of renal replacement therapy (RRT), neither consistent information on its impact on outcomes in this population. The present study aimed to evaluate the prevalence of dysnatremia and its impact on the prognosis of critically ill patients with Acute Kidney Injury (AKI ) in-need of RRT in the ICU. From December 2004 to July 2008 all patients who started on renal support at 14 ICUs in 3 tertiary hospitals in Rio de Janeiro were prospectively included. Clinical and laboratory data were entered into a spreadsheet and analyzed later with the software R. The dependent variables were ICU and hospital mortality. Variables that, additional to serum sodium concentration, presented association with outcomes in the bivariate analysis were selected the included in the multiple logistic regression model . A total of 772 patients were included in the study. The median age was 75 [IQI; 61-82 yo]; 81.5% (CI: 78.4-84%) were clinical ICU admissions. Eighty four percent of patients had at least one comorbidity (hypertension, diabetes, coronary disease, heart insufficiency, chronic pulmonary disease or cirrhosis) and 72.5% (CI: 69.2-75.7%) had sepsis. The main factors contributing to AKI were sepsis (72 %) and ischaemia/shock (66 %). ICU and hospital mortality were respectively 64.6 % (CI: 61.1 %-68 %) and 69.7 % (CI: 66.3 % -72.9 %). Dysnatremia was frequently observed being present in 47.3 % (CI: 43.7 %-50.9 %) of the study population. In multivariate analysis, older age, clinical admission, number of comorbidities, and the number of organ dysfunctions were associated with an increased hospital mortality. Patient with severe hypernatremia (serum sodium above 155 mEq/L) showed a higher association with ICU and hospital mortality (adjusted odds ratio 3:39 (CI 1.48 to 7.8 ) and 2.87 (CI 1.2 to 6.89), respectively), despite all patients had underwent RRT.The present study demonstrated that dysnatremia are highly prevalent in AKI in-need of RRT in the ICU. Hypernatremia is the main sodium disturbance contrasting with the reported in CKD and ICU populations. Older age, clinical admission, number of comorbidities and severe hypernatremia are associated with a worse ICU and hospital outcome in AKI patients in-need of RRT in the ICU.

Orientadores: Sebastião Araujo, Elizabeth M. A. B. Quagliato / Tese (doutorado) - Universidade Estadual de Campinas, Faculdade de Ciencias Medicas / Made available in DSpace on 2018-08-08T16:17:15Z (GMT). No. of bitstreams: 1 Cintra_ElianedeAraujo_D.pdf: 2161451 bytes, checksum: e8e2d3f8af228c6c474ae97885cb6d9a (MD5) Previous issue date: 2006 / Resumo: Antecedentes. Desordens do balanço de sódio e água, especialmente aqueles secundários ao diabete insípido (DI), à síndrome da secreção inapropriada do hormônio anti-diurético (SIHAD) e à síndrome cerebral perdedora de sal (SCPS), são freqüentemente vistas em pacientes com lesão cerebral grave (LCG), tanto traumática quanto não-traumática, podendo comprometer seus prognósticos. Diversos autores têm sugerido que um aumento na secreção de vasopressina (AVP) pode ser responsável pela piora da lesão cerebral primária uma vez que ela afeta os mecanismos cerebrais de formação de edema. Contudo, as alterações fisiopatológicas anteriormente citadas continuam sendo focos de debates na literatura. Objetivo. Avaliar o comportamento dos níveis plasmáticos de vasopressina e a presença de desordens do balanço de sódio e água em pacientes com LCG. Desenho. Estudo prospectivo, observacional e aberto. Local. Unidade de terapia intensiva geral de adultos do Hospital das Clínicas da Universidade Estadual de Campinas. Pacientes e Métodos. Trinta e sete pacientes adultos, de ambos os sexos, com LCG (pontuação inicial na escala de coma de Glasgow ? 8) e tempo estimado de lesão ? 72 horas foram estudados. Dados clínicos e laboratoriais de interesse foram registrados e a AVP foi mensurada em amostras de sangue venoso colhidas no 1o, 2o, 3o e 5o dias após a inclusão. Dados laboratoriais de 29 voluntários adultos sadios, previamente relatados, serviram de controle (CTRL). Resultados. Os níveis plasmáticos médios de AVP permaneceram dentro da faixa de normalidade nos pacientes com LCG, sem diferenças significativas em relação ao grupo controle, mas mostraram-se proporcionalmente menores no 5o dia comparado ao 1o dia após a inclusão (1,5 ± 1,6pg/ml vs 2,3 ± 2,8pg/ml; p = 0,035). Os níveis plasmáticos de AVP foram ligeiramente maiores nos pacientes que evoluíram para o óbito em relação aos sobreviventes (p = 0,062), e mostraram uma queda do 1o em relação ao 5o dia de observação em ambos os grupos (p = 0,049). O sódio sérico e a osmolalidade plasmática, assim como suas variações em relação à faixa de normalidade, foram maiores nos pacientes que evoluíram para o óbito em relação aos sobreviventes (p < 0,05). Conclusão. Os níveis plasmáticos de AVP permaneceram dentro da faixa de normalidade nos pacientes com LCG, e estes tenderam a diminuir com o tempo de evolução, tanto nos sobreviventes quanto nos que evoluíram para o óbito. Contudo, o sódio sérico e a osmolalidade plasmática mostraram grandes variações nos pacientes com LCG, e os não sobreviventes apresentaram desvios mais amplos e mais significativos em relação à faixa de normalidade que os sobreviventes, especialmente hipernatremia e hiperosmolalidade, compatíveis com a presença de disfunção do eixo hipotálamo-hipófisário posterior, principalmente diabete insípido. Contudo, estes resultados não nos permitem afirmar com segurança se esses distúrbios atuaram como agravantes da lesão primária ou se meramente foram um reflexo da gravidade da injúria cerebral / Abstract: Background. Disorders of sodium and water balance, especially those secondary to diabetes insipidus (DI), syndrome of inappropriate anti-diuretic hormone (SIADH) and cerebral salt wasting syndrome (CSWS), are frequently seen in patients with severe brain injury (SBI), either traumatic or non-traumatic, and may jeopardize their prognosis. Many authors have suggested that an increase in vasopressin (AVP) secretion may be responsible for the worsening of primary brain lesion as long as it affects the brain mechanisms of edema formation. However, this remains a focus of debate in the literature. Objective. To evaluate vasopressin plasma levels and sodium and water balance disorders in patients with SBI. Design. Prospective, observational, open label study. Setting. General adult intensive care unit, Hospital de Clínicas, Campinas State University. Patients and Methods. Thirty-seven adult patients, both sexes, with SBI (admission Glasgow Coma Scale score ? 8) and an estimated time of injury ? 72 hours were studied. Clinical and laboratory data were recorded and AVP was measured in venous blood samples collected on the 1st, 2nd, 3rd and 5th days following inclusion. Laboratory data from 29 healthy adult volunteers previously reported served as control. Results. Mean AVP serum levels remained inside the normal range in SBI patients, without significant differences in relation to control group, and were proportionally lower at 5th day compared to 1st day following inclusion (1.5 ± 1.6 pg/ml vs 2.3 ± 2.8 pg/ml; p = 0.035). AVP serum levels were slightly higher in patients who died compared to survivors, but this difference was not significant (p = 0.062), and have shown a decrease from the 1st to 5th day of observation in both groups (p = 0.049). Serum sodium and plasma osmolality, and long as their variability, were greater in non-survivor than in survivor patients (p < 0.05). Conclusion. AVP plasma levels remained within normal range in SBI patients, and these levels tended to decrease over time, both in survivor and non-survivors. However, serum sodium and plasma osmolality have shown great variations in SBI patients, and non-survivor ones have shown greater and more significant deviations from normal values than those who survived, especially hypernatremia and hyperosmolality, consistent with the presence of posterior hypothalamus-hypophysial axis dysfunction, mainly diabetes insipidus. Nevertheless, these results do not allow us to clearly define whether these disturbances aggravate the primary lesion or if they are merely a reflex of the cerebral injury severity / Doutorado / Ciencias Biomedicas / Doutor em Ciências Médicas

Introdução: As diretrizes atuais recomendam restrições no sódio dietético para o tratamento de insuficiência cardíaca agudamente descompensada (ICAD), contudo sem embasamento em evidências científicas sólidas. Estudos recentes sugerem que a dieta normossódica é comparável à dieta hipossódica no tocante à resolução da congestão dos pacientes com ICAD. Levanta-se a hipótese de que o emprego de dieta não restrita em sódio pode adicionalmente preservar os níveis de natremia no tratamento dos pacientes com ICAD. Objetivo: Avaliar o efeito de dois níveis de ingestão dietética de sódio em pacientes hospitalizados para o tratamento de ICAD. Casuística e Métodos: Investigamos prospectivamente 44 pacientes internados com ICAD, randomizados em 2 grupos: grupo DH (dieta hipossódica): com dieta restrita em sódio, com 3 g de cloreto de sódio por dia (n = 22; 59,5±11,9 anos, 50% masculinos, FEVE = 30,0±13,6%); e grupo DN (dieta normossódica): com dieta sem restrição de sódio, com 7 g de cloreto de sódio por dia (n = 22; 56,4±10,3 anos; 68,2% masculinos; FEVE = 27,8±11,7%), ambos submetidos à restrição hídrica de 1.000 ml/dia. No tempo basal e no 7° dia de intervenção ou final, caso a pesquisa fosse interrompida antes dos sete dias de intervenção, avaliamos o NT-proBNP sérico, aplicamos uma escala analógica visual de dispneia e outra de bem-estar geral. Diariamente coletamos dados de peso corpóreo, sódio e potássio séricos, creatinina e ureia séricas (função renal), balanço hídrico (BH), dose diária e acumulada de diuréticos e demais medicações para o tratamento de ICAD, pressão arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) e média (PAM), e frequência cardíaca (FC). Resultados: Os grupos DH e DN apresentaram, respectivamente: graus semelhantes de diminuição percentual de peso corpóreo (3,9±3,0% vs 3,0±3,4%, p = 0,39), semelhantes doses médias diárias de furosemida (76,9±32,3 mg vs 67,1±20,7 mg, p = 0,5), redução comparável dos níveis de NTproBNP (15,2±40,4% vs 22,8±55,5%, p = 0,6), semelhantes BH acumulados (-3614,8±2809,2 ml vs -2801,5±1962,5 ml, p = 0,3) e melhora dos níveis de escalas visuais de dispneia (3,4±2,1 e 3,0±1,9, p = 0,6) e bem-estar geral (2,7±2,1 e 2,6±2,9, p = 0,9). No 7° dia de intervenção o grupo DH apresentou menores níveis de sódio sérico (135,4±3,5 mmol/L) em comparação ao grupo DN (137,5±1,9 mmol/L; p = 0,05). Houve 4 casos de hiponatremia no 7° dia de intervenção, todos pertencentes ao grupo DH(25%). O grupo DN exibiu valores mais preservados de PAM durante a internação (79,4±2,4 mmHg) quando comparados ao grupo DH (75,5±3,0 mmHg), p = 0,03 e de FC, 73,2±1,6 bpm vs 75,5±2,1 bpm, respectivamente, p = 0,02. A função renal e o potássio sérico não apresentaram diferença significativa entre os grupos. Conclusão: Em pacientes com ICAD, o emprego de dieta normossódica, associou-se à melhor preservação dos níveis de sódio sérico e dos valores de pressão arterial quando comparada à dieta hipossódica. Adicionalmente, o emprego da dieta hipossódica não se associou a benefícios adicionais no tocante à redução da congestão, melhora dos sintomas e na redução da ativação neurohumoral. Esses resultados sugerem que a dieta hipossódica não deva ser usada como rotina no tratamento dos pacientes com ICAD. / Background: The current guidelines endorse the use of low dietary sodium intake for the treatment of acute decompensated heart failure (ADHF). However, this recommendation is not based on robust scientific evidence. New researches suggest that normal sodium diet is comparable to a low sodium diet regarding the congestion resolution in patients of ADHF. We hypothesize that a normal sodium diet is associated with more preserved levels of serum sodium during the hospitalization. Purpose: This study aimed at assessing the effect of two levels of dietary sodium intake in hospitalized patients with ADHF. Methods: We investigated prospectively 44 patients hospitalized for ADHF, randomized to 2 groups: LS (low sodium diet), receiving 3 g/day of dietary sodium chloride (n = 22, 59.5±11.9 y.o., 50% male, LVEF = 30.0±13.6%); and NS (normal sodium diet), receiving 7 g/day of dietary sodium chloride (n = 22, 56.4±10.3 y.o., 68% male; LVEF = 27.8±11.7%). Both groups were submitted to a limit of fluid intake of 1000 ml/day. The primary endpoint was the serum sodium level at day 7. The NT-proBNP levels, a visual analogy scale about dyspnea and wellbeing were measured at baseline and at day 7 or ending, if the search was interrupted before the seven days of intervention. Daily monitoring included: body weight, accumulated fluid balance, daily and cumulative diuretic dose and other medications for treating ICAD, systolic, diastolic and mean blood pressure (BP), heart rate (HR), and serum levels of sodium, potassium, ureic nitrogen and creatinine (renal function). Results: LS and NS groups presented, respectively, similar amount of accumulated fluid balance (-3614.8±2809.2 ml vs - 2801.5±1962.5 ml, p = 0.3), percent body weight reduction(3.9±3.0% vs 3.0±3.4%, p = 0.39) , cumulative furosemide dose (76.9±32.3 mg vs 67.1±20.7 mg, p = 0.5), percent reduction of NT-proBNP levels (15.2±40.4% vs 22.8±55.5%, p = 0.6), improvement in visual analogic scale of dyspnea (3.4±2.1 e 3.0±1.9, p = 0.6) and well-being (2.7±2.1 vs 2.6±2.9, p = 0.9). Additionally, at day 7, the LS group presented lower levels of serum sodium (135.4±3.5 mmol/L) in comparison to the NS (137.5±1.9 mmol/L; p = 0.05). During hospitalization, 4 cases of hyponatremia were observed in seventh day of intervention, all in the LS diet group (25%). The NS group exhibited more preserved values of mean BP (79.4±2.4 mmHg), as compared to the LS group (75.5±3.0 mmHg), p = 0.03, and HR, 73.2±1.6 bpm vs 75.5±2.1 bpm, respectively, p = 0.02. The renal function and serum potassium tests presented no significant difference between groups. Conclusions: In patients with ADHF, the use of low dietary sodium intake is not associated to additional benefits when compared to a normal sodium diet in regard to reduction of congestive manifestations, symptoms resolution and decrease of the neurohumoral activation. In addition, the normal sodium diet was associated to preservation of serum sodium and blood pressure levels. These results suggest that a low sodium diet should not be routinely used for ADHF treatment.