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Utilidad de la embolización percutánea del injerto renal no funcionante como alternativa a la trasplantectomía quirúrgica. Su influencia en la sensibilización del pacienteGonzález Satué, Carlos 30 November 2007 (has links)
Introducción: La embolización del injerto renal fracasado es una alternativa válida a la exéresis del injerto cuando aparece clínica de intolerancia al injerto no controlable con medicación o que precisa altas dosis de inmunosupresores para su control. La influencia de la embolización sobre la sensibilización del huesped de cara a posteriores trasplantes es un punto de discrepancia, ya que se deja en el organismo un tejido potencialmente antigénico en una persona que ha reaccionado inmunologicamente ante él, normalmente ha habido un rechazo previo y posteriormente, también mediado por una reacción inmune, ha aparecido la intolerancia. Ante estas evidencias, lo más prudente podria ser la trasplantectomía, pero ello conlleva un mayor riesgo que la embolización.La embolización del injerto renal es una maniobra invasiva, se requiere el acceso a la arteria renal del injerto normalmente a través de la arteria femoral, la embolización provoca un infarto renal que da fiebre y dolor (síndrome post-embolización) cuya duración es variable, pero que no suele superar los 5 días. Como complicaciones a medio plazo está la abscesificación o sobreinfección del tejido necrótico del injerto, este hecho provoca unos síntomas similares a la intolerancia: fiebre, dolor, masa, sensibilidad en la fosa iliaca y malestar general. La abscesificación del injerto embolizado obliga a la trasplantectomía.La existencia de un tejido antigénico en el organismo no ha demostrado ser un factor que empeore los resultados de posteriores trasplantes, de hecho sí que se ha visto que existen peores resultados de segundos trasplantes en pacientes que han sido sometidos a trasplantectomía previa, aunque si se analiza detalladamente, en un estudio multivariable, la causa del fracaso del injerto es otra variable que influye en la supervivencia del injerto.Una de los procedimientos más fiables que tenemos para medir la sensibilización de un paciente y que refleja de una manera directa la supervivencia del injerto es la medición de los anticuerpos anti HLA reactivos preformados (PRA). Las cifras de PRA indican el grado de sensibilización de un receptor frente a un panel de anticuerpos más frecuentes establecidos, esta cifra se da en percentil y existe una variabilidad importante dentro del a misma persona. Tampoco quedan claros como deben ser divididos los pacientes según la cifra del PRA. Algunos autores sólo consideran como no sensibilizados a aquellos que tienen PRA de cero, pero la gran mayoría admite la no sensibilización como las cifras de PRA entre 0 y 20. Por otro lado, dentro de los pacientes sensibilizados (PRA>20), se puede diferenciar entre los que tienen un PRA hasta 50 y los que tiene cifran entre 51 y 100%, que se considerarían hipersensibilizados. En cuanto a la varibilidad observada en las determinaciones del PRA, se considera que la cifra más representativa del estado de sensibilización del paciente es la cifra pico de PRA, pues es la que muestra de una manera más aproximada la capacidad inmunogénica del receptor, ya que cifras inferiores pueden resultar engañosas.En el siguiente trabajo queremos evaluar la evolución de los PRA en los pacientes sometidos a embolización del injerto renal fracasado e intolerado y compararlo con los resultados de los pacientes sometidos a exéresis quirúrgica (trasplantectomía), para ello hemos recogido las cifras de PRA de los pacientes sometidos a trasplantectomía o embolización del injerto antes de la embolización y en las fechas posteriores a ella. Material y métodos: Hasta el 31 de diciembre de 2001 se había realizado en dicho centro 1368 trasplantes renales en 1182 pacientes. Inicialmente se han excluido para el estudio, por razones obvias, cincuenta y ocho pacientes: 32 trasplantes de donante vivo emparentado y 26 pacientes en los que se realizaron trasplantes renales dobles (52 unidades renales). Se han realizado 171 ablaciones renales por diferentes motivos durante este timepo: 47 embolizaciones percutáneas y 124 trasplantectomías quirúrgicas. Después de someterlos a los criterios de exclusión han quedado para el estudio 35 embolizaciones y 39 trasplantectomías, que son las poblaciones que se comparan, tanto en sus datos demográficos, como los resultados del trasplante realizado previamente a la ablación, así como las cifras de PRA antes y después de la ablación hasta completar un seguimiento de 5 años.Resultados: Ambos grupos presentan datos demográficos comparables y resultados del trasplante sin diferencias significativas. Al analizar los niveles de PRA, no encontramos diferencias significativas en los niveles de anticuerpos anti HLA antes ni después de la ablación del injerto, en los niveles de PRA máximo ni al distribuir los pacientes en grupos según el grado de sensibilización.Conclusiones: No se ha encontrado diferencia significativa en cuanto a las cifras de PRA máximo ni a la distribución de las cifras a lo largo del tiempo después de haber realizado embolizacion de injerto renal o trasplantectomía quirúrgica del mismo.Los resultados del recuento de anticuerpos antiHLA tras ambas técnicas muestran unas curvas equiparables tras un seguimiento de 5 años.La superviencia del injerto y el valor del PRA que tenía el paciente previo a la ablación de injerto han resultado, en el estudio multivariable, ser las únicas variables que influyen en el valor del PRA máximo tras la ablación. Recomendamos reservar la exéresis del injerto renal o trasplantectomía quirúrgica por clínica de intolerancia únicamente en los casos en que coexista otra razón que obligue a explantar el riñón o circunstancias que puedan perpetuar la clínica una vez embolizado (litiasis renal, ectasia de vía urinaria, absceso).
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Monitorización de las células T reguladoras circulantes en trasplante renal humano e influencia de la inmunosupresión farmacológicaSan Segundo Arribas, David 20 May 2010 (has links)
IntroducciónEn la actualidad se buscan marcadores para identificar pacientes trasplantados que alcancen cierto grado de tolerancia. El más estudiado recientemente se engloba como células T reguladoras (Tregs), capaces de controlar la respuesta alogénica in vitro y con capacidad tolerogénica en modelos animales. En este trabajo se ha estudiado el comportamiento de Tregs en trasplantados renales y la implicación de procesos inflamatorios y fármacos inmunosupresores más comunes en estos pacientes. Material y MétodosSe midieron las Tregs sanguíneas en los pacientes trasplantados renales mediante citometría de flujo y su función in vitro en cultivos mixtos linfocitarios cada 6 meses post-trasplante hasta los 2 años. Resultados y conclusionesLos pacientes con enfermedad renal terminal presentan un número similar de Tregs que donantes sanos. A los 6 meses del trasplante se observa un descenso de Tregs, recuperándose posteriormente. Se observó una mayor frecuencia de Tregs en los pacientes tratados durante un año con inhibidores de mTOR que los tratados con inhibidores de calcineurina (CNI). Así mismo se observó cómo los niveles sanguíneos de los CNI tenían un efecto deletéreo sobre la función de las Tregs. / IntroductionKidney transplantation has become a therapeutic option choice in patients with chronic renal failure. With the advance of new immunosuppressive agents has been a lower incidence of acute rejection, but still persist long-term problems, largely associated with chronic treatment with immunosuppressive agents. Currently, are looking for markers to identify patients who reach a certain degree of tolerance in order to reduce immunosuppressive load avoiding side effects long term. The most studied biomarker in the last decade includeswith the name of regulatory T cells (Tregs), these cells are able to control allogeneic response in vitro and has tolerogenic capacity demonstrated in many transplant models. Prior to validate this biomarker of transplant tolerance, this work has studied the behavior of Treg cells in renal transplant recipients and their coexistence in the most common inflammatory processes in these patients. In addition, we assess the role of drugs immunosuppressants on these cells.ObjectivesMonitor the levels of Tregs in renal transplant patients and consider the involvement of different events inflammatory on the number of Tregs and to determine the involvement of different immunosuppressive treatments on the number and Tregs function.Material and MethodsThere were two parallel studies, one prospective, in which Treg cells were measured in kidney transplants patients by flow cytometry and theirfunction in vitro by mixed lymphocyte cultures. The samples were collected every 6 months post-transplant until 2 years. In another retrospective study enrolled 64 patients transplantation with a follow-up exceeding one year, dividedin terms of maintenance therapy with calcineurin inhibitors (CNI) or mTOR inhibitors.Results and conclusions At the time prior to transplantation, patients with ESRD have a similar number of Treg cells circulating than healthy donors, excluding retransplantated patients. At 6 months after transplantation there is a dramatic decrease in Treg cell numbers, when the immunosuppressive load is higher. Later the levels of Tregs were recovered. Within the immunosuppressive used in maintenance treatment, there was a higher frequency of Tregs in patients treated for one year with mTOR inhibitors when compared with patients received in the same period calcineurin inhibitors (CNI). Also it was observed that blood levels of the CNI had a deleterious effect on the function of Treg cells.
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Estudio de los efectos de los inhibidores de mTOR en el trasplante renalRuiz San Millán, Juan Carlos 15 February 2010 (has links)
Los resultados del trasplante renal a largo plazo están limitados por la pérdida a largo plazo del injerto y la muerte con injerto funcionante. Los inmunosupresores tienen gran importancia por su efecto sobre el injerto (control de la respuesta inmunológica y nefrotoxicidad) y sobre los factores de riesgo cardiovascular y el desarrollo de neoplasias. Los nuevos inmunosupresores apuntan a un mejor perfil en este sentido para reducir estos dos tipos de complicaciones y prolongar la supervivencia del injerto y del paciente, siendo los fármacos del grupo mTOR los más prometedores en este sentido. La presente tesis doctoral analiza los efectos de este grupo de fármacos inmunosupresores (Sirolimus y Everolimus) en pacientes trasplantados renales.Se analizan los efectos del uso de inhibidores de mTOR en pacientes trasplantados renales sobre el daño crónico del injerto en biopsias de protocolo, sobre la aparición de proteinuria como complicación de su uso en pacientes estables y sobre la formación de células T reguladoras circulantes en sangre periférica. / Long-term results of kidney transplantation are limited by the chronic graft failure and the death of the patient with a functioning kidney. Immunosuppressive drugs have an important role due to its effects on the graft (control of immune response and nephrotoxicity) and on vascular risk factors and the development of neoplasms. New immunosuppressive drugs, specially mTOR inhibitors have a better profile and are able to reduce both types of complications, increasing graft and patient survival. The present doctoral thesis analyzes the effects of this group of immunosuppressive drugs (Sirolimus and Everolimus) in renal transplant recipients.The effects of mTOR inhibitors over chronic graft damage in protocol kidney biopsies, on the appearance of proteinuria as a complication of its use in stable patients and on the formation of circulating regulatory T-cells in renal transplant patients are analyzed
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