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Comparación y aplicabilidad de índices bióticos para evaluar la calidad de aguas en ambientes lóticos del Parque Nacional Nahuel Huapi

Mauad, Melina 22 April 2014 (has links)
Existen crecientes problemas de degradación ambiental que afectan a los ecosistemas acuáticos y que han llevado a la necesidad de un monitoreo en la calidad biológica del agua. Para evaluar la calidad del agua en un sistema acuático es necesario el estudio de la fracción biológica del ecosistema, además de un monitoreo instrumental (mediante análisis químicos del agua). La evaluación biológica usando macroinvertebrados tiene una gran ventaja sobre los métodos químicos y es que éstos funcionan como integradores reflejando el estado de un cuerpo de agua durante un período de tiempo de semanas o meses, en cambio los métodos químicos, si bien son más exactos, poseen la desventaja de poder medir solamente un evento puntual en un momento determinado. Los Índices Bióticos se basan en la abundancia y diversidad de grupos de macroinvertebrados acuáticos y se utilizan para evaluar el grado de calidad ambiental. Numerosos estudios demostraron que la descarga de efluentes en los sistemas lóticos, puede producir cambios de variada importancia en la composición de las comunidades acuáticas. Desaparecen los grupos incapaces de sobrevivir en tales condiciones, siendo reemplazados por otros nuevos, algunos pueden persistir en número muy reducido y los que se benefician con la situación aumentan considerablemente su densidad poblacional (Armitage et al., 1983; Hellawell, 1986; Metcalfe, 1989; Alba-Tercedor, 1996; Alba-Tercedor et al., 2002). Actualmente existen diversos tipos de índices bióticos, la mayor parte de estos índices fueron desarrollados en Europa y Norte América, entre los más utilizados se encuentran el BMWP (Biological Monitoring Working Party), el BBI (Belgium Biotic Index) y el EPT (Ephemeroptera, Plecoptera, Trichoptera). En Argentina, debido a las diferencias biogeográficas, Gualdoni & Corigliano (1991), Miserendino & Pizzolón (1999, 2000), Rodrigues Capítulo et al. (2001), entre otros, han desarrollado nuevos bioíndices ajustando los originales ya existentes en el hemisferio norte. En el trabajo de Miserendino & Pizzolón (1999), los autores proponen un índice para evaluar la calidad de agua de ríos y arroyos patagónicos, utilizando como base el BMWP desarrollado previamente en Inglaterra y lo denominaron BMPS (Biotic Monitoring Patagonian Streams). Se basaron en el estudio de 43 ríos, principalmente de la provincia de Chubut, en donde se colectaron más de 200 macroinvertebrados. El BMPS muestra una tabla con 95 familias con diferentes grados de sensibilidad a la contaminación: de 1 a 10. Dicho índice fue testeado con éxito en Esquel (Miserendino & Pizzolón, 2001a; Mierendino, 2009) y en San Martín de los Andes (Macchi & Dufilho, 2001). Históricamente, la Patagonia andina fue protegida de la contaminación antropogénica debido a su lejanía, baja densidad poblacional, acceso dificultoso y la existencia de numerosos Parques Nacionales y reservas. Sin embargo, en los últimos 30 años, la población se ha incrementado, principalmente debido a la inmigración de otras regiones de Argentina, involucrando cambios en las prácticas agrícolas y ganaderas, aprovechamiento forestal, construcción de presas hidroeléctricas, canalización de cursos de aguas y extracción de petróleo, lo que ha aumentado el riesgo de contaminación sobre los distintos recursos hídricos. Por lo tanto, monitorear los ambientes acuáticos permitirá evaluar la existencia de cambios en la calidad de agua de los mismos. El objetivo general de este trabajo fue la aplicación de distintos índices bióticos en tres sistemas de ríos y tributarios dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi que presentaron diferentes disturbios antrópicos: el sistema Challhuaco-Ñireco, el Catedral-Gutiérrez y por último el Manso-Villegas. Para ello se realizaron dos muestreos uno durante la primavera tardía y otro en verano durante tres años consecutivos (2009-2011). Las estaciones en cada sistema se ubicaron en zonas pre-impacto, impactadas y post-impacto. Los muestreos consistieron en la toma de muestras de agua para análisis químicos de rutina. Se midieron, in situ, las variables físicas del agua como la temperatura, pH, oxígeno disuelto, porcentaje de saturación del oxígeno disuelto, salinidad, conductividad y TDS; y en laboratorio se midieron las concentraciones de nutrientes (amonio, nitritos, nitratos y fósforo reactivo soluble) y pigmentos fotosintéticos (clorofila-a y feofitina-a). Para los macroinvertebrados, en cada estación se realizaron muestreos con red de malla no superior a las 300 µm. Se realizaron muestreos cuantitativos con red Surber y cualitativos con metodología “Kick”. El material colectado se preservó en alcohol al 70%. En el laboratorio, se procesaron las muestras en bandejas blancas ya que permitieron separar fácilmente los macroinvertebrados para su posterior conteo y determinación de los distintos grupos (familia, género y en algunos casos especie) utilizando diferentes guías taxonómicas actualizadas (Croft, 1986; Domínguez et al., 1994, 2009; Lopretto & Tell, 1995; Merritt & Cummins, 1996). Los resultados obtenidos a partir de los análisis físico-químicos del agua, del análisis taxonómico de las comunidades de macroinvertebrados bentónicos, de la aplicación y la comparación de los diferentes índices bióticos y por último, del análisis estadístico multivariado (CANOCO), permitieron realizar una evaluación de la calidad de las aguas en dichos sistemas acuáticos y una comparación de los diversos índices considerados, pudiendo indicar cuál es el más apropiado para aplicar en la zona de estudio y para realizar futuros biomonitoreos en otros sistemas lóticos de Patagonia Norte. Este estudio aportará información sobre el estado de los cursos de agua y a su vez, permitirá detectar y cuantificar los efectos producidos por disturbios antrópicos y ambientales.
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Análisis morfológico, palinológico y sistemático de las Isoetales del Cono Sur de América del Sur

Macluf, Carmen Cecilia 26 April 2012 (has links)
La familia Isoetaceae tiene un único genero Isoetes L., que junto con Selaginella P. Beauv. (Selaginellaceae) constituyen el grupo de las Lycophyta heterosporadas. Isoetes L. es un género ampliamente distribuido con cerca de 200 especies, de las cuales alrededor de 50 crecen en América y aproximadamente 35 tienen distribución al sur de los Estados Unidos. Estas plantas muestran muy poca variabilidad morfológica, lo que dificulta la identificación de las especies, por lo que en general, las clasificaciones están basadas en caracteres palinológicos, con especial referencia a las características de las megasporas. El objetivo de esta investigación es el estudio de las especies de Isoetes L. que crecen en el Cono Sur de América meridional, actualizar su diversidad, definir el área de distribución de las mismas, efectuar el análisis de la morfología general de las plantas, y en particular de sus megasporas y microsporas. El estudio se llevó a cabo a través de observaciones con binocular estereoscópico, microscopios óptico y electrónicos de barrido y transmisión. / The family Isoetaceae is composed of only one genus Isoetes L., that together with Selaginella P. Beauv. (Selaginellaceae) constitute the group of the Lycophyta heterosporate. Isoetes L. is a genus widely distributed with circa 200 species, from which around 50 grow in America and approximately 35 are distributed in Southern North America. The aim of this study is the study of the Isoetes L. species that grow in the Southern South America, to up date their diversity, to define their area of distribution, to make a detailed analysis of their plant general morphology and in particular their megaspores and microspores. The study was performed with binocular stereoscope, light microscope and electron microscopes, scanning and transmission.
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Evolución de los Balaenidae (Mammalia, Cetacea, Mysticeti) del Mioceno de Patagonia: sistemática, filogenia y aspectos paleobiológicos

Buono, Mónica Romina 25 April 2014 (has links)
Los Balaenidae (Cetacea: Neoceti) son un grupo de misticetos caracterizados por presentar, en el cráneo y de la mandíbula, una serie de especializaciones vinculadas al sistema de alimentación por filtración, tales como un rostro muy arqueado y angosto, huesos rostrales sin interdigitación con los huesos occipitales, mandíbula con un proceso coronoides y angular reducido y barbas largas. El patrón corporal de los balénidos actuales, especialmente su anatomía esqueletaria, es muy conservador y sólo se reconocen cuatro especies distribuidas en dos géneros: Balaena (B. mysticetus) y Eubalaena (E. australis; E. glacialis; E. japonica). El registro fósil de los balénidos es temporalmente extenso (Mioceno temprano-actualidad) y, en algunos casos abundante (i.e. Plioceno, Pleistoceno,) pero está caracterizado por grandes discontinuidades estratigráficas y geográficas. En particular, el registro mioceno es extremadamente escaso y está restringido a la Patagonia argentina, con la presencia de Morenocetus parvus, el balénido más antiguo conocido (Mioceno temprano). Los registros de balénidos pliocenos y pleistocenos son, en cambio, abundantes aunque están restringidos al Hesmiferio Norte. Estos incluyen géneros extintos (Balaenella, Balaenula, Balaenotus) y otros con representantes actuales (Balaena y Eubalaena). Morenocetus parvus fue descripto y nominado por Cabrera (1926), en una monografía sobre cetáceos fósiles del Museo de La Plata, sobre la base de dos cráneos incompletos recuperados de la Formación Gaiman (Mioceno temprano, Chubut). Debido a que este taxón no fue re-estudiado luego de su descripción original, ha permanecido como una especie enigmática. Como resultado de trabajos paleontológicos en el sector de Península Valdés y alrededores, se han recuperado nuevos ejemplares de balénidos provenientes de la Formación Puerto Madryn (Mioceno tardío, Chubut). Estos ejemplares, junto con algunos restos aislados provenientes del Mioceno tardío de Entre Ríos (Formación Paraná) completan, en parte, los extensos hiatos del registro de balénidos Mioceno. La familia Balaenidae es un linaje clave en la evolución de los misticetos ya que, según algunos estudios filogenéticos, es el grupo más basal y más antiguo de misticetos actuales. Este supuesto está basado en la ocurrencia temprana de los balénidos en el registro estratigráfico, y en datos de divergencia antiguos estimados a partir de estudios moleculares. Uno de los puntos más controvertidos sobre las relaciones filogenéticas de los balénidos es la posición de su representante más antiguo, Morenocetus parvus. La importancia de este taxón, así como la de los otros registros miocenos recuperados en de la Formación Puerto Madryn y aún no descriptos, ameritan el estudio en profundidad de los balénidos miocenos de Patagonia. En este contexto, el objetivo general de esta tesis fue adquirir un mejor entendimiento de la historia evolutiva de los balénidos, mediante el análisis de los miembros más tempranos de este grupo. Para ello se aplicó un protocolo general de trabajo basado en la exploración de Eubalaena australis como modelo neontológico de los balénidos. La integración de la información osteológica y blanda obtenida permitió interpretar la anatomía de los taxones extintos, identificar los caracteres útiles para los análisis filogenéticos y la búsqueda de correlatos óseos para la reconstrucción de estructuras blandas en los fósiles. El estudio de individuos en distintos estadios madurativos de Eubalaena australis permitió identificar parámetros, independientes del tamaño y del cierre relativo de las suturas, que diferencian a los neonatos y crías de los adultos. Sobre la base de la información de los balénidos actuales, se procedió al estudio anatómico y posteriormente sistemático de los balénidos miocenos. Los resultados de los estudios sistemáticos indicaron que Morenocetus parvus es una entidad taxonómica válida y que está representado por dos ejemplares subadultos. Asimismo los 3 ejemplares de balénidos del Mioceno tardío de la Fm. Pto Madryn corresponden a un adulto, un subadulto y un juvenil de un mismo taxón que se propone como un nuevo género y especie (=Taxón A). La presencia en el ejemplar adulto del Taxón A de caracteres tales como, un proceso ascendente del maxilar aproximadamente triangular y corto ántero-posteriormente, una bulla timpánica de aspecto globoso sin una marcada compresión dorso-ventral, y superficie dorsal del periótico sin crestas ni surcos, se interpretan como rasgos paedomórficos. Por último, los balénidos de la Fm. Paraná (Mioceno tardío, Entre Ríos) están representados sólo por bullas timpánicas, las cuales no son asignables al Taxón A de la Fm. Puerto Madryn. La condición fragmentaria de los especímenes no permitió su identificación a niveles específicos ni genéricos, por lo cual se designaron como Balaenidae indet. Los análisis filogenéticos, de pesos implicados y pesos iguales, desarrollados en esta tesis dieron resultados consistentes entre sí, tanto en la topología general de los árboles como en las relaciones internas de los grandes clados. Los Balaenidae constituyen un grupo bien soportado y hermano del clado formado por los Balaenopteroidea y Cetotheriidae. Caperea marginata se recuperó, con buenos valores de soporte, profundamente anidado dentro de los Cetotéridos y constituye, de esta forma, el único representante actual de este clado. Los balénidos miocenos (Morenocetus y Taxón A) se recuperaron en un clado basal dentro de los Balaenidae; el soporte de este clado es adecuado y ninguno de los dos taxones fue hallado como inestables. Balaenella y Balaenula se posicionaron como sucesivos taxones hermanos de los balénidos modernos (Balaena y Eubalaena). Las relaciones dentro de los clados modernos (Balaena y Eubalaena) no lograron resolverse. La calibración estratigráfica del cladograma mostró un extenso linaje fantasma entre los balénidos miocenos y los balénidos más derivados (Balaenella, Balaenula, Balaena y Eubalaena). La extensión de este linaje fantasma (~15 Ma) abarca desde el Mioceno temprano-tardío (Burdigaliense) hasta el Plioceno temprano (Zancliense). A esto se suma un extenso hiato temporal en el registro fósil de los balénidos que abarca más de la mitad de la historia evolutiva del grupo. El hallazgo del Taxón A del Mioceno tardío de la Fm. Puerto Madryn interrumpe el hiato temporal entre Morenocetus y los balénidos más derivados, pero no acorta el linaje fantasma previamente mencionado. Los aspectos paleobiológicos de los balénidos miocenos indagados en esta tesis comprendieron los siguientes tópicos: la evolución de la longitud corporal y su relación con la tendencia al gigantismo, la reconstrucción de la morfología de la región nasal y su vinculación con el buceo y la exploración de correlatos óseos vinculados con los órganos de los sentidos (ojo y oído). En relación con el primero de estos tópicos, las estimaciones efectuadas del largo corporal, y su mapeo sobre el árbol filogenético, sugieren que la condición primitiva para los misticetos es un largo corporal pequeño (<6 m), condición que retienen las formas basales de misticetos con barbas o Chaeomyticeti. En lo misticetos el incremento en el largo corporal o tendencia al gigantismo no siguió un patrón lineal y se adquirió al menos dos veces en forma independiente, una en los Balaenidae y otra en los Balaenopteridae-Eschrichtiidae. En lo que respecta a los balénidos, las formas más antiguas y más basales (i.e. Morenocetus y Taxón A) presentan un largo corporal pequeño (<6 m). Desde finales del Mioceno se registra en los balénidos una tendencia al aumento del largo corporal en el ancestro del clado Eubalaena-Balaena. La exploración de la anatomía de la región nasal de los balénidos (Eubalaena australis), cetotéridos (Caperea) y balenoptéridos (Balaenoptera bonaerensis), indicó que comparten un patrón general, con diferencias menores en las estructuras para la deflexión del agua y en la organización de la musculatura nasal. El análisis de los correlatos entre las estructuras blandas y óseas de la región nasal mostró que en los balénidos, cetotéridos y balenoptéridos, el ancho máximo de la fosa nasal coincide y marca el emplazamiento de la narina blanda (=blowhole). En los misticetos, a diferencia de lo que ocurre en los amniotas, el blowhole se ubica en posición póstero-dorsal dentro de la fosa nasal. La exploración de este correlato en los grupos analizados sugiere que, la migración posterior de la narina externa ósea estuvo acompañada del desplazamiento póstero-dorsal del blowhole dentro de la fosa nasal, condición ya adquirida en los primeros cetáceos completamente acuáticos (basilosauridos). Por otro lado, el análisis morfométrico efectuado muestra que hay una correlación positiva entre el aumento del tamaño del cráneo (medido en ancho y largo) y el aumento del tamaño del blowhole. Se hipotetiza que el cambio en la posición y el aumento en el tamaño relativo del blowhole estaría vinculado con un aumento en la eficiencia de la respiración durante el buceo. El estudio de la morfología de ojo y estructuras periorbitales de Eubalaena australis muestra que las mismas presentan un patrón morfológico similar al observado en otros misticetos actuales. El análisis morfométrico dio como resultado que en E. australis hay una correlación positiva entre el tamaño del globo ocular y el largo corporal. Las variables del tamaño del globo ocular (medidas en ancho, el alto y el largo) presentan un incremento alométrico negativo con el aumento del largo corporal. Por el contrario, la córnea presenta una baja correlación con el largo corporal, y la relación entre estas dos variables presenta una alometría negativa, lo cual sugiere que la córnea no aumenta mucho de tamaño durante el crecimiento del animal. El análisis de correlatos óseos que permitieran la reconstrucción del globo ocular/nervio óptico y, de esta forma, la estimación de las capacidades visuales en los balénidos extintos, mostró que el tamaño de la órbita es un correlato muy grosero del tamaño del ojo. El globo ocular es mucho menor que la órbita, está protruido y rodeado de estructuras metabólicamente activas (grasa), cuyo desarrollo varía en la ontogenia y en distintos períodos del ciclo vital del animal. Asimismo, el canal y el foramen óptico no resultan buenos proxies, ya que el nervio óptico también está rodeado en su recorrido por estructuras blandas. La exploración de la anatomía de la región auditiva de Eubalaena australis permitió identificar correlatos óseos de algunas estructuras blandas implicadas en la audición. En este sentido, se identificó que la depresión en el meato auditivo externo y los recesos en la superficie ventral del pterigoides y del basioccipital, marcan el punto de inserción de la membrana timpánica y la extensión posterior del seno pterigoideo respectivamente. La exploración de este correlato en Morenocetus y en el Taxón A indicó que, en los representantes más tempranos de los balénidos, la membrana timpánica tiene un desarrollo y posicionamiento comparable al de los balénidos actuales. Por otro lado, el análisis de la estructura de la cóclea de individuos de E. australis de diferentes estadios ontogenéticos indicó que la macroestructura de la misma (i.e. número de vueltas 2,5 y forma) no varía en la ontogenia. La cóclea del Taxón A presenta el mismo patrón morfológico general que el de E. australis (i.e. 2,5 vueltas y superposición entre las mismas), sugiriendo una adaptación a las bajas frecuencias, comparables con algunos balénidos actuales.
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Biodiversidad y densidad de arañas (Araneae) en un sistema agropastoril, tendientes a mejorar el impacto de los enemigos naturales sobre insectos plaga

Almada, Melina Soledad 25 March 2014 (has links)
La biodiversidad es una característica compleja de los sistemas biológicos que se manifiesta a distintas escalas espaciales y temporales. En la actualidad, la fragmentación del hábitat es considerada una de las mayores amenazas para la biodiversidad y es un proceso complejo, donde la acción antrópica produce transformación de comunidades originales, introducción de cultivos generando sistemas homogéneos y más espacios en sucesión, afectando la composición de especies y las frecuencias de las mismas. Un sistema agropastoril, donde se combinan actividades agrícolas y ganaderas en un mismo sitio con fines productivos, impactan sobre la diversidad, donde ambos sistemas traen aparejado una serie de actividades y generan constantes cambios al ambiente (como aplicación de insecticidas, actividades de laboreo y labranzas en los sistemas de cultivos, pastoreo y pisoteo en sistemas con ganado). Estos constituyen disturbios que alteran la estructura de poblaciones y comunidades, cambiando los niveles de recursos disponibles y el ambiente físico. Las arañas son utilizadas como indicadores de hábitat, ya que sus comunidades han mostrado ser fuertemente influenciadas por el tipo de hábitat y el patrón en el uso de la tierra. Son unos de los grupos dominantes de los sistemas terrestres y su entera dependencia de la depredación como estrategia trófica las convierte en organismos excepcionales, cumpliendo una destacada función en la regulación de las poblaciones de artrópodos. Se estima que sistemas de cultivos complejos albergan más especies que los hábitats agrícolas simplificados. Los sistemas con asociaciones heterogéneas de plantas poseen más biomasa y recursos alimenticios, tendiendo hacia ambientes permanentes en el tiempo y estableciendo comunidades más estables, que le confieren la propiedad de ser ambientes que pueden recuperarse después de una perturbación. Frente a los escasos estudios sobre la diversidad de arañas en sistemas agropastoriles para la región, se plantearon los siguientes objetivos e hipótesis a lo largo de la investigación: a) Realizar un inventario de arañas lo más completo posible asociadas a diferentes cultivos y pasturas en un sistema agropastoril en la provincia de Santa Fe, b) Evaluar la diversidad alfa y beta de la comunidad de arañas asociada a un sistema agropastoril en término de abundancia y riqueza de especies, c) Comprobar si existe un gradiente de cambio en la comunidad de arañas en áreas naturales sin disturbio (relictos de bosque), en parcelas cultivadas y con ganado en sistemas agropastoriles y d) Determinar qué diseños de parcelas cultivadas y con ganado favorecería a mantener una elevada diversidad de arañas útiles para la agricultura. Para ello se postularon tres hipótesis: 1) Ambientes agrícolas altamente perturbados (áreas de pastura) tienen una diversidad y densidad de arañas menores que áreas naturales sin disturbio o parcelas cultivadas en un sistema agropastoril. 2) Existe un gradiente de diversidad y densidad de arañas desde áreas naturales sin disturbio (relictos de bosque) hacia áreas cultivadas y de pasturas en un sistema agropastoril. 3) La diversidad de arañas en una parcela cultivada en un sistema agropastoril es mayor dependiendo de la heterogeneidad de las parcelas circundantes. Los muestreos se llevaron a cabo en el predio de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Reconquista (Dpto. General Obligado) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), (29°11´S - 59°52´W), Santa Fe, Argentina. Se seleccionaron 20 lotes entre aquellos con agricultura (compuestos principalmente por cultivos de algodón, soja, girasol, entre otros) y ganadería. En cada lote se trazaron dos transectas de 100 m de longitud, separadas entre sí por 100 m; definiéndose 12 lotes con transectas de orientación Norte-Sur, 8 lotes con transectas de orientación Este-Oeste, y una transecta en un bosque nativo utilizado como control (representada por árboles y arbustos como: chañar, algarrobo, jacarandá, paraíso, duraznillo, etc.). Los muestreos se realizaron estacionalmente durante un año, iniciando en la primavera de 2009 y finalizando en el invierno de 2010, mediante dos técnicas de muestreo para recolectar las arañas del suelo y sobre la vegetación: trampas de caída (pitfall) y aspiraciones con un G-Vac (garden-vaccum), respectivamente. En cada transecta se realizaron 10 aspiraciones y se colocaron 10 trampas de caída separadas por 10 m en cada transecta, manteniéndose activas por 7 días. El material recolectado fue conservado con alcohol etílico al 70% y trasladado al laboratorio para su acondicionamiento, donde se generó una base de datos de imágenes digitales y se registraron mediante planillas electrónicas cada una de las especies/morfoespecie reconocidas. Se analizó la riqueza de especies mediante curvas de acumulación y de rarefacción basadas en muestras e individuos y se evaluó la riqueza de especie estimada por medio de diferentes estimadores no paramétricos. Se estimó la diversidad verdadera para cada tratamiento y se analizó la estructura de la comunidad en términos de la abundancia proporcional de cada especie mediante modelos matemáticos; para los análisis se utilizaron los programas BioDiversity Pro versión 2, EstimateS 8.2.0 y PAST versión 2.16. Se consideraron variables de la estructura horizontal y vertical, y climáticas para los análisis de ordenación por medio de un escalamiento no métrico multidimensional por medio del programa PC-ORD versión 6.0. Para el gradiente de cambio se utilizó un análisis de ordenación polar y para testear la hipótesis 3, se evaluaron cuatro casos diferentes entre los lotes. Además se analizó la estructura de gremios para cada tratamiento y a nivel estacional. En total se recolectaron 15.451 arañas pertenecientes a 29 familias, de las cuales 14.752 pudieron ser analizadas y pertenecieron a 222 especies/morfoespecies. El inventario obtenido fue muy completo, superando el 90% de completitud en todo el sistema estudiado. La familia Araneidae constituyo el grupo más abundante de todo el sistema agropastoril, seguido por las familias Lycosidae, Philodromidae, Oxyopidae y Salticidae en sistemas cultivados y ganaderos, mientras que en el control protagonizaron las familias Tetragnathidae y Anyphaenidae. De acuerdo a la diversidad verdadera, los sistemas ganaderos y control mostraron la mayor riqueza y diversidad de especies. La densidad de individuos y de especies fue significativamente mayor en ambientes naturales (control), seguida en sistemas con presiones de disturbio menores (ganado) y menor densidad en sistemas cultivados. A nivel estacional, la densidad de individuos y de especies se diferenció significativamente entre la mayoría de las estaciones indicando como las características de cada estación condicionan a la comunidad de arañas. Cada técnica de muestreo registró porciones diferentes de la comunidad de arañas, mostrando diferencias más marcadas en el caso de los sistemas con ganado, donde el estrato herbáceo fue más rico y abundante. Estos resultados podrían estar indicando que ambientes naturales contienen una mejor diversidad de arañas ya que las presiones de disturbio son casi nulas, seguido de sistemas ganaderos y por último sistemas cultivados, donde las prácticas de laboreo entre otras acciones de disturbio impactan sobre las especies de arañas. Los análisis de ordenamiento indicaron que los lotes con diferentes tratamientos (ganado vs. agrícola) tienen comunidades de arañas particulares y diferentes entre ellos, pudiendo algunas variables de la vegetación y climáticas explicar algunos de estos ensambles. Al descomponer la diversidad total (gamma), se obtuvieron valores de recambios más altos a nivel estacional, seguido por el tipo de lote y estrato (de suelo y herbáceo); indicando que estas mediciones de partición son apropiadas para conocer como la diversidad es distribuida geográficamente dentro del sistema y ser base para futuros programas de conservación regional. Se obtuvo un gradiente de cambio de la diversidad y abundancia de las comunidades de arañas, desde ambientes con mayor heterogeneidad ambiental (ambientes naturales) a aquellos más homogéneos (ganado y cultivos), presentando el gradiente dos orientaciones, uno de Este a Oeste y otro de Norte a Sur. Los perfiles de diversidad para los casos analizados, mostraron que lotes con ganado obtuvieron mayor diversidad que sitios cultivados, y los análisis de similitud arrojaron valores altos para el caso 2 (sistemas homogéneos con cultivo) diferenciándose estadísticamente de los otros casos. El mismo patrón sucedió a nivel de gremios entre los casos 2 y 4. En total se registraron ocho gremios, donde los gremios “Otras cazadoras”, “Tejedoras de telas orbiculares” y “Cazadoras corredoras de suelo” estuvieron altamente representados en los tratamientos. Los resultados demostraron que los valores de densidad de individuos y de especies obtenidos en el sistema agropastoril no comprueban la primera hipótesis propuesta, debido a que los sistemas con ganado presentaron una mayor diversidad de especies que el sistema agrícola. Se demostró que existió un gradiente de cambio de la comunidad de arañas en el sistema agropastoril estudiado, cambiando la comunidad desde ambientes heterogéneos hacia homogéneos, es decir desde ambientes naturales (control) hacia lotes con ganado y finalmente a lotes agrícolas. Finalmente, la última hipótesis fue comprobada al evidenciar que lotes cultivados rodeados por lotes ganaderos o mixtos, presentan una alta diversidad y mayor abundancia de arañas, asegurando una mayor diversidad de especies en diseños que presentan mayor heterogeneidad del paisaje. Podemos concluir que los sistemas agropastoriles presentan una comunidad de arañas abundante, rica y diversa en especies, condicionada por los diferentes disturbios que acontecen en cada sistema productivo. Ello nos lleva a proponer que diseños que involucren lotes cultivados y con ganado, y otras combinaciones, van a lograr aumentar la complementariedad entre los sistemas, generando diseños espaciales heterogéneos y permitiendo el desarrollo de una comunidad de arañas más diversa y abundante que posiblemente tenga un mejor impacto sobre el control de los artrópodos plaga.
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Sistemática y bioestratigrafía de los nanofósiles calcáreos del Cretácico del sudeste de la cuenca Austral, Santa Cruz, Argentina

Pérez Panera, Juan P. January 2010 (has links)
La denominación nanofósiles calcáreos reúne una cantidad de restos de organismos no necesariamente relacionados filogenéticamente y es más bien un término técnico antes que biológico. Se aplica a un grupo de fósiles que presentan un registro geológico que va desde el Triásico Tardío hasta la actualidad. En busca de una definición más precisa se han propuesto una serie de nombres que hacen referencia a los diferentes grupos de nanofósiles calcáreos y organismos relacionados. Las diferencias entre estas denominaciones son a veces confusas y algunos autores las usan en diferentes sentidos o no las usan. Se definen a los Nanofósiles calcáreos (Calcareous nannofossils) como fósiles de composición u origen calcáreo con un tamaño menor a los 30 micrones. Esto incluye una variedad de organismos fósiles como dinoflagelados calcáreos, espículas de ascidias, foraminíferos juveniles, cocolitofóridos y formas afines. Los Cocolitofóridos (Coccolithophorids) constituyen la fracción más importante del nanoplancton calcáreo o nanofósiles calcáreos que corresponde a algas unicelulares flageladas pertenecientes al Phyllum Haptophyta, Clase Coccolithophyceae. Cuando se refiere a los fósiles, éstos corresponden a los restos esqueletales calcáreos del alga y pueden preservarse completos formando cocósferas o más comúnmente desagregados en forma de cocolitos individuales. Los Coccolithophyceae son típicamente marinos, se desarrollan en general en mares de plataforma, en la zona fótica, en aguas oligotróficas, de salinidad normal y temperaturas tropicales a subantárticas, aunque algunas especies demuestran tener un rango de tolerancia muy amplio en cuanto a temperatura y salinidad, a prosperar en aguas oceánicas e incluso existe al menos una especie bien documentada que se desarrolla en aguas continentales. Los factores que preponderan en su distribución biogeográfica en mares actuales son la temperatura de las aguas superficiales y la disponibilidad de nutrientes, lo que se refleja en un patrón de cinturones latitudinales anchos en los que a medida que nos acercamos a latitudes bajas la diversidad aumenta. Estos cinturones latitudinales conforman cinco zonas biogeográficas con límites difusos y solapados, controlados por las corrientes oceánicas y variaciones estacionales. La evidencia del registro geológico sugiere que los cocolitofóridos han tenido en general las mismas tolerancias ecológicas a lo largo de toda su historia y en consecuencia los mismos patrones de distribución biogeográficos que los cocolitos actuales, lo que permite realizar aproximaciones muy confiables acerca de las condiciones paleoclimáticas y paleoceanográficas en el pasado. Datan de la década del 50 numerosos aportes de los nanofósiles calcáreos a la bioestratigrafía, utilidad que quedó claramente demostrada con el inicio del Deep Sea Drilling Project (1968-1983) y posteriormente el Ocean Drilling Program (1985-presente), con el desarrollo de biozonaciones de alta resolución. El objetivo general de esta tesis es el estudio del contenido de nanofósiles calcáreos en las secuencias marinas cretácicas del sudeste de Cuenca Austral y combinar la información obtenida a partir de ellos ampliando los recursos bioestratigráficos para alcanzar a futuro un modelo completo y generalizado de la historia geológica del Cretácico de Cuenca Austral. Se reconocieron patrones de distribución vertical y vi horizontal que proporcionan las bases para el establecimiento de un modelo bioestratigráfico y paleoceanográfico para este sector de la cuenca. Este modelo servirá como herramienta de control auxiliar articulando con otros modelos bioestratigráficos ya establecidos para la cuenca basados en otros organismos fósiles, como los foraminíferos, los palinomorfos y los amonites. La Cuenca Austral o Magallánica se extiende con una dirección NNO-SSE en casi todo el sur de la Patagonia al sur del paralelo 47º S, comprendiendo las provincias de Santa Cruz, Tierra del Fuego y una reducida porción del Chubut en Argentina y la provincia de Magallanes en Chile. Es una amplia cubeta sedimentaria, generada a partir de los movimientos diastróficos ocurridos a fines el Jurásico y colmatada con sedimentos del Cenozoico temprano, cretácicos y jurásicos. El estudio se concentra en las muestras de cinco pozos de exploración cedidos por la empresa Petrobras-Energía S.A. que representan dos transectas en el área sudoriental del sector argentino de la Cuenca Austral. La primera de orientación sud-sudeste - nor-noroeste que según este orden queda conformada por los pozos PC. SCA. CR-1006 (Cerro Redondo), PC. SCA. SRC-9 (Sur Río Chico), YPF. SCA. CSo. e-49 (Cañadón Salto) y PC. SCI. SCA. CB-1001 (Campo Bola). La quinta localidad, el pozo YPF. SCA. SLo. x-1 (San Lorenzo), configuraría la segunda transecta, que se dispone en sentido sureste - noroeste con respecto a la localidad de Cerro Redondo. Se estudiaron 377 muestras provenientes de recortes de perforación y adicionalmente se prospectaron 125 muestras de superficie en diferentes localidades del sector cordillerano con el fin de correlacionar ambos sectores de la cuenca. En el procesamiento de las muestras se utilizó la técnica de decantación por gravedad que es razonablemente expeditiva, muy fácilmente repetible y logra una buena concentración y lavado de los nanofósiles calcáreos. La muestra de roca se rompe mecánicamente en un mortero hasta obtener partículas muy finas de sedimento. Ese sedimento se coloca en frascos con agua destilada, en algunos casos se le agrega un poco de hexametafosfato de sodio al 10% (conocido comercialmente como calgón) como defloculante de arcillas y en ese medio acuoso se separan los nanofósiles por decantación. Con una pipeta se recoge una muestra de la solución y se monta en un cubreobjetos que se coloca en una plancha caliente a secar. En el caso de las muestras que fueron preparadas para el microscopio electrónico de barrido, las gotas de agua pipeteadas se colocaron en un cubreobjetos más pequeño que se dejó secar en la plancha caliente. Una vez seco el cubreobjetos, se montó sobre un taco de bronce y guardó en una caja tapada para ser tratado con una cobertura de oro, quedando lista para ser estudiada. Los preparados para microscopio óptico se analizaron con un microscopio biológico marca Leitz equipado con contraste de fases y luz polarizada a un aumento de 1200 X y con un microscopio petrográfico marca Leica con contraste de fases, luz polarizada, lámina de yeso y platina giratoria a un aumento de 1000 X de los laboratorios de la Consultora Bioestratigráfica GEMA S.R.L. Las fotografías de microscopio óptico fueron tomadas en ese mismo laboratorio con una cámara digital Sony modelo Cyber-shot DSCP10 de 5.1 megapíxeles. Algunas pocas fotografías se tomaron en un microscopio petrográfico marca Leica del Laboratorio de Bioestratigrafía de Alta Resolución, Departamento de Ciencias Geológicas, Universidad de Buenos Aires, con un equipamiento fotográfico similar. Los preparados para vii microscopio electrónico se analizaron en el microscopio electrónico de barrido del Museo de La Plata trabajando a un aumento de 1500 - 2000 X. En el caso de los preparados estudiados al microscopio óptico se empleó una metodología cuantitativa, registrando para cada muestra un total de al menos 300 individuos cuando fue posible. Este esfuerzo de muestreo representa una confianza del 95 % de hallar un individuo con una abundancia específica del 1 % en la asociación. En cada caso también se registró un conteo de campos observados y a partir de la relación individuos / campos observados se calculó un índice de abundancia para cada muestra. Estos datos se volcaron en un gráfico de distribución muestra / especie para cada localidad, donde además constan la riqueza específica y el estado de preservación. para cada muestra Se describen 173 especies, las cuales en su mayoria son ilustradas. De estas especies, 103 son reconocidas por primera vez para la cuenca y 6 nuevas para la ciencia. Están presentes las familias Chiastozygaceae (43 especies), Eiffellithaceae (12 especies), Rhagodiscaceae (6 especies), Stephanolithiaceae (2 especies), Axopodorhabdaceae (13 especies), Biscutaceae (14 especies), Prediscosphaeraceae (9 especies), Cretarhabdaceae (11 especies), Tubodiscaceae (1 especie), Watznaueriaceae (12 especies), Arkhangelskiellaceae (10 especies), Kamptneriaceae (8 especies), Calyptrosphaeraceae (6 especies), Braarudosphaeraceae (2 especies), Microrhabdulaceae (5 especies), Nannoconaceae (1 especie), Polycyclolithaceae (12 especies), Thoracosphaeraceae (2 especies) y 4 especies insertae sedis. Por tratarse de recortes de perforación, existe siempre el riesgo de contaminación de niveles superiores a inferiores durante la perforación del pozo, por lo tanto para las interpretaciones bioestratigráficas se han definido biohorizontes basados en las últimas apariciones (eventos de extinción, o primeras apariciones en el sentido de la perforación) y ha resultado muy útil también contar con el control estratigráfico de otros microfósiles calcáreos asociados. Se reconocen asociaciones de edad Valanginiano - Hauteriviano, Albiano temprano - Albiano medio, Albiano tardío - Cenomaniano temprano, Coniaciano - Santoniano temprano, Santoniano - Campaniano y Maastrichtiano tardío. Se definen seis biozonas que se correlacionan con modelos bioestratigráficos globales y de altas latitudes australes, que podrían ser reconocidos en otros sectores de la cuenca y permitirían el desarrollo de un esquema bioestratigráfico regional para las sedimentitas marinas del sector argentino de la Cuenca Austral. Son ellas: la biozona de intervalo de Sollasites falklandensis para el Albiano temprano - Albiano medio, la biozona de intervalo de Axopodorhabdus albianus para el Albiano tardío - Cenomaniano temprano, la biozona de intervalo de Thiersteinia ecclesiastica para el Coniaciano - Santoniano temprano, la biozona de intervalo de Eprolithus floralis para el Santoniano, la biozona de intervalo de Biscutum coronum para el Santoniano tardío - Campaniano y la biozona de intervalo de Nephrolithus frequens para el Maastrichtiano tardío. El estudio de los nanofósiles calcáreos ha permitido reconocer dos discontinuidades para la secuencia cretácica que se extienden en todo el sector sudoriental de la cuenca. Las mismas corresponden a un hiato bioestratigráfico que abarca al menos el Barremiano y otro que abarca el Cenomaniano tardío - Turoniano. Las asociaciones recuperadas sugieren una depositación marina en un ambiente de aguas superficiales templado - frías para toda la secuencia cretácica, en condiciones de mar alto durante el período Valanginiano - Hauteriviano y Aptiano, un mar somero epicontinental con buena disponibilidad de nutrientes durante el Albiano - Cenomaniano, condiciones de plataforma externa a interna durante el Coniaciano - Campaniano y plataforma interna, muy próxima a la línea de costa, para el Maastrichtiano. Las asociaciones del Valanginiano al Cenomaniano temprano se relacionan biogeográficamente con aquellas del Plateau de Malvinas y las asociaciones del Cretácico Tardío con las nanofloras coetáneas de las cuencas Neuquina y del Colorado.
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Estudios estratigráficos, de procedencia sedimentaria y ambiente tectónico del Paleozoico Inferior del extremo norte del terreno Precordillera

Frigerio, Paula Verónica 17 June 2013 (has links)
El propósito de este estudio es caracterizar los afloramientos que conforman el Paleozoico Inferior de la denominada Precordillera de Jagüé, conformando los afloramientos mas septentrionales del Terreno Precordillera o Cuyania. En el marco regional este sector constituye el nexo con las provincias geológicas aledañas de Sierras Pampeanas Occidentales, Cordillera Frontal y la Puna Austral. Las rocas que allí afloran se encuentran deformadas, principalmente sobre el río Bonete, por donde pasa una faja de cizalla importante conocida como faja de deformación de Jagüé (Martino y Astini, 1998), que genera milonitización e intercalación tectónica de litologías de distinto origen y edad. Los afloramientos involucrados fueron definidos por Aceñolaza et al. (1971) como Formación Río Bonete y comprendía un conjunto de rocas calcáreas, sedimentitas y esquistos verdes que afloran al noroeste de la localidad de Jagüé, provincia de La Rioja, y de la cual existe escasa información antecedente ya que es una zona de difícil acceso. Se definió como una intercalación de origen incierto (primario o tectónico) de bancos de calizas y esquistos que integran los Miembros Caliza Las Damas y Esquistos Cerro Cóndor (Aceñolaza et al., 1971). La correlación con los afloramientos de la Precordillera se hizo en base a la presencia de fósiles ordovícicos de características similares en las sedimentitas halladas en las quebradas del Chuscho, del Salto y de Los Árboles las cuales se correlacionaron con el Miembro Cerro Cóndor y se denominaron informalmente como ‘Lutitas del Salto’. El área tipo para la Formación se determinó en los afloramientos de calizas y esquistos que aparecen intercalados en el tramo medio del río Bonete, mientras que el área tipo para cada Miembro se situó mas al oeste, en la zona de Los Llantenes, en el Cerro Las Damas y Cerro Cóndor, respectivamente para calizas y esquistos. Se estudiaron y mapearon los cuatro afloramientos principales en los que afloran estas rocas: quebrada de Potrerillos, quebradas del Río Bonete-Ciénaga Grande, quebradas del Chuscho-del Salto y área de Los Llantenes (quebrada Seca-cerros Las Damas). Para comprender la geología local y aspectos regionales se aportan datos de otras unidades íntimamente relacionadas con las rocas de interés y cuyo estudio ha contribuido a la resolución de aspectos de la estratigrafía de la zona. Para el estudio se han utilizado en conjunto una serie de metodologías, especialmente análisis petrográficos, geoquímicos, isotópicos, estudios de minerales pesados e interpretación de imágenes. La observación y relevamiento de campo fue muy importante. Como complemento de los estudios regionales presentan datos geocronológicos del plutón que intruye a la Formación Del Salto (Granito Potrerillos), del basamento que aflora inmediatamente al este de la Precordillera de Jagüe (Formación Espinal) y de las lavas-almohadilladas y autobrechas (Formación Chuscho, Fauqué y Villar, 2003). A raíz de los resultados obtenidos, principalmente en base a las asociaciones litológicas, grado metamórfico y características de la deformación, así como al aporte de nuevos datos isotópicos y edades U-Pb en circones, se ha modificado la estratigrafía de la zona, especialmente para los ‘esquistos’ de la Formación Río Bonete. Se han diferenciado varias asociaciones litológicas que sobre la quebrada del río Bonete han quedado reunidas por la faja de cizalla y que originalmente se agruparon dentro de esta unidad: 1)- esquistos calcáreos asociados a esquistos verdes, 2)- esquistos blanquecinos cuarzo muscovíticos y esquistos biotíticos y 3)- metasedimentitas estratificadas asociadas a rocas básicas. Los esquistos calcáreos y esquistos verdes se reúnen por el momento en la Formación Río Bonete s.s. ya que no son exactamente equivalentes a la Formación Río Bonete definida en sus orígenes. Ambos se encuentran intercalados e intensamente deformados, con estructuras miloníticas penetrativas, plegamiento apretado a escala de afloramiento, y afectados por metamorfismo en facies esquistos verdes, tanto en los alrededores de la quebrada del Bonete como en el área de Los Llanenes. Estos esquistos provienen de protolitos básicos en su mayoría, y también sedimentarios. En base a las edades U-Pb en circones detríticos obtenidas (una moda de mesoproterozoica ca. 1000 Ma, con edad máxima de sedimentación de 837 ± 16 Ma) para los esquistos se reubicaron estratigráficamente y conformarían el basamento de la región. Los esquistos se correlacionan con bloques fragmentados del basamento del terreno Cuyania mientras que los mármoles se correlacionan con la plataforma carbonática de la Precordillera sanjuanina. Se interpreta que por las estructuras regionales y gran similitud observada serían la continuación de los afloramientos del oeste de la sierra de Umango. Las sedimentitas con fósiles del Ordovícico Superior se encuentran siempre bien estratificadas y sin rocas calcareas o esquistos asociados, lo que permite diferenciar sus afloramientos. Se encuentran en el norte de la quebrada de Potrerillos, donde son intruidas por el Granito Potrerillos, y en los alrededores de la quebrada del Chuscho, donde se asocian e intercalan con lavas almohadilladas, autobrechas volcánicas y diques de la Formación Chuscho (Toselli y Durand, 1996). Las edades U-Pb obtenidas para las metasedimentitas dieron una edad máxima de sedimentación cerca del límite Ordovícico-Silúrico, coherente con la fauna hallada. Al separarse las sedimentas de la Formación Río Bonete, se propone redefinir la asociación litológica metasedimentitas - rocas básicas como Formación Del Salto (emend.), y denominar a las litologías asociadas como Miembro Metasedimentitas Estratificadas y Miembro Cerro Chuscho, respectivamente. Tienen un grado de deformación mucho menor al de los esquistos (pliegues abiertos) y un grado de metamorfismo incipiente (Epizona) lo que permitió la preservación de la estratificación y muchas texturas sedimentarias primarias, incluyendo los fósiles. Las rocas básicas originalmente fueron consideradas comagmáticas con otras volcanitas andesíticas carboníferas de la región, sin embargo su intercalación con las metasedimentitas ordovícicas permite constatar su reubicación en Ordovícico (Fauqué y Villar, 2003). Las lavas muestran signaturas relacionadas a un ambiente tectónico de arco de isla oceánico y no se descarta su vinculación con la Ofiolita Famatiniana (Kay et al., 1984). El análisis de los datos obtenidos para las metasedimentitas hace pensar en un ambiente de depositación relacionado a márgenes continentales activos con aporte de detritos procedentes del basamento mesoproterozoico y de un arco que para la época podría corresponder al de Famatina o Puna al oeste del Gondwana. En la boca y tramo inferior del río Bonete esquistos cuarzo-muscovíticos blanquecinos y esquistos biotíticos han quedado intercalados entre bloques de otras unidades y esquistos de variada composición (esquistos verdes cloríticos, anfibólicos y epidóticos, esquistos calcáreos, anfibolitas) por la faja de deformación de Jagüé. Aunque se mapeaban entre los esquistos ‘ordovícicos’ de la Formación Río Bonete, estos esquistos tienen su origen en la deformación por cizalla del Granito Potrerillos y de su roca de caja sedimentaria (Mb. Metasedimentitas Estratificadas de la Formación Del Salto), respectivamente. Además existen bloques de las rocas básicas del Mb. Cerro Chuscho que han quedado intercalados tectónicamente en la faja de deformación, y no se descarta que involucre a sedimentitas devonico-carboníferas que afloran en la region (Formaciones Jagüé-Quebrada Seca). La faja de cizalla involucra a litologías de variado origen y edad y en todo caso debería mapearse separadamente. Esta estructura se habría reactivado en varias ocasiones hasta el Carbonífero Inferior y luego es cubierta en discordancia por las unidades tipicas de las secuencias del Paleozoico Superior representada en la región especialmente por los conglomerados castaños de la Formación Cerro Tres Cóndores. Las unidades del Paleozoico Inferior y del basamento afloran en bloques limitados por fallas y se relacionan mediante discordancias con los afloramientos del Paleozoico Superior. Se ha caracterizado al Granito Potrerillos, que intruye a las metasedimentitas de la Formación Del Salto y genera una aureola de contacto. Es un plutón superficial, elipsoidal, formado por una serie de facies de distinta composición. Se han detectado evidencias de mingling y asimilacion de bloques de la roca de caja. Geoquímicamente es un granitoide tipo I, metaaluminoso a peraluminoso, subalcalino con facies más alcalinas. Se obtuvieron edades U-Pb que junto a otras características observadas permiten diferenciarlo del magmatismo calcoalcalino carbonífero típico de Cordillera Frontal y vincularlo a estadíos tardío- a postorogénicos respecto del ciclo Famatiniano. Entre los afloramientos mapeados como metasedimentitas ordovícicas sobre la quebrada del Chuscho se halló un bloque pequeño correspondiente a la Formación Jagüel (Devónico-Carbonífero Inferior) que aflora hacia el sur. En el área de Los Llantenes afloran rocas con características similares que han sido definidas por Cravero et al. (1984) como Formación Quebrada Seca, quienes las asignaron al Ordovícico. Sin embargo se encontraron fósiles de invertebrados y plantas mal preservados afines al Devónico-Carbonífero Inferior, por lo que la unidad sería equivalente a la Formación Jagüel. Estan constituidas por metapelitas verdosas concrecionales en las que se encuentran escasos estratos amarillentos arenosos, a veces canaliformes. De acuerdo a las observaciones realizadas los afloramientos de esquistos verdes y rocas calcáreas conformarían bloques fragmentados que se correlacionarían con las unidades que forman el basamento en facies de esquistos verdes del sector occidental de la sierra de Umango (Sierras Pampeanas Occidentales) y plataforma carbonatica de Precordillera, mientras que las metasedimentitas estratificadas asociadas a lavas almohadilladas se correlacionarían con unidades que forman parte de la cubierta sedimentaria de la Precordillera Occidental. / The purpose of this study is to characterize the outcrops that comprise the Lower Paleozoic of the so known Precordillera of Jagüé, forming the northernmost outcrops of the Precordillera or Cuyania Terrane. At the regional level, this sector constitutes the link between the surrounding geological provinces of Western Pampean Ranges, Frontal Cordillera and Southern Puna. The rocks that outcrop there are deformed, principally on the quebrada del río Bonete, through which it crosses a major shear zone known as faja de deformación de Jagüé (Jagüé Deformation Belt, Martino and Astini, 1998). This belt produces mylonitization and tectonic intercalation of lithologies of different origin and age. The othcrops involved were named as Río Bonete Formation by Aceñolaza et al. (1971) and comprised a set of calcareous and sedimentary rocks and green-schists in the northwest of the town of Jagüé, La Rioja Province. There is little background information because it is an area of difficult access. The unit was defined as an intercalation of uncertain origin (primary or tectonic) of limestone beds and schists that comprise the Caliza Las Damas and Esquistos Cerro Cóndor Members (Aceñolaza et al., 1971). The correlation with outcrops in Precordillera was based on the presence of Ordovician fossils with similar characteristics in the sedimentary rocks of the quebrada del Chuscho, quebrada del Salto and quebrada de Los Árboles. These sediments were correlated with the Cerro Cóndor Member and informally named as ‘Lutitas del Salto’. The type section of the Río Bonete Formation was defined in the outcrops of alternating limestones and schists of the middle stretch of the Bonete River, while the type section for each Member was defined to the west in the Las Damas Hills and Cóndor Hill respectivelly, in Los Llantenes area. There were studied and mapped the four main outcrops wherw these rocks crop out: the quebrada de Potrerillos, the quebradas del Río Bonete-Ciénaga Grande, the quebradas del Cuscho-del Salto and Los Llantenes area (quebrada Seca and cerros Las Damas). For the better understanding of the local geology and and regional aspects here there is a contribition of data from other units closely related with the rocks of interest, and whose study helped to the resolution of aspects of the stratigraphy of the area. A set of methodologies were used altogether, especially petrographyc, geochemical and isotopic analysis, heavy minerals studies and image interpretation. Field observation was very important. Geochronological complemetary data are presented for the pluton that intrudes the Del Salto Formation (Potrerillos Granite), the basement that outcrops inmediately to the east of the Precordillera of Jagüé (Espinal Formation) and the pillow-lavas and volcanic autobreccias (Chuscho Formation, Fauque and Villar, 2003). Following the results, especially because of the lithologic associations, metamorphic grade and deformation style, and the contribution of new isotopic data and U-Pb ages on zircon, the local stratigraphy was modified, particularily for the “schists” of the Río Bonete Formation. Various lithologic associations originally gathered in this unit on the quebrada del Río Bonete coud be differentiated because they were mixed due to the shear zone: 1)- calcareous schists associated to green schists, 2)- quartz-muscovite whitish schists and micaceous schists, and 3)- stratified metasedimentary rocks associated to basic rocks. By the moment, calcareous schists and green schists are grouped in the Río Bonete Formation s.s, because they are not exactly equivalent to the Río Bonete Formation originally defined. Both are intensely intercaled and deformed, showing penetrative mylonitic structures, large-scale tight folding, and affected by metamorphism in greenschist facies both around the quebrada del Bonete and Los Llantenes area. Most of these schists derive from basic protoliths, and also sediments. Because of the U-Pb ages obtained on detrital zircons (mesoproterozoic mode ca. 1000 My; 837 ± 16 My maximum sedimentary input age) the schists were re-located in the stratigraphy conformming the basement of the area. The schists are correlated with fragmented blocks of the Cuyania basement while the marbles correlate with the carbonate platform of the Precordillera of San Juan. By the regional structures and great similarity observed it is interpreted that they would be the continuation from the outcrops of the Sierra de Umango. The Upper Ordovician fossiliferous sedimentary rocks are always well stratified and lack calcareous rocks or associated schists, and those characteristics allow differenciate their outcrops. They appear to the north of the quebrada de Potrerillos, where they are intruded by the Potrerillos Granite, and in the surroundings of the quebrada del Chuscho, where they are associated and intercaled with pillow-lavas, volcanic autobreccias and dikes of the Chuscho Formation (Toselli y Durand, 1996). The U-Pb ages obtained for the metasedimentary rocks gave a maximum sedimentation age close to the Ordovician-Silurian limit, what is coherent with the fauna found. It is proposed to re-define the metasedimentary rocks-basic rocks lithologic association as Del Salto Formation (emend.) and to name the associated lithologies as Metasedimentitas Estratificadas Member and Cerro Chuscho Member, respectively. They have a much lower degree of deformation to the schists (open folds) and an incipient metamorphic grade (Epizone); these allowed preserveing the stratification and other primary sedimentary structures, including fossils. In the biginning the basic rocks were considered as co-magmatic with other Carboniferous andesites of the region, but the fact that they are intercales with the Ordovician metasediments confirm their relocation in the Ordovician (Fauque y Villar, 2003). The lavas show signatures related to an oceanic island arc tectonic setting and their vinculation with the Famatinian Ofiolite (Kay et al., 1984) can not be discarded. The analysis of the data obteined for the metasediments points to a depositional environment related to active continental margins with input of detritus from the Mesoproterozoic basement and from an arc that, for this time, can correspond to the Famatina or the Puna in the west of Gondwana. Withish quartz- muscovitic schists and biotitic schists remained intercaled between other units blocks and schists of various composition in the mouth and lower section of the Bonete River due to the faja de deformacion de Jagüé (chloritic, anfibolic, asn epidotic green schist, calcareous schists and anfibolites). Although this rochs were mapped within the ‘Ordovician schists of the Rio Bonete Formation, they are originated due to the shear deformation of the Potrerillos Granite and its sedimentary wall-rock (Metasedimentitas Estratificadas Member from the Del Salto Formation), respectively. There exist block of the basic rocks of the Cerro Chuscho Member also, that remained tectonically intercaled inside the shear zone. It can also involve Devonian-Carboniferous sedimentites that crops out in the region (Jagüel-Quebrada Seca Formations). The shear zone invove a variety of lithologies of diferent ages, so they may be mapped separately. This structure probably reactivated in differet moments until the Lower Carboniferous, and the is covered in discordande by the typical units from the Upper Paleozoic, represented in the area by the brownish conglomerates from the Cerro Tres Cóndores Formation. The Lower Paleozoic units and the basement crops out in faulted blocks and are related with the Upper Paleozoic units by discordance. It is characterized the Potrerillos Granite, that intrudes the metasedimentary rocks of the Del Salto Formation producing a contact aureole. It is an elipsoidal, sub-surface pluton composed by a variety of facies of different composition. Mingling evidences and wall-rock assimilation processes were detected. Geochemically, it is a type-I granitoid, metaaluminous to peraluminous, subalcaline with some more alcaline facies. U-Pb ages were obtained, and with other characteristics observed allowed differenciating it from the Carboniferous calcoalcaline magmatism typical from the Frontal Cordillera, and link it to late to post-orogenic stages respect to the Famatinian Cicle. Between the outcrops mapped as Ordovician metasediments on the quebrada del Chuscho, it was found a small block corresponding to the Jagüé Formation (Devonian-Lower Carboniferous) that crops out to the south. In the Los Llantenes area crops out rocks with similar characteristics defined by Cravero et al. (1984) as Quebrada Seca Formation assigned to the Ordovician. However, badly preserved fossils of invertebrates and plants were found that relate the rocks to the Devonian to Lower Carboniferous. So the unit is equivalent to the Jagüel Formation. They consist on greenish and cocrecional metapelites among which scarce beds of yellowish sandstones are found, sometimes channel-shaped. According to the observations made the green-schists and calcareous rocks outcrops conform fragmented blocks that can be correlated to the units that forms the greenschists facies basement from the western side of the Sierra de Umango (Western Pampean Ranges) and carbonate platform of Precordillera, while the well stratified metasediments associated with pillow-lavas can be correlated with units that forms the sedimentary cover of the Wertern Precordillera.
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Identificación, caracterización y dinámica de las geoformas glaciales y periglaciales en la Cordillera de los Andes a través de sensores remotos

Falaschi, Daniel January 2015 (has links)
El presente trabajo de Tesis Doctoral tuvo el objetivo de estudiar los glaciares y glaciares de escombros en tres regiones montañosas a lo largo de la Cordillera de los Andes Argentina: Monte San Lorenzo (Provincia de Santa Cruz), Volcán Domuyo (Provincia de Neuquén), y Nevados de Cachi (Provincia de Salta). Cada uno de estos sitios presenta características climáticas propias, representativas de tres porciones particulares de los Andes: Andes Patagónicos Meridionales, Andes Centrales Meridionales y Andes Desérticos respectivamente. Considerando las particularidades de los cuerpos de hielo presentes en cada región, se evaluaron imágenes satelitales ópticas Landsat, ASTER y ALOS, así como los modelos digitales de elevación globales y locales ASTER GDEM, SRTM y ALOS) para la identificación y la compilación de un inventario de glaciares preciso y técnicamente eficiente. La identificación y mapeo de hielo libre de detrito fue evaluada en detalle en la zona del Monte San Lorenzo, donde se comparó el área captada por los cocientes de bandas de imágenes Landsat y la digitalización manual, encontrándose diferencias menores al 4%. Con algunas salvedades, puede asumirse que el promedio de una serie de digitalizaciones manuales en imágenes de alta resolución puede ser utilizado como referencia para conocer el error de mapeo en imágenes de menor resolución. Sin embargo, en un experimento de digitalización manual por parte de varios operadores que incluyó 10 glaciares de menos de 5 km<SUP>2</SUP> con hielo cubierto y descubierto, las digitalizaciones manuales sobre imágenes ALOS PRISM (2.5 m) generaron contornos glaciares más grandes en un 4.8% en término medio respecto de aquellas derivadas del cociente de bandas Landsat (30 m). Asimismo, encontramos que la comparación entre digitalizaciones manuales entre imágenes de media (Landsat) y alta (ALOS PRISM) resolución, no necesariamente produce resultados más precisos, debido a la aparición de mayor cantidad de detalles y al bajo contraste óptico en las imágenes pancromáticas. Debido al bajo error respecto de la digitalización manual, los menores tiempos de ejecución y la replicabilidad de los resultados, se concluye que es preferible utilizar los cocientes de bandas para delimitar el hielo libre de detrito, restringiendo únicamente la digitalización manual para las correcciones requeridas en las partes incorrectamente mapeadas como el hielo cubierto y en sombras. Para establecer el error en el mapeo de glaciares con hielo cubierto, se sugiere calcular la variabilidad en píxeles para distintos tamaños de glaciares, a partir de los tamaños máximos y mínimos digitalizados manualmente. Una vez hallada dicha variabilidad, puede calcularse un buffer para la totalidad de los glaciares inventariados. Se generó un método combinado multiespectral-morfométrico para identificar hielo cubierto en base a un árbol de decisiones, agregando a un cociente de bandas umbrales de temperatura en superficie, índice de vegetación, máscara de agua y pendiente. Esta metodología es especialmente sensible a la inclinación de las lenguas de hielo cubierto y funciona mejor cuando la misma es de alrededor de 12º. Si bien la cantidad de hielo cubierto varió según el glaciar (entre el ~50-150% en la región del Monte San Lorenzo) y los contornos generados por esta clasificación deben ser corregidos manualmente, los mismos constituyen una base importante para la localización e identificación de sectores de hielo cubierto, reduciendo notablemente los tiempos de digitalización manual en zonas extensas. El efecto de la resolución espacial en el mapeo de glaciares de escombros fue investigado mediante imágenes ASTER (15 m), ALOS AVNIR2 (10 m) y ALOS PRISM (2.5m). La variabilidad en el error de mapeo disminuye con la resolución espacial desde ±76% a ±33% y ±22% respectivamente. Se vio que una resolución de 15 m resulta apropiada únicamente para el mapeo de glaciares de escombros activos con frentes bien definidos y con área mayor a 0.1 km<SUP>2</SUP>, siempre y cuando exista un buen contraste con el entorno. Para la producción de inventarios de glaciares de escombros y lóbulos de talud que incluyan geoformas con superficies del orden de 0.001 km<SUP>2</SUP>, es necesaria la utilización de imágenes de entre 2.5m a 5m de resolución, mientras que imágenes de aún mayor resolución deben ser implementadas en trabajos que requieran mayor nivel de detalle. Tomando modelos digitales de elevación elaborados a partir de esteropares ALOS PRISM como referencia, se evaluaron las características y el potencial de los modelos globales SRTM y ASTER GDEM en cuanto a los desfases en planimetría y altimetría entre modelos, y las diferencias en los valores de una serie de parámetros topográficos (pendiente, altura máxima, media y mínima, orientación, etc.) de los glaciares y glaciares de escombros. Adicionalmente, se validaron los modelos globales mediante la toma de puntos de control de terreno relevados con instrumental GPS en modo diferencial. Al contrario de otros estudios de similar naturaleza, se encontró para los casos de estudio seleccionados una mejor respuesta del ASTER GDEM por sobre el SRTM. Además de la generación de inventarios actualizados en la medida que las imágenes satelitales lo permitieran, se estudiaron las fluctuaciones glaciarias de las décadas recientes. A su vez, dichos cambios de área fueron investigadas en función de las tendencias de temperatura y precipitación registradas en estaciones meteorológicas dentro de cada zona de estudio, así como también a partir de datos de reanálisis, y contextualizadas en el marco de estudios climáticos de carácter regional. La altura de la isoterma de -1º C y sus cambios en décadas recientes fueron asimismo calculadas para conocer las condiciones termales bajo las cuales se desarrollan glaciares de escombros activos en la actualidad y su interacción mutua. Para la región del Monte San Lorenzo, se inventariaron 213 glaciares y manchones de nieve permanentes, que corresponden a 206.9 km<SUP>2</SUP> en el año 2005, y se ubican entre los 500 m y 3776 m de altitud. La línea de equilibrio (ELA) se infirió en 1800 m aproximadamente. Del total de superficie englazada, casi un 10% (20 km<SUP>2</SUP>) corresponde a hielo cubierto. A su vez, 44.3 km<SUP>2</SUP> de hielo glaciar ha desaparecido entre los años 1985-2008, es decir, el área cubierta de hielo ha mermado en un 18.6% para dicho período, lo cual se traduce en un 0.8% de reducción anual. Adicionalmente, 40 glaciares menores a 0.26 km<SUP>2</SUP> han desaparecido por completo desde 1985. Por otra parte, se identificaron y mapearon 141 glaciares de escombros y 36 lóbulos de talud, de los cuales 106 (9.57 km<SUP>2</SUP>) y 24 (0.29 km<SUP>2</SUP>) fueron clasificados como geoformas intactas (ricas en permafrost) respectivamente. La elevación a partir de la cual aparecen las geoformas intactas es de 1400 m.s.n.m; en promedio, la densidad espacial de glaciares de escombros a partir de esta altura es del 1.37%. Los registros de temperatura diaria extrapolada a 1400 m indican una temperatura media anual del aire desde 2002 de +1.5º C, lo cual indicaría, al menos preliminarmente, un estado de desequilibrio entre los glaciares de escombros y el clima de la última década. Adicionalmente, la isoterma de -1º C, indicadora de la altura límite del permafrost de montaña discontinuo, se habría elevado a razón de 25 m por década desde 1970. En la región del Volcán Domuyo se contabilizaron 112 glaciares equivalentes a 25.6 km<SUP>2</SUP> de hielo. Debido a las condiciones climáticas de la región que favorecen la producción de criosedimentos (mayor diafanidad, alta insolación, amplitud térmica) respecto de la región del Monte San Lorenzo, el hielo cubierto ocupa una mayor proporción (36%). Algunos manchones de nieve pequeños se encuentran a alturas tan bajas como 2100 m. Sin embargo, los glaciares mayores parten desde la cumbre misma del volcán y alcanzan, como muy bajo, a los 2700 m. Debido a la abundancia de detrito sobre las lenguas glaciarias, inclusive en las cabeceras o porciones altas de los glaciares, no fue posible estimar la altura de equilibrio. Entre 1990 y 2008, se registró una pérdida de 8.86 km<SUP>2</SUP> de hielo, lo cual representa una reducción de ~25.6% aproximadamente en un período de 19 años, es decir 0.46 km<SUP>2</SUP> ó ~1.3% por año. Ciento treinta y tres (10.5 km<SUP>2</SUP>) glaciares de escombros y 40 (0.5 km<SUP>2</SUP>) lóbulos de talud intactos fueron reconocidos, de los cuales 68 (5.8 km<SUP>2</SUP>) y 21 (0.3 km<SUP>2</SUP>) respectivamente fueron clasificados como activos. Los frentes de los glaciares de escombros activos se encontraron por encima de los 2800 m, y la densidad espacial a partir de esta altura es del 0.87%. Extrapolando los datos de temperatura mensual media de las estaciones meteorológicas Andacollo y Pampa de Chacaico, se encontró que la altura para la isoterma de -1º C para el período 1997-2013 sería de entre 2845 m y 3387 m de altura respectivamente. Dependiendo entonces cuál de las dos estaciones meteorológicas se trate, podría decirse que los glaciares de escombros se encontrarían en condiciones termales de equilibrio o desequilibrio con el clima actual. El Nevado de Cachi está prácticamente desprovisto de glaciares, con tan sólo unos pocos cuerpos de hielo y nieve recongelada que totalizaron 0.2 km<SUP>2</SUP> de hielo para el año 2009. Estos glaciares funcionarían como glaciares reservorio, donde el total de la superficie actúa como área de acumulación o de ablación dependiendo del año, y por lo tanto no existiría una línea de equilibrio. Su superficie ha disminuido un 76% entre 1988 y 2009. Los circos dejados por las glaciaciones pleistocénicas, ahora libres de hielo, han constituido un nicho ideal para el desarrollo de importantes glaciares de escombros. Se relevaron 308 (36.5 km<SUP>2</SUP>) glaciares de escombros y 114 (2.1 km<SUP>2</SUP>) lóbulos de talud intactos, de los cuales 219 (22.4 km<SUP>2</SUP>) y 80 (1.3 km<SUP>2</SUP>) son activos. Las geoformas activas se sitúan por encima de los 4600 m, y su densidad espacial es del 2.2%. La altura de la isoterma de -1º C fue estimada desde la estación meteorológica de Salta Aeropuerto en 4000 m, por lo que los frentes de glaciares de escombros más bajos se encontrarían a unos -6º C de temperatura media anual del aire. La influencia de la litología en la tipología y tamaño de los glaciares de escombros fue evaluada realizando tests estadísticos no paramétricos, encontrándose una relación estadísticamente significativa entre el tamaño de los glaciares de escombros y la litología para las zonas de Nevados de Cachi y Volcán Domuyo, mientras que fueron no significativas en el caso del Monte San Lorenzo. Podría decirse entonces que, dadas condiciones topoclimáticas favorables para la formación de glaciares de escombros, la litología puede constituir un factor condicionante adicional para su desarrollo. En particular, se encontró que las rocas esencialmente granitoides forman capas activas blocosas, lo cual favorece la formación y preservación de estas geoformas. La ausencia de registros instrumentales de temperatura y precipitación completos y de larga duración representó un problema común para los tres sitios estudiados. Esta es, salvo escasas excepciones, una condición frecuente a lo largo de los Andes Argentinos y constituye un factor profundamente limitante para el entendimiento de las interacciones del clima y los componentes de la criósfera en la Cordillera de los Andes. Se entiende entonces, que a tal fin es imperiosa la necesidad de contar con una verdadera red de estaciones meteorológicas modernas, ubicadas altitudinal y geográficamente próximas a la localización de los glaciares y geoformas periglaciales.
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Caiman latirostris (yacaré overo)

Nuñez Otaño, Noelia 16 April 2013 (has links)
En esta tesis se determinó y detalló la diversidad de microhongos que se establecen en el material de nido de Caiman latirostris con la intención de analizar si la composición fúngica encuentra variación según el ambiente de nidificación (según se hayan construidos en la unidad de Monte, Sabana o Embalsado) y si la presencia de hongos patógenos pueden tener alguna influencia sobre el éxito de eclosión, sanidad de los huevos y tamaño de los neonatos. Esta contribución constituye el primer estudio de esta índole realizados en caimanes en general y en yacaré overo en particular. / The diversity of micro fungi which was found in the material of the Caiman Latirostris nest is determined and in detail in this thesis. The intention is to analyze if the fungal composition changes according to the environment of the nestingdepending if they were built in the bushes, savannah or floating vegetation. Also, if the presence of pathogens fungi could have any influence on the moment of hatching, the sanity of the eggs and the size of the hatchlings. This contribution is the first of this kind made in alligators and particularly on broad-snouted caiman.
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Procesos locales de selección cultural en poblaciones de frutales de la familia <i>Rosaceae</i> originarias del Viejo Mundo utilizadas por comunidades rurales del noroeste argentino

Lambaré, Daniela Alejandra January 2015 (has links)
Actualmente la agricultura es considerada un eje central del conocimiento botánico tradicional (CBT) el cual está relacionado a la estructura social de una comunidad y a los factores ambientales presentes en una región. Entre las características que distinguen el CBT se encuentra su relación directa con el medio natural, en donde se ponen en práctica, entre otras cosas, criterios de selección y toma de decisiones, factores culturales y simbólicos que permiten definir a una población como particular y distinta de otra. Esta tesis plantea el caso de frutales introducidos como los “duraznos” -Prunus persica (L.) Batsch-, cultivo que actualmente- y desde el período colonial- forma parte del paisaje biocultural de la Quebrada de Humahuaca, no sólo como elementos conspicuos sino también como parte de los sistemas tradicionales de manejo, selección, clasificación y apropiación que se visualizan a través de términos tales como “duraznos de la Quebrada”. El objetivo principal de esta tesis fue identificar y analizar, desde un abordaje etnobotánico, la diversidad de variedades frutales del género Prunus y las pautas culturales asociadas a la selección y manejo de dichas variedades locales. Además, siguiendo un abordaje etnohistórico, se buscó contextualizar la dinámica cultural relacionada con su introducción, incorporación y apropiación a un paisaje que es resultado de más de 400 años de interacción entre los saberes y recursos locales y foráneos. De ello se desprende que la metodología utilizada fue interdisciplinaria. A través de la búsqueda bibliográfica en literatura histórica y arqueológica se identificaron las introducciones tempranas, rutas de ingreso e incorporación al sistema agrícola local. Para el relevamiento de la diversidad de “duraznos”, así como prácticas actuales de manejo se utilizó la metodología etnobotánica cualitativa, con estrategias de observación y entrevista, así como caminatas y mapeo de los espacios productivos en compañía de los pobladores. Con el fin de identificar las variedades y detectar las diferencias morfológicas resultantes de los procesos de selección cultural se utilizó la metodología botánica, con observaciones exo y endomorfológicas y aplicación de estudios micrográficos. En un primer momento estos elementos foráneos ingresaron en el NOA de manera forzada, favorecidos por las condiciones ambientales que la definen y con el deseo de los europeos de recrear lo que ocurría en los terrenos de cultivo al sur de España. Entender el contexto histórico local en el que se desarrolló el ingreso, instauración, manipulación y el cultivo efectivo de los “duraznos”- y de otras especies introducidas y de importancia como es el “trigo”- resultó una instancia que permitió reconstruir el camino que recorrió este cultivo hasta su incorporación como parte de los espacios agrícolas junto a cultivos de origen americano. El análisis de las distintas fuentes históricas permite postular que los “duraznos” ingresaron a Jujuy a la zona de los valles secos en el período colonial, desde rutas provenientes del Perú. Las características ambientales y culturales de la zona en estudio permitieron el establecimiento y mantenimiento de este cultivo, a saber el ciclo agrícola prehispánico coincidente con la poda y cosecha de “duraznos”, así como las actividades de labranza y regadío con una red de acequias que permitió el aporte hídrico indispensable. Esto se refleja en la existencia de una diversidad –conformada por un conjunto de 9 etnovariedades que son diferenciadas de los “duraznos” comerciales a nivel local y regional-. Estas etnovariedades se diferencian entre sí fundamentalmente por el carácter de adherencia del endocarpo y pilosidad del epicarpo. Asimismo las distintas variedades presentan usos específicos tales como consumo directo, elaboración de dulces y conservas o deshidratado. Por otra parte, estas variedades se diferencian de las variedades comerciales por su menor tamaño y sabor más dulce. La identificación y comprensión de las estrategias de gestión in situ mencionadas – las que apuntaron a promover su permanencia y estabilización en el tiempo como alternativa alimenticia que otorgó y sigue otorgando a las comunidades rurales parte de su autonomía nutricional-, permite plantear que este elenco de etnovariedades con particularidades propias y usos definidos no son sólo es el resultado de prácticas de cultivo sino también de aspectos históricos locales, donde procesos de selección de variedades (fenotipos), establecidos desde pautas culturales y que opera como mecanismo domesticador, fueron guiados por las preferencias en el consumo y, hoy en día, por alguna instancia de comercialización, lo que puede ser tomado como un ejemplo de la conformación de un paisaje cultural. Desde una primera instancia y a lo largo de esta tesis –con el desarrollo de cada capítulo- se intenta revelar el sentido de identidad que tiene el cultivo de “durazno” para los pobladores de Juella, alternativa que aporta a la consolidación de su propio sistema productivo (donde se conjuga praxis, corpus, transmisión e innovación) en un patrimonio local. En este sentido, el término “duraznos de la Quebrada” constituye un rótulo que los define hacia el interior de la comunidad y también hacia el exterior. En ese rótulo están contenido las características seleccionadas y/o mantenidas por los lugareños a través de siglos de interacción, y que han resistido el ingreso de otras variedades.
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Susceptibilidad y sensibilidad de algunas especies de anuros a la infección por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis

Arellano, María Luz 22 April 2013 (has links)
La declinación de los anfibios a nivel mundial, e incluso la desaparición de algunas especies, ha sido un fenómeno de especial importancia para muchos científicos en los últimos años. Del total de las especies de anfibios que se conocen en el mundo hasta el momento, un tercio se encuentra amenazada y 165 especies, parecen haberse extinguido a partir de 1980. Los factores que influyen en esta declinación son muchos, y hasta el momento se siguen discutiendo; pero las enfermedades, han sido reconocidas como uno de los factores que más han contribuido a esta declinación. La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa emergente que, en los últimos años, ha sido vinculada a la muerte masiva de algunas especies de anuros. Esta enfermedad es causada por el hongo acuático zoospórico Batrachochytrium dendrobatidis- Bd- (Orden Rhyzophydiales) que se encuentra actualmente distribuido en todos los continentes con excepción de la Antártida. Bd infecta la epidermis estratificada de la piel de los anfibios anuros y urodelos y sus talos se desarrollan dentro de las células epidérmicas principalmente en los dedos y la parte ventral del cuerpo y en el disco oral queratinizado de las larvas. La infección afecta muchas funciones de la piel de los anfibios, como la osmoregulación y la respiración a través de este órgano. Entre las poblaciones de anfibios es posible encontrar un gran rango de susceptibilidades a la infección por Bd. Las larvas y algunos estadios post-larvales de anuros y urodelos parecen desarrollar una infección subclínica por lo que actúan como reservorios de Bd y esparcen el hongo por diferentes ambientes y especies. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, en este trabajo de tesis se plantearon los siguientes objetivos: *Analizar la presencia de Bd en distintas especies de anuros nativas en el área de estudio seleccionada y en anuros provenientes de otras áreas. *Aislar la cepa nativa de Bd a partir de especies de anuros autóctonos de Argentina. *Analizar genéticamente la cepa autóctona y evaluar su similitud con cepas de Bd de otros países. *Analizar la susceptibilidad y sensibilidad de las distintas especies de anuros a la infección por Bd en bioensayos de laboratorio.

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